By Joan Spínola -FOTORETOC-

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Villa de Guadalcanal.- Dió el Sr. Rey D. Fernando a Guadalcanal a la Orden de Santiago , e las demás tierras de la conquista, e de entonces tomó por arma una teja o canal, e dos espadas a los lados como así hoy las usa.



sábado, 31 de agosto de 2013

Un viaje histórico a las islas Salomón 1/2


Dos culturas hermanadas por el mar 
primera parte
Hacia la mitad del siglo XVI en Perú tenían la idea de que a poniente existían varias islas con oro y plata entre ellas las que se denominaban Hahuachumbi y Ninachumbi. Esta creencia determinó que el gobernador Lope García de Castro preparase una expedición marítima en su busca. En una carta al rey Felipe II en 1567 escribía: “Por tener gran noticia, como se tiene, de las islas que acá llaman de Salomón, y por echar parte de la gente haragana que anda en este reino, envío a Álvaro de Mendaña, mi sobrino, con cien hombres, al descubrimiento dellas”. Ahora que se cumplen los 500 años del descubrimiento del Pacífico por Nuñez de Balboa, y se han celebrado diversos actos, también se cumplen 455 años sobre esta expedición oceánica. Los investigadores tenemos una decena de crónica directas, ya sean del mismo Mendaña, de Sarmiento de Gamboa, Gallego, Hernández Catoira, Juan de Orozco, los cronistas Belmonte Bermúdez y Suárez de Figueroa o la información ordenada por el virrey Álvarez de Toledo. Sus originales están en el Archivo General de Indias, en el de Simancas, en la Real Academia de la Historia, del British Museum, de la Santa Casa de Loyola, del Museo Naval o en la colección Navarrete. Sin olvidar las obras de Justo Zaragoza y las del Celsus Kelly.
Se destinaron dos naos: Los Reyes (capitana) y Todos los Santos (almiranta). Embarcaron unas 160 personas, entre las que se contaban, además de Mendaña, el maese de campo y almirante Pedro de Ortega Valencia, natural de la villa sevillana de Guadalcanal; el capitán y cosmógrafo Pedro Sarmiento de Gamboa, el piloto mayor Hernán Gallego; el escribano y factor real Gómez Hernández Catoira; Francisco de Gálvez, vicario castrense; Pedro Xuárez Coronel, capitán de artillería; dos capitanes de tropa, tres pilotos y tres religiosos franciscanos.
Partieron del puerto del Callao el 19 de noviembre 1567. El 28 del mismo empezaron los enfrentamientos entre Gamboa y Gallego. El primero quería ir hacia el sur y el segundo hacia el norte. El 16 de diciembre avistan una isla del grupo de las Ellice que nombraron Nombre de Jesús, y el 1 de febrero de 1568 ven unos bajos que bautizan de la Candelaria (hoy Roncador), hasta que el 7 de febrero descubrieron “una gran tierra“, acercándose a las naos españolas los isleños para ofrecer sus productos. La isla fue bautizada con el nombre de Santa Isabel, denominación que aún conserva. Estaban en el archipiélago melanesio actual de las Salomón, del que tomaron posesión en nombre de Felipe II. Los pilotos arribaron sus naves en el puerto de la Estrella (Estrella Bay, cerca de Kesuo Vove) en la zona que los nativos llamaban Samba. Las naos habían recorrido en 82 días unas 2200 leguas (12.200 km), a unas 30 leguas diarias (160 Km). 
Mientras algunos expedicionarios se adentraron en la isla para conocer la tierra y sus habitantes, otros construyeron un bergantín destinado a reconocer las zonas costeras donde las naos no podían atracar.
Los tauriquis o jefes locales mantuvieron una actitud muy desigual con los españoles, unos de cordialidad y otros de recelo y de gran hostilidad. Así el tauriqui BILE-BANARA (cambio de nombres) fue uno de los amigos de Mendaña que solicitaron ayuda para luchas contra otros grupos tribales. Es curioso ver la gran cantidad de datos etnológicos y antropológicos que los cronistas españoles recogieron de los estos melanesios. Una de los actos que se sorprendieron fue la invitación a comer partes de carne humana, como un brazo de un joven. Le dijeron a Mendaña en su lengua “Naleha, naleha”, que quería decir comedlo, a lo que respondió el capitán “Teo naleha narra”, yo no lo como. Vieron también enormes murciélagos y gran cantidad de especias, clavo, nuez moscada, jengibre y pimienta, una raíz binahu, que comían en vez de pan, y gran cantidad de aves de todos los colores. (Estuvieron tres meses en la isla).
Una vez acabado el bergantín, nombrado Santiago, el 7 de abril partía la primera exploración al mando del maese de campo Pedro de ORTEGA VALENCIA, que llevaba como piloto a Hernán Gallego, además de diez soldados y doce marineros. Navegaron al sudeste hasta el cabo Prieto y siguiendo al levante descubren varias islas bautizándolas con nombres españoles como RAMOS, Galera, Buenavista, San Dimas (Mbokonimbeti), San Germán (Mangalonga), Guadalupe (Soghonara) y FLORIDA. El 14 de abril avista Sesarga (SAVO) y GUADALCANAL (Gaumbata), así nombrada en honor de la villa donde nació ORTEGA VALENCIA. Y ya de vuelta al oeste ven las islas de SAN JORGE, San Nicolás, Arrecifes y San Marcos (Choiseul) para regresar al puerto de la Estrella en Santa Isabel el 4 de mayo. (Tardó un mes) .
Con las noticias que dio Pedro de Ortega, las naos se trasladaron a GUADALCANAL el 8 de mayo, sirviendo de base para los nuevos reconocimientos. Parte de nuevo el bergantín a otra exploración al mando de Fernando Enríquez y del piloto Hernán Gallego. Navegaron hacia el oeste y después de avistar Malaita y descibrir las islas de Treguada (Ulawa), Tres Marías, San Juan (costa occidental de San Cristóbal) y San Urbán.
En Guadalcanal las hostilidades entre isleños y españoles, nueve de los cuales fueron atacados y descuartizados. Gamboa llevó a cabo una incursión de castigo, Como relata Catoira “en todo se preocupaba hacer el menor daño posible, y si alguno se hacía era de pura necesidad”. La convivencia fue entonces más arriesgada y tomaron la decisión de trasladarse a la isla de San Cristóbal el 30 de junio, desde la cual se preparó el bergantín el 4 de julio para el tercer reconocimiento al mando de Gallego y llevando como capitán Francisco Muñoz. Se costeó la parte sur de San Cristóbal y se vieron las islas de SANTA CATALINA y SANTA ANA.
Una vez de regreso acordaron emprender el regreso al Perú, no sólo por las hostilidades de los melanesios, sino también porque había muchos enfermos y las jarcias de las naves necesitaban materiales para su reparación. Gamboa propuso viajar de regreso en dirección sudoeste, para de paso intentar descubrir otra tierra “que está sobre Chile”, pero la mayoría optó hacerlo por el hemisferio norte.
Partieron de San Cristóbal el día 11 de agosto, el 4 de septiembre cruzaron el ecuador padeciendo grandes calmas, el 17 avistan unos islotes que nombran San Bartolomé (hallan un escoplo hecho de un clavo) y San Mateo, pertenecientes al archipiélago de las Marshall, en los 8º 41’ N. y 171º de longitud Este. Continuaron navegando ganando altura y el día 3 de octubre avistan una isla que llamaron San Francisco (actual isla de Wake en los 19º 20’ N. y 166º 30’ long. Este), enviaron un bote a tierra y al no hallar siguieron rumbo norte hasta alcanzar los 30 º N. de altura, donde un temporal separó a las dos naves, destrozando gran parte del aparejo y a punto estuvieron de hundirse. Como en otras travesías de Pacífico las tripulaciones padecían hambre, sed, escorbuto y enfermedades diversas. En los diarios se recoge que sólo se repartía diariamente “medio cuartillo de ruin agua y ocho onzas de bizcocho podrido”. El 9 de diciembre mejoró el tiempo y el día 17 la nao capitana Los Reyes arribó en la Baja California, en la bahía que llamaron Santo Tomé, la actual Sebastián Vizcaíno, y el 22 de enero de 1569 fondeaba en las costas mexicanas de Colima, cerca de Manzanillo. Tres días más tarde recaló la nao almirante Todos los Santos “sin árbol ni batel y con una sola botija de agua”. Permanecieron cuarenta días en aquellos parajes mejicanos recuperándose los enfermos, si bien otros pasaron a la eternidad debido al desgraciado estado en que venían. Se dirigieron después al puerto nicaragüense de Realejo y desde allí al puerto peruano del Callao, al que arribaron el 11 de septiembre, donde habían partido dos años antes. Cuarenta y tantos hombres perdieron la vida en esta expedición, un tercio de los embarcados.
Como bien escribe Landín Carrasco, si nos atenemos a la realidad política y económica, el resultado de esta expedición fue un fracaso. Ni oro, ni plata, ni productos que no pudieran hallarse en otros archipiélagos oceánicos ni siquiera una amistosa disposición de los melanesios. La leyenda de las riquezas de las islas Salomón se desvaneció, pero no las ilusiones de Mendaña en fundar una colonia en aquellas tierras, que intentaría otra vez con una nueva expedición en 1595, pero eso ya es otra historia.
Hoy las Salomón siguen siendo poco exploradas, 29.000 km2 de tierras extendidas en un área marítima de 1,3 millones de km2. Sus 580.000 habitantes (84 % de la población es rural) repartidos en las cerca de mil islas y atolones, hablan 87 lenguas. Fue colonia inglesa en 1893, y consiguió la independencia el 7 de julio de 1978, y hoy es una monarquía parlamentaria dentro de la Commonwealth británica, y el Gobernador general representa a la Reina Isabel II como reina de las islas Salomón. La mayoría de la población vive de la agricultura, pesca, y la silvicultura. Las islas son ricas en materias minerales, y hoy pueden ser un punto de referencia para fomentar el turismo, especialmente el australiano. 

