By Joan Spínola -FOTORETOC-

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Villa de Guadalcanal.- Dió el Sr. Rey D. Fernando a Guadalcanal a la Orden de Santiago , e las demás tierras de la conquista, e de entonces tomó por arma una teja o canal, e dos espadas a los lados como así hoy las usa.



miércoles, 31 de diciembre de 2014

El señor marqués de Guadalcanal 1

La muerte del Marqués de Guadalcanal

Don Fernando de Rivas y Luisita, su hija casadera (primera parte)

Los bandidos célebres. Una intriga aristocrática.-

La leyenda del marqués de Guadalcanal y su historia termina el día 6 de diciembre de 1817, a las doce de la noche, los vecinos de la calle de Regina en Sevilla, dónde se ubicaba la casa del marqués de Guadalcanal, habían despertado despavoridos por los disparos que habían retumbado secos y terribles en medio del silencio, asesinado por los disparos de un trabucazo. En este mismo lugar comienza la historia, y estuve allí observando detenidamente por si de repente aparecían los Siete Niños de Ecija.
En 1863 el novelista sevillano Manuel Fernández y González edita su obra en tres volúmenes “Los siete niños de Ecija”, curiosamente esta famosa partida de bandoleros ni eran de Ecija, ni sumaban siete, ni eran tan niños. Si bien Ecija fue uno de los lugares preferidos por ellos, Caros III había abierto el primer camino de Sierra Morena: el desfiladero de Despeñaperros, y establecido dos poblados en lo que se llamaba Desierto de la Parrilla (entre Córdoba y Ecija) y Desierto de La Moncloa (entre Ecija y Carmona), aún ofrecía la sierra seguro asilo y fácil campo de operaciones para el bandidaje. En sus asaltos y robos figuraron muchas veces siete, aunque entre cómplices y encubridores excedían de esa cifra. Y... ¿habremos de explicar ese apelativo cariñoso, de niño, que se da en Andalucía a tanta gente hecha y derecha?

Orígenes.-
Tuvieron un período principal de seis años (1812-1818) de lucha, y se formaron al desgaje de guerrilleros de la independencia, incapaces de una adaptación al pacifismo y a la vida tranquila del camino. El “Doctor Thebussen” descubre a Pablo Aroca como el primer capitán de la cuadrilla, no obstante se eleva por otros narradores el entronque de su ascendencia a 1808 con el primer chispazo do repulsa contra la invasión francesa.
Y así debió de ser, por cuanto la cuadrilla llamada de los Siete Niños de Ecija subsistió contra todo exterminio. Se sucedían unos a otros en escalonada jerarquía. Más que muerte, para ellos la extinción de uno era la vida de otros; resurgían de sus propios pedazos como el reptil partido en trozos. En 1817 eran novecientos los que pedían ingresar en las filas de la cuadrilla, teniendo agentes de alistamiento en Córdoba, Ecija, Osuna, Carmona, Sevilla y Jerez. En los tiempos de la guerra libertadora hicieron armas contra los franceses, y a la causa opresora de los invasores va cargada la muerte de los primeros Niños de Ecija. En 1812 los bandidos adoptaron el uniforme de la Remonta de Caballería de línea: sobrero con escarapela, franja y vuelta encamada en los bombachos, chaqueta de paño azul con vuelta encarnada, y en el cuello, solapilla de lo mismo, que abrochaba un botón dorado con la cifra fernandina; grandes mantas rayadas de muestra y a la cintura largas espadas dragonas con vaina de acero; ocultos bajo las mantas sus trabucos de bocacha de campana, y espuelas vaqueras. Se titulaban soldados del rey, y con tal condición pedían víveres, subsidios y asilo e imponían contribuciones. La leyenda de los Siete Niños de Ecija se fundamentó por toda la Tierra Baja, el desvalijamiento de un convoy en término de la Carlota, con la muerte de algunos miqueletes, les consolidó su fama desde Cádiz al Puerto de Despeñaperro. 

Pablo Aroca. Uno de los primeros capitanes de “Los niños de Ecija”
El “Doctor Thebussen” refiere, del que considera como primer capitán de la cuadrilla, la siguiente anécdota. Cierto molinero amigo de Pablo Aroca hallábase a punto de sufrir embargo por el Juzgado a causa de una deuda de cien onzas de oro. Pablo escribe a un padrino suyo, uno de los numerosos encubridores que tuvo, pidiéndole las cien onzas como préstamo. El solicitado entrega la cantidad y el bandido la hace llegar al molinero. A la mañana siguiente, cuando el Juzgado va al molino para proceder al embargo, se le entregan las cien onzas de oro, con extraordinario asombro de su señoría y de los alguacilillos. No ha lugar a la diligencia y el Juzgado se retira. Minutos después, en una encrucijada propicia, surgen los hombres de Pablo Aroca; apalean al juez y a los escribanos y les despojan cié las cien onzas, que son devueltas el mismo día al padrino del capitán.

Juan Palomo. El último capitán de los Siete Niños de Ecija.-
Diego Padilla, de nombre; Juan Palomo, de apodo. Blanco, rubio, buena figura, ojos azules, grandes patillas, boca de hacha enmarcan el rostro esbelto, que no expresa su ferocidad ingénita: esbelto, ágil, gallardo y fuerte; gran jinete, experto tirador de armas de fuego y jugador habilísimo con la navaja en la mano, “Era de la manera, de que se hacen los buenos generales”, ha dicho D. Manuel Fernández y González.
Usa, además del traje de oficial de la Remonta, sombrero de catite, de copa alta cónica; casaca y chupa con calzón corto; camisa bordada, con soberbio alfiler de brillantes, levita francesa de cuello altísimo, pantalón largo y chaleco con su correspondiente reloj de oro, cuando se presenta como un caballero, y redecilla, chaqueta agabanada, calzón corto y capa torera o de lamparilla, cuando pasa por gente del pueblo. A sus órdenes están alistados el teniente Tragabuches y Moscardón, el Ciervo, Colambre, Calandria y Engrudo.

Aventura inicial.-
La Iglesia es rica, y que sufra un robo no la merma sus caudales. De Madrid viene en el doble fondo de una galera una custodia que se pidió por un canónigo de la colegiata de Osuna para la parroquia de cierto pueblo. En El Viso los Niños de Ecija han robado la galera, y uno de ellos se presenta en casa del canónigo a entregar el encargo. Lo cobran “una letra de diez mil duros sobre una Casa de Banca de Madrid, que los agentes de los bandidos realizan inmediatamente” y pida alojamiento en la casa hasta el día siguiente. La hospitalidad del canónigo se ve pagada con la hazaña de robarle nuevamente la custodia y matarle. 

Una intriga aristocrática.-
Cuando los moradores de algún pueblo quieren trasladarse a otro esperan a reunirse en caravana para hacer frente a cualquier contingencia en el camino; si los viajeros son adinerados pueden permitirse el lujo de tomar a su servicio un mercenario destacamento, reclutado entre los hombres más valientes del pueblo, que les acompañe y defienda en su ruta. Estamos a 15 de noviembre de 1816, El señor marqués del Guadalcanal se dirige desde Ecija a Sevilla, por el camino de Alcalá de Guadaira. Les acompaña su hija Luisa, víctima propiciatoria que sería a poco inmolada en el sacrificio de unos esponsales que la repugnan.
Don Fernando de Rivas, marqués de Guadalcanal, a pesar de sus sesenta y cinco años, se conserva fuerte y vigoroso. No obstante, para viaje tan arriesgado, y llevando con él preseas y alhajas que han de dorar el matrimonio de su hija, ha decidido acompañarse de alguna escolta.
A los dos criados que hacen de guía y postillón se han sumado siete valientes ecijanos, reclutados entre la flor de la valentía. La caminata se hace en jornadas; han llegado a Carmona y se preparan a descansar.
Y en tanto los aristócratas viajeros esperan el cambio de tiro y reponen sus fuerzas con algún alimento, los siete de la escolta, que son los propios Niños de Ecija, se dedican a desvalijar los baúles del equipaje, huyendo a poco de consumado el robo.
Pero los miqueletes no descansan. Al frente de una sección viene el capitán D. Juan de Velázquez, que pone en fuga a los bandidos, recibiendo honrosamente una herida de consideración en la refriega. El marqués de Guadalcanal ha ordenado se atienda cumplidamente a la curación del señor capitán. Luisa, la hija del marqués, cuida atentamente al herido.
Cuando éste se halla en condiciones de ser trasladado, el coche vuelve a Ecija, y en el palacio del marqués se acoge hospitalariamente al herido. La curación ha sido completa; pero si el militar curó en breve, ábresele ahora una más honda herida en el corazón, con el agradecimiento a los desvelos de Luisa No se ha mostrado la marquesita esquiva a tales demostraciones, pero el marqués, al enterarse, se ha opuesto a la prolongación de tales amores.

