By Joan Spínola -FOTORETOC-

By Joan Spínola -FOTORETOC-

Villa de Guadalcanal.- Dió el Sr. Rey D. Fernando a Guadalcanal a la Orden de Santiago , e las demás tierras de la conquista, e de entonces tomó por arma una teja o canal, e dos espadas a los lados como así hoy las usa.



miércoles, 29 de enero de 2014

Un capítulo del folk-lore guadalcanalense 2


Piedras de rayo
 
García-Plata do Osma, Rafael (nació en Guadalcanal, Sevilla, 4-11-1870; murió en Cáceres, 13-XI-1918).


Pasó su infancia en Guadalcanal, pueblo agrícola, a la sazón de unos siete mil habitantes. El bachillerato lo cursó en Sevilla, con un expediente brillante. Se matriculó en la carrera de Farmacia. Por seguir la tradición familiar —su padre era farmacéutico en su pueblo natal—, Pero tras dos años, convenció a su familia para estudiar otra carrera mas afín con sus aptitudes trasladándose a la Universidad Central de Madrid, donde comenzó la carrera de leyes. De salud delicada, contrajo dos pulmonías casi seguidas en el último año de carrera que le hicieron perder el curso. Al año siguiente intentó terminar los estudios, pero nuevamente se le cruzó la enfermedad y tuvo que buscar aires más sanos para sus pulmones. Tomó unas largas vacaciones en la provincia de Cáceres, al pie de la sierra de Montánchez, en Alcuéscar, donde su madre poseía algunas tierras. Allí conoció a su prima Aurelia, con la que contrajo matrimonio, instalándose definitivamente y postergando sus estudios de leyes, que no llegó a finalizar. Prácticamente su vida se desarrolló en esta pequeña localidad --de la que escribió «Alcuéscar es uno de los pueblos que poseen grandes aptitudes para el cultivo de la poesía popular –, con pequeñas escapadas a la capital de la provincia, donde se relacionaba con los ambientes culturales y políticos de la época. Al final de su vida, por razones económicas, ya que su disminuido patrimonio era insuficiente para el desarrollo de la vida familiar, y porque sentía el agobio de vivir en una localidad demasiado pequeña —según declaraba en una carta a su entrañable amigo Mario Rosa de Luna*— se trasladó a Cáceres. La gripe de 1918, que contrajo en su nuevo domicilio, atacó sus resentidos pulmones falleciendo el 19 de noviembre de ese mismo año, a los 47 años, dejando a su mujer a hijos sin recursos.
Como escritor y periodista, envió crónicas del mundo que le rodeaba a distintos periódicos y revistas: El Heraldo de Madrid, El Globo, La Justicia, de la capital de España; Hojas Selectas, La Semana Cómica y Diario Universal, de Barcelona; la Revista de Morón y Bético Extremeña, de la que fue redactor-jefe hasta su muerte, y, sabre todo, a la prensa provincial de significado liberal: El Noticiero, El Partido Liberal, de Cáceres, y El Norte de Extremadura, de Plasencia. Mas tarde amplió sus colaboraciones a los periódicos de otras tendencias políticas: El Adarve, Diario de Cáceres, o El Bloque. A veces escribía artículos de actualidad política; otras, comentarios respecto a temas culturales. En ocasiones solía glosar en décimas los acontecimientos interesantes, aspecto en el que adquirió gran soltura.
Como folklorista, dedicó gran parte de su tiempo y fortuna a recoger las tradiciones orales. Ya en su pueblo natal, y de la mano de 7. J. A. Torre* (Micrófilo) se inició en los estudios folklóricos, y en Alcuéscar cristalizó esta afición. Para ello, iba siempre provisto de útiles de escribir, a fin de poder copiar cualquier cancioncilla o relato o cualquier otro aspecto que le llamara la atención. Algunas de las composiciones que recogió de labios de sus paisanos costaron más de año do repeticiones orales a fin de rellenar los huecos que la memoria del recitador dejaba.
Así, dio a conocer en la Revista de Extremadura “prestigiosa publicación editada en los primeros años de este siglo por un equipo de intelectuales cacereños y de la quo Rafael García-Plata de Osma era uno de los más apasionados colaboradores” una serie de artículos de contenido folklórico, que tuvieron una gran acogida entre los lectores: colecciones de oraciones populares, refranes, canciones infantiles, satíricas, narraciones, etc., recogidas tanto en Alcuéscar, como en los pueblos de alrededor, que reflejan el mundo rural del que estuvo rodeado durante la mayor parte de su vida. Todas estas composiciones fueron clasificadas por él mismo y publicadas de nuevo en varios volúmenes: Demosofía extremeña. La Musa Religiosa popular (1917), Demosofía extremeña. La Musa de las Cantares (1918), Coplero de lilas blancas (1918)... Inéditos quedaron algunos otros trabajos de los que destacamos Guijos y Rebollos, que fue rescatado de la imprenta barcelonesa a donde había sido enviado para publicarse. Fue colaborador de Ramón Menéndez Pidal* al que envió gran cantidad de romances recogidos en Extremadura.
Como etnógrafo, nos trasmitió muchas costumbres populares, en vigor en su época, así como las que de tiempos anteriores llegaron a su conocimiento: la fiesta del Rosario en Alcuéscar, las de las Tablas en el vecino pueblo de Albalá, las tradiciones vigentes en los duelos, con la figura de la “rezadoras” dirigiendo y adaptándose a los asistentes, el comportamiento do los pastores en la majada el día de Nochebuena, los juegos infantiles, quedaron fijados para sus lectores.
Fue nombrado académico de la Real Academia de la Lengua. También lo fue de la Real Academia Sevillana de las Buenas Letras. Como historiador, siempre tuvo buen cuidado en comunicar y describir los hallazgos que se producían a su alrededor, desde Las “piedras de rayo” de Guadalcanal, a la denuncia urgente de los descubrimientos de restos históricos en los alrededores do Alcuéscar. Gracias a ello, el Museo de Cáceres dispone de piezas encontradas en yacimientos situados en las cercanías de Alcuéscar. Estuvo muy relacionado con la Comisión de Monumentos de Cáceres, y publicó algunas teorías sobre el origen de Alcuéscar y sobre los Sorores, ciudades romanas desaparecidas. Por todos estos méritos, la Diputaci6n le encargó la elaboración de vasta historia de la Provincia de Cáceres, quo no puedo realizar al ser sorprendido par la muerte.
Finalmente, indicamos la gran actividad política que tuvo Rafael García-Plata de Osma. Desde su juventud intentó conseguir, sin éxito, un acta de diputado por su tierra natal. Ya en Extremadura y dentro del partido liberal, en el que siempre militó, tuvo influencia como político en su pueblo. Fue amigo de la poderosa familia de los Chaves, propietarios del periódico El Noticiero que se publicaba en la capital de la provincia. Numerosos artículos de contenido político, de polémicas a nivel provincial, o de críticas a nivel local, ocuparon sus páginas firmadas par García-Plata de Osma. Ejerció, de un modo altruista, el cargo de juez de Alcuéscar. Por otra parte, fue uno de los representantes del tímido regionalismo que durante unos breves años de comienzos de este siglo XX reunió a un grupo de intelectuales extremeños.

Obras del Autor.-Desde de Alcuéscar. La fiesta del Rosario, El Parido Liberal (25-X-1897); «Notas alcuesqueñas, ibid. (XIXI-1897); -Diciembre popular-, ibid (21-X-I898); Geografía popular de Extremadura. RE (IX- 1899); «Otoño popular. RE (XI-1899); «Invierno popular-, RE (111-1.900); -Notas Alcuesqueñas, Al Norte de Extremadura (IV/VI-1900): Primavera popular», RE (VI-1900); Verano popular.-. RE (VII-1900); -La mi nochegüeña», RE (XII-1901); «Rimas infantiles, I. II. III Y IV, RE (III Y VIII 1902; y XI-1903); Devocionario oral de Alcuéscar RE (III-1904) EL librillo de la Jambre, Juan de Mera. El zapatero perdío , RE (IV-1904); Las Tablas (Nochebuena en Albalá), RE (XII-1904); Las Sanchicos de Alcuéscar, RE (1905, 1907); .El lino en la Extremadura Alta», El Noticiero (VIII-1907): El romance de Gerineldo y su actualidad en el teatro», ibid_ (XI/XIII-1908) El poeta Popular , RE (II/III 1909); Demosofía Extremeña. La Musa religiosa popular (Cáceres: Imp. La Minerva, 1918); Copiero de lilas blancas (Cáceres el Noticiero, 1918):.Y si no el tabarrá., El Noticiero (1-III-1918); Pro regionalismo extremeño, Revista de Marón (IV y ss -1918): «Las orejas de la boda ibid (X-1918); Las güebos malditos., Ibid. (XII-1918).

