By Joan Spínola -FOTORETOC-

By Joan Spínola -FOTORETOC-

Villa de Guadalcanal.- Dió el Sr. Rey D. Fernando a Guadalcanal a la Orden de Santiago , e las demás tierras de la conquista, e de entonces tomó por arma una teja o canal, e dos espadas a los lados como así hoy las usa.



miércoles, 29 de junio de 2016

Yo me acuerdo…

¡Malos vientos Bastián!

Sí, yo todavía me acuerdo de Sebastián. “Bastián” como todos le llamábamos en el pueblo. Durante años fue uno de esos viejecitos que se sientan en la plaza a la recacha del sol, las tibias mañanas de invierno a ver pasar las horas y, el viento, Hablaba poco ya, y cuando lo hacía, le temblaba la mugrienta gorrilla de visera por cuyos bordes asomaban cuatro pelos de plata que brillaban como si fuesen una aureola.
Las botas de «Bastián» eran grandes de paño, de esas que compra uno en el estanco de Julio a los cuarenta años y sabe que morirá a los ochenta sin haber logrado romper sus suelas. Sin embargo esas suelas, gruesas y anchas no eran ya capaces de sostener las piernas temblonas del viejo y por eso se apoyaba éste en un bastón duro, de leña pulida constante sobeo de las manos. Y así, sentado, con el bastón entre piernas y las manos y barbilla apoyadas en él, soltaba sus sentencias. Verdades de apuño, de Perogrullo, y se quiere, verdades manidas ya po el uso, pero de las que hacen pensar,  porque son irrebatibles.
Yo me acuerdo de una tarde de primavera, a la puerta de la barbería de Martín, a la sombra misma de naranjos de la Plaza cargados de azahar. Con el tibio sol reverberando cal de la Iglesia y algunos chiquillos  jugando entre discusiones y risas.
Yo me acuerdo...
Aguien que se quitó la gorra pinzándola con dos dedos, dejando así libres los tres restantes para rascarse el cráneo. Después, quien fuera, miró al cielo, entornados los ojos y exhaló una tremenda bocanada del humo entre azul y blanco de su cigarrillo. —¡Malos vientos Bastián!
—¡Malos, “mu” malos! terció otro—. Ahora, aquí, se está bien, pero esta noche, en los campos puede helar.
—¡Es lo que faltaba...!
—Aquí se habla de cacería, señores! —Intervino Manolo— ¿Verdad tú? Preguntó buscando el apoyo de un mocetón rabio, alto como una vara, enjuto, que decían que cuando se echaba al monte con la escopeta bien engrasada y a punto, con la perrita negra enredándole entre las piernas, era cosa de ir a verlo como el que va a ver a un artista del Circo Americano en la Feria de Sevilla, que le soltaban en el aire una margarita y la deshojaba a tiros: me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere.. ¡me quiere! Y el disco central de la flor, amarillo y redondo como un duro de oro, cae al suelo sin hojas ni rabo, más pelado que aquellos zagalines de antes cuando salían de la barbería para entrar en quintas.
Pero sigamos con nuestro recuerdo (y dejo al lector el capricho de imaginar qué personajes e historia son reales o ficticios) porque Bastián, que parece dormido sobre el cayado del bastón, tiene los ojíllos pitañosos entreabiertos y no se pierde una palabra de lo que allí se cuece.
—¡Ni de cacerías se puede hablar ya, Manolo! —respondió el mozo rubio de la perrilla cazadora
—. Ahora sólo se habla de política. Que si el Carrillo, que si el Fraga ese…
—¡Que si huelga por aquí, que si Manifestación por allí!
—¡Que si secuestro va, que si asesinato viene!
—Sí, y el campo mientras... ¡Listo “pa” sentencia!
—El campo y la industria y la vergüenza, y la tranquilidad y el orden...
—Oye, tú... ¿qué, de Fuerza Nueva?
—Yo de “ná” puñema, pero ya estoy “jarto”!
—¡Toma leñe! ¡Y. yo! Y mientras, “to” el que puede, empezando por los políticos, a chupar del bote
—¡Porque no hay ni trabajo, ni dinero, ni “ná”!
—¡Verás cuando venga Felipe cómo se arregla “tó”!
—Si claro el Felipe... ¡Como si el Felipe tuviese una varita mágica en el bolsillo!
—¡”Pos” el Fraga, el Carrillo o el que sea! ¡Pero pronto y con energía! porque si no...
—Ni el Fraga, ni comisiones obreras, ni la madre que...
—Pues alguien tiene que haber...
—Yo.
Todos giraron la cabeza. Bastián había dicho “yo” suavemente, casi imperceptible, sin hacer un gesto. Había salido de su sopor para decir “yo” como en un susurro y después esperó a que el corro se calmase. Sereno, seguro de sí, como un anciano filósofo de la vida, que ha madurado su pensamiento en la inmensa soledad de las montañas cuajadas de olivos.
Solo continuó hablando cuando todos esperaban:
—¿No votais todos democracia? ¿Qué queréis, trabajar poco y ganar mucho?
¡Amos Anda, que esto es España, no Jauja!
—Bueno sí, de acuerdo. Todo tenemos nuestra parte de culpa es cierto. Pero tú, ¿qué harías? ¿No dices que tú arreglaba esto?
—Sí. Solo que nadie me va  a hacer.caso.
—Bueno, di lo que sea de un vez Bastián, puñema! ¿Cómo lo arreglarías?
—Rezando. Si, rezándole a la Virgen de Guaditoca o a la que sea todos!
—¡Bueno! ¿Y para eso tanto?
—¿No te fastidia el viejo?
—Eso que es ¿un chiste, Bastián?
—No. No es un chiste. Yo nunca he sido de Iglesia, pero cuando se pierde lal fe en los hombres...
—Hay que ponerla en Dios Pues ¿sabes lo que te digo?, que esto no lo arregla ni Él.
—Oye... ¿tú se lo has pedido mucho?
Y Bastián, muy sereno, apagándose de nuevo, volvió a cerrar los ojos al borde de la soñarrera. ¡Cosas de los recuerdos! Un viejo que chochea y no sabe lo que dice... ¿O sí lo sabe?