Publicado por A. Suárez Guillen
Heraldo de Madrid, 28 de mayo 1930

sábado, 27 de diciembre de 2014

Inicio, auge y decadencia de las minas de Guadalcanal 43

Las técnicas de explotación (continuación)

Igualmente, es preciso dejar unas distancias mínimas entre las galerías, distancia que esta en función de la calidad “mayor o menor dureza” del terreno en el que se asientan. Igualmente, a medida que se van abriendo las galerías, es preciso dejar en espacios prudenciales “evidentemente, siempre en función de la solidez de la roca” unos pilares de sustentación del propio material.
Pero la máxima seguridad en los trabajos subterráneos la proporcionan las labores de estibación, entonces llamadas de “ademación”, imprescindibles en los pozos y no tan precisas en las galerías excavadas en roca dura, pero igualmente ineludibles en las abiertas en terrenos de mayor blandura; en 1570 informaba el capataz morisco Álvaro Blanco:
“en el pozo que nuevamente se abre en la mineta de Cuevas, como tiene dicho, porque la tierra parescio algo suelta y blanda y que se podía hundir, con haber necesidad de que se diese gran priesa en el ahondar del pozo porque se hiciese respiradero para los que cavan abajo en la mineta rica, hase cesado de aondar en el dicho poco sin reparar en la priesa hasta ademar lo que esta acabado y asegurar la labor porque no se hunda el dicho poco y juntamente el arca que encima del se ha hecho” 29.
La estibación en extensiones importantes era un procedimiento prácticamente inédito en la minería española, lo que hace que en los primeros años de trabajos los especialistas encargados de su práctica tengan que ser llamados a “Alemania” y sean todos ellos de procedencia extranjera. Solo mas tarde comienzan a trabajar españoles formados por aquellos.
En los pozos de sección circular, la madera se disponía de la misma forma que las duelas de un tonel, pero en los de sección rectangular, mas habituales, se colocaban de forma vertical 30. Las diversas formas de entibar estaban en función de la disposicion de pozos y galerías e iban desde un forrado completo hasta la colocación de vigas en intervalos más o menos distantes. Agrícola describe muy bien los procedimientos, que son idénticos a aquellos de los que tenemos referencias en las minas reales españolas, si bien, dado el entorno en el que escribe, los tipos de madera que recomienda no tener mucho que ver con las posibilidades de la España seca; aquí son el roble y la encina las maderas era ciertamente importante, dado que la humedad del interior podría con rapidez los materiales y su renovación había de ser frecuente. 31
La introducción de los procedimientos germánicos de entibación fue una de las innovaciones más importantes en la minería hispana del quinientos ya que, además de proporcionar una seguridad mucho mayor, permite la apertura de pozos y galerías de dimensiones antes insospechadas tanto en longitud como en anchura, con la consiguiente incidencia en la productividad.
En el caso de las minas reales, las instrucciones respecto a la seguridad son bastante estricta y recalcan siempre que es preciso sacrificar la rentabilidad a corto plazo a la seguridad suficiente. Ya en 1556 se instruía desde la Corte al administrador para que
“si le pareciese que la vena va peligrosa y que ay falta en el ademar (...) lo haga ademar en la seguridad que conviniere (...). que por sacar mucha cantidad de metal no se dexen de ademar y asegurar los pocos ni aya descuido en la obra dellos” 32
En le caso de las minas de Guadalcanal, como sucede igualmente aún en mayor grado Cazalla, Constantina o Alanis, el mayor problema de la extracción lo constituía la delgadez y sobre todo la irregularidad de las vetas mineralizadas; riqueza, en algunos casos asombrosa, pero de muy escasa potencia, lo que hacía que continuamente se perdiera la veta y fuera preciso realizar obras muertas durante un periodo de tiempo hasta volver a recuperarla. Los informes de Guadalcanal aluden constantemente a la incertidumbre que en los técnicos y administrativos producía esta circunstancia; en 1573 informaba el capataz Francisco Blanco:
“Dixo ansimismo quanto a saber si durará el dicho metal, ques inposible a ningún ombre dezir la certinidad dello, porque no ue ni puee uer mas de la az y mucho frente del dicho metal, que podría ser durar muy mucho, y ansimismo acabarse en un breve tiempo, y que no puede aber mas certidunbre en lo uno que en lo otro, aunque parece que se podrá tener buena esperanza deste metal, por aber ido fixo y sin perderse del todo 23 o 24 estados y estar aora en la mayor prosperidad, lo que no a hecho otro metal ninguno que aya parescido en estas minas, que no an durado más de diez estados arriba desde que aquellas se descubrieron” 33
Dada la irregularidad y las diversas direcciones que los filones adoptan, se hace preciso con frecuencia efectuar una gran cantidad de labores de seguimiento, improductivas y muy costosas; una relación de 1570 daba cuenta de que en la galería de unión de los denominados “pozo de Azuaga” y “pozo de los negros”, se había encontrado una veta mineralizada en el fondo y para seguirla
“se formó un pozo que estaba ya de 4 estados en hondo, en el que no se ha alguna, más que hallado cosa alguna, más que lleua una vena prospera y de muy buen parecer.
En el techo de la mineta se han seguido mas de tres estados sacando puntas de metal, que ay esperanza de que sean muestra y principio de alguna gruesa bolsa; para seguirlas se hará otra mineta por gima del techo de la anterior y ansi mismo se seguirá el dicho pozo”
34
Quizá sea en la perforación y derribo del material donde las técnicas habían evolucionado menos. Los pertrechos apenas se diferenciaban de aquellos que la arqueología ha sacado a la luz y con los que se trabajaba en las minas romanas. El absoluto desconocimiento del use de la pólvora en las labores de apertura y derribo, que constituirán el verdadero salto cualitativo en estos trabajos, antes del siglo XVII, limitaba extraordinariamente las posibilidades de aumentar la capacidad de perforación y extracción de mineral. Los trabajadores de interior, denominados por extensión “plomeros” en todas las minas metálicas, emplean una serie muy limitada de instrumentos de hierro: picos para el derribo en zonas blandas; martillos que golpean sobre diversas clases de cunas, muy agudas por un lado y anchas por el otro, que se introducen en las fisuras de las rocas de mayor dureza, con lo que se logran desprender pedazos de ella de tamaño considerable que luego son fragmentados en la propia galería; azadas y palas para remover la tierra y para introducirla en los recipientes en que se traslada a lo largo de las galerías hasta su extracción al exterior 35
El mayor problema de este tipo de labores se produce cuando se llega a zonas donde la roca encajante es de una especial dureza, caso en Guadalcanal del mineral encajado en cuarcita. En esos casos, el único procedimiento entonces conocido es la aplicación de fuego, ya utilizado en la minería romana; pero desconocido en la España moderna antes de su aplicación en Guadalcanal. Para ello se introducían haces de leña en el interior de los pozos o galerías que se hacían arder junto a la roca, sobre la que alternativamente se vertían chorros de agua fría; los rápidos cambios de temperatura producían una intensa acción erosiva sobre las rocas y favorecían la aparición de grietas en las que ya era posible introducir cuñas de metal. Era esta una operación que no podía practicarse en época de temperaturas altas a causa del peligro de asfixia de los operarios. En 1556 escribía la Princesa Gobernadora al administrador Zarate:
“las penas que se atrauiesen en las minas, en que dezis que se pasa mucho trauxo y costa en picarlas, he sabido que poniendolas fuego engima se hunden y ablandan y que ansi se quiebran y desbaratan con fagilidad. Hargis probar esto para uer si aprouecha y auisarme heis dello” 36

29 Cfr. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 103, fol. 12 y Leg.° 66, fol. 20. Sobre los pilares, cfr. A.G.S. Estado, Leg.° 113, fols. 29 y 30.
30 Cfr. AGRÏCOLA, G.: Op. cit., pp. 118-120. En la Histoire Generale des Techniques, dirigida por M. Daumas, se corrobora la misma afirmación basándose en la información que proporcionan los dibujos del manuscrito de Sainte Marie-aux-Mines —localidad de Alsacia— y las pinturas del retablo de Annaberg.
31 Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 47, fol. 48; Leg.° 103, fol. 12. A.G.S. Escribanía Mayor de Rentas Leg.° 14, fol. 5.
32 Mayor de Rentas, Minas, Leg.° 1, fol. 10.
33 AGS Generates, Leg.° 851, s.f., relation de Francisco Blanco, capataz, sobre el meral, los mineros de la dpoca prefieren un filón fijo, aunque sea de escasa le bolsadas de mineral alternativas; cfr. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda. Estado, Leg.° 137, fol. 129.
34 Cfr. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 103, fol. 12. Cfr. tambi6n A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 68, fol. 129.
35 Excelentes descripciones de todos estos instrumentos con abundantes dibujos en AGRÍCOLA, G.: Op. cit., p. 113 y pp. 149 y ss. En 1571, desde Guadalcanal se informaba que las venas seguían prosperas, pero con tat dureza que era preciso romperlas con hierro
“para rozar este metal, se saca con cunas y picayos lo que diere lugar su dureza, ques grandisima (...) y acontece gastarse el acero de 120 picayos entre día y noche”.
cfr. A.G.S. Escribanía Mayor de Rentas, Minas, Leg.° 24, s.f. Otra información dice que se topa en un momento con una peña muy dura, hasta el punto que
“fueron menester nuevas herramientas en esta mina no usadas para romperlo”; cfr. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 103, fol. 12.
36 Cfr. AGRÍCOLA, G.: Op. cit., pp. 114 a 115. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 46, fol. 193. A.G.S. Contadurías Generales, Leg.° 3.072, s.f., carta de la Princesa a Zarate de 26 de mayo de 1556. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 47, fol. 48: en la mina de Galaroza.
En 1567 se empleaban ya en la mineria del valle de Alcudia; cfr. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 83, fols. 60 y 61.