Bibliografía.-

Argentum. Extremeños Universales., Región Extremeña (II.1980), 36-38. J. Mª Cancho Sánchez, Rafael García-Plata de Osma (Badajoz: Diput. Provincial. 1997); Grandes extremeños: Rafael García-Plata de Osma: Todo por el pueblo. Frontera (X-1990), 60-63. Ruta de la Plata 10 años de poesía en Extremadura. Rafael García-Plata ele Osma. Su obra (Madrid, 1986).
JMCS
Diccionario Histórico de la Antropología Española

sábado, 25 de enero de 2014

Historias y senderos de la Sierra Norte (guadalcanal y su entorno) 4

 
De norte a sur a través de la gastronomía 2




2. La Capitana
 
La Capitana es la mayor de las cumbres polinizan del Parque Natural Sierra Norte de Sevilla, y punto final de este sendero. El ascenso no tiene gran dificultad, ya que se inicia desde una cota relativamente alta y las mayores pendientes se hallan en el primer cuarto del trayecto.
La mayor parte del recorrido transcurre próximo a la cresta de la sierra del Viento, por lo que resulta ser un extendido mirador con vistas que alcanzan a las depresiones de los dos grande ríos del sur peninsular, por el norte la del Guadiana y, por el sur, la del Guadalquivir.
Guadalcanal Iniciamos nuestro camino muy cerca de la villa de Guadalcanal, un Conjunto Histórico que forma parte del Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, y que, desde luego, merece una detenida visita para conocer sus calles y monumentos.  
Guadalcanal se encuentra entre las sierras del Viento y del Agua, que a su vez forman parte del gran macizo de Sierra Morena, ya próxima al límite entre las provincias de Sevilla y Badajoz.
Junto a la carretera con dirección a Fuente del Arco y Llerena (A-433), en un lugar cercano a la ermita del Cristo, que se encuentra al otro lado de la carretera y de la vía del tren, hay un descansadero del que parte una antigua vía pecuaria, el cordel de los Molinos, por la que iniciamos nuestra ruta por la sierra del Viento (ver [1] en el mapa), cuyo nombre nos pone en guardia ante un fenómeno meteorológico al que muy probablemente tengamos que hacer frente.
Para muchos el nombre de Guadalcanal está asociado a una de las Islas Salomón donde tuvo lugar una de las principales batallas de la II Guerra Mundial. No se trata de una coincidencia. El nombre de la isla fue puesto en el siglo XVI por el explorador Pedro de Ortega Valencia, que era natural de esta localidad sevillana.
Nos encontramos ante un carril amplio, asentado por un uso que viene desde antiguo.
Hasta el pico de la Capitana no dejaremos de ascender, aunque las pendientes más pronunciadas se encuentran en esta primera parte. 
Observatorio astronómico Cuando ya tenemos recorrido un kilómetro y medio, aproximadamente, nos encontramos junto a un observatorio astronómico [2] que se construyó en los años ochenta del pasado siglo, fruto del esfuerzo de unos pocos entusiastas del estudio del gran manto estelar que cubre esta sierra en noches despejadas y sin luna.
Sobre nuestras cabezas un espacio infinito que adquiere formas y matices distintos según el día y la hora. Bajo nuestro pies, un sustrato rocoso formado por calizas marmóreas.
A nuestro alrededor, una dispersa vegetación mediterránea, compuesta por encinas, coscojas, tomillos o jaras.
Entre la flora silvestre podremos encontrar algunas especies muy llamativas, como las de las orquídeas, que utilizan sus bellas y coloridas flores como reclamo para atraer a los insectos que las polinizan El olivo es el cultivo más extendido, en formaciones adehesadas en las que no suelen faltar ovejas pastando. Tampoco resulta raro encontrarnos con grupos de vacas retintas, de aspecto imponente y mirada desconfiada, pero de actitud pacífica.
de la más soleada que mira al sur, en la dirección que corren distintos arroyos que nutren al río Viar y al embalse de El Pintado, que podremos reconocer fácilmente con una visibilidad normal, a la umbría que nos abre una gran panorámica hacia las campiñas pacenses, que en su parte más próxima drenan el río Sotillo y el Bembézar, al que aquél tributa; y ya más lejos el Guadiana.
En el camino nos encontramos con una cancela, que debemos dejar cerrada, y cruzamos la vía pecuaria Cordel de la Hoya de la Calera. Ya solo queda alcanzar el cerro de La Capitana [3], que con sus 950 metros es el punto más alto del parque natural.
El camino se reduce a una senda en este último trecho de unos 300 metros, que nos conduce al mirador, dotado de paneles interpretativos del paisaje que se observa en una y otra dirección.
También se encuentra un vértice geodésico, una señal formada por un cilindro montado sobre un dado de hormigón, que forma parte de una red mundial, imprescindible para la realización de mapas.
Apédice 1 
3. El aceite de oliva
El olivar forma parte de la cultura y del paisaje mediterráneo, ahora ya del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Según los expertos su cultivo se implantó en Andalucía en la época tartésica, hace unos 2.800 años. Durante el período de dominación romana la Bética fue la principal productora de aceite de oliva del imperio. Los óleos obtenidos en estas tierras eran exportados a diversos lugares aprovechando la proximidad del río Guadalquivir y su navegabilidad.
La producción de aceite de oliva en Sierra Norte a lo largo de historia ha tenido buenas y malas épocas. En el siglo XIX Guadalcanal contaba con 16 molinos de aceite. Sin embargo, debido a la escasa productividad de los olivares de esta zona y a las particulares condiciones topográficas, con fuertes pendientes que dificultan su recolección, la producción aceitera entró en declive hasta llegar a la época actual.
Hoy en día el aceite de Guadalcanal goza de un reconocido prestigio y una merecida fama, como así lo garantizan los premios obtenidos en diversos certámenes.
Esta calidad es el fruto de un largo trabajo encaminado a mejorar los procesos de elaboración del aceite y a una variedad de aceituna propia de la zona, la “pico limón”, de excelente sabor.
En la molturación o trituración de la aceituna, se emplea principalmente la variedad pico limón, en una proporción aproximada de un 75%, junto con otros tipos de aceitunas como la manzanilla, y la zorzaleña. La pico limón es una aceituna propia del sur de Extremadura y de esta zona, muy apreciada ya que puede ser utilizada como aceituna de mesa, aunque su principal destino es la fabricación de aceites de alta calidad.
Entre éstos se encuentra el aceite de oliva virgen extra. Se trata de un aceite obtenido únicamente por procedimientos mecánicos a partir de aceitunas de primera calidad y que no ha sido sometido a procesos químicos o térmicos de limpieza. El grado de acidez no puede superar los 0,8°, siendo un producto con un sabor y un olor magníficos, libre de defectos. Es un aceite muy recomendado para su consumo en crudo, base del aderezo de tostadas, salsas y ensaladas.
También está indicado para la preparación de frituras, debido a que es la grasa que mejor conserva las cualidades de los alimentos, y para condimentar productos cocidos y a la plancha.