Un paisano

Revista de Feria 1978

sábado, 25 de junio de 2016

Adelardo López de Ayala o el figurón político-literario y 28

Capítulo XXVIII último

Y después…

Decía Enrique Heine del autor de Hugonotes y La Africana: "La inmortalidad de Meyerbeer durará dos o tres años después de su muerte." Y si el agudo satírico casi acertó, quien le parodiase, aplicando la frase mordaz a Ayala, habría acertado sin casi. No fueron, ciertamente, inmarcesibles lauros las hojas de las coronas llevadas al entierro reseñado en el capítulo anterior.
No lo fueron, no. Flores de pétalos livianos que el viento pronto arranca; hojarasca que el sol reseca y en polvo se convierte. 0 mejor, ratos artificiales de trapo y papel que la lluvia destiñe, arruga, pudre. Así fueron, sin duda, las coronas depositadas sobre la tumba de Ayala.
Y también fueron así los elogios que se le dedicaron con motivo de su muerte.
Corta resonancia tuvieron y no tuvieron eco ninguno. Apenas si muerto y sepultado aquel hombre, que con su fama literaria y política llenaba la nación, volvió a hablarse de él. Tal cual voz por compromiso obligado. Al tomar posesión sus sucesores del sillón presidencial del Congreso y del puesto en la Academia de la Lengua. Alguna otra a esfuerzos de la amistad y el compadrazgo. Como cuando Cañete, Tamayo y Catalina coleccionaron sus obras o Cánovas en el prólogo de la serie "Autores dramáticos contemporáneos" le recordó. Luego, ni una palabra, nunca jamás.
Si acaso algún viejo parlamentario dice aún que el discurso de Ayala a la muerte de la Reina Mercedes fué magnífico. Y con ello se logra que el parlamentario novel, si lo busca en los tomos atrasados del Diario de Sesiones, se llene de polvo y de desilusión. También algún espíritu revolucionario, lanzado a examinar el origen de la "Gloriosa", lee el manifiesto de Cádiz. Extrañado ese investigador de que los generales que lo firman fuesen tan cursis, sigue investigando, halla que lo escribió Ayala y se ríe de él.
Eso en política, que en literatura... No se han vuelto á representar las obras de Ayala. Y más ha valido así, pues caso de representarse padecería la integridad del local de espectáculos en que tan arriesgado experimento se realizara. Sólo se representa de Ayala hoy la adaptación de El alcalde de Zalamea, y esto, no porque en Ayala resucitase Calderón, sino porque Calderón no puede morir ni acometido por Ayala. La inmortalidad del creador de Pedro Crespo sí que es verdadera.
Pero no mezclemos más al figurón con la figura. Dejemos a Calderón en su estatua de la plaza de Santa Ana, asombrado de que lo primero que vio fué el paso del entierro de Ayala. Y dejemos a Ayala en su olvidada sepultura de la Sacramental de San Justo. Pero no sin remarcar la lección que aquí se encierra. Quedan las figuras perpetuadas en bronce y mármol y más perpetuadas aún en la memoria de las generaciones, mientras los figurones pasan hacia el olvido. ¡Como debe ser! Pues sería demasiado que, además, quedase su recuerdo.
No; a Ayala únicamente hay que recordarle por su habilidad para simultanear dos actuaciones, apoyándose en una como escala de la otra, y viceversa, y por su desaprensión, que le llevara a medrar en todos los regímenes. Así es el modo de que merece ser recordado y así se le recuerda en esta biografía para hacer ver el antecedente de nuestros presentes "duplicados" y "enchufistas", a los que se pudiera creer de generación espontánea.
Y no hay tal. Ayala es su padre. Como hijos, y aun como hijos que han heredado, deben respetarle. Los otros solamente debemos burlarnos de él y de ellos visto está lo que ha restado del uno y cabe verse lo que restará de los otros.
Pulvis, cinis, nihil. ¡No faltaba más!