De Minería, Metalúrgica y Comercio de Metales
Julio Sánchez Gómez
  

miércoles, 24 de diciembre de 2014

la vida en Guadalcanal, años 30 del siglo XX (2)

Noticias publicadas en los diarios de la época

(Segunda parte)

Ferias y fiestas de la provincia
La villa serrana de Guadalcanal se prepara estos días para celebrar la afamada feria de ganado y fiestas patronales.
La feria de ganado de Guadalcanal, una de las más antiguas del suelo patrio es comparable a las de Zafra (Badajoz) y Talavera de la Reina (Toledo), se concentran ganaderos y feriantes de todo la comarca, pueblos limítrofes de Extremadura y otras localidades lejanas.
Debido a algunos incidentes acaecidos en años anteriores, el Gobernador civil ha dictado una orden para reforzar los efectivos de la Guardia Civil procedentes de Cazalla y Constantina.
Esta feria se complementa con las fiestas patronales de Guadalcanal en los aledaños al recinto ferial, donde las bellas señoritas de la localidad dan esplendor a los bailes y paseos.
Lunes, 1 de septiembre de 1930 

Notas Sevillanas
—En la línea de Mérida a Sevilla, en las inmediaciones del pueblo de Guadalcanal, un tren ha arrollado a José López Ortega, destronándole.
El suceso ocurrió cuando el finado cruzaba con su caballería por un paso a nivel sin barreras en las cercanías del túnel llamado Hamapega cuando se dirigía a un olivar de las inmediciones a recoger leña.
Miércoles, 3 de septiembre 1930

Café Cultural
Luís Chamizo “el poeta campesino” nos habla de su formación literaria, de sn obra, de sus anhelos y de sus amores...
… ANHELOS. “SOY UN HOMBRE PACÍFICO, Á LO GONZALO DE BEBCEO”...
—¿Anhelos de ahora, después del triunfo?
—Mi ideal es muy modesto.
Seguir tranquilamente en mi tierra, cultivando mis campos, mis olivares , escribiendo á mi gusto, sin preocuparme de la crítica ni del público y sin atender compromisos de Empresas ni Compañías.
Y cuando esté satisfecho de una obra, la daré en Madrid...
—jPor qué no reside aquí?
—Me da un poco miedo
Madrid. Creo que me estropearía enseguida. Soy un hombre pacífico, á lo Gonzalo de Berceo, con mi sillón, mi buen vino, mi mujer y mis hijas... Aquí, después de un gran éxito, me costaría trabajo el trabajar; haría cosas forzadas para atender compromisos, y yo no quiero eso. Cuando hago mis obras me gusta recrearme en ellas; las hago, ante todo, para mí...
—¿Su vida actual?
—En Guadalcanal, el pueblo de mi mujer... Volviendo á lo de antes, quizá algún día, por dar carrera á mis hijas (tengo cuatro), tenga que venir á Madrid... Ahora tengo á las nenas (son pequeñas) con mi madre, en Guareña.
Domingo, 9 de noviembre de 1930

Visita canónica a Guadalcanal
Guadalcanal, El pasado miércoles día 12, visitó esta localidad el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Eustaquio Ilundain y Esteban, Arzobispo de la diócesis de Sevilla, el sequito eclesiástico que iba acompañado por una representación del Gobierno Civil de la provincia, llegaron sobre las 11,30 de la mañana en la citada localidad y fueron recibidos por el Sr. Alcalde, párroco y restos de autoridades de la villa en la puerta de la Iglesia de Santa María La Mayor de la Asunción.
A continuación se celebró la Santa misa ofrecida el Monseñor Ilundain, terminada ésta, el cortejo se dirigió al Casino Nuevo Circulo donde se les ofreció un ágape, retirándose poco después Monseñor a la casa parroquial para hacer un breve descanso.
A primera hora de la tarde Monseñor Ilundain solicitó ver la Ermita de Ntra. Sra. De Guaditoca, donde se encuentra la Virgen, patrona de Guadalcanal.
Debido al mal estado del camino, dos vecinos se ofrecieron a llevar al grupo en sus carruajes de caballerías, dejando los automóviles en el cruce de la carretera de Fuente del Arco.
El alcalde aprovechó para solicitarle al delegado del Gobierno Civil, Sr. Antúnez una partida para arreglar el camino que se encuentra en un estado lamentable después de las primeras lluvias.
Una vez terminada la jornada en Guadalcanal, la comitiva regreso a la capital hispalense.
Sábado, 15 de noviembre de 1930

Gobierno Civil.-
Guadalcanal (Sevilla).- El pasado martes, tuvo lugar una reyerta entre jornaleros de la localidad y portugueses, interviniendo varios números de la Guardia Civil y parte de la corporación municipal y el juez de paz.
Los jornaleros portugueses que vinieron a la comarca para la pasada siega, se quedaron a vivir en el Asentamiento del Cotorrillo, fabricando varias chozas y viviendo de forma infrahumana, acompañados de parte de sus familias, contando con varios niños de edad prematura que no asisten a la escuela pública.
Los incidentes tuvieron lugar cerca del mercado de abastos, cuando los manijeros de varias fincas se disponian a contratar jornaleros para la próxima recogida de la aceituna y los emigrados se ofrecían por “salarios de necesidad”.
Igualmente se les acusa de varios robos en fincas y cortijos producidos últimamente en las inmediaciones de Guadalcanal y pueblos limítrofes.
Sábado, 29 de noviembre de 1930

Informaciones y noticias de la provincia
Guadalcanal.- El día 27 del actual llegó a ésta la comisión técnica nombrada por el gobernador civil de la provincia, compuesta por los Sres. Doctores Vela y serrano e ingeniero Antonio Izquierdo, encargada de informar y dar dictamen sobre la instalación del sanatorio antituberculoso que se proyecta construir en terrenos de esta villa.
La citada comisión, acompañada de nuestro alcalde D. José Castelló y Castro, e inspector municipal de sanidad D. Eusebio Mirón Villagrán, se trasladó al lugar elegido de antemano por la autoridad sanitaria de la localidad, quedando altamente satisfecho de las condiciones de higiene y cuanto aconseja la más escrupulosa y exigente profilaxis de estos enfermos.
Hay que unir a esto la comodidad que resulta por su emplazamiento a corta distancia de la carretera de esta a Malcocinado y al de kilómetro y medio de la estación de ferrocarril, y los enfermos, a su llegada al sanatorio, al apearse del tren, un automóvil puedo conducirlos en cinco minutos al establecimiento. Los familiares de los enfermos que salgan de Sevilla a las ocho de la mañana, llegan a ésta a las doce y media, y después de pasar tres horas largas con los suyos, pueden regresar a casa a las cinco de la tarde, sin más gastos que el billete de ferrocarril.
Martes, 2 de diciembre de 1930

Informaciones del Gobierno Civil
Regreso del conde de San Luís
En el expreso de ayer regresó de Madrid el gobernador, conde de San Luis, siendo recibido por el alcalde, conde de Halcón; el marqués de Torrenueva, secretario del Gobierno, Sr. Montilla; comandante de Seguridad Sr. Yuste Iraola, y comisario de Policía, Sr. Castro.
Cerca de las dos horas de la tarde recibió a los periodistas, haciéndose las siguientes manifestaciones:
…También me entrevisté con el director general de Sanidad, Dr. Palanca, quien ha firmado un libramiento de 75.000 pesetas para los gastos iniciales del proyecto de Sanatorio Antituberculoso, el cual el cual parece será levantado en la sierra de Guadalcanal, por considerarse el sitio más adecuado…
Viernes, 12 de diciembre de 1930

Informaciones sobre sucesos en la provincia
Guadalcanal.- en la noche del pasado día 13 fracturaron la puerta del cortijo Prado de Hacienda, de D. Jesús Rivero Sanz, llevándose treinta y ocho gallinas siete gallos, una corta cantidad de aceite y un capote de hule.
Jueves, 18 de diciembre de 1930
HEMEROTECAS

lunes, 22 de diciembre de 2014

Guadalcanal y La Corte de Faraón

Reciclando hasta los tapones de refresco
Francisco Javier Carrasco es un profesor de música que no olvida sus orígenes. El único palaciego en una familia de guadalcanalense que va y viene, atraído por la música, en busca de sus raíces.

Aunque nació y vive en Los Palacios gran parte de su actividad musical la realiza en Guadalcanal. Lo último, el montaje de la zarzuela 'La Corte de Faraón' escrita en 1910 por Guillermo Perrín y Miguel de Palacios y música de Vicente Lleó y que un siglo después 150 guadalcanalenses representaron con lleno absoluto en el Teatro de Guadalcanal el pasado 22 de noviembre.
El director musical palaciego ha sido capaz de unir a todo un pueblo para realizar una opereta bíblica de hora y media de duración como si de una compañía lírica profesional se tratara. "Hasta el atrezo lo han hecho los vecinos", cuenta su mujer, Lole, "". 