Apenice 3
4. El repetidor de televisión de Guadalcanal
Durante muchos años Guadalcanal se hizo famoso por su repetidor de televisión que se encuentra ubicado en el pico de Hamapega.
El equipo instalado en la cumbre servía como receptor de los programas generados en los estudios centrales de TVE en Madrid, y una antena tipo mariposa, denominada así porque los distintos elementos de la antena asemejan las alas de un lepidóptero, difundía la señal para Andalucía y el sur de Extremadura. Cada vez que había un problema técnico, cosa habitual en aquellos años, desde Guadalcanal se emitía la carta de ajuste con el nombre de la localidad.
Por esta razón el nombre del municipio quedo asociado, en la mente de los andaluces, a los servicios de televisión.
La antena mariposa original fue instalada en el año 1961 y estuvo en funcionamiento hasta el año 2009 en el que fue desmantelada y trasladada a las afueras de la localidad donde ha quedado como monumento y testigo del servicio que prestó durante casi 50 años.
En todo este tiempo Guadalcanal ha sido el único puerto de comunicaciones de Andalucía con el mundo. En la actualidad todavía continúa siendo la vía terrestre de distribución de los canales de televisión y de todos los canales de TDT a la totalidad de los centros emisores de Andalucía. Constituye un punto estratégico para el mantenimiento de las comunicaciones entre Portugal, Andalucía y Extremadura.
 
apendice 4
5. La chacina
La antigua necesidad de conservar la carne y de aprovechar las piezas menos valoradas del animal ha dado lugar a algunos de los productos gastronómicos más apreciados de la Sierra: las chacinas y embutidos.
La carne picada y aliñada se introduce en tripas naturales para la producción de embutidos. Estos embutidos, junto con los jamones, se cuelgan en bodegas y alacenas dejando que el fresco aire serrano los vaya secando poco a poco. Este proceso de curación tiene distintas fases y duraciones dependiendo del tipo de producto que queramos obtener.
Las chacinas más demandadas en la sierra son:
El chorizo ibérico. Existen diferentes formas de elaborarlo y aliñarlo. Habitualmente en su fabricación se utiliza carne magra y panceta de cerdo ibérico.
Se emplearán distintas especias y condimentos en función de si queremos obtener chorizos suaves o fuertes, a los que se les añade pimentón picante.
La caña de lomo. Para su producción se utilizan piezas de lomo enteras. Como primer paso en su elaboración se introducen en sal durante 24 horas, se  lavan y se maceran durante 48 horas en un aliño formado por sal, ajo molido, pimentón dulce y agua. A continuación se introducen en una tripa natural y se llevan a un secadero alimentado con leña de encina, donde están aproximadamente un mes. Finalmente, se cuelgan y se deja que terminen su curación en una estancia bien ventilada.
El morcón. Existen distintas formas de elaboración dependiendo de las localidades. Es muy típica su fabricación similar al chorizo aunque con porciones de magro de mayor tamaño y un adobo producido con pimentón, ajo y sal. La tripa en la que se embute es el ciego o morcón, de mayor tamaño que la del chorizo y de forma irregular. Al ser un embutido de mayor grosor, el proceso de curación y maduración es más lento.
El salchichón.- Fabricado con lomo de cerdo picado y tocino, todo ello sazonado con sal, pimienta, nuez moscada rayada y un poquito de cilantro; aunque el aliño varía según las zonas. Se embute en tripas de vaca o cerdo y se cura al humo durante 10 días. Después se deja curar en secadero. En algunas localidades se somete a los salchichones a un proceso de cocción.
La morcilla.- Elaborada con cebollas y sangre colada.
Con estos dos ingredientes se forma una pasta que se amasa con sal, ajos machacados, pimentón dulce y picante y especias como la mejorana y el tomillo.
En este caso, al igual que los otros embutidos, existen numerosos tipos de preparación. La masa resultante se embute y se deja secar.
En la comarca, además de las chacinas que tienen como materia prima la carne de cerdo ibérico, se elaboran otros embutidos fabricados a base de carne de caza, principalmente de ciervo y jabalí que abastecen las despensas del territorio.



miércoles, 22 de enero de 2014

Léxico y topónimos de la Sierra Norte 1


Topónimos de Guadalcanal
El término de Guadalcanal es rico en topónimos. Están recogidos en mi libro Toponimia de la Sierra Norte de Sevilla en un estudio lexicológico que sobre ellos hice en 1988, editado por el servicio de publicaciones de la Universidad de Sevilla. Hoy me referiré a algunos de ellos.


MALGRADO (Suerte del Magrao, Sitio del Magrao). De no haber sido por los testimonios documentales, en los que se cita siempre la forma onomástica Malgrado, hubiera sido casi imposible adjudicar un étimo acertado a la forma actual del nombre del lugar, citada tal cual —Suerte del Magrao— en el Catalogo Arqueológico (s.v. Guadalcanal, p.208) Malgrado es un compuesto de mal (lat. MALUS) y grado (del lat. tardío GRATUM; agradecimiento, y este del clás. GRATUS-A-UM, (agradable, agradecido), que, según Corominas (DECH,s.v.II), tiende a quedar limitado su uso a ciertas frases: hacer algo de grado o de buen grado, mal de su grado, etc. El nombre en cuestión debió ser en su origen un apodo o sobrenombre popular, que pasaría a la toponimia por corresponder, seguramente, al dueño del lugar denominado.
SUERTE (Suerte del Donadío, suerte del Magrao, Suerte del Perro, Suerte de Santa Cruz). Del latín SORS-SORTIS. Los topónimos con esta voz aluden indudablemente al hecho de la repartición de parcelas de tierras de labor por sorteo, pues con tal sentido se documenta suerte desde el siglo XIII en castellano. Si hacemos caso al profesor Ladero, los heredamientos eran las tierras dadas en propiedad y gratuitamente a los pobladores, ya fuese mediante partición, ya por sorteo. Las suertes eran, por tanto, las tierras sorteadas, mientras que las obtenidas por partición se llamarían propiamente heredades; ambas formas de propiedad prevenían en su generalidad de las concesiones regias derivadas, directa o indirectamente, del proceso repoblador. El término corográfico suerte esta hoy restringido a la toponimia, al menos por lo que respecta a nuestra zona, donde en algún caso es simultanea con vocablos de la misma entidad, como ocurre en Suerte del Donadío. En el terreno denominado por este topónimo existen restos arqueológicos de época romana, igual que en el lugar conocido por Suerte del Magrao.
COSO del latín CURSUS, corrida, acción de correr; es duplicado popular de corso y curso, y corresponde al antiguo coso, curso, carrera, lugar cercado donde se corren toros, etc. El DRAE de las siguientes acepciones posibles: plaza, sitio o lugar cercado, donde se corren y lidian toros y se celebran otras fiestas públicas, calle principal en algunas poblaciones (el coso de Zaragoza) y antiguo curso, carrera, corriente que son 1ª, 2ª y 3ª acepciones. En toponimia de la Sierra, Coso se ve restringido a la localidad de Guadalcanal, donde designa un lugar situado extramuros. No se trata propiamente de un lugar cercado, sino de una especie de solar sin edificar, aprovechado como paseo y lugar de divertimiento. Corominas da la forma catalana cos, carrera, lugar cercado, solar por edificar, del mismo origen que coso. En un documento de 1783 se dice "sobre un olivar al sitio de la Morería que goza D. Cristóbal Lucas Ximenez Caballero que Linda con ejido del Coso".
HENAR (Cuatrojenales). Sufijo locativo-abundancial-ar sobre heno, del lat. FOENUN. En el topónimo, originalmente compuesto del numeral cuatro (lat. QUATTUOR) y el plural henares, ha tenido lugar el cambio, o quizás mejor, la neutralización de las finales-r y-l, además de, y esto es mucho mas interesante, la solución velarizada de F, claro índice del grado de aspiración con sonántica en esta región. R. Menéndez Pidal (Orígenes pp. 225 - 227), recuerda que el Henar que cita Berceo (Santo Domingo, 734) es el nombre del río que en el Cid se nombra por Fenares; en otro lugar menciona el topónimo Henares, documentado en 1398. La forma Cuatrojenales es la que consta como nombre de lugar en las listas catastrales del municipio, lo que puede tomarse como sistema de la relativa desemantización del nombre de lugar, ayudada, obviamente, por la deformación fonética experimentada por la voz.
BURBANA, Gentilicio de Bureba, documentado ya en textos de 1195, según confirma Godoy Alcántara, que lo da como apellido frecuente en la península. En documento de 1595 aparece "el sitio de la burbana termino de esta villa". -
COSTANTLLA
La Costanilla, calle de la Costanilla, cerro de la Costanilla. Sufijación diminutiva en —illa— sobre costana, del lat.vg.
COSTANAM, sinónimo de cuesta, aunque el DRAE diferencie ambas voces a partir de la distinción semántica "calle en pendiente" y "terreno en pendiente". En el topónimo Cerro de la Costanilla aparece el término en el sentido de camino pendiente o camino que sube hasta una cumbre, por lo que incluimos la voz en este apartado. No obstante, acierta a decir de costanilla (2ª acepción), en algunas poblaciones, calle corta de mayor declive que las cercanas, pues en el topónimo calle de la Costanilla significa trazado vial urbano. El cerro de la Costanilla es el próximo a la calle San Francisco y la calle Costanilla, todos saben cual es, por cierto, era su nombre antiquísimo.
PALACIO (Dehesa del Palacio, Molino del Palacio, El Palacio). Del latín PALATIUM, Monte Palatino, palacio de los Cesares sobre este monte; la conservación de la i, y la grafía antigua con c sorda en documentos literarios son pruebas claras de una introducción culta o semiculta (DECH). Los topónimos con esta voz se refieren siempre al mismo edificio, antiguo palacio de los comendadores de la Orden de Santiago en Guadalcanal. La población quedo bajo jurisdicción de dicha Orden hasta el siglo pasado. Según consta en documentos del Archivo Histórico Nacional, sec. Encomiendas, en 1736, cuando falleció el Duque de Alburquerque, Comendador de Guadalcanal, fue visitada la antigua casa-palacio por D. Cristóbal Gordón, de la Orden de Santiago, Vicario de la Villa y, en la descripción que se hace, se dice; "casas fuertes vulgarmente llamadas El Palacio que en su entrada principal la tiene en la plazuela de la puerta del sol de la Iglesia Mayor y hace su fachada de corredores altos a la plaza pública y su solar esta sembrado de forraje". Con el tiempo, esta edificación se fue arruinando y, siendo dificultoso su reparo, se demolió todo el interior, vendiéndose los materiales para comprar otras casas principales en 1709, situadas en la calle de la Encomienda. En la actualidad, El Palacio es, pues, topónimo propio del paseo principal de la villa, que se hizo a fines del siglo pasado en la zona en la que estaba situado el Castillo, habiéndose sembrado los árboles que hoy tiene en los primeros años del siglo actual, según testigos que lo vieron.