El mar abrió nuevas rutas, dio a conocer otras culturas, etnias y formas de vivir, permitiendo un encuentro entre personas e intercambio de bienes hasta entonces desconocidos. En este caso queda rubricado con el hermanamiento de GUADALCANAL, el de España y el de las islas Salomón, dos paraísos. 

Francisco Mellén Blanco
Guadalcanal, 26 de Julio de 2013 


miércoles, 28 de agosto de 2013

Las islas Salomón y España, una visión reciproca


Hermanamiento entre la isla de Guadalcanal (Islas Salomón) y el municipio de Guadalcanal (Sevilla – España)




El descubrimiento de la mayor parte de las islas del pacifico fue fruto de la audacia, arrojo y el tesón de marinos intrépidos que sin conocimiento alguno de lo que podían encontrar, se lanzaron a la exploración del océano Pacifico descubierto por Balboa en 1513, hace ahora exactamente 500 anos, un océano casi 400 veces la superficie de España y el mayor de los cinco Océanos.
Pedro de Ortega y Valencia, vecino de Guadalcanal, hace parte de esos marinos y exploradores intrépidos que han quedado en la historia de la mas grande epopeya de todos los tiempos, como su jefe de expedición, Álvaro de Mendaña, o como otros marinos ilustres como Juan Sebastian del Cano, Loaisa, Fernandez de Quiros, Vaez de Torres, Villalobos y tantos otros excepcionales marinos que surcaron mares desconocidos, contribuyendo de una forma única al desarrollo del conocimiento cartográficos, náuticos, astronómicos y, en general a todos los aspectos de las artes de la navegación, además de la cartografía y descubrimientos en el océano Pacifico. Y todo esto 200 años antes que otros países europeos, sobre todo ingleses y franceses, se lanzaran a redescubrir lo que los españoles ya habían hecho con anterioridad, tratando de dejar en el olvido, de forma intencionada, toda la hazaña marítima española.
Evidentemente estas expediciones, que eran muy costosas para la Corona española, tenían un objetivo, la búsqueda de nuevas riquezas y la conquista de nuevos territorios. Entre la riquezas mas buscadas estaba las especias, como la pimienta, el clavo la canela o la nuez moscada, que constituían un codiciado producto y también el acceso a los lucrativos mercados de sedas y porcelanas orientales, de China y otros países.
La primera expedición de Álvaro de Mendaña, en la que participó Pedro de Ortega Valiente junto con su hijo Jerónimo, buscaba el Ofir, lugar bíblico de donde provenían las riquezas empleadas por el rey Salomón para la edificación de su templo.
Esta expedición marcaría para siempre la toponimia de las Islas Salomón, dando nombres a islas y accidentes geográficos de este país, que después de más de casi 500 anos aún perduran. Tan solo y a titulo de ejemplo citaré, además de la isla de Guadalcanal, las islas de Santa Isabel, San Cristóbal, Santa Ana, Santa Cruz, San Jorge, Florida (pues los expedicionarios llegaron el día de la Pascua Florida) el arrecife del Roncador, la bahía de la Estrella o bahía Graciosa.
Mi buen amigo Francisco Mellen, gran historiador y conocedor de la historia de los descubrimientos españoles del Pacifico ya ha expuesto los detalles del descubrimiento de la isla de Guadalcanal descrita por el hijo de esta villa de Guadalcanal, la llegada de las naves españolas, los primeros contactos con los pobladores de las islas y como se desarrollaron estos contactos, los encuentros amistosos y los conflictos que estallaron, etc... todo aquello quedó narrado con precisión en las numerosos informes, memoriales, cartas y otras descripciones que hicieron los expedicionarios españoles a su regreso de la expedición.
Pero apenas quedan referencias de como fue percibida la llegada de aquellos extraños e inesperados navegantes por parte de los nativos de las islas que visitaron, es decir una imagen especular, desde el otro lado del espejo de este encuentro. Y es precisamente es sobre este aspecto que trataré de aportar alguna luz. 
En cualquier caso el impacto debió ser muy importante por dos motivos principales, la rotura del aislamiento por la llegada de unos hombres desconocidos y el choque de culturas, simbolizado por una tecnología superior y desconocida, en la que citaremos el acero y las armas de fuego.
Esta contraste debió dejar una profunda impronta en las poblaciones autóctonas, pero no se preservó entre otras razones por la ausencia de escritura, pues la memoria histórica en los pueblos del Pacifico se hace por tradición oral, y esta en numerosas ocasiones, sobre todo en el caso de los pueblos melanesios, se limita a unas 5 generaciones, lo que supone a grandes rasgos unos 200 anos. Así, la tradición oral de la llegada de los españoles debió ser mantenida hasta finales del siglo XVIII o a lo más inicios del XIX.
Durante mis numerosas vistas a las islas Salomón, tuve la ocasión de tomar referencias de la tradición oral en los lugares en donde desembarcaron los españoles, añadiéndolas a las referencias de antropólogos y misioneros.
En unos de los relatos, que describe la llegada de los hombres blancos por los nativos, la tradición oral nos se dice:
Tan pronto como vieron al hombre blanco acercarse a la costa pensaron que debían ser fantasmas. El hombre blanco los llamo a gritos, pero por su terror corrieron hacia el bosque. Durante días, a escondidas, llegaron a saber que clase de seres eran esos hombres blancos, si se trataba de hombres reales o de fantasmas. Durante días no pudieron establecer contacto con el hombre blanco, pero poco a poco se acercaron al demostrar el hombre blanco signos de amistad. Uno de los nativos caminó hacia el hombre blanco y fue tratado con amabilidad. No solo eran amistosos sino que le dieron algunas de sus pertenencias, le dieron espejos y abalorios y piezas de paño. Por último Belenbangara hizo aparición y les hizo saber por signos que él era el jefe. 
Este relato coincide en el fondo con los de los españoles, si bien hay ciertas discrepancias, ya que según la tradición oral el encuentro se hizo en la playa y según los españoles se hizo en un barco. En otro de los relatos obtenidos, la tradición oral nos dice que:
El hombre blanco permaneció en la isla por al menos 10 lunas. La gente llamaba a los barcos “nguanguao” (Nuguan-Nuguao) y decían que eran manipuladas por fantasmas y transportaban enfermedades. Mas tarde, siempre que la gente veía un barco aproximándose decían a sus mujeres e hijos que se escondieran y el hombre rezaba a los espíritus para que estos se llevaran al Nguan-Nuguao que transportaba enfermedades.  Las relaciones entre visitantes y las poblaciones locales conocieron diferentes evoluciones. De forma general los inicios eran amistosos con intercambio de objetos por comida, pero siempre con una cierta desconfianza mutua. El uso de armas de fuego atemorizó a las poblaciones locales y esto contribuyó a una relación de prudencia, sin embargo las tropas españolas cometieron desmanes y actos injustificados que enturbiaron las buenas relaciones, si bien en ciertas ocasiones fueron debido a lo que consideraron una mala conducta de los nativos (un robo, por ejemplo), terminando en la mayor parte de las ocasiones en un conflicto mortal, tanto para los españoles como para la población local.
Después de la segunda expedición de Mendaña en 1595 al archipiélago de las Salomón y tras el fracaso del asentamiento en Bahía Graciosa, en la isla de Santa Cruz, la presencia española se desvanecería durante siglos.
Ya en tiempos modernos, y justo después de la independencia de las Islas Salomón se establecieron relaciones diplomáticas con el Reino de España el 8 de agosto de 1980.
Pocas han sido los contactos posteriores, salvo alguna rara excepción, como es el caso de la creación de la empresa pesquera mixta Mendaña Fishing Industry, establecida entre el grupo Calvo y operadores locales.
En las relaciones comerciales España se situaba en el 4° puesto de los clientes de las islas Salomón, con un 5,3% de los intercambios, con la importación de aceite de palma y pescado. Las exportaciones desde España consisten en aparatos de electrónicos, y productos farmacéutico.
Con la entrada de España en la UE, se establece nuevo lazo, aunque sea indirecto, entre las islas Salomón y España, en el contexto de la Convención de Cotonou, por él que Salomon Islands es parte de la familia ACP (constituida por 96 países en vías de desarrollo de tres regiones del mundo : África, Caribe y Pacifico) y tiene derecho al acceso de los Fondos Europeos de Desarrollo de la Unión Europea, a los cuales Espana contribuye con un porcentaje.
Las relaciones también se hacen a través del Forum de las islas del Pacifico (Pacific Island Forum) que engloba los países del área pacifico y sus socios y parteners, entre los que se encuentra España, así como la Unión Europea.