Sevilla Actualidad.- ¿La Corte del Faraón es la obra más faraónica a la que se ha enfrentado como director? ¿Qué ha supuesto para usted el montaje en lo profesional y lo humano?
Francisco Javier Carrasco.- Sin duda alguna, tanto en lo individual como en lo colectivo ha sido la obra más importante que he llevado a cabo como director. En lo profesional ha sido un reto personal y a la vez colectivo. Ha supuesto una maduración musical tanto para mí como para mi Banda y al igual que para todos loscolectivos participantes. Cuando en un grupo se juntan más de 150 personas entre músicos, cantantes, bailarines, atrezo, vestuario, sonido, si el componente humano no prevalece por encima del interés personal, estamos perdidos. Creo, que se ha creado un grupo de amigos y después una compañía de zarzuela.
SA.- Guadalcanal se ha convertido en un referente cultural de la Sierra Norte gracias a los montajes musicales y teatrales que cada año realizan, ¿tendrá continuidad en el tiempo? ¿Ve materia prima e ilusión en el pueblo para seguir creciendo culturalmente?
FJC.- Es nuestra intención poder llevar esta obra fuera de nuestro pueblo. Hay mucha ilusión puesta en poder realizar la zarzuela en teatros como el Lope de Vega de Sevilla, Teatro Romano de Mérida, el de Regina, López de Ayala de Badajoz, etc. Sería el colofón a casi un año de trabajo de mucha gente.
Por supuesto. Guadalcanal es un pueblo que está muy volcado con la cultura, especialmente con la música, y no le quepa la menor duda que seguiremos, al menos intentaremos, seguir creciendo.
SA.- La implicación de todos los vecinos de Guadalcanal es indudable, desde otros puntos de la provincia se observa con cierta envidia. ¿Cree que en poblaciones más grandes sería imposible de llevar a cabo una obra de estas características por el estilo de vida o por otras influencias?
FJC.- No lo sé. Es verdad que gente de otras localidades han llegado a preguntarnos que cómo es posible realizar esto si no se cuenta con más de 2800 habitantes. Yo creo que cuando en lo profesional te dejan realizar lo que tienes pensado, si además te facilitan el trabajo, y te rodeas de gente que verdaderamente te ayudan a llevarlo a cabo, lo demás, lo pone el tiempo. Si por el contrario, tú deseas desarrollar una idea y sólo encuentras trabas en el camino, lo normal será que no pueda ocurrir.
SA.- El apoyo institucional ha sido importante, incluso el propio alcalde actúa con el papel de Putifar, pero ¿habéis echado en falta el apoyo de algún ente público? ¿Os han cerrado puertas?
FJC.- Por suerte, el que tu alcalde esté trabajando codo con codo contigo y si además participa y ama lo que se hace, que duda cabe que todo es más fácil. Jesusma, nuestro alcalde, nos ha facilitado poder acceder a entes como Diputación de Sevilla y otros ayuntamientos, entre otros el de Sevilla. De momento todos los estamentos públicos a los que le hemos presentado la obra para poder divulgarla fuera de Guadalcanal, han recibido con ilusión el proyecto, aunque no hay nada concreto todavía.
SA.- Aunque no es una representación profesional el nivel es bastante elevado. Incluso tenéis previsto actuaciones en teatros importantes de la capital. ¿Os ponéis límites? ¿hasta dónde podéis llegar con La Corte de Faraón?
FJC.- ¿Límites? Si nos hubiéramos puesto límites, La Corte de Faraón no hubiera sido una realidad. Nosotros no pretendemos vivir de esto; tan solo queremos hacer disfrutar a la gente con el trabajo que hacemos, por supuesto sin que nos cueste el dinero, pero llevarlo hasta donde la gente quiera y nos dejen.
SA.- ¿Piensas ya en el año próximo? ¿Alguna propuesta en la mente para sorprender a la provincia?
FJC.- Aún es pronto, aunque seguro que algo haremos.
SA.- Cambiando de tercio. Profesor de música en el Instituto El Coronil, componente de Clarándalus (su quinteto de clarinetes), director de la Banda de música Nuestra Señora de Guaditoca de Guadalcanal, director de La Corte de Faraón y además en Navidad en el coro de campanilleros Jerusalén de Los Palacios. ¿Vives por y para la música? ¿Qué sería de ti sin ella?
FJC.- A parte de para mi familia, sí que es verdad que vivo para y por la música. Mi vida sin la música no tendría sentido, estaría vacía. Y todo esto es posible gracias a la infinita paciencia de mi mujer, Lole Atalaya, que respeta y comparte todos mis proyectos, e incluso participa en ellos, de hecho en La Corte de Faraón, es Ra, una de las viudas de la Corte.

Sevillaactualidad.com

sábado, 20 de diciembre de 2014

Inicio, auge y decadencia de las minas de Guadalcanal 42


Las técnicas de explotación (continuación)

La experiencia les enseña que en las minas de plata las mineralizaciones son mas ricas en las zonas mas cercanas a la superficie y se van empobreciendo a medida que se profundiza a partir de ciertos limites, una constante —la del enriquecimiento secundario— conocida por todos los buenos expertos en minería. Escribía la Princesa Gobernadora a Mendoza en 1556:
“las minas que fuiste visitando de camino, aunque decis que no han salido de prouecho, ved si vera bien hacerlas ahondar para si se pudiere descubrir algún metal, pues como sabéis, lo de la superficie comúnmente no sale tal como lo que se halla mas bajo”. 25
Igualmente son conscientes de la irregularidad que es inherente a muchas reservas minerales: en 1570, un minero Frances que trabajaba en Guadalcanal, de nombre Pedro Catalán, escribía:
“este testigo ha visto la dicha mineta y el metal que descubrió en ella y le paresce que tiene señales de afijarse la caxa y vena, y que mientras mas adelante fuere, mayor riqueza le paresce que tendrá con la ayuda de Dios, por la experiencia que este testigo tiene de la vena que va adelante aria el mediodía e que mientras se lleva la vena en la mano, se debe tener la dicha esperanza, e que aunque algunas vezes falte el metal, no por eso se debe dexar la labor sino proseguirse y gastarse en ella lo necesario, y que en el ducado de Lorena, con solo hallar un hilo de la vena prosiguen en ahondar, aunque sea 200 y 300 estados de largo y de hondo, como la vena los guía, e que por esto le parece que se debe seguir o trabajar en esta mina, y aun fuera bien haber minado una legua mas adelante por las minetas en tiempo que la mina daba caudal con que poderlo hazer, y que ello lo hubiera muy bien pagado; en ansi cree y tiene por rierto que lo dará agora, conforme a la experiencia que tiene, aunque este testigo ni nadie lo puede afirmar, porque son secretos de Dios e no pueden saber de cierto lo que esta debaxo de la tierra sino por experiencia que tienen” 26.
Pero, creencias mas o menos arraigadas, experiencia propia o transmitida mayor o menor, el mundo subterráneo, el interior de la tierra continuaba siendo para ellos una gran incógnita, el dominio de demonios y fuerzas maléficas incógnitas que les predisponían al temor. Los mineros tienen conciencia de la enorme limitación de sus conocimientos y hacen referencia a ella continuamente; los oficiales de Guadalcanal escribían a la Corte en 1567, tras haberse encontrado una bolsa de mineral de elevada riqueza:
“todos tenemos esperanza que a de ser algo y podría ser tanbien muy poco, porque lo que esta dentro de la tierra solo dios lo saue y los metales tan presto como parescen suelen a la ueges desaparecer27.
El problema con que topan los técnicos es la carencia de unos conocimientos generalizables respecto a mineralizaciones. Existían unas vagas creencias metanogénicas que hablaban de la influencia de los planetas en la formación de los minerales, como tendremos ocasión de ver mas detenidamente en el capitulo siguiente y por otro lado, en absoluta desconexi6n con ellas, la experiencia personal de cada minero. Sin embargo no se había producido, excepción hecha del caso de Agrícola, todavía poco conocido —su obra, recordemos—, un intento de generalización y sistematizaci6n de las experiencias. El minero que había trabajado antes en Freiberg intentaba trasladar su experiencia de Freiberg a Guadalcanal, donde los orígenes y condiciones de la mineralización eran radicalmente diferentes. Solo mas tarde, las publicaciones y la aparición de las primeras escuelas de enseñanza de minería iran sistematizando los conocimientos.
Un problema importante al que la técnica ha de hacer frente es el mantenimiento de unas mínimas condiciones de seguridad en las excavaciones frente a hipotéticos derrumbamientos. Para ello existían unas reglas, recogidas por las ordenanzas, que obligaban a guardar una distancia de seguridad entre un pozo y el contiguo
“porque para la seguridad y labor dellos no es necesario que vayan juntos, antes pudiendose hacer dando lugar a ello el aliento, quanto mas desviados es mejor, a lo menos 15 6 20 estados uno de otro”,
cuidando además de que
“la tierra que se saque de los dichos pocos (...) no se eche junto a la boca dellos, sino arredrada para que no cargue sobre lo hueco de los pocos y se hundan" 28.