María Dolores Gordón Peral
Revista de Feria 1997

sábado, 18 de enero de 2014

Historia y senderos de la Sierra Norte (Guadalcanal y su entorno) 3

 
De norte a sur a través de la gastronomía
 
“Quesos, chacinas, dulces y licores. El paladar despierta para los mil sabores que ofrece la sierra.” 
Extensas sierras alineadas de Este a Oeste separadas por hermosos valles poblados por olivares y dehesas. Tierras del olivo que forman un rico hábitat artificial poblado por numerosas  especies de fauna y de flora y origen del afamado oro verde: el aceite de oliva de Sierra Norte. Mientras en las dehesas, a la sombra de encinas y alcornoques, engordan los cerdos ibéricos acompañados de ciervos y jabalíes; pilares de la gastronomía serrana.
El mejor viaje de los sentidos es atravesar el parque de Norte a Sur. En las alturas de La Capitana y Hamapega podemos dejar que nuestra vista se pierda en los horizontes de Extremadura y Andalucía. Nuestro paladar despertará ante los mil sabores que ofrece la sierra:deliciosos guisos en sus mesones y restaurantes,  jamones y embutidos en sus tiendas, todo ello regado con sus renovados vinos tintos y endulzado con su repostería y anisados. Los aromas del campo, florales y silvestres, embriagarán nuestra nariz y los cantos de las aves alegrarán el espíritu.
1. Sierra del Viento
 
Unas impresionantes vistas de la comunidad de Extremadura, al norte, y de Sierra Norte, al sur, reciben al visitante que se aventura a llegar hasta aquí. Las más altas elevaciones de la comarca se encuentran en la Sierra del Viento, alcanzando en el pico de La Capitana, de 960 m, su mayor cota. La cresta de este macizo montañoso está recorrida por un sendero, de 5 km de longitud, que finaliza en el mirador de La Capitana.
A los pies de la Sierra del Viento se extiende una parte del municipio de Guadalcanal que queda fuera del parque natural. En esta gran llanura se da una de las mayores densidades de conejo de la provincia de Sevilla, circunstancia que es aprovechada por numerosas aves rapaces que utilizan este área como lugar de alimentación. Se ha podido constatar que en este lugar se producen algunas de las mayores concentraciones de individuos juveniles de águila imperial ibérica de toda su área de distribución, a nivel ibérico y mundial. Además de este águila es frecuente observar otras aves de presa como las águilas real, perdicera, calzada y el milano real, entre otras.
Las cimas de esta sierra se convierten en un oteadero inmejorable y en un magnífico observatorio del vuelo de estas grandes aves. En sus desplazamientos sobre la llanura, se aproximan a la crestería pasando a escasos metros de la cumbre, lo que hace de este sitio un lugar excepcional para toda aquella persona aficionada a la ornitología y la fotografía de la naturaleza.
Próximas a estas sierras también se encuentran la colonia de buitre negro de Alanís y la de buitre leonado del Viar. Cuando sopla el viento choca con estas montañas originando lo que se denominan vientos ascendentes de ladera.
Estas masas de aire que se elevan son aprovechadas por los buitres para desplazarse sin aletear, ahorrando energía. Por este motivo es habitual observar numerosos grupos de buitres negros y leonados que vuelan paralelamente a la sierra a escasa altura.
Por otra parte, a finales del verano y del invierno, esta sierra es un buen observatorio para contemplar las grandes bandadas de aves migratorias que atraviesan esta comarca.
Los grupos más nutridos suelen ser los de las cigüeñas blancas y los milanos negros, aunque tampoco faltan bandadas de águilas culebreras, alimoches, cigüeñas negras, ánsares y grullas.
Estas elevaciones de rocas marmóreas tienen suelos muy pobres. El mejor aprovechamiento que se ha podido establecer es el cultivo del olivo. En este caso, dadas las duras condiciones que deben soportar los árboles, se ha implantado una variedad de olivo más recio y de escaso porte: el pico limón.
Los olivares en cultivo se alternan con otros abandonados, que han sido invadidos por varias especies de arbustos. También hallamos zonas abiertas, dedicadas a la ganadería, con muros de piedra y rodales de vegetación autóctona. Todo ello conforma un interesante paisaje muy heterogéneo poblado por una diversa comunidad faunística.
En el Parque Natural Sierra Norte habitan tres especies de ratones: el casero (Mus musculus), el de campo (Apodemus sylvaticus) y el moruno (Mus spretus). En ambientes semiáridos como el de la Sierra del Viento, con algunos cultivos de secano y escasa disponibilidad de agua se desenvuelve estupendamente el ratón moruno. Este mamífero tiene escasos requerimientos hídricos, llegando a consumir hasta dos veces menos agua que el ratón casero, lo que le permite vivir en ambientes muy áridos en los que no pueden habitar otras especies de ratones. A esto se une la particularidad de tener una dieta muy variada que le permite comer prácticamente cualquier alimento disponible y que incluye semillas, plantas herbáceas, insectos y otros pequeños invertebrados.
El ratón moruno es una de las presas favoritas de otro pequeño depredador que vive en las zonas pedregosas y bien soleadas: la víbora hocicuda. Las poblaciones de este pacífico reptil se encuentran en regresión debido a la leyenda negra que ha soportado la especie.
Durante muchos años, argumentando su supuesta peligrosidad, las víboras han sido perseguidas de forma indiscriminada, lo que les ha hecho desaparecer de las proximidades de los núcleos habitados por el ser humano. De esta manera, este reptil ha quedado relegado a zonas apartadas, normalmente en enclaves montañosos, produciéndose una importante fragmentación de sus poblaciones.
En los últimos años, el aumento demográfico del meloncillo y del jabalí, dos de sus grandes depredadores silvestres, ha hecho que sus núcleos poblacionales se hayan reducido aún más. Por ambos motivos, la víbora hocicuda se ha extinguido en una gran parte de su antigua área de distribución y se encuentra a punto de desaparecer en otras localidades.
Las víboras son animales huidizos y esquivos, que ante cualquier tipo de amenaza tratarán de escapar y esconderse. Están dotadas de un veneno que les sirve para paralizar a sus presas y poder ingerirlas. Se alimentan de pequeños vertebrados como topillos y ratones, por lo que hacen un gran servicio a la agricultura, contribuyendo a controlar las poblaciones de estos pequeños mamíferos, evitando que puedan convertirse en una plaga.
El veneno de las víboras no suele ser mortal para el ser humano y estos animales nunca nos atacarán si de les da opción de escapar. En los casos en los que se han producido picaduras ha sido por accidente, normalmente al pisarlas.
Por este motivo cuando caminemos por zonas abiertas y pedregosas, que suelen ser utilizadas por las víboras para solearse, es recomendable prestar atención. También es aconsejable utilizar calzado cómodo y resistente que proteja nuestros pies de los golpes y de posibles mordeduras.
www.juntadeandalucia.es