Ahora permítanme dirigirme en su propia lengua a los ilustres invitados venidos desde la lejana Guadalcanal, en las islas Salomón.
Oketa mison from Gudalcanal, mifala welkamin ufala long Gudalcanal.
My barava happy tumas for shea wetem ufala long disfala taem, wetem honorable representatives blong Gudalcanal wetem umi long hia today.
Today hem wanfala historical time highlightim nara historical time wea arrived 445 years ago, time wea wanfala Spanish sailor hem born lo disfala biutiful village long Guadalcanal.
Long team blong mi osen Abasada blo European Union lo Port Moresby, acrediated long Salomon, lomg 1996-2000, mi barava harem gud taem for visitim staka diferen Plessis long Happy Islands ia.
Mi mitin staka different pipol from different plesis, and tok wetem oketa
An mi barava enjoyim tumas hao oketa keepim mi, welkamim mi and care for mi.
Mi visitim staka provinieses Central, an from Choisel, new Georgia, gogo kasim kam long Pigeon Islands long Santa Cruz. Mi passim Makira, Malaita an Renell tu.
Mi also very happy for garem contribution long development blomg okela samfala important numbers of projects, wea hem financed by European Development Funds, an wanfala na disfala contruction blong Ministry of Finance lo Honiara.
Speech blong mi long Spanish language ia, mi trae for showm noma what luklukan tinting blo oketa local pipol taem oketa Spanish pipol arrive long Solomon islands.
Once again, mi laik for tenkim ufala an mi hapi tumas for time blong ufala lomg hia wetem mifala.

Tagio tumas
.

D. Juan Carlos Rey
Embajador de la Unión Europea en Papua Nueva Guinea y las Islas Salomón (1996-2000)
  

sábado, 24 de agosto de 2013

Ferias de ganado siglo XX

Aquellas ferias pasadas


1926.- Ayer 6 de Septiembre aconteció una importante reyerta en la que se vieron implicados vecinos de esta villa y otras colindantes y la familia gitana de los Paquiros, conocida en toda la comarca por su aspecto y hechos belicosos.
El litigio provino cuando uno de los miembros de la familia calé intento vender un pollino a un vecino de la localidad por 45 pesetas y este fue reconocido por un visitante de la vecina localidad Azuaga e intentó recuperarlo.
Ante el cariz que tomó la pelea y la aparición de armas blancas y otros objetos de ataque, intervino una dotación montada de la Guardia Civil y el comandante de puesto cabo Ruiz-Tejada junto con la autoridad municipal decidieron suspender la feria durante unas horas, a las 4 y media de la tarde y una vez reestablecido el orden público se continuó con un vistoso circo ecuestre, carreras de cintas, bailes, terminando la noche un espectáculo de fuegos artificiales.- Corresponsalía en Cazalla  

1930.- El día 24 de Agosto como anticipo de la feria de Guadalcanal, se ha inaugurado el nuevo campo de futbol, que  fue bendecido previamente por el Sr. Cura  ecónomo D. Juan Rojas, amenizado el acontecimiento por la banda de música municipal que dirige  D. Manuel Escote.
A las 5 y media de la tarde y con una animadísima concurrencia, se alinearon los equipos Deportivo Ateneo, de esta villa contra el Monte de Hierro F.C, haciendo el saque de honor la guapísima y simpática señorita Pepita Rivero. El encuentro terminó con el resultado de tres “goas” a cero a favor de los locales.
Durante los días 4 al 7 de septiembre se celebrará la afamada feria de ganados y variedades de Guadalcanal, organizada por la comisión municipal, cuenta con una excelente animación nocturna, varias compañías de teatro y variedades, el circo de la Alegría y ferias matinales de compra y venta de toda clase de ganado.- J. Negrillo 

1934.- Dentro de la mayor animación y brillantez ha transcurrido la feria de Guadalcanal, estando a todas horas los paseos abarrotados  de público y luciendo una nueva iluminación y exornos esplendidos.
Durante los días 5,6 y 7 se han celebrado bailes en la sociedad de la caseta Nuevo Círculo y Recreo, que ha resultados brillantísimos, así como los celebrados los mismos días y el día 4 en la caseta popular, viéndose todas muy concurridas por liadísimas muchachas de la localidad y de los pueblos limítrofes de Cazalla y Constantina.
En el rodeo tampoco ha decaído un momento la animación, habiéndose hecho muchas transacciones de ganados de todas clases y especialmente del cerdo, que se ha vendido a 28 y 30 pesetas.- Corresponsal.