24 A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° fol. 12. Un informe de Zarate, emitido en 1570, se expresaba en términos semejantes:
“La mejor señal que puede haber para la riqueza de una mina es que hay metal suelto fuera de la caja, porque desta abundancia rebosa lo que no puede caber en ella”;
cfr. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 115, fol. 5. En 1556 informaba el mismo Zarate: “donde se acaba la mineta e el testero della, hallaron unas vernias, que son como metales quemados, y en ellos hay muchos cóncavos por donde cabe un bravo entero, que son las mesmas señales que dio el pozo rico de martín delgado a los principios (...), demás de la riqueza que esperamos deste mesmo poco, hase tenido por muy buen suceso hallar la caxa del metal tan formada y que corresponde en muestra y sitio a la de abaxo”;
cfr. A.G.S. Estado, Leg.° 114, fols. 162 a 164 y Diverso de Castilla, Leg.° 8, fol. 40. David Lucas, experto alemán, expresaba desde la mina de Pedro Candil en Cazalla su creencia en que la dureza de la pena en que la vena metalífera asienta la hace adelgazar y produce como resultado el que sea pobre. Pero allí donde “la peña hace blandura, se hallan bolsas de metal rico”, cfr. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 66, fol. 30. Cfr. también GONZALEZ, T.: Noticia histórica..., vol. II, pp. 458-459. La ordenanza dada a Mendoza en 1557 indicaba
“y porque el principal prouecho de las minas es buscar y sacar el metal dellas, habeis de haver mirar las señales de las cajas que van en la superficie de la tierra cerca de las minas ricas, y hacer abrir cuantidad de pocos en ellas, ahondandolas hasta el nivel donde en los otros comarcanos se hallo el metal rico y mas si paresgiere, hasta topar con ello y meter la gente que fuere nescesaria en todas para que saque metal en abundancia”;
cfr. A.G.S. Hacienda, Minas, Leg .° 1, fol. 9.
25 Cfr. A.G.S. Estado, Leg.° 113, fols. 36 y 37, carta de Mendoza al Rey:
“Cuando los pocos van hondos no suele ser el metal de tanta ley”.
A.G.S. Contadurías Generales, Leg.° 3.072, s.f., carta de 26 de junio de 1556. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 28, fol. 5; Leg.° 36, fol. 148. A.G.S. Contadurías Generales, Leg.° 851, s.f. ensayes que se hicieron en la mina de “La Casilla”, 31 de octubre de 1558, informe que proporciona David Lucas. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 46, fol. 189:
“aunque de las tales minas saliesen al principio alguna cantidad de metal, suele benirse a perder la bena y para tornarlo a buscar es menester gastar mucha hazienda y tiempo”
y A.G.S. Contadurías Generales, Leg.° 851, s.f., carta de los contadores a Lope Díaz de Mercado de 8 de abril de 1564.
Respecto del conocimiento del enriquecimiento secundario, parece que a esta conclusión llegan los mineros por pura experiencia, ya que su creencia anterior era la contraria; Mendoza escribía en 1558 al Rey Felipe:
“la regla de los mineros es tener por cierto que ahondandose un poco donde se halla metal en el alto, ha tie responder en to bajo, y es muy incierta esta ciencia y las m~s vezes falta, y ansi yo no hago quenta dello”;
A.G.S. Estado, Leg.° 129, fol. 87.
26 A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 103, fol. 12.
27 A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 82, fol. 61. Igualmente, desde Aracena escribía en 1565 su administrador:
“esta bolsa que digo que halle de metal se me acab6 luego y boy siguiendo la vena con diligencia, plega a dios que sea todo con que V.M. sea servido, que como me han burlado tantas vezes estas minas de Arazena y no afixan nada abaxo no hago mucho caudal dello”;
cfr, A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 66, fol. 32. Apreciaciones semejantes en A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 52, fols. 86 y 90; Leg.° 66, fol. 23; Leg.° 67, fol. 53 y GONZALEZ, T.: Noticia histórica... , vol. II, pp. 458-459.
28 A.G.S. Escribanía Mayor de Rentas, Minas, Leg.° 1, fol. 9, instrucciones a D. Francisco de Mendoza y A.G.S. Contadurías Generales, Leg.° 851, s.f., relación de lo que había hecho en la mina de La Casilla Lope Díaz de Mercado.

De Minería, Metalúrgica y Comercio de Metales
Julio Sánchez Gómez
  

miércoles, 17 de diciembre de 2014

la vida en Guadalcanal, años 30 del siglo XX (1)


Noticias publicadas en los diarios de la época

(primera parte)


1930 
Por salvar a sus hijos, un hombre es arrollado por un tren en un paso a nivel 
Guadalcanal, 14,50 de la tarde. Por la carretera con conduce desde Guadalcanal a Fuente del Arco, caminaba Manuel Rangel Blanco, de cuarenta y dos años, montado en una caballería. Delante iban, en otra caballería, dos hijos suyos.
Al llagar a un paso a nivel de dicha carretera en el término municipal de Guadalcanal, como se hallaban las cadenas quitadas pasó la primera caballería en el preciso momento en que avanzaba el tren, que arrolló a la caballería.
Manuel en acto reflejo se apeó rapidísimamente al darse cuenta del peligro que corrían sus hijos y consiguió evitar que fueran alcanzados por las ruedas del convoy, pero él recibió graves heridas en la cabeza y en los brazos.
Ha sido trasladado al hospital de Sevilla, donde ha sido ingresado en gravísimo estado. 
Miércoles, 15 de enero de 1930 
Información de la provincia de Sevilla
Se está procediendo con gran celeridad, por cuatro brigadas de caladores de Telégrafos, bajo la dirección del Sr. Oficial técnico de líneas, de Sevilla, D. Félix Gómez, al tendido de la línea de varios hilos que favorecerán grañidamente las comunicaciones de los pueblos de la sierra norte. Se está terminando ya el tendidote un bronce entre Peñaflor y Guadalcanal, pasando por ésta,  con objeto de facilitar del tráfico telegráfico entre las provincias de Córdoba y Badajoz, teniendo como centro neurálgico la bella localidad serrana. 
Jueves, 30 de enero de 1930 
Noticias culturales de la provincia
La banda de música municipal de Guadalcanal dirigida por D. Juan Campos dará un concierto el próximo día 20 de Enero con motivo de la festividad de San Sebastián, en la Plaza de los Naranjos, a continuación saldrá la procesión por las calles de la localidad acompañada por la citada banda municipal.
Sábado, 18 de Enero de 1930
 Carteristas que se fugan de la cárcel de Sevilla 
Hace varios días fueron detenidos en Guadalcanal los carteristas Manuel Rodríguez (a) “Pepito” y Juan Galván, apodado “el Panadero”.
Como la cárcel no reúne suficientes condiciones de seguridad, los dos presos consiguieron fugarse, sin que hayan sido habidos hasta ahora, estos dos raterillos no son peligrosos, pero la guardia civil está haciendo pesquisas para su detención inmediata.
Martes, 4 de marzo de 1930
 
Nuestro tesoro artístico
Algunos datos de arqueología de España 
Los restos humanos más antiguos son el cráneo de mujer de la cueva de Genista (Gibraltar) y una mandíbula encontrada en Bañolas  (Cataluña).
Ambos corresponden al periodo cuaternario inferior, del que deben ser citados los habitat de la Cueva del Castillo, con otras de la provincia de Santander, como la de Hornos de la Peña, la de Santiago en Guadalcanal (Sevilla) y la de Genista en Gibraltar.
Miércoles, 16 de Abril de 1930
 Necrologías
Falleció ayer en Sevilla, la señora Dña. Leocadia de la Hera Rivero, a los treinta y cuatro años de edad, habiendo recibido los Santos Sacramentos y la bendición de Su Santidad, el cadáver recibirá cristiana sepultura hoy 12 de mayo en el Cementerio Municipal de San Francisco de la localidad de Guadalcanal.
Su desconsolado esposo, D. Juan Antonio Arcos Rivero, hijos Juan Antonio y Plácido, hermanos Consuelo, Carmen, Alberto, y Placido, padres y hermanos políticos; tíos y demás familiares:
Ruegan a sus amistades se sirvan encomendar su alma a Dios e sus oraciones, por los que les quedaran agradecido.
El Sr. Cardenal arzobispo de Sevilla concede indulgencias en la forma acostumbrada.
Domingo, 12 de mayo de 1930
 
Informaciones de la Diputación Provincial de Sevilla
Se conceden provisionalmente dos anticipos al Ayuntamiento de Guadalcanal, ara la construcción y arreglos de caminos vecinales.
Se aprueba   igualmente para esta localidad asuntos de trámites del Negociado de Beneficencia.
Se justificarán por parte de la secretaría del Exmo. Ayuntamiento los pedidos y facturas.
Viernes 16 de mayo de 1930
 Nuevos jueces y fiscales municipales de la Provincia de Sevilla 
Partido Judicial de Cazalla de la Sierra
En Guadalcanal, Juez, D. Juan Antonio Barragán García, suplente, D. Mariano Martín de Arriba, Fiscal, D. José Fontano Calleja y suplente, D. Pedro Rivero Espino.
Jueves 12 de Junio de 1930
Noticias y sucesos de los pueblos
La Guardia Civil del cuartel de Guadalcanal he denunciado ante el juez municipal D. Juan Antonio Barragán al vecino Manuel Sanz Cordo, que riñó con su hermano Candido, causándole, a puntapiés y puñaladas, varias heridas en cabeza y rostro, así como rotura de dientes.
Sábado, 21 de junio de 1930
Informaciones y noticias postales de los pueblos 
Guadalcanal.- Al dar el Avemaría esta mañana el sacristán de la iglesia filial de Santa Ana, de esta villa, recibió la sorpresa de encontrar abierta la puerta de dicha iglesia, cuya cerradura había sido violentamente arrancada y detectando otros daños en la puerta principal.
Dada cuenta inmediatamente al Sr. cura párroco, juzgado municipal y Guardia civil, estas autoridad hades practicaron un minucioso registro, no encontrando afortunadamente falta de ningún objeto de valor.
Una alacena que existe en la sacristía donde se guardan cálices, y otros objetos de lata había sido también abierta, pero sin falta de ninguno de ellos.
Desde las gradas que dan entrada a la iglesia, y por todo el interior, recorrido por el caco, se observan gotas de sangre, que se supone sean de las heridas ocasionadas al forzar la cerradura.
martes, 27 de junio de 1930
 De enseñanza nacional
En la provincia de Sevilla:
Guadalcanal, unitaria, para maestro, 6.811 habitantes, por traslado del que ocupaba la plaza anterior, se ofrece casa a compartir con otro maestro y posibilidad de acceder a plaza titular ante la jubilación del maestro que ocupa esta plaza. 
Sábado, 26 de julio de 1930
Información religiosa
En la isla de Guadalcanal (Oceanía) ha sido bendecida por el Vicario Apostólico de las  Islas Salomón, Mans. Raucaz, la nueva catedral de Vísale en presencia del Residente inglés.
Esta catedral es una dé las más bellas iglesias de Oceanía.
La nueva catedral tiene 170 pies de largo por el exterior y 125 por el interior; 50 pies de largo, y 30 de altura en la nave central, y dos torres que se elevan a 45 metros de altura.
Este edificio ha sido levantado por los mismos misioneros que se convirtieron en arquitectos y  constructores. 
Miércoles, 30 de julio 1930
Hemerotecas

sábado, 13 de diciembre de 2014

Inicio, auge y decadencia de las minas de Guadalcanal 41


Las técnicas de explotación (continuación)