miércoles, 15 de enero de 2014

Guadalcanal Isla, breve pincelada

Guadalcanal, una isla tropical en el Pacífico Sur
Guadalcanal es una isla tropical en el Pacífico Sur-Occidental. La isla más grande de las Islas Salomón entonces británicos, que fue descubierto por la expedición española de Álvaro de Mendaña en 1568 - El nombre proviene de Guadalcanal, de un pueblo de la provincia de Sevilla, en Andalucía, España, lugar de nacimiento de Pedro de Ortega Valencia, miembro de la expedición de Mendaña.
Durante 1942-1943 fue escenario de encarnizados combates entre las tropas japonesas y estadounidenses; las fuerzas estadounidenses fueron finalmente victoriosa.
Al final de la guerra, Honiara, en la costa norte de Guadalcanal, se convirtió en la nueva capital del Protectorado Británico de las Islas Salomón. Guadalcanal está cubierto principalmente en la selva tropical y la selva, y tiene un interior montañoso, con un volcán activo, el monte Popomanaseu. La población en 1998 fue de alrededor de 85.000.
Historia


CARTOGRAFÍA OCCIDENTAL.-
Una expedición española de Perú bajo el mando de Álvaro de Mendaña de Neira descubrió la isla en el año 1568 - el subordinado de Mendaña, Pedro de Ortega Valencia, nombró la isla después de su ciudad natal, Guadalcanal, en Andalucía, España. El nombre proviene del árabe Wadi-l Khanat, que significa "Valle de los puestos" o "Río de puestos", en referencia a los chiringuitos que se establecieron allí durante la dominación musulmana en Andalucía. En los años que siguieron al descubrimiento, la isla se refiere varios como Guadarcana, Guarcana, Guadalcana y Guadalcanal.
Colonos y misioneros europeos comenzaron a llegar en los siglos 18 y 19, y en el año 1893, los británicos de las Islas Salomón Protectorado se proclamó que incluye la isla de Guadalcanal. En 1932, el británico confirmó el nombre de Guadalcanal, en línea con la ciudad de Andalucía, España.
 
LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL.-
En los meses siguientes al ataque a Pearl Harbor en diciembre de 1941, los japoneses expulsaron a los estadounidenses fuera de las Filipinas, los británicos de Malaya británica y la holandesa de las Indias Orientales. Los japoneses se empezaron a expandirse en el Pacífico Occidental, ocupando muchas islas en un intento de construir un anillo defensivo alrededor de sus conquistas y amenazar las líneas de comunicación de los Estados Unidos a Australia y Nueva Zelanda. Los japoneses llegaron a Guadalcanal mayo 1942.
Cuando una misión de reconocimiento aliado vio la construcción de un campo de aviación japonesa en Lunga Point en la costa norte de Guadalcanal, la situación se tornó crítica. Este nuevo campo de aviación japonesa representa una amenaza para la propia Australia, y por lo tanto los Estados Unidos como un asunto de urgencia, a pesar de no estar adecuadamente preparados, realizó el primer desembarco anfibio de la guerra. Los desembarcos iniciales de Marines de EE.UU. el 07 de agosto 1942 aseguraron la pista de aterrizaje sin demasiada dificultad, pero la celebración de la pista de aterrizaje para los próximos seis meses, fue una de las campañas más disputadas en toda la guerra por el control de la tierra, el mar y el cielo. Guadalcanal se convirtió en un importante punto de inflexión en la guerra, ya que se detuvo la expansión japonesa. Después de seis meses de lucha contra los japoneses dejaron de disputar el control de la isla. Finalmente evacuaron la isla de Cabo Esperance en la costa oeste del norte en febrero de 1943.
Inmediatamente después de aterrizar en la isla, los aliados comenzaron a terminar el aeródromo comenzado por los japoneses. Entonces fue nombrado el Campo Henderson después de un aviador marina muerto en combate durante la Batalla de Midway. Las aeronaves que operen de Henderson Field durante la campaña eran una mezcolanza de la Marina, el Ejército, la Armada y los aviones aliados que se conoció como la Fuerza Aérea Cactus. Defendieron el aeródromo y amenazaron las naves japonesas que se aventuraron en la zona durante el día. Sin embargo, por la noche, las fuerzas navales japonesas fueron capaces de bombardear el aeródromo y entregar las tropas con las fuentes, y se retiró antes del amanecer. Los japoneses utilizan buques rápidos para hacer estas carreras, y esto se hizo conocido como el Tokyo Express. Así que muchas naves de ambas partes fueron hundidos en los muchos compromisos en y alrededor de la cadena de las Islas Salomón para que las aguas cercanas fueron referidos como Ironbottom Sound.
La batalla de Cabo Esperanza se libró el 11 de octubre 1942 en la costa noroeste de Guadalcanal. En la batalla, los buques de la marina de guerra de Estados Unidos interceptaron y derrotaron a una formación japonesa de embarcaciones en su paso por "la franja" reforzar y reabastecer tropas en la isla, pero sufrieron pérdidas también. La batalla naval de Guadalcanal en noviembre marcó el punto de inflexión en el que las fuerzas navales aliadas tomaron las fuerzas de superficie japoneses muy experimentados en la noche y los obligaron a retirarse después de la acción brusca. Algunos puntos de vista japoneses consideran que estos compromisos, y la capacidad de la superficie de Allied mejorar para desafiar a sus buques de superficie en la noche, al ser tan importante como la batalla de Midway en la transformación de la marea en contra de ellos.
Después de seis meses de duro combate en y alrededor de Guadalcanal y el tratamiento de enfermedades de la selva que tuvieron un alto costo de las tropas de ambas partes, las fuerzas aliadas lograron detener el avance japonés y disuadirlos de disputar el control de la isla a fin de conducir el último de las tropas japonesas en el mar el 15 de enero 1943 - Las autoridades estadounidenses declararon segura Guadalcanal el 9 de febrero de 1943.
Dos buques de la Armada de Estados Unidos han sido nombrados para la batalla:
USS Guadalcanal, un portaaviones de escolta II Guerra Mundial.
USS Guadalcanal, un buque de asalto anfibio.
Hasta la fecha, la costa sólo Guardia receptor de la Medalla de Honor es el Signalman primera clase, Douglas Albert Munro, a título póstumo por su heroísmo extraordinario el 27 de septiembre de 1942 en Punto Cruz, Guadalcanal. Munro proporciona un escudo y fuego de cobertura, y ayudó a evacuar a 500 marines sitiaron de una playa en el punto de Cruz, que fue asesinado durante la evacuación.
Durante la Batalla de Guadalcanal, la Medalla de Honor también fue otorgado a John Basilone que más tarde murieron en Iwo Jima.
LOS AÑOS DE LA POSGUERRA.-
Inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, la capital del Protectorado Británico de las Islas Salomón fue trasladado a Honiara en Guadalcanal desde su ubicación anterior en Tulagi en las islas de Florida. En 1952, el Alto Comisionado para el Pacífico Occidental se trasladó desde Fiji a Honiara y el puesto se combinó con la del Gobernador de las Islas Salomón. El campo de aviación que fue la causa de los combates en 1942 y que llegó a ser bien conocido como el Campo de Henderson es ahora el aeropuerto internacional de las Islas Salomón. Se encuentra a unos cinco kilómetros al este de Honiara.
GUERRA CIVIL.-
A principios de 1999, las tensiones persisten durante largo tiempo entre la gente gwale locales sobre los migrantes Guadalcanal y más recientes de la vecina isla de Malaita estallaron en violencia. El Ejército Revolucionario de Guadalcanal, más tarde llamado Movimiento de Liberación Isatabu, comenzó a aterrorizar malaitanos en las zonas rurales de la isla con el fin de obligarlos a abandonar sus hogares. Cerca de 20.000 malaitanos huyeron a la capital y otros regresaron a su casa de la isla, los residentes gwale de Honiara huyeron. La ciudad se convirtió en un enclave Malaita y la Malaita Eagle Force se hizo cargo del gobierno. La Royal Australian Navy y la Royal Nueva Zelanda Armada desplegados buques a la zona con el fin de proteger a la comunidad de extranjeros residentes en su mayoría en Honiara. En su segunda visita a la capital, HMNZS Te Kaha sirvió como sede de una serie de conversaciones de paz que culminaron con la firma del Acuerdo de Paz de Townsville.
En 2003, el Foro del Pacífico negoció la intervención de la RAMSI u Operación Helpem Fren participan Australia, Nueva Zelanda y otras naciones insulares del Pacífico.
 