Anuncios en Prensa:
1940.-
 
GUADALCANAL
Durante los días 4,5,6 y 7 de Septiembre
Se celebrará el Mercado de Ganado en el sitio
De costumbre, disponiendo de abrevaderos y pastos
Guadalcanal, 23 de Agosto de 140
El Alcalde Accidental, D. Manuel Gago

1942.-

Gran Feria de Ganados en Guadalcanal
 
Durante los días 4 al 7 del próximo Septiembre
Se celebrará la tradicional Feria de Ganados,
Importantísima principalmente en ganado mular.
Se disponen de abundantes pastos y abrevaderos
En le mismo ferial.
Grandes fiestas y festejos en honor de Nuestra Patrona
La virgen de Guaditoca. Iluminación, bailes y otros espectáculos
Guadalcanal, Agosto de 1942, .-El presidente de la Comisión
De festejos José de la Hera.- El alcalde, Antonio Limones.-
El Secretario de Ayuntamiento.- Adrián Salinas


1968.- El año que la Feria se trasladó a mediados de Agosto

Guadalcanal, adelantado su calendario, mañana 17 comienza la feria.
Mañana comienza la feria de Guadalcanal, con unos días de adelanto respecto a años anteriores. El motivo de este cambio de fechas es el deseo por parte del Ayuntamiento de atender las quejas presentadas por las personas del pueblo que por causas laborales no pueden acudir a los festejos, ya que se encuentran durante esos días fuera de la localidad. En el Pleno que Radames de septiembre convoca el Ayuntamiento a la organización de la feria, se decidió que este año se adelantaría para tratar de compaginar los deseos de los de dentro con los de los que se encuentran fuera. Esta medida ha despertado polémica entre los vecinos y comerciantes de Guadalcanal que se oponen a la celebración de las fiestas en la mitad del mes de Agosto, ya que interrumpe sus vacaciones.
Las fechas establecidas en el pleno del año pasado tuvieron en consideración que no coincidiese con las fijadas por otros pueblos para celebrar su feria. Se desechó la última semana de Agosto para evitar la coincidencia con las fiestas de Constantina. No Obstante, a última hora, el pueblo de Cazalla celebrará su feria en los mismos días que la de Guadalcanal.
Mañana, a las doce de la noche, se inaugura oficialmente los festejos con la proclamación de de la reina de las fiestas y el sábado, día grande de la feria, la patrona del pueblo, Nuestra Señora de Guaditoca, saldrá a las ocho y media de la tarde desde la parroquia de Santa María hasta el Real de la feria.
Sevilla.- V. Ramírez
 
Hemerotecas.
Rafael Spínola

sábado, 17 de agosto de 2013

El Diario de Ortega Valencia 2/2

La lluvia infinita  (2ª parte)

La Expedición llega a las islas Salomón.- El 7 de febrero, al fin, avistan una gran isla. Algunos miembros de la expedición consideran que ya han llegado a su punto de destino. Otros creen que es la punta occidental de la Nueva Guinea. Sarmiento cree que en todo caso, es eso. Y sugiere que para comprobarlo se boje (es decir, se rodee) la isla. Finalmente se hace. Y además se comprueba que hay más islas cerca. A la isla le ponen el nombre de Santa Isabel, en honor de la festividad en la que la armada partió, el 19 de noviembre, aunque de manera efectiva no lo hizo hasta el 20. Llueve mucho en la isla. Va a llover mucho durante su estancia en las islas, de ahí la alusión a la lluvia infinita. Se busca un puerto abrigado. Le llamarán Puerto de la Estrella, pues llegan a él siguiendo la ruta que traza una estrella fugaz. Y allí se oficia la primera misa.
Durante unas semanas, los expedicionarios están bastante ocupados haciendo exploraciones dentro de la isla, donde toman contacto con los isleños, que en la mayoría de los casos se muestran amistosos, aunque no todos. La mayoría de las relaciones de los principales protagonistas citan a un cacique local, o taurique, llamado Bile Banhana. Comprueban que la isla es rica en cocos, en jengibre, un tubérculo que los nativos llamaban ñame y que era parecido a la yuca y que también hay cerdos silvestres. Pero no comprueban que sean islas ricas en oro, piedras preciosas o perlas.
Tras varios días allí, Pedro Sarmiento revela a Medaña, Ortega y el resto de jefes que aquellas no es Ofir. Decide bautizar la zona como Islas de Jesús. De hecho así las llamará siempre que tiene ocasión. Sarmiento quiere seguir, pero Mendaña es partidario de explorar la zona, ya que ya saben que hay más islas.
Durante este tiempo, los expedicionarios también se afanan, además, en la construcción de un bergantín, una embarcación más ligera. Se tenía miedo de los bajos de coral y de la poca profundidad de las aguas. Las lluvias retrasan mucho la construcción de esta embarcación. Las lluvias y los tira y aflojas entre los miembros de la expedición. Por cierto, al bergantín, al que está al mando Pedro Ortega, se le pone el nombre de Santiago. Ortega va a acompañado en la expedición por Hernán Gallego. Una vez finalizado el bergantín se comienza la exploración de las islas cercanas. El viaje comienza hacia el 7 de abril. Al mando va Ortega. Como piloto va Hernán Gallego.

Las otras islas.- La primera isla importante a la que llega el Bergantín es la Isla de Ramos, que hoy se llama Malaita. La llaman de Ramos porque al parecer ese día era Domingo de Ramos. Es el 8 de abril del año 1568. Tras rodearla, enfilan hacia el Sudeste. Bautizan a un cabo como cabo Prieto y pronto dan con otra isla, más pequeña, que llaman Isla Galera, por la forma que tiene. Pronto encuentran otra, que parece muy fértil y por eso llaman Buenavista.
Finalmente llegan a otra isla grande, que llaman Florida. Ahora se llama Nggela Sule. Parece la más próspera de todas ellas. Hay puercos y gallinas y también nativos que se muestran menos hospitalarios que los de Santa Isabel. Desembarcan para aprovisionarse y se llevan dos puercos. Siguen su rumbo y ven otras islas, que denomina, San Dimas y Guadalupe. Estaban al Este de Florida.
Y el 18 de abril, aunque la fecha es aproximada pues no todas las relaciones son exactas. Llegan a una gran isla.

Guadalcanal.- Ortega llama Guadalcanal, por ser de allí natural. Desde el principio se la tiene como la más grande de todas las que se han descubierto hasta el momento. A un río cercano al lugar de llegada, se le bautiza como Río Ortega. El desembarco debió ser muy cerca de donde hoy está Honiara, la capital de las Islas Salomón. Una curiosidad. Esta isla se llama igual,
pero es que incluso durante la invasión japonesa, el ejército nipón no la cambió su denominación, sino que la adaptó a su idioma y la llamaron Gadarukanaru.
Era la isla más poblada de todas. Las tribus vivían en chozas y bohíos comunales. Algunos eran amistosos. Otros, no tanto, y se hacían la guerra entre ellos, incluso. Llamó mucho la atención, en Guadalcanal y en otras islas, que pese a que su piel era negra, muchos de ellos tenían el cabello rubio.