La orientación de pozos y galerías se establece usando de los conocimientos que los técnicos mineros poseen, adquiridos por experiencia y transmisión oral, y que les permiten no buscar las mineralizaciones a ciegas en el interior de la tierra, conocimientos empíricos a los que se unen toda una serie de creencias tradicionales arraigadas no contrastadas con la realidad. Piensan los expertos que las intersecciones de dos vetas son puntos especialmente favorables a la mayor riqueza de la mineralización y que las vetas que se unen a la principal viniendo del norte son ricas, mientras que son poco propicias las que proceden del sur e incluso su presencia perjudica a la veta principal. Mientras que lo primero —la riqueza de las intersecciones— es un hecho comprobable, lo segundo es una verdad parcial —en ciertos yacimientos— equivocadamente elevada a la categoría de general. Agrícola, un hombre que tiene conocimiento directo de muy diversas explotaciones mineras, rechaza el que esta creencia pueda convertirse en norma, y dotado de una mentalidad excepcionalmente moderna, aduce que la experiencia no. ofrece confirmación alguna a los que mantienen tales opiniones sobre la incidencia de la orientación de las venas, de modo que le puede ofrecer ejemplos de veta con direcciones comúnmente rechazadas por los mineros y que sin embargo han resultado de excelentes frutos 20.
En el estudio previo al inicio de la explotación de la mina denominada “La Casilla”, en la legua acotada por Aracena, los técnicos informan:
“La vena va ramaleada y en diferentes vetas y aunque el metal parece de una suerte y hasta aora se a ido ensanchando, paresceme que por ondo se vendrán a juntan las dichas vetas, lo qual se tiene entre mineros por buena sepal, porque donde los ramales de las venas se juntan, suele haber metal mas en abundancia que donde van apartadas”.
Opinión idéntica manifiesta un técnico de muy diferente formación, el alemán Johann Wittenberg, en su informe sobre la apertura de un nuevo pozo en la mina de Guadalcanal;
“tengo esperanca en la riqueza de la mina por el hecho de que anbas vetas mas importantes (están) unidas conjuntamente en lo mas profundo y se dirigen a las entrañas de la tierra; mediante la ayuda divina sacaran gran cantidad de famosísimo metal”.Francisco Blanco opinaba en 1567 que en Aracena, Cazalla y Galaroza no debían beneficiarse las minas por ser "travesiegas", es decir, no orientadas de norte a sur 21.
Algunas de estas ideas tienen relación con las creencias metanogénicas de los mineros mas cultos; Agustín de Sotomayor afirmaba su convicción de la riqueza de la zona de la Sierra Morena basada en las señales que ha visto y que
“me hacen creer que es España la mas rica región del mundo, y esto se ha ve por clara experiencia, pues se han visto en otros tiempos y agora tan riquísimas minas, las quales no es posible sino que respondan a otras partes, porque siempre el cielo y sus constelaciones y los vapores del suelo hacen su hordinaria operación en la creación de plata”.
La correlación mineral-tierra en la que aquel se asienta aparece en una information de A. de Zarate:
“si aquella vena corriere hacia a parte de abaxo, hacia las viñas, daría en mas metal, porque es mejor tierra y de mas sustancia y jugosa y podría hazer la vena mas gruesa” 22.
El administrador Zarate se refería así a los minerales del Pozo Rico de Guadalcanal:
"Ansimesmo se debe saber que en el dicho poco rico (...) se había hallado una 'concavidad tan grande, que metiendo un hombre el bravo por ella y asim con un palo en la mano de largo de una vara de medir no hallaba el cabo, y de esta concavidad sale un metal muy hermoso de unas piritas que parecen labradas a mano (...). Todos los que entienden algo de minas tienen por sepal de mucha riqueza hallarse las semejantes socarrenes, ansi porque la experiencia nos lo a mostrado en otros pozos como porque la rac6n lo lleua en si, que quando hay este sabueso es evidente sepal que la virtud del sitio ha condensado la tierra que allí había en plata, e como la plata ocupa menos lugar que ocupa la tierra, necesariamente han de quedar aquellos vacios” 23.
Y es que, junto a todas estas creencias, comunes en todos los mineros, la referencia al magisterio de la experiencia es constante y posee un valor determinante. Cornelio Sconop, un alemán que trabajaba en Guadalcanal cuando ya la mina se hallaba en plena decadencia, informaba:
“Que este testigo, conforme al gran curso que tiene de minas, así en estas como en algunas de Alemafia, no halla otra mejor sepal de la riqueza de la mina que quando junto a la caja —las salabandas— hallan cochicos de metal derramados junto a ella, como los que aqui se han hallado hoy, y que en esta misma mina este testigo se acuerda que en el pozo rrico al principio que se descubrió se hallaron los dichos cochicos de metal suelto fuera de la caja, y ansi lo tuvieron todos los plomeros de grand esperiengia que a la sazon aqui estaban y despues se saca del dicho pozo la principal riquega que aqui se ha sacado, y la razon que hay para tener esta esperanza es que la abundancia de la vena de la caja echa de si la tierra suelta sin contentarse con lo que lleva dentro de la caja” 24.

20 AGRICOLA, G.: Op. cit., p. 108.
21 La opinión de Francisco Blanco, en GONZALEZ, T.: Noticia histórica..., vol. II, p. 212. La del estudio sobre Aracena, en A.G.S. Contadurías Generales, Leg.° 851, s.f., informe de Rodrigo Lucas y Lope Díaz sobre Aracena de 4 de junio de 1556. En 1562 se avisaba sobre la vena del Robledo de Aracena —hoy término del Castaño del Robledo:
“Corre diferente de todas quantas an parescido en término de Aracena, porque todas corren trauesando hazia poniente y aquesta corre al norte, es cosa nueva para el t6rmino de Aracena, porque como digo todas las demás que an parescido son trauesiegas (...), esta es gruesa y bien asentada y sera rica”;
Cfr. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 66, fol. 47.
22 Cfr. A.G.S. Estado, Leg.° 113, fol. 23 y Consejo y Juntas de Hacienda, leg.° 126, fol. 5.
23 Cfr. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 31, fol. 40. Semejante es la creencia expresada por el técnico que en 1562 dirigía la investigación sobre la mina de Galaroza:
“la vena rica del termino de Galaroca pareció en la parte mas estrecha de todo aquel termino y tiene dos dificultades muy grandes que son causa quel metal no afirmarse en la parte donde parescio y es que paresció en una villa casi al canto della alindando con una valle de villas e los cerros de la rredonda son altos e las aguas e lluvias an traydo mucha arena al valle, por donde va esta arena es tierra morulla y de aquesta causa no pudo allí afirmar el metal si no es por hondo en tierra firme. La otra dificultad es que luego por cima de donde pareció aquesta vena e metal va una gran cordillera de precios e rriscos, que suelen llevar por debaxo de la tierra grandes huecos, e ansy los llevan aquestos riscos e uena o lo (sic) por estos huecos con muy grandes huezas e grosedad, por no hallar dispusición ni donde hazer repo, el metal pasó adelante e no es decir sino que en las partes donde nueuamente tengo hallada e descubierta aquesta vena pues que ai buena dispusición de tierra firme (...), aquesta uena pasa aquel valle abaxo de villas como tengo dicho e atraviesa por una villa (...) e a la cabeca de aquesta viva hallan una nueva trauesiega e muy gorda e buena sentada e con hartas buenas muestras de metal, esta ua acubar por la vena rrica que buscamos. Paresgeme que tuba aquesta uena con la rica e poco mas de quarenta varas con que esta uena trauesiega se ahondo e se contramine la uena del adelante hasta donde cruza con la uena principal, porque donde las dos cruzan se dara en metal, rrac6n e como por otras emos visto” ;
Crf A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg. 66, fol. 47, relaci6n de Pedro González Cárrmena.
24 A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° fol. 12. Un informe de Zarate, emitido en 1570, se expresaba en términos semejantes:
“La mejor señal que puede haber para la riqueza de una mina es que hay metal suelto fuera de la caja, porque desta abundancia rebosa lo que no puede caber en ella”;
cfr. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 115, fol. 5. En 1556 informaba el mismo Zarate:
“donde se acaba la mineta e el testero della, hallaron unas vernias, que son como metales quemados, y en ellos hay muchos cóncavos por donde cabe un bravo entero, que son las mesmas señales que dio el pozo rico de martín delgado a los principios (...), demás de la riqueza que esperamos deste mesmo poco, hase tenido por muy buen suceso hallar la caxa del metal tan formada y que corresponde en muestra y sitio a la de abaxo”;cfr. A.G.S. Estado, Leg.° 114, fols. 162 a 164 y Diverso de Castilla, Leg.° 8, fol. 40. David Lucas, experto alemán, expresaba desde la mina de Pedro Candil en Cazalla su creencia en que la dureza de la pena en que la vena metalífera asienta la hace adelgazar y produce como resultado el que sea pobre. Pero allí donde “la peña hace blandura, se hallan bolsas de metal rico”, cfr. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 66, fol. 30. Cfr. también GONZALEZ, T.: Noticia histórica..., vol. II, pp. 458-459. La ordenanza dada a Mendoza en 1557 indicaba
“y porque el principal prouecho de las minas es buscar y sacar el metal dellas, habeis de haver mirar las señales de las cajas que van en la superficie de la tierra cerca de las minas ricas, y hacer abrir cuantidad de pocos en ellas, ahondandolas hasta el nivel donde en los otros comarcanos se hallo el metal rico y mas si paresgiere, hasta topar con ello y meter la gente que fuere nescesaria en todas para que saque metal en abundancia”;
cfr. A.G.S. Hacienda, Minas, Leg .° 1, fol. 9.