FAUNA.-
Hay un marsupial nativo conocido como el phalanger o el cuscus gris. Los únicos otros mamíferos son murciélagos y roedores. Hay muchas especies de loros de colores, así como cocodrilos de estuario. En los últimos tiempos, estos cocodrilos sólo se han encontrado en la costa del Tiempo en el sur de la isla, pero durante la Segunda Guerra Mundial, fueron encontrados a lo largo de la costa norte, en las proximidades de la pista de aterrizaje donde la lucha se lleva a cabo, como lo demuestra con nombres como Alligator Creek. Las serpientes venenosas son raros y no se considera que son una amenaza grave, sin embargo, hay una especie de ciempiés que da una picadura muy desagradable. Estos ciempiés son bien conocidos por los infantes de marina estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial como "los insectos que pican".
 
Jhon Roth Bilmanm
Veramakuro (Isla de guadalcanal)



sábado, 11 de enero de 2014

Historia y senderos de la Sierra Norte (Guadalcanal y su entorno) 2

 
Siguiendo los recuerdos de la historia 2/2





6. Guadalcanal


Guadalcanal es la localidad más septentrional de la provincia de Sevilla. Tanto es así que hasta el año 1833 formó parte de la vecina comunidad de Extremadura. El poblado se extiende en un amplio valle y su casco antiguo ha sido declarado conjunto histórico.
Por su especial vinculación con el camino de Santiago y por el papel que jugó en la reconquista y en la repoblación castellana, este municipio cuenta con un buen número de edificios religiosos. El principal de todos ellos es la iglesia de Santa María de la Asunción, reconocida como bien de interés cultural (BIC) con la categoría de monumento. Este templo, como otros de la comarca, es el resultado de sucesivos añadidos y ampliaciones. En la construcción del edificio que data del siglo XIII, se aprovecharon algunos elementos constructivos de la muralla defensiva, tal es el caso de la puerta con arco de herradura que da acceso a la sacristía. En la construcción del inmueble se mezclan los estilos mudéjar y gótico, albergando en su interior importantes obras de arte y una amplia colección de objetos religiosos de plata.
Otros BIC de la localidad son la capilla de San Vicente, también ubicada en la plaza mayor y la iglesia de Santa Ana, edificada sobre los restos de una antigua mezquita. Se dice de esta última que fue de las primeras iglesias que se edificaron en la comarca, y que incluso es anterior a la de Santa María, según se desprende de escritos antiguos en los que se afirma que a esta iglesia se traían a bautizar todos los nacidos en la comarca, lo que hace pensar que debió ser la única y la primera. En la actualidad sus muros acogen la oficina municipal de turismo y el centro de interpretación de Sierra Morena que nos ofrecerá información útil para la visita en este entorno.
 
En las traseras del Ayuntamiento existe un parque denominado Paseo de Palacio. Este espacio público se encuentra sobre elevado y ligeramente orientado hacia el Oeste, permitiendo el disfrute de unas bonitas luces en el atardecer. El nombre le viene dado debido a que anteriormente formó parte del recinto del palacio que la Orden de Santiago tenía en esta localidad. Junto a esta noble construcción se ubicaba su casa de abastecimiento: La Almona. En el mismo solar donde estaba el palacio anteriormente existió un alcázar musulmán y hoy se encuentra la Casa Consistorial.
Era natural de esta villa el conquistador y marino D. Pedro Ortega Valencia quien en el siglo XVI descubrió y anexionó para la corona de Castilla, entre otros territorios, una gran isla a la que denominó Guadalcanal, en honor a su lugar de nacimiento. La misma pertenece al archipiélago Salomón, ubicado en el océano Pacífico. Durante la segunda guerra mundial esta isla, convertida en base naval norteamericana, se hizo famosa por los duros enfrentamientos protagonizados por japoneses y estadounidenses con la finalidad de hacerse con el control de su aeródromo.
Los vinos de Guadalcanal, al igual que los de otras localidades de la sierra, gozaron de muy buena fama. Tanto es así, que las tropas de los Reyes Católicos se abastecían en las bodegas de esta localidad. También nos habla de los  caldos de la villa nuestro escritor más universal, Miguel de Cervantes, quien los cita en su novela “Rinconete y Cortadillo”. La producción de vinos fue muy importante en toda la comarca hasta la llegada de una especie exótica invasora, en el siglo XIX, procedente de América, que acabó con todos los viñedos de Europa: la filoxera. Se trata de un pequeño insecto, emparentado con los pulgones, que parasita a la vid. Este es un ejemplo más de cómo las especies invasoras, además de producir daños irreparables en los ecosistemas, pueden arruinar económicamente comunidades enteras.
Apéndice 2.-
 
La Almona
A escasos metros de la plaza mayor, en Guadalcanal.
Se ubica el edificio de La Almona. Fue construido en el año 1307, y su función inicial era la  de servir de almacén y casa de abastecimiento de la Orden de Santiago, siendo maestre de la misma D. Juan Osórez. Estuvo vinculada a la vicaría de Llerena-Tentudía, dependiente del priorato de San Marcos de León, de esta misma Orden.
 
De trata de un edificio de dos plantas, de estilo mudéjar, en el que se combina la piedra de sillería con el ladrillo visto. A la planta baja se accede por una puerta de escasa altura enmarcada en un arco apuntado. Consta de una única nave cuya estructura está sostenida por una serie de arcos ojivales que nacen desde el mismo suelo y actúan como contrafuertes.
Para ascender a la planta superior dispone de una amplia rampa que permitía el acceso de carros de mano y caballerías, facilitando de esta forma las labores de carga y descarga de las mercancías que en este lugar se almacenaban. En este nivel, la entrada está protegida por un porche construido con columnas de ladrillo visto. La nave superior está dotada de una cubierta a dos aguas, de tejas romanas con entramado de madera, que está sustentada por una línea central de pilares.
 

miércoles, 8 de enero de 2014

El Cid Campeador , ¿Héroe o villano?



Las recreaciones históricas: ¿Mito o realidad?
 