Tras varios días de exploración de la isla, deciden regresar para dar parte a Mendaña, pues todos piensan que hay que volver a Guadalcanal y establecer allí la base de operaciones principal. Durante el regreso, descubren más islas, como San Jorge, que los nativos llamaban Varnesta. Allí desembarcan y toman contacto con un tauriqui local que se llamaba Beko. Después siguen su ruta y avistan otras islas, que llaman San Nicolás, Arrecifes, San Marcos, que hoy se llama Choiseul, y rodean Santa Isabel por su parte occidental. Llegan a donde la armada. El clima, el cansancio y las enfermedades han pasado factura y se cobra unas cuantas bajas.
Mientras, la desconfianza entre Pedro Sarmiento y Mendaña crece. Ortega convence a éste para marchar a Guadalcanal, que parece la isla más rica de todos. Sarmiento está de acuerdo e interroga a Ortega sobre lo que ha visto. Tiene la secreta esperanza de que las islas descubiertas sean el pórtico del gran continente que ha de estar más hacia el Sur. Por eso insiste en que se vaya hacia donde dice Ortega. Mendaña piensa que en Guadalcanal es donde debe de haber oro.
Las dos Naos marchan hacia Guadalcanal. El acto oficial de toma de posesión es el 12 de mayo. Al puerto donde arriban le llaman Puerto de la Cruz. Una vez allí, los contactos con las tribus locales se mantienen. Se habla de un tauriqui local, muy pacífico y amistoso, que se llama Nabalmúa. Mientras, el bergantín trata de rodear Guadalcanal. Se desiste porque se aprecia que es grande la isla, pero descubren otros ríos, donde creen ver polvo dorado que en aquella época llamaban “oro bajo”. La expedición parece entender por señas que sí que hay oro en aquellas islas. De ahí que las bautice como Islas Salomón. Mientras, siguen los contactos con los nativos y prosigue la disparidad de criterios entre Álvaro de Mendaña y Pedro Sarmiento. Las discusiones se centran entonces en si dejar una colonia en las islas o marchar todos juntos de nuevo al Callao. Sólo Sarmiento se opone a todo. Quiere bajar más al Sur, porque insiste en que esas islas no son la tierra de Ofir. Y que el gran continente austral está cerca, a no más de 40 leguas hacia el Suroeste.

El regreso.- Finalmente se impone el criterio de Mendaña, que decide que todo el mundo volverá, con el propósito de volver. Y una nueva discusión. ¿Por dónde volver? Sarmiento es partidario de marchar por el mismo lugar, pues asegura que se acerca el tiempo de las tormentas y que es peligroso. Dice que hay que alejarse del Ecuador por la parte del Sur, para poder marchar más directamente hacia Perú. En un principio así se determina.
Durante el regreso hacia Santa Isabel se descubren más islas. En algunas de ellas se desembarca, como es el caso de la isla Treguada, que los nativos de entonces llamaban Brava. Luego bautizan a otras como Tres Marías, y otras como Santiago y san Urbán (que hoy se llama Rennell). Finalmente, desembarcan en una que se llama San Cristóbal, que hoy se llama Makira. Allí se dispone volver de manera definitiva. Estamos a finales de julio o principios de agosto de 1568.
Tras llegar a Santa Isabel se pone rumbo a la Isla de Jesús, se muda la derrota. La desconfianza hacia Pedro Sarmiento es cada vez mayor, por lo que Mendaña decide volver por el Norte del Ecuador, hacia Nueva España, pese a la férrea oposición de Sarmiento.
En el viaje de regreso, por desgracia, los temores de Pedro Sarmiento se van a cumplir: muy pronto el mal tiempo se va a cebar con la flotilla. El viaje de regreso no sólo va a ser largo, sino que va a ser un infierno: las dos Naos están a punto de hundirse, se separan. La falta de agua y víveres se hace insoportable. Llegan a machacar las cucarachas y a comérselas. También se utilizan como víveres algunas aves que se habían capturado en las islas. Sólo la pericia de Sarmiento va a permitir que la nao de Pedro de Ortega llegue, finalmente, al puerto de Salagua, en Santiago de Colima, en Nueva España, nada menos, miles de leguas hacia el Norte. Antes había llegado la otra nao, en la que cambiando el puesto, viajaban Mendaña y Gallego. Los ocupantes de ambas naves creían que los otros habían perecido en el viaje de regreso. En el ánimo de Mendaña estaba volver, pues tenía la certeza de que se había llegado a las Islas del rey Salomón.
El viaje de regreso duró casi cinco meses. Desde primeros de septiembre que es cuando dejan la isla de Jesús hasta el 22 de enero, que es cuando llegan a Salagua.

Las islas olvidadas.- Pero la ruptura entre Sarmiento y Mendaña era total. Sarmiento pensaba que el sobrino del Gobernador les había abandonado adrede. Mendaña pensaba que no había obrado con lealtad y que había supeditado todo a su hambre de gloria sin importarle la suerte de la expedición. Las querellas posteriores causaron problemas a Sarmiento. Dadas las influencias de Mendaña, a Sarmiento se le requisaron y destruyeron los papeles y anotaciones. Y Mendaña comenzó a trabajar para volver a las islas. La caída en desgracia de su tío, retrasó mucho sus planes. Sólo la mediación de su mujer, Isabel Barreto, permitió que el entonces virrey, el marqués de Mendoza, le ayudara. Algo que no conseguiría hasta 1595, cuando siguiendo las anotaciones que tenía, muy probablemente las de Hernán Gallego, no consiguió dar con las Islas Salomón. Descubrió, eso sí, las Islas Marquesas, donde murió y fue enterrado. El mando fue asumido por su esposa Isabel de Barreto, que se convirtió en la primera mujer en la Historia que asumió el título de Almirante.
De Hernán Gallego no se supo más. De Pedro Sarmiento sabemos que fue hecho prisionero por el corsario inglés Walter Raleigh, que le tenía, no obstante, en estima, y que estuvo preso en la Torre de Londres. Murió en 1585 en una expedición destinada a poblar la Tierra de Fuego.
Pedro Ortega volvió a Panamá, junto con su hijo Jerónimo, y su criado. Volvió, según sabemos, herniado, bastante enfermo y desnutrido. Volvió a sus tareas. Después, sirvió al Rey combatiendo a los negros cimarrones que se sublevaron en Panamá, también prestó sus servicios en el cobro de las Alcabalas e incluso participó en las operaciones contra los piratas Francis Drake y John Hawkins.
Hacia 1580 ya había muerto. Tenía entonces una encomienda en las afueras de la ciudad ecuatoriana de Cuenca. Allí murió, pensando, quien sabe, si añorando aquella isla a la que llamó Guadalcanal, por ser de allí natural. 