De Minería, Metalúrgica y Comercio de Metales
Julio Sánchez Gómez
 

miércoles, 10 de diciembre de 2014

El antiguo señorío del Almirante de Castilla

La Ricahembra “muy fijadalgo et en fermosura la más apuesta mujer que avía en el reyno...”
La vida de España en la época medieval y, mas tarde, en los albores de la moderna, antes de que los católicos Reyes D. Fernando y doña Isabel abatieran el poder de la nobleza, mas fuerte en algunas ocasiones que el del mismo Rey, presenta un sello particular que ese poder le imprime.
Es indudable que los grandes señoríos de la vieja nobleza española, sabre todo durante los postreros y alborotados días de la Edad Media, marcaron el tumbo a nuestra historia.
Solo por las huellas que a nuestros ojos se presentan, circunscrita nuestra mirada a Castilla, puede juzgarse cabalmente la importancia de aquellos señoríos, pequeños reinos, mas bien, dentro del reino, cuyos orígenes, en tantos casos, fueron sencillamente los amoríos del Rey, y los primeros señores, sus hijos habidos en bastardía, a veces en may crecido número.
La Corona era una; los infantazos, pocos, y los hijos ilegítimos, muchos. Reservada para la Legitimidad aquellas preeminencias. La herencia real desdoblándose muníficamente en prolijas mandas, una para cada bastardo, saliendo a relucir entonces en los bien pensados testamentos reales todos los señoríos de que podía disponer el Rey...
Citemos a este propósito—acaso no haya otro igual—el celebre testamento de Enrique II, el de Trastamara, mandando a sus trece hijos bastardas los principales señoríos de Castilla.
De aquí tomo raíz el de Medina de Rioseco, del que hoy quiero ocuparme.
La poesía y la novela, tomando base de un episodio histórico comprobado y cierto, prestaron su encanto y emoción al origen de la familia de los Enríquez, almirantes de Castilla, de quienes fue, pasta extinguirse, el señorío de Medina de Rioseco.
De una bellísima. Sevillana, muy fijadalgo et en fermosura la más apuesta mujer quaeavía en el reyno, doña Leonor de Guzmán, tuvo Alfonso XI, el del Salado, nueve hijos; dos, gemelos, nacidos en Sevilla; don Enrique y D. Fadrique; el primero, Rey castellano luego de matar, en Montiel a su hermano Pedro I, y el segundo, maestre de Santiago.
De este D. Fadrique, muerto a mazazos de orden del Rey en el palacio de Sevilla, arranca el tronco de los señores de Rioseco.
Prendado el maestre de Santiago de una judía de peregrina hermosura, mujer de un mayordomo suyo, judío converso, nació en Guadalcanal, en 1354, fruto de aquellos amores, un niño que se crió oculto, Como judío, hasta que, cumplidos los veinte años, fue bautizado y, dentro ya de la Iglesia Católica con el nombre de Alonso, reconocido por su tío carnal el Rey D. Enrique II, aceptando, en señal de gratitud al Monarca, el titulo de Enríquez, primero de linaje de este nombre.
Y de este hecho del nacimiento de don Alonso Enríquez, y luego de la aventura de su matrimonio, la poesía y la novela tejieron esta bella leyenda.
En edad de casarse D. Alonso Enríquez; puso sus ojos en doña Juana de Mendoza, de las más ilustres familias castellanas, hija de Pero González de Mendoza y doña Aldonza de Ayala, viuda entonces del adelantado mayor de León D. Diego Manrique de Lara, muerto en la batalla de Aljubarrota.
Por su belleza soberana, por su estirpe y por sus inmensas riquezas llamábase a doña Juana en Castilla la Ricahembra, y era fama que, muerto su marido en la pelea contra el portugués, no habría de contraer en la vida segundo matrimonio.
Este decir popular, comprobado por el sinnúmero de pretendientes desairados por la gran señora, encendió los deseos de D. Alonso, quien, con una carta de su primo Juan I; presentose ante doña Juana fingiéndose paje del Rey de Castilla.
¿Que le decía el Rey a la dama para inclinar su animo en favor del enmarado D. Alonso Enríquez, su primo? Casi era un mandato la carta, que cantaba, además, un himno, en loor de la Ricahembra a y de su blasonada casa, la de los Mendozas:
Si era valle desierto sus galas humillas,
A todos oculta, la rosa fragante,
quien es en virtudes blasón de Castilla
mí Corte en nobleza, sus glorias levante.
Y a más, recordando que al sumo imperante
los fuertes Mendozas sirvieron a ley,
esposa vos fago del noble Almirante,
del gran don Alfonso,.mi primo.

Yo, el Rey
Poéticamente, aunque incurriendo en el error de llamar almirante a D. Alonso sin serlo aun, glosan así la carta en su drama histórico La Ricahembra el glorioso Tamayo y el erudito D. Aureliano Fernández Guerra, quienes en escenas sucesivas relatan lo que ocurrió en el palacio de los Mendozas en la Rioja no en Guadalajara, como supone equivocadamente la tradición.
"Doña Juana de Mendoza (que no conocía de vista a D. Alonso, dice el jesuita escritor P. Pecha en su obra Vidas de los duques del Infantado, escrita en 1635, tomó y leyó la carta y dijo con enojo y cólera:
"Los matrimonios, señor, han de ser voluntarios han de violentar los Reyes en materias semejantes. Don Alonso es mozo; no me conviene casarme con el Don Alonso apretaba a doña Juana que mirase la calidad del novio, que era primo hermano del Rey, la voluntad del Monarca; las mercedes que podía esperar... E irritada doña Juana, exclamó: No quiero casarme con el hijo de una judía. Sentido del caso D. Alonso, levantó la mano, dio un bofetón a doña Juana y salidse de la estancia."

¿Quien era aquel atrevido paje? Sin saberlo doña Juana mándalo comparecer ante ella, y cuando temen toda la sentencia de la Ricahembra, que ha de cortar la vida al emisario, a los pies de la agraviada señora asombrarse ante la resolución de esta, expresada bellisimamente en estas estrofas del mismo drama:
Pero si a mis pies te postro
Y hago que tu sangre corra,
Con tu sangre no se horra
esta mancha de ml rustro
A ser tu esposa me allano;
mas nadie dirá, atrevido.
que quien no fue mi marido peso en ml rostro la mano...

Y D. Alonso Enríquez, declarado ya su propio nombre, fue desde ahora bendecida la unión por el abad de Santiago, llamado al instante por doña Juana, el esposo de la Ricahembra de Castilla.
De este matrimonio, que tuvo doce hijos (tres del primer parto) descienden las casas mas nobles de España y los príncipes mas esclarecidos de Europa. La nieta de don Alonso Enríquez y doña Juana de Mendoza, señores de Medina de Rioseco, fue la madre de Fernando el Catódico, esposo de la excelsa Reina Isabel...
Vinculado, en los Enríquez el almirantazgo de Castilla y el señorío de Medina de Rioseco, el quinto almirante D. Ferrando Enríquez agregó a sus títulos y honores el de duque de Medina de Rioseco, otorgado por Carlos V, títulos y honores perdidos; el de almirante, en el tiempo del décimo por orden del primer Borbón, y el ducado, por extinción de ambas Líneas, movido pleito, al fin de reversión de señorío de la ciudad a la Corona.
A lo largo de los siglos conserva hoy Medina de Rioseco muestras de su pretérita grandeza: sus inmensos templos, el de San Francisco, fundado por el segundo Fadrique Enríquez y sus joyas artísticas de imponderable valor.
Recorrer las calles de Medina de Rioseco y visitar sus monumentos es vivir un trozo de nuestra gloriosa vida del pasado.
La nobleza y el arte, entrelazados ostentan en Rioseco sus más preclaros nombres.