Con la proliferación de las recreaciones históricas, como sucede por ejemplo en Aragón, entre las que dejaremos aparte las alusivas a la Guerra de la Independencia y Guerra Civil, están surgiendo algunas dudas sobre su historicidad, motivo que fundamentalmente las justifica, independientemente de su finalidad turística o simplemente de participación ciudadana.
El fin de semana medieval de Rubielos de Mora, las Alfonsadas en Calatayud, el Homenaje a Guillem de Montrodón en Monzón, las Jornadas Fernandinas de Sos del Rey Católico, la Vulcanalia en Mara, el Regreso del Comendador en Mas de las Matas, la Subida a la Encomienda de Alfambra, Juan Palomo el último morisco de Gea de Albarracín y otras que se nos escapan a la memoria en estos momentos, cuentan con elementos históricos demostrables; las Bodas de Isabel de Segura recrea en una parte la historia de los Amantes de Teruel, aunque también en parte su leyenda; y la Leyenda de Zaida, en Cella, es pura invención.
Hemos dejado aparte varias representaciones relacionadas con el Cid Campeador, como en el Poyo del Cid, Monforte de Moyuela y Montalbán, donde su base histórica pende de un hilo, literalmente, como demostraremos a continuación. El Cid Campeador, en realidad Rodrigo Díaz, nacido en Vivar (¿?-1099), fue un noble castellano del siglo XI, cuya historia conocemos principalmente por las descripciones del Cantar de Mío Cid, poema épico medieval escrito en castellano. Sus tensas relaciones políticas en la corte castellana le llevaron a otros Reinos o territorios peninsulares en busca de fortuna, acompañado de un ejército personal, muy habitual en su época. Su forma de vida, a partir de entonces, se constituye de las rapiñas que logra a su paso y de la venta de su brazo como mercenario para algunos gobernantes musulmanes, como el de Saraqusta (Zaragoza).
En el primero de los casos, el robo sistemático, fuera voluntario (“parias” o pagos) o forzado, venía acompañado por todo tipo de vejaciones a la población que resultaba asediada, llegando en ocasiones a quemar poblaciones enteras, como sucedió con aquellos que se resistieron a sus incursiones. En el segundo de los casos, el Cid fue pagado por los musulmanes y luchó contra algunos ejércitos cristianos en plena “reconquista”. Éste es el caso de su lucha contra el ejército aragonés, entre otros. También luchó contra los propios musulmanes, como en la conocida y fugaz conquista de Valencia, a causa de su riqueza que pretendía como botín, y que por cierto no realizó sólo, contando con la ayuda de huestes de diferentes Reinos, como el caso de Aragón.
Nadie duda de que este personaje sea considerado un gran guerrero, e incluso un héroe para algunos, como los castellanos, además de un mito literario a través del Cantar de Mío Cid, pero dudo mucho que en Aragón y otros territorios peninsulares se pueda considerar como tal, a causa del dolor y destrucción que causó a tales territorios y a la población de su época.
Respecto al camino que se ha interpretado del propio Cid, se conocen algunos trayectos e incluso poblaciones por las que posiblemente pasó, con diferente fortuna y daño, lo que desde luego no garantiza que la ruta turística actual tenga mucho que ver con su trayectoria original. Desde su muerte en 1099 a 1207, fecha de la copia del Cantar que se conserva, hay más de 100 años de diferencia, y además el Cantar es un ejercicio literario, con todo tipo de licencias (por ejemplo cita Teruel, Monreal o Cetina como poblaciones por las que pasó el Campeador, cuando no existían todavía).
Por si fuera poco, los cambios en el paisaje, caminos y topónimos han sido demasiados tras nueve siglos de historia, lo que no permite asegurar la identificación de parte de los lugares citados en el Cantar, de corresponderse con las rutas originales del Cid. Ni siquiera el territorio tiene huellas de su paso. Analizando un espacio tan amplio como la actual provincia de Teruel, existen dos poblaciones cuyo topónimo hace referencia al Cid, suponiendo que así sea, pues “cid” proviene del árabe “sidi”, que en realidad significa “señor”, tratamiento habitual en la Edad Media. Estas poblaciones son el Poyo del Cid y la Iglesuela del Cid. Sin embargo ninguna de ellas consta con el apelativo “Cid” en la documentación histórica que se conserva, adquiriendo el mismo, en el caso del Poyo, en la segunda mitad del siglo XIX; y en el caso de la Iglesuela con posterioridad al siglo XVIII. Poco que ver, por tanto, con la figura histórica del Campeador.
Pero el problema es aún mayor. La definición actual de la historia de España se produce a principios del siglo XX, a través de dos intelectuales, que en realidad eran filólogos, no historiadores: Marcelino Menéndez Pelayo, asturiano, y Ramón Menéndez Pidal, gallego. Su concepción de nuestra historia fue sencilla: destacar unos hechos y personajes como ejes de la historia de España, que en realidad lo eran de Castilla, obviando tanto lo navarro como lo aragonés: Don Pelayo, el Cid Campeador, Alfonso X el Sabio e Isabel la católica, a los que se unirían diferentes conquistadores de América y algunos de los emperadores Habsburgo, más conocidos como los Austrias.
Esta concepción de nuestra historia se afianzó tras los 39 años de Franquismo, dictadura que retomó y potenció estos mismos valores. De esta forma la huella de estos personajes históricos ha sido exagerada en sus acciones, hasta casi mitificarla, modelo que en el caso del Cid llega a su máxima expresión, al considerarse el héroe prototípico de la Edad Media, como ya denunció el gran medievalista aragonés Antonio Ubieto. Excepción hecha, claro, de que en el período medieval España no existía como tal, y en su lugar había tres Reinos o países, que posteriormente la formarán: Castilla, Aragón y Navarra. Así reza, todavía, junto a León, el escudo actual de España.
¿Dónde está entonces la victoria de unos pastores pirenaicos sobre el ejército de Carlomagno narrada en la Canción de Roldán? ¿Las grandes conquistas de tantos reyes aragoneses como Alfonso I el Batallador, Alfonso II el Casto o Jaime I el Conquistador? ¿Dónde ha quedado la conquista aragonesa del Mediterráneo? ¿A dónde han ido los almogávares que vivían en nuestras montañas? o ¿Qué ha sido del Gran Maestre, Juan Fernández de Heredia, auténtico crisol de nuestra cultura? ¿Y de la curiosa historia del Papa Luna?, ¿Y de nuestros Fueros, los más avanzados de la Europa medieval?
Como suelo decirle a mis alumnos “los pueblos que desconocen su historia están condenados a repetirla, una, y otra, y otra, y otra vez… con los mismos errores que cometieron”. Entiendo que cada uno elija, libremente, aquello que considere más importante, incluso históricamente, con intención de mostrarlo, pero nadie ha demostrado hasta ahora que el Cid pasara por el Poyo, Monforte o Montalbán. Lo que sí se ha demostrado es que allí por donde pasaba robaba, mataba, violaba e incluso llegó a quemar enteras algunas poblaciones, lo que, sinceramente, no sé qué es peor.
Imagínense ahora, por un instante, que los antiguos moradores de estas tres poblaciones revivieran en plenas celebraciones del Cid, viendo escandalizados cómo sus descendientes homenajean y vanaglorian a un hombre cruel y sin escrúpulos, que tomaba por la fuerza aquello que se le antojaba. ¿Qué pensarían?, ¿Podrían entender algo?
Desconociendo nuestra historia estamos condenados al fracaso, y de ahí que nuestra caótica situación empeore cada día, pues Aragón se ve privado de una parte importante de su historia y patrimonio, como los bienes del Aragón Oriental retenidos ilegalmente en Cataluña; los murales de Sigena, que un día aparecieron en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, sin explicación alguna; al igual que nos ningunean con intentos continuos e inexplicables de catalanización, como si la lengua catalana formase parte de Aragón; nos amenazan constantemente con los trasvases, como si nos sobrase el agua; o nos olvidan frecuentemente con el castellanismo centralista que nos domina actualmente (todavía recuerdo el famoso “Teruel Existe”), y que nos ha granjeado la miseria en inversiones del Estado que cae, a veces, por nuestra tierra.
Aún con toda la historia fascinante que tenemos nadie dice que no se hagan fiestas sobre el Cid, pero ¿no debería mostrarse en ellas cómo fue históricamente, un señor feudal cruel y sanguinario con los aragoneses? Héroe, quizás para algunos; mito, puede que también; pero para cualquier aragonés, indudablemente villano.
Juan José Barragán
Profesor de historía


sábado, 4 de enero de 2014

Historia y senderos de la Sierra Norte (Guadalcanal y su entorno) 1

Siguiendo los recuerdos de la historia 1/2 

En ocasiones, solo tenemos que mirar atrás para darnos cuenta de que la respuestas que buscamos ya la habíamos encontrado. 