Jesús Rubio Villaverde, Periodista
Guadalcanal, Sábado 27 de julio de 2013


miércoles, 14 de agosto de 2013

La Feria de Guaditoca

Fiesta de Pentecosté
 
S.M. el Rey Fernando IV ha mandado que se suspenda por este año la feria e día 2 de junio en la villa Guadalcanal, provincia de Extremadura.
El motivo de dicho despacho de suspensión del evento es la propagación de la epidemia llamada "Peste Amarilla", que se propaga desde Málaga hasta los últimos confines de Andalucía y parte de Extremadura.
Esta plaga que se transmite a partir de la picadura de un mosquito, es propia de las zonas marítimas cálidas, posiblemente su primera introducción en el Reyno de España fue durante el siglo XVI, procedente de los puertos del Caribe, introducidas por el comercio de esclavos.
El intenso tráfico comercial y de personas con las Indias, colocó a este tráfico con América como foco principal de importación de esta enfermedad a España y otros países mediterráneos.
Durante siglos se desconocía la causa de esta terrible plaga, fue en 1881cuando Carlos J. Finlay, planteó por primera vez la hipótesis de que la picadura de un insecto transmitiera la fiebre amarilla, pero quien verdaderamente descubrió la enfermedad fue el Dr. Walter Reed, comprobando que la enfermedad era transmitida por el mosquito Aedes Aegypti.
La Feria que se celebra en la villa de Guadalcanal en Extremadura, con el nombre de Guaditoca, y se suspendió en el año anterior, con motivo del contagio padecido en Málaga y otros pueblos del Reyno de Andalucía, se vuelve a celebrar en este año y sucesivos, en los propios términos que antes, y en los mismos 3 días de La Pascua de Espíritu Santo o Pentecostés, lo que avisa al público para su gobierno.
 
La feria de Guadalcanal que actualmente se celebra en el  recinto del Coso, tuvo sus orígenes en la que se celebraba en los prados y llano de la ermita de Guaditoca desde el siglo XVI hasta el año de 1792 que ya se celebró la feria en la villa, dividiéndose en dos recintos, sien en la Plaza de los Naranjos y alrededores la para parte de tenderetes y cacharrera y en el  ejido del Coso y huertos aledaños la afamada feria de ganado.
El acuerdo de traslación de la feria a Guadalcanal fue acordado mediante sesión del Ayuntamiento según reza en acta:
En sesión celebrada por el Ayuntamiento en 5 de Marzo de 1792, dijeron los capitulares: “Que en la Feria de la Imagen de María Santísima de Guaditoca, que se celebra en la pascua del Espíritu Santo, junto a su Ermita, distante dos leguas de este pueblo, aunque dentro de la jurisdicción, se siguen los inconvenientes de no haber comodidad para los que van a ella, pues solamente se encuentran unos portales para los feriantes un casilla para el Sr. Corregidor y su Audiencia, en donde apenas cabe esta; que con este motivo hacen todos los concurrentes un abuso nada tolerable de la Ermita, pues en ellas comen y cenan, y aun los clérigos que van de procesión habitan en aquel día en el camarín de Nuestra Señora; y aun por no haber limites ni cercas para las caballerías que van de venta, se extienden por el campo en prejuicio de los sembrados, sin poderlo remediar sus dueños, expuestos no tan solamente estos sino los que han de llevar para montar, a que se les hurten; celebrándose muchas ventas subrepticiamente sin pagar derechos reales.
Que como en esta Villa se ha puesto de orden de su Majestad Corregidor, o tienen que faltar en ella, o en la feria, y en cualquiera de los dos partes es necesaria su presencia, y aun más en ella que la ocasión de ser un campo desierto e inmediato a otras jurisdicciones, facilita muchas quimeras y cuestiones imposibles de remediarse aun estando presente el Sr. Juez, por cuya razón las mediará menos el comisionado que envíe: en esta virtud y por precaverlos, teniendo presente que en otros lugares inmediatos como son Mérida Campanario y Mairena, que las ferias que hacían fuera de ellos, se han traído al pueblo, con que además de evitar los perjuicios que pudieran seguirse, se utilizan los vecinos de las ventas de sus géneros. Acordó el Ayuntamiento que los señores Síndicos representen a su majestad (q.D.g.) para que se digne conceder licencia a fin de que la citada feria pase a esta Villa en donde trayendo a la Sta. Imagen de María Santísima no se pierda la limosna que le contribuyen los feriantes. 
Documentación y hemeroteca
Rafael Spinola R. 

sábado, 10 de agosto de 2013

El Diario de Ortega Valencia 1/2

La lluvia infinita  (1ª parte) 

En el interior del incomparable marco de la Iglesia de Santa Ana y dentro de las VI Jornadas Patrimoniales Santiago y Santa Ana, Jesús Rubio Villaverde, autor del libro La Lluvia Infinita, expuso la ponencia “El Diario de Ortega Valencia: La lluvia infinita”,  sobre el  descubrimiento de la isla de Guadalcanal por Pedro Ortega Valencia,  la cual reproducimos en este blog.

La leyenda de Ofir.- Nuestra historia comienza con este hombre que aquí ven. Es el rey Salomón. Las Islas con las que nos hemos hermanado llevan su nombre. Aquí les vamos a contar por qué.
Se cuenta que el rey Salomón recibía riquezas sin número de un lugar llamado Ofir. Cada tres años, el rey famoso por su prudencia y sabiduría recibía enormes cargamentos de oro, plata, sándalo, piedras preciosas y marfil y demás riquezas.
No se sabe la situación exacta de este reino, que es citado en la Biblia. Dicen que podía ser lo que es el actual Yemen. Otros hablan de cierta región de Etiopía, vinculando esta legendaria tierra con la reina de Sheba o de Saba, que es como la hemos conocido de siempre. Algunos estudiosos la sitúan en la India. Los más aventurados han llegado a situarla en Perú.
Sea lo que fuera, lo cierto es que Ofir se convirtió en un territorio mítico, una leyenda a la altura de Eldorado o Shangri-la o la fuente de la eterna juventud que con tanto ahínco buscó Ponce de León. De momento vamos a abandonar la leyenda, pero conviene no olvidarla porque más adelante tendremos que recurrir a ella.

La Terra incógnita Australis.- El descubrimiento de América pone de manifiesto un hecho que muchos marinos y geógrafos ya sabían: la tierra es redonda. En 1521, la nao Victoria comandada por Juan Sebastián Elcano pone fin a la aventura iniciada por Magallanes y da la primera vuelta al Mundo. Por cierto, lo hace nada menos que 59 años antes que lo hiciera Francis Drake, el famoso corsario inglés, alguien que, curiosamente, también se va a cruzar en nuestra historia.
La aventura de Elcano pone sobre la pista a muchos geógrafos. Magallanes pasa del Atlántico al Pacífico por el estrecho que todavía hoy lleva su nombre. Lo hace más al norte del que hoy conocemos como cabo de Hornos. No se sabe si la tierra que su expedición deja a su izquierda es isla a continente. Por otra parte, al otro lado del Pacífico, todavía no se ha constatado que Nueva Guinea es una isla. No se hará hasta 1605, cuando la expedición de Luis Váez de Torres atraviesa el llamado estrecho de Torres que separa el sur Nueva Guinea con el Norte de Australia.
Así pues, en pleno siglo XVI los geógrafos están convencidos de que Nueva Guinea y la tierra al sur del llamado estrecho de Magallanes son los dos extremos de lo que Ptolomeo llamaba la Terra Incognita Australis, el continente del sur que hacía contrapeso a la tierra situada al Norte.
Tenemos pues una leyenda y un continente misterioso. Ambas cuestiones serán la clave de la expedición que en noviembre de 1567 partirá del puerto de El Callao, en Perú, y en el que iría embarcado Pedro Ortega Valencia.