Fin

Luís de Oteyza
Vidas Españolas e Hispano-Americanas del Siglo XIX

Madrid, 1932

miércoles, 22 de junio de 2016

la vida en Guadalcanal años 30, siglo XX (14)

Noticias publicadas en los diarios de la época
1935 segunda parte


LA CIUDAD Y EL CAMPO
Como resuelven los problemas los llamados “representantes del orden”

En Guadalcanal, igual que en otros muchos pueblos, hay en la actualidad, hay un enorme contingente de población sin ocupación; y no porque la densidad de su término municipal y las pendientes faenas a realizar, no den margen para su ocupación, no.
Se dijo hace tiempo que el paro obrero se iba a solucionar en este pueblo. A tal efecto, en los primeros días de este mes se presentó en esta un Delegado del Gobierno para darle ¿solución?.
A encontrar las organizaciones obreras encolerizadas, procedió el citado delegado a convocar una reunión en el local denominado “Sociedad de Socorros Mutuos”, para que en esta los trabajadores nombraran una comisión y poder establecer acuerdos.
Acto seguido se procedió al nombramiento, recayendo en dos obreros de la construcción y seis agricultores la representación, (uno de ellos el que a estas líneas escribe).
De la entrevista entre el delegado y la comisión, nada práctico salió, toda vez que los paliativos convenidos, a pesar de su relatividad, han quedado incumplidos.
El acuerdo en primer término ¡vergüenza da escribirlo!, que los que no se incorporasen a los trabajos de miseria ofrecidos, recibirían un subsidio de una peseta cincuenta céntimos, mientras tanto comenzaran las tereas de recolección, como si no hubiera garbanzos que labrar, pies de olivos que hacer, etc.
Este primer  acuerdo ha quedado cerrado al reconocimiento de un turno en el que trabajamos cada cinco días, cobrando por el día trabajado 3,75 pesetas.
Después “se nos ofreció” que las cuatro mil pesetas que importaban la décima de la contribución v estatal, fuera destinada para remediar la miseria adelante, lo que hasta la hora de escribir nota no ha tenido confirmación.
Por último, se dijo que seguirán rigiendo, para la próxima recolección, las bases acordadas el pasado año, cosa que si se está llevando a efectos porque los trabajadores obligamos a que se cumplan.
Esta es la verdad escueta de la solución dada al paro forzoso en Guadalcanal, y no la que ha publicado el A.B.C.
Ahora nos queda una esperanza: capear que se formalice a recolección de cereales para salir por unos días de esta situación misérrima y poder llevar un mendrugo de pan a nuestros chicuelos.
Paro, ¡oh falsedad! La verdad es muy clara, con la mencionada recolección es un nuevo desengaño a sufrir. Solo unos cuantos jornaleros conseguirán el ansiado mendrugo, es tan  deficiente la cosecha, que las tres cuartas partes de “los sin trabajo” no alcanzaran el beneficio.
Manuel Gálvez.- jornalero de Guadalcanal
Domingo, 5 de Mayo de de 1935