La Sierra Norte de Sevilla posee un destacado patrimonio histórico y cultural que contribuye a completar la interesante oferta ambiental de que dispone la comarca. Como nota sobresaliente hay que indicar que tres localidades tienen declarados su casco antiguo como Conjunto Histórico, se trata de las villas de Constantina, Cazalla de la Sierra y Guadalcanal.
Dichos municipios constituyen el eje de la ruta que aquí proponemos.
Además, en este vasto territorio hay inventariados  un total de 98 yacimientos arqueológicos.
A ello hay que sumar los 26 bienes de interés  cultural que hasta la fecha han sido catalogados en la sierra. Todo este rico acervo histórico se complementa con los numerosos elementos patrimoniales que hay diseminados por su geografía.
En este sentido, encontramos molinos, batanes, almazaras, cortijos, lagares y demás edificaciones relacionadas con el ancestral carácter agrícola y ganadero de este lugar.
En esta ruta se hace un viaje en el tiempo que nos permite visitar algunos de los más destacados monumentos históricos de la comarca, pasando por los tres conjuntos históricos y artísticos. El patrimonio monumental y cultural atrapa al viajero haciendo que nuestra mente y nuestra imaginación nos transporte a tiempos pretéritos. 

Ficha técnica.-
Motivos: Centro de visitantes El Robledo, conjuntos históricos de Constantina, Cazalla de la Sierra y Guadalcanal, castillo de Constantina, iglesia de la Concepción, pozos de la nieve, Cartuja de Cazalla, bosque singular de La  Brava, iglesia de Ntra. Sra. de la Consolación, sendero de Las Laderas, castañares, rivera de Benalija, adelfares,  tamujares, iglesia Sta. Mª de la Asunción, iglesia de Santa Ana y La Almona.
Tipo de recorrido: Mixto: coche, bici y a pie.
Longitud: 53,5 Km.
Tiempo aproximado: 5 horas.
Grado de dificultad: Bajo/medio.
Consejos: Algunos de los monumentos son de carácter religioso y habitualmente se encuentran cerrados al público, es  recomendable informarse previamente de los horarios de celebraciones religiosas en los que permanecen abiertos. Esta información se puede conseguir llamando por teléfono a los respectivos ayuntamientos.
También es aconsejable informarse del horario de apertura del Centro de visitantes El Robledo llamando al teléfono que encontrarás al final de esta guía.
Si tienes previsto hacer el sendero de Las Laderas es conveniente que vayas provisto de calzado adecuado para caminar por el campo, así como de agua y algo de comida ya que se estima que el tiempo medio para hacer el recorrido a pie es de tres horas. El grado de dificultad de este sendero está calificado como medio/alto. 
5. Rivera de Benalija.-
Si la rivera del Huéznar es un ejemplo de río con orillas pobladas de imponentes arboledas, similares a las de la España atlántica, la rivera de Benalija es el prototipo de río temporal mediterráneo.
La naturaleza del terreno hace que este curso de agua no cuente con importantes fuentes en su cabecera, por lo que su caudal depende en gran medida de las precipitaciones que se producen en su cuenca, motivo por el cual el río se suele secar durante el estiaje, permaneciendo solo con agua algunos charcos más profundos.
La escasez de agua y un sobre pastoreo secular determinan que la vegetación de esta rivera sea muy particular. La pueblan especies capaces de vivir sobre terrenos encharcados en los meses de otoño e invierno que, por contra, pueden soportar la escasez de agua del estío.
En aquellos lugares donde la profundidad del suelo permite que las raíces puedan alcanzar las aguas subterráneas aparecen álamos, sauces, olmos y fresnos. Cuando esto ocurre, el resto del cauce está poblado, principalmente, por adelfas y tamujos.
El tamujo es un arbusto endémico, que únicamente habita en el cuadrante suroccidental de la península Ibérica. Se caracteriza por tener unas ramas muy rígidas y pinchudas, con unas hojas muy pequeñas, que le ayudan a reducir la pérdida de agua por transpiración. Esta naturaleza espinosa es lo que ha hecho que  fuese utilizado para la construcción de rediles y recintos para encerrar el ganado. También se usaba antiguamente para la fabricación de escobas bastas, especialmente indicadas para barrer enlosados y empedrados, y para eliminar el verdín de las albercas. En estos matorrales enmarañados viven interesantes animales como el turón.
Al norte del río y próximo a la carretera se sitúa el cerro de Monforte, en cuya cima se encuentran los restos del alcázar de Monforte Dicho castillo tiene su origen en la época romana, como así lo atestiguan los restos de sillares de aquel período. Éste, junto a otros castillos del término de Guadalcanal, como el de la Ventosilla, fueron derruidos por estar del lado de Los Comuneros en la famosa guerra de las Comunidades de Castilla. Hoy esta fortaleza está catalogada como bien de interés cultural.
En sus inmediaciones se encuentra otro enclave de enorme interés arqueológico. Se trata de las cuevas de Santiago donde se han encontrado interesantes restos neolíticos, con más de 8.000 años de antigüedad. Estas cavidades acogen también una importante fauna cavernícola representada por varias especies de murciélagos e invertebrados.
El Parque Natural Sierra Norte de Sevilla puede presumir de ser el único enclave del mundo donde se encuentra la especie Hexabatinella sevillaensis. Se trata de un pequeño crustáceo, que raramente supera el milímetro de longitud, y que habita en el lago subterráneo ubicado en una de estas cuevas del término municipal de  Cazalla de la Sierra. Para preservar el yacimiento arqueológico y la comunidad faunística de estas cuevas, se ha restringido el acceso a las mismas, de manera que su visita requiere autorización de la Consejería de Medio Ambiente.
Apéndice 1
El turón.-
El turón es un mamífero carnívoro autóctono de la familia de los mustélidos que habita en las riberas de los ríos y otras zonas húmedas.
Se encuentra emparentado con el hurón, animal domestico utilizado tradicionalmente para cazar conejos y que en la actualidad se ha puesto de moda como mascota en los ámbitos urbanos. Se diferencia del hurón por tener un diseño facial muy característico en el que destaca un antifaz negro alrededor de  los ojos y los bordes de las orejas y el hocico de color blanco. Actualmente hay cierta controversia sobre si el turón y el hurón son dos especies distintas o por el contrario son dos variedades distintas de la misma especie.
La rivera de Benalija y su entorno conforman el hábitat ideal del turón. Por una parte, el animal encuentra refugio en las masas de zarzas y matorrales que pueblan las orillas del río. Este es el lugar elegido por la especie para instalar su cubil o utilizarlo como sitio de descanso y sesteadero.
Por otro lado, las zonas próximas a esta rivera cuentan con poblaciones de conejo en un estado aceptable de conservación, una de sus principales presas. Al mismo tiempo, este río se seca en verano, formando charcas y pozas en las que se concentra un buen número de anfibios y peces.
Los expertos han definido al turón como un especialista en la captura de anfibios. La especie sobre la que más pres es el sapo común, aunque también incorpora a su dieta salamandras y tritones. Un comportamiento muy curioso de este depredador es su tendencia a formar despensas de anfibios.
En las épocas en las que los sapos son particularmente abundantes realizan grandes capturas. Una vez que ha saciado su apetito, transporta el resto de los animales cazados  hasta su madriguera. Para poder conservarlos los paraliza dándoles un mordisco en la base del cráneo, de esta forma los puede mantener vivos durante un tiempo y  consumirlos mas adelante.
 
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