Apuntes sobre Pedro Ortega y Valencia.- Sobre Pedro Ortega hay varias fechas que permanecen en una nebulosa. Se piensa que debió nacer en Guadalcanal hacia 1520 y que embarcó a América, con destino a Tierra Firme, es decir, lo que hoy es Panamá, hacia 1540. De familia hidalga, pues no podría entonces haberse embarcado. Ya en América sí que tenemos fechas concretas: en 1561 es Alguacil Mayor de la Ciudad de Panamá. Ese año, llega allí Lope García de Castro, alto funcionario de origen leonés. García de Castro llega para refunda la Audiencia de Panamá. Durante aquellos años, Pedro de Ortega se vio envuelto en varias acciones. Primero contra Gonzalo Pizarro y sus rebeldes, contra los hermanos Contreras y contra Pablo Hernández Girón y sus encomenderos, que se habían rebelado contra la Corona.
Posteriormente, en 1564, es nombrado gobernador del Perú, en sustitución del virrey, el Conde Nieva, que había caído en desgracia por varios casos de corrupción. (Como ven, lo de hoy no es nada nuevo).
 
Sarmiento y el nacimiento de la expedición.- Es entonces cuando se produce el encuentro entre Lope García de Castro y la figura capital de esta historia: Pedro Sarmiento de Gamboa.
¿Quién es este señor? Pues se trata de un geógrafo, cosmógrafo y marino gallego. Con grandes dotes de persuasión y que había sido investigado por la Inquisición. Sarmiento estaba obsesionado con el Gran Continente del Sur. Y acudió al gobierno del Perú, en busca de financiación y apoyo político para sus proyectos.
Para ello, recurrió a las leyendas de Ofir, que en Perú, se mezclaban con otras viejas historias: las de las islas Ninachumbi y Hahuachumpi, de las que el Inca Tupac Yupanqui traía inmensas cantidades de oro.
El caso es que Sarmiento convence a García de Castro. Pero este quiere controlar la expedición. ¿Cómo lo hace? Con personas de su absoluta confianza. Por eso recurre a Pedro Ortega, del que tiene buen concepto de su etapa en Panamá. Y a Álvaro de Mendaña, al que nombrará almirante de la expedición. Casualmente, además, es su sobrino.
Se busca financiación, se consiguen dos Naos, Los Reyes y Todos los Santos, que cuestan veinte mil pesos. El propio Ortega paga su parte y lleva incluso criados. De uno de ellos hasta sabemos el nombre, se llamaba Antón Zape. Además, a Pedro Ortega le acompañará su hijo Jerónimo y otro paisano más de Guadalcanal del que no tenemos más noticia. Se llamaba Francisco Muñoz Rico, y con toda probabilidad era primo del propio Ortega.
Todo listo pues. La expedición parte del puerto del Callao el 19 de noviembre de 1567, fiesta de Santa Isabel. Mendaña y Ortega tienen la orden de descubrir la tierra de Ofir, las Islas del rey Salomón. Sarmiento ansía dar con el Gran Continente Austral. Son dos intereses diferentes que van a sellar el destino de la expedición. En la nao Capitana, que se llama Los Reyes, navegan Álvaro de Mendaña y Pedro Sarmiento; en la nao almiranta, Todos los Santos, Hernán Gallego, que es el piloto mayor de la armada, y el propio Pedro de Ortega, que además es el maestre de campo, es decir, el jefe militar de los expedicionarios.

El largo viaje de ida.- Durante muchos días lo único que encuentran las dos Naos es un mar sin fin. Agua, agua y más agua. Comienza a reinar el descontento. Se ahoga uno de los hombres al caer al mar y hacia el 14 de diciembre, aproximadamente, se decide que hay que acortar las raciones, pues, ha pasado casi un mes desde la salida de El Callao y no se encuentra la tierra que se debía de haber encontrado. El rumbo fijado es en torno a los 14 grados Suroeste por debajo de la línea ecuatorial. El 5 de diciembre se muda la ruta hacia el Noroeste, pero tampoco se descubre nada. Hacia el 18 de diciembre, los barcos empiezan a seguir una ruta en forma de zigzag. Pero cuando van recorridas unas 4.000 leguas, Hernán Gallego, que es el piloto mayor, por orden de Mendaña, varía el rumbo más hacia el Norte, ante la desesperación de Sarmiento, del que se empieza a desconfiar.
La nueva ruta aproxima a los dos barcos al ecuador. Empieza a llegar el mal tiempo. Las cosas no solo mejoran, sino que empeoran. Hacia el 23 de diciembre, empiezan algunos hombres a enfermar, por lo que se cuenta en las cartas, de escorbuto, que como saben era una enfermedad muy habitual entre los marineros. Finalmente, se le vuelve a dar a Sarmiento el mando. Y se retoma la ruta anterior. Es el 29 de diciembre. Hay que añadir que la lluvia y un tiempo muy cambiante les va a acompañar durante buena parte del recorrido.
A primeros de año, una estrella fugaz, interpretada como buen presagio, señala la ruta a la expedición: se sigue hacia el Suroeste. Sarmiento cree que se llegará a Ofir o en su defecto, a Nueva Guinea, ya que dice que con tanto mudar la ruta, la han podido dejar atrás.
Finalmente, y tras pasar las Navidades embarcados, descubren tierra. Se trata de una pequeña isla, llamada hoy día Nui, y que ellos llamarán Isla de Jesús. No está clara la fecha. Unas relaciones hablan del día 5 de enero y otras, las más fiables, del día 15. Lo cierto es que se le llama Isla de Jesús en Acción de Gracias. Hoy día es una de las 9 provincias del Archipiélago de Tuvalu. Gallego piensa que se ha llegado al lugar esperado, pero Sarmiento lo niega. Por eso no se desembarca para explorar, aunque sí para tomar víveres, fundamentalmente cocos, y por supuesto, agua. Se tiene certeza de que la isla está poblada, pero hay que seguir.
Siguiendo la ruta trazada, y cada vez con peor tiempo, las dos naves llegan a unos atolones en los que casi se hunde una de las naves. Los llaman bajos de la Candelaria, bautizados así porque llegan a ellos el día 2 de febrero. El peligro en ese momento es mucho, pues el viento y las corrientes les empujan hacia los bajos. A duras penas consiguen salir de allí y continúan con la ruta marcada por Sarmiento. Estos bajos son los que ahora se llaman de Ontong Java. Estaban ya muy cerca de las Islas Salomón.