Cultura
Comisión de la Real Academia de la Lengua

Guadalcanal.- Con motivo de las celebraciones por el 65 aniversario del nombramiento de D. Adelardo López de Ayala, hijo de esta villa como académico de la lengua española, una representación de ésta ha visitado Guadalcanal.
La delegación presidida por D. Salvador Bermúdez de Castro y O´Lawlor y el secretario de la Academia, siendo recibidos por El alcalde D. Enrique Castelló y Concejales, en nombre del Ayuntamiento y otras autoridades civiles y militares de la provincia.
Visitaron la casa natal del escritor, dramaturgo y político y la estatua erigida en la plaza de los Naranjos, siendo después agasajados con una comida en el casino “Nuevo Círculo”.
Miércoles, 26 de Junio 1935

Información de la Provincia
Ayuntamiento de Guadalcanal

El día siguiente hábil a que se cuenten veinte de la inserción en el “Boletín Oficial” de Sevilla, a las doce horas, tendrá lugar en el Ayuntamiento de esta villa la subasta para la construcción de seis pabellones en la Casa Cuartel de Guardia Civil y ciento ochenta metros de alcantarillado de cemento, a la baja de cuarenta y dos mil pesetas.
Se admiten pliegos cerrados en la secretaría municipal hasta el día anterior a la subasta, previo deposito de dos mil cien pesetas a que asciende el cinco por ciento tipo de la misma.
Guadalcanal, 29 de Julio de 1935
El Alcalde-presidente D. Enrique Castelló
Miércoles, 31 de Julio de 1935

La actuación de los partidos
Comités locales

Se constituye Izquierda Republicana en Guadalcanal.- ha quedado constituido el Comité de Izquierda Republicana en la forma siguiente:
Presidentes honorarios.- D. Manuel Azaña y D. Marcelino Domingo, Presidente.- Ramón Calderón Galindo, Vicepresidente.- Juan López Muñoz, Secretario.- Antonio Casaus Bernabé, Vicesecretario.- Luis Calderón Galindo, Tesorero Manuel Rivero Fontano, Vocal primero.- Jesús Márquez Yanes, Vocal segundo.- José Blanco Hernández, y Vocal tercero.- Luis Fernández Fernández.
Sábado, 7 de Agosto de 1935

Sucesos
Detención del supuesto autor de un robo

Cazalla.- ha sido detenido como presunto autor de un robo sin violencia y con escalo, por la guardia civil el autor de un acto cometido en un establecimiento de bebidas, el vecino de Guadalcanal Rafael Cortés Parras, de edad de veintiún años, el citado no opuso resistencia y negó los hechos imputados.
Viernes, 30 de Agosto de 1935
Educación
Nuevo grupo escolar

Ayuntamiento de Guadalcanal (Sevilla), Esta corporación municipal sacará a subasta las obras de construcción de un grupo escolar que contará con diez secciones, biblioteca, sanitarios, etc., bajo el tipo de puja de 183.270,13 pesetas, cuyo acto tendrá lugar a los veinte días hábiles desde la fecha de publicación en el diarios
oficiales.
La Gaceta de Madrid, página 4 del anexo (educación)
Jueves, 10 de Octubre de 1935

Información Sanitaría

La Gaceta de Madrid el día 4 de los corrientes anuncia la provisión de 176 nuevas plazas de médicos en la provincia de Sevilla.
… En Guadalcanal saldrá a concurso de oposición y antigüedad la plaza de titular, opositando varios galenos de la localidad.

Sábado, 9 de Noviembre de 1935 

Nueva subasta
Ayuntamiento de Guadalcanal

Al quedar desierto el pliego anterior, se convoca nueva subasta para construcción de un grupo escolar bajo la plica de pesetas183.270,13.-
Véase la Gaceta del 24 de Noviembre.
Viernes, 29 de Noviembre de 1935

 Hemerotecas 

sábado, 18 de junio de 2016

Inicio, auge y decadencia de las minas de Guadalcanal 92

Cuadros evolutivos 2
  
CUADRO N.° IV. LIBRANZAS Y CONSIGNACIONES EN GUADALCANAL
AÑOS 1555-1560 (continuación)