Francisco Mendizábal
Publicado en ABC el 30/03/1924

sábado, 6 de diciembre de 2014

Inicio, auge y decadencia de las minas de Guadalcanal 40

Las técnicas de explotación (continuación)

Las labores subterráneas se realizaban fundamentalmente a través de pozos —excavaciones mas o menos verticales— y galerías —excavaciones de orientaci6n mas o menos horizontal—, llamadas “socavones”, si bien en Guadalcanal y sus minas anexas reciben más comúnmente la denominación de “minetas” y “contraminas”. Estas labores se efectuaban con el fin de acceder, seguir y extraer la veta mineral, pero también con finalidades prospectivas, de ventilaci6n.o de desagüe. En la mina subsidiaria de La Nava —Aracena—, D. Francisco de Mendoza proponía que
“se ahonden en aquella mina uno o dos pocos aunque no llevasen metal hasta ver que hazen por hondo y porque se sepa la experiencia que se puede tener de las minas de aquella comarca y no que las dexen en perdiendo el metal” 14
mientras que en la de Guadalcanal, cuando en 1570 las condiciones de trabajo en la zona donde entonces se extraía el mineral habían llegado a ser muy penosas por insuficiencia de ventilación, el que entonces desempeñaba el puesto de capataz principal —al que hoy denominaríamos ingeniero director—, el morisco Francisco Blanco proponía: ”pareciendo que era tan importante hazer la dicha lunbrera y respiradero, este testigo dio horden como en otra mineta que esta encima delta doze estados, que se llama la mineta de Cuevas, que agora se forma de nuevo, para este efecto se abriese un pozo que viniese a dar a plomo sobre donde cavaban los que hallaron abaxo el metal y abriendo el sitio donde se forma un arca para el seruigio del pozo se hallaron pintas de metal bueno y ansi se progede en la labor deste pozo, ahondando para abaxo y los que están cavando para arriba porque mas presto se abra el dicho pozo (...) en la qual se da toda la priesa posible, porque toda la labor depende agora de acabar de abrise el pozo, que en abriéndose tendrán aliento y espacio los que abaxo trabaxaren y se podra meter mas gente”;
es decir, estas obras muertas posibilitan el aumento de personal en el interior y un trabajo de este menos penoso, y por tanto, un incremento de la productividad 15 Se abren a veces también pozos con la finalidad de proporcionar mayor seguridad a los trabajos de interior; D. Francisco de Mendoza aconsejaba en la visita que practica a Almadén en 1557 que todas las galerías tuvieran al menos dos salidas
“para que si sucede alguna desgracia como las pasadas, no perezca la gente por falta de salida” 16
Pero la finalidad esencial de las labores de excavación es la de seguimiento del mineral. Los pozos se ahondan de forma vertical o inclinada, son de sección vagamente rectangular, formula que se prefiere a la circular en función de facilitar las labores de entibado y se rematan en superficie por una construcción que los protege del agua de lluvia:
“todos los pozos que se labran procure con toda mi diligencia (...) que quedaran cubiertos, y ansi quedaron con sus texados a dos aguas puestos sobre estantes de madera, de forma que los trabaxadores y torneros puedan trabaxar en tiempo de agua y de frío y que las aguas no puedan entrar en los pozos, ques el principal daño que les podría suceder” 17.
Sus dimensiones era muy variadas; aunque la poca afición a los datos concretos de los hombres de la época no nos haya proporcionado apenas ninguno sobre el particular, en 1557 el Pozo Rico —el mas importante de los que se abren— tenia en su boca 10 pies por 3 y medio —2,80 por 0,90 metros—, mientras que en su punto de máxima profundidad en aquel momento —17 estados, 33,5 metros - se había ensanchado hasta alcanzar los 30 pies, de forma que podían allí trabajar picando mineral treinta hombres; un pozo interior —sin acceso directo desde el exterior—, que desde una galería se dirigía hacia el interior, media 6 pies y medio por tres y medio —1,68 por 0,98 metros—. En cuanto a las galerías, sus dimensiones son muy variables, en función del seguimiento de la veta y de la dureza del material en el que hay que excavar, desde las de muy pequeño tamaño, en las que excavar. Tods estas informaciones escritas pudieron ser comprobadas por nosotros en los restos abiertos por una explotación moderna de una mina cerca de Aracena 18
El número de pozos que se abría estaba en función de la necesidad de acceso a las zonas mineralizadas. En Guadalcanal se llegaron a practicar once pozos principales —aquellos que permitían el acceso de los trabajadores, el desagüe y la extracción de mineral—, a los que, como sucede en la minería actual, se bautizó con diversos nombres, junto a los que se abrieron un gran numero de otras pequeñas chimeneas con finalidades auxiliares. La apertura de pozos y galerías se efectúa ya por primera vez huyendo de la mera intuici6n y recurriendo al concurso de la geométrica y la agrimensura a través de especialistas en medir y nivelar que calculan el volumen de la zona que se pretende excavar o las distancias aún no perforadas en las galerías para llegar a un pozo y viceversa, usando de su conocimiento de la semejanza de triángulos y emplazando largar cuerdas y dos aparatos descritos por Agrícola denominados hemiciclo y orbis. Con la información aportada se confecciono un piano director de las labores que se situ6 en la iglesia del poblado y mediante el que existía una información del estado de aquellas en cada momento 19

14 Cfr. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 36, fol. 141; Leg.° 96, fols. 38 y 41. Labores semejantes en Guadalcanal, en GONZALEZ, T.: Noticia hist6rica... minas de Guadalcanal, vol. II, p. 220.
15 A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 12. Este mismo año informaba el visitador Zarate: “El inconveniente que hay para que no se saque la abundancia que se sacaría si hubiese mas anchura en aquella mineta y si los plomeros tuviesen respiradero para no andar tan ahogados y estrechos, se provee conformar un pozo nuevo en otra mineta que cae encima desde rica que venga a dar en ella, y para este efeto, assi como de arriba van cuando adia abajo, las de abajo cavan por arriba como esta dicho y van sienpre descubriendo metal en lo que cavan, y danse tanta priesa los unos y los otros que no faltan mas de siete estados para juntarse y quedar el pozo claro y entre tanto se forma el brocal que se ha de poner”;
A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 104, fol. 9. Labores semejantes en la denominada «mina de Pedro Candil>>, en A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 66, fol. 30.
En la terminología minera se denominan “obras muertas” aquellas que no tienen como finalidad directa la obtención de mineral.
16 GONZALEZ, T.: Registro y relaci6n... minas de la Corona de Castilla, vol. I, pp. 82 a 84.
17 Cfr. A.G.S. Estado, Leg.° 120, fol. 256; Leg.° 121, fol. 74 y fol. 75; A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 28, fols. 3 y 5; Leg.° 31, fol..39.
18 G. Agrícola indica:
“el pozo se hace generalmente de dos brazas de largo y dos tercios de braza de ancho (...). El pozo puede excavarse vertical o inclinado, según sea vertical o inclinada la vena que sigan los mineros excavándola. Un socavón es una zanja subterránea que penetra en el sentido de su longitud de la tierra, que es casi dos veces mas alta que ancha y lo bastante ancha para que los mineros pasen por ella y transporten sus cargas. Es generalmente de una braza y cuarto de altura, mientras que la anchura es de unos tres pies y tres cuartos”.
A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 28, fol. 5; Leg. 31, fol. 39, Leg.° 66, fol. 23. A.G.S. Estado, Leg.° 113, fols. 29-30-74. GONZALEZ, T.: Noticia hist6rica..., vol. II, p. 221.

19 Debieron emplearse estos métodos por primera vez en Guadalcanal, ya que en Almadén eran aun desconocidos en 1557. En el informe que Mendoza emite sobre esa mina expone:
“Opino no se ponga la mineta de la reedificaci6n, pues como solo persigue que entre aire a las labores de desagüe, no llegara a tiempo, dado que en lo que falta se tardara mis de lo que le supone, además que lo hacen a tiento, y aunque los oficiales dicen que saben por donde van y la distancia que hay hasta el resolladero, no lo creo, porque no tienen ningún arte. Si al descender con el desagüe fuera indispensable la aireación, debe traerse un oficial que sepa medir y nivelar y que al propio tiempo de proseguir la mineta de reedificación abra desde el resolladero una contramina que salga al encuentro”;
Cfr. GONZALEZ T.: Registro y relación..., vol. I, pp. 82 a 84.
Respecto a la confección del plano:
“Como las obras de las minas iban creciendo tanto, el administrador D. Francisco de Mendoza dio orden a su mayordomo Hugo Frisio que buscara un pintor o dibujante hábil que hiciese una pintura o piano del terreno de los pozos y de las obras subterráneas dellos, en términos que pudiese servir de guía a los maestros y operarios.
Hugo Frisio buscó para ellos a Juan de Orihuela, pintor, vecino de Granada, quien hizo la mencionada pintura en un lienzo de seis varas de angeo, que costaron nueve reales, y se le pagaron al pintor por su trabajo 1.496 maravedís. El lienzo se colgó en la iglesia de las minas para que los oficiales y operarios lo tuviesen a la vista, y se gobernasen por aquel dibujo”.
Cfr. GONZALEZ, T.: Noticia hist6rica..., vol. II, p. 81.
De Minería, Metalúrgica y Comercio de Metales
Julio Sánchez Gómez