Jesús Rubio Villaverde, Periodista
Guadalcanal, Sábado 27 de julio de 2013

miércoles, 7 de agosto de 2013

Heráldica de Guadalcanal


Escudo y Bandera

Escudo.- 
Tal vez el primer escudo conocido de Guadalcanal se encuentra en la capilla de Ntra. Sra. de Guaditoca, dentro del conjunto de la iglesia de Santa María de la Asunción, puede datar de la época de la reconquista Santiaguista de nuestra villa, pues su contenido: un canal, dos espadas rectas y las dos veneras (signo inequívocamente Santiaguista), por ello puede ser del siglo XIII al XVI, dependiendo que fuese pintado en la primera época cuando se construyo la iglesia o en restauraciones sucesivas.
El escudo ha tenido diferentes variantes en las distintas épocas, hasta llegar al actual, presidiendo el pilar de la Cava se encuentra un escudo del año 1926, que curiosamente está mutilado ya que en tiempos de la segunda republica se trató de eliminar la corona real.
El actual escudo fue encargado por el Ayuntamiento a Manuel Fernández Chavés, sobre idea y supervisión de Rafael Rodríguez en 1978.
De sinople canal de plata acompañado de dos dagas de oro. Al timbre, corona real abierta.
Análisis Heráldico Sigilográfico del escudo actual de Guadalcanal.-Ovalado, se embute en cartela de pergamino con Inscripción Villa de Guadalcanal y el mueble en perspectiva caballera impide su definición. En otras reproducciones, el ovalo se inscribe en un escudo francés con filiera, al exorno externo de pergamino se añaden volutas y se timbra con corona borbónica. Las versiones de fines del XIX son más expresivas, pintándose un caño o canal con agua fluyente entre las dagas.
A petición municipal se emite propuesta de armas con fecha 3 de noviembre de 1997, que no prosperó. En las actas de cabildo se comienza a estampar por primera vez un sello de tinta en 1895, año a parir del cual parten los signos municipales vigentes, Consisten en armas ovaladas y timbradas con la corona real cerrada, sin forrar, trayendo un pilón en perspectiva aérea acompañado por dos dagas curvas y bajas. Conocemos otro signo anterior a los descritos que no fue nunca usado por el Ayuntamiento, pese a las prospecciones efectuadas en su archivo municipal. Se trata de una misiva que dirige el alcalde que regia en 1881 a un antepasado del conde de Colombí, José María Gutiérrez Ballesteros, donde se estampa un sello de tinta similar a los mentados con la salvedad de que el pilón es un canal del que brota agua, más las dagas. José María de Mena y Calvo vio también este raro ejemplar tal vez único por su falta de continuación en otros papeles municipales y la publicó, pintándolo fielmente a falta de su reproducción original. La organización propuesta fue la siguiente: de sinople pilón de plata con dos canales, uno tic entrada, y otro de salida de los que mana agua de azur, acompañado de dos dagas curvas de plata encabadas de oro, desnudas y bajas, y al timbre la corona real cerrada.
Simbología.-Una tradición hace remontar sus muebles a los tiempos de su conquista, en 1241, según Rades y Andrade, por caballeros santiaguistas al mando del maestro Rodrigo Íñiguez. Cedida por Fernando III a la Orden de Santiago, que ocupó su fortaleza, cuyo últimos restos fueron demolidos en los comedíos del XIX, se forma la encomienda incorporándose en lo eclesiástico al a la vicaría de Tentudía del Priorato de San Marcos de León. En 1305 se erige la vicaría de Guadalcanal, emancipándose de la de Tentudia aunque en grado menor, privilegio que fue confirmado después, el último por Fernando VI en 1753. Con la suspensión de las jurisdicciones exentas por Pío IX, pasó en materia eclesiástica a lato del arzobispado de Sevilla.
El canal recuerda la denominación del pueblo, que algunos han traducido como río de la creación o río creador mientras que otros hacen derivar el sufijo ”canal” de los canalitium citados por Estrabón y Plinio, de que se servían los romanos para extraer minerales del subsuelo, ya que esta tierra fue en otro tiempo rica de galena argentífera.
Bandera.- 
Hay pocos antecedentes y tal vez Guadalcanal no ha contado nunca con una bandera corporativa, hay un boceto de bandera de principios del siglo pasado que fue desestimada en su día, la siguiente propuesta de bandera a falta de anteriores antecedentes, se describe rectangular en la proporción de 11 x 18 compuesta por cuatro franjas paralelas entre sí perpendiculares al asta de similares dimensiones o verticales, primera verde, segunda amarilla, tercera blanca y cuarta azul, centrado y sobrepuesto el escudo de armas local. 
Cuando era pequeño recuerdo que mi tío Rafael recitaba una poesía sobre unas costureras que bordaron una bandera republicana y otro con los colores de nuestro pueblo, tal vez en aquella época si que existiera algún otro boceto, he tratado de preguntar a la gente mayor y ninguno sabe decirme si realmente existió. 


Rafael Spínola R
Documentación Simbologias municipales de Andalucía

sábado, 3 de agosto de 2013

Exiliados voluntarios que se buscan a sí mismos


El año en que me enamoré de todas


El lector de El año en que me enamoré de todas, de Use Lahoz, Premio Primavera 2013, muy bien podría recordar aquellos versos de León Felipe, los “Versos del caminante”, en los que el poeta, cuando le decían que no anduviera errante y que buscara su lugar en el mundo, respondía que ya llegaría un viento fuerte que le llevaría a su sitio. Andan errantes los protagonistas de esta novela sobre el aprendizaje de la felicidad —“exiliados voluntarios que se buscan a sí mismos”—, deambulando por su juventud como si esta no fuera a acabarse nunca, por la libertad que siempre ofrecen los pocos años, por las múltiples oportunidades de viaje y de aventuras que son —o fueron— el signo de nuestro tiempo: “Han sido víctimas de tantas oportunidades como han tenido. Mucha gente de mi generación tiene dos másteres, tres carreras y no sabe muy bien dónde ubicarse. Siempre han huido del compromiso...”
Sylvain Saury, un joven periodista francés que no tiene intención de crecer —síndrome de Peter Pan— recibe la propuesta de un trabajo inestable en Madrid. El viaje le obliga a abandonar a dos personas muy importantes en su vida, su madre y monsieur Tatin, un mecánico del corazón, chamán sentimental que restaura los continuos destrozos que el desamor les causa. Además, en Madrid vive actualmente su antigua novia, Heike, cuya ausencia y abandono Sylvain sigue llorando y pretende remediar. La vida, antes de cumplir los treinta, parece ofrecer múltiples oportunidades y el recién llegado al barrio madrileño de Argüelles comienza a vivir las aventuras de la juventud: amores, la existencia a salto de mata, fiestas, salidas nocturnas, amistades con otros jóvenes que, como él, no tienen una idea clara de la felicidad. “La felicidad en esta novela consiste en los descubrimientos: ver ciudades nuevas, amigos nuevos, distintas formas de vida... Son personajes con necesidad de afecto y lo encuentran en la amistad”, asegura el escritor.
Use Lahoz, que se dio a conocer en 2009 con Los Baldrich, no renuncia en su última novela a una visión amplia y duradera de las vidas de sus personajes. “Supongo —dice— que por la influencia de la literatura decimonónica, que me gusta mucho. Me lo paso muy bien con las sagas”. Un día, en la escalera de su casa, Sylvain encuentra un manuscrito donde se narra la historia de unas vidas en las que el amor juega un papel muy importante y, por esas cosas que tiene la literatura, entra en contacto con esos personajes. Sin embargo, pese a lo que pudiera parecer, los protagonistas de estas existencias modernas, estos jóvenes producto de las becas Erasmus, de los másteres y del viaje continuo, no rompen con los usos tradicionales. No busque el lector en esta novela experiencias vitales posmodernas ni modos sorprendentes de ganarse la vida. Casi podría parecer que a lo más que aspiran es a un trabajo tradicional, a prosperar como lo hicieron sus padres, a encontrar su nicho ecológico para desarrollar el papel que el destino ha dispuesto para ellos. 

El año en que me enamoré de todas presenta una mirada amable y complaciente de la generación a la que pertenece Use Lahoz, usando un estilo sencillo y eficaz que logra reconciliarnos con el mundo y pretende demostrar que la vida no cambia tanto como pudiera parecer. El tiempo viaja más deprisa que nosotros, siempre termina por alcanzarnos y, tarde o temprano, surge ese “viento fuerte” de León Felipe. Novela que nos habla del hoy y de las esperanzas que el hoy permite.
Premio Primavera 2013
Use Lahoz