Año 1557
A Gerónimo de Salamanca y Hernán López del Campo, 50.000 ducados que os hubieron de pagar de lo de las Indias e no hubo lugar de poderse hazer, más 14.000 de yntereses, de asientos de cambios hechos en Flandes e Inglaterra.            .           24.000.000
Librado a la Serenísima Reina de Bohemia                                      .           15.000.000
Para las guardas, atrasos                                                                               44.806.000 Gasto y plato de Su Magd. el Emperador que se enviaron a Yuste en remesas trimestrales(desde 1-julio-1557)                                                              7.500.000
Al tesorero Domingo de Orbea, para cosas de su cargo                               8.465.333
A D. Luis de Zúñiga, comendador de Alcántara, merced                           1.500.000
Para paga en Génova de las galeras de España                                            13.487.075
Al alcalde Salazar, de ayuda de costa                                                          187.500
Para la casa del Príncipe Nuestro Señor                                                       12.000.000
Para paga de los del Consejo                                                                        14.000.000


Año 1558
Al Príncipe Andrea Doria                                                                             9.562.500
A Gerónimo de Salamanca y H. López del Campo, pago de asientos         7.350.000
A D. Juan de Mendoza, sueldo de sus galeras                                             4.500.000       
Para gastos de la casa del Príncipe                                                               12.000.000
Para las galeras de Tomás Lupián y D. Berenguer y Serafín Centellas        4.875.000
Pago de los del Consejo y otros oficiales de la Corte                                  12.998.000
Sueldo de la Princesa como Gobernadora                                                    4.218.750
Paga de las galeras de Luciano Centurión                                                    23.250.000
Juan Antonio Palavesín, asieno que le traspasó Martín Spínola                   18.095.620
A Nicolao Grimaldo, por su asiento                                                             16.500.000
Al factor del Rey de Portugal                                                                                  375.000
Para gastos de puesta en explotación del pozo de Almadén                                   1.125.000
Para las galeras que habían venido de Italia a la costa de Cataluña con D. Iñigo de Mendoza                                                                                                    3.750.000
Al regente Juan de Figueroa por gastos que hizo por pasar a Inglaterra en
Negocios tocantes al servicio de S.M.                                                          1.500.000
A Guadalcanal para la torre de la iglesia                                                      75.000
A  D. Francisco de Toledo, salario de mayordomo de la Princesa               1.500.000
A Juan de la Vega, presidente del Consejo Real                                         2.600.000
Quitaciones del Presidente y los del Consejo                                              8.266.000
Casa del Emperador                                                                                     7.500.000.
Año 1559
A Juan de Gurruchaga, veedor de las galeras de España por su paga          5.250.000
Para la Princesa Gobernadora, sueldo como tal                                           7.500.000
Primer tercio de los del Consejo                                                                   5.666.000
Al factor Hernán López del Campo y a Gabriel de Santa Gadea para cumplir
Con ellos ciertas libranzas                                                                            26.250.000
A Vaca de Castro, por su salario y ayuda de costa                                      2.256.650
Para pagar a Nicolao de Grimaldo para pagar en Italia a D..Joan de Mendoza, capitán general de las galeras de España                                                                       20.625.000
Tercio segundo de los del Consejo                                                               6.666.000
Al príncipe Andrea Doria, sueldo de galeras de los años pasados
y de 1559                                                                                                      37.500.000
Pago de la caballeriza de Su Magd. que Diego de Córdoba había traído
a estos reinos                                                                                                1,125.000
Gastos de la casa del Príncipe en 1559                                                        12.000.000
A Juan de Olmedo para la fábrica del pozo de Almadén                            1.500.00
Merced a los contadores Francisco de Almaguer y Hernando de Ochoa y licenciados  Valderrama, Menchaca y Villafañe, 35.000 maravedíes a cada uno      180.000
 Parados descargos del alma del Emperador, desde 1 de enero, 20.000 ducados cada año durante el tiempo que fuere voluntad de S.M., a los plazos e por la forma e manera que se pagaban en su vida para el gasto y entretenimiento de su casa e con la misma preeminencia e calidad de preferir en la paga a todas las libranzas                        7.500.000
Para las galeras de España                                                                            6.000.000
Año 1560
Al factor para que haga lo que le fuere mandado                                        3.200.000
Al factor López del Campo, para que pague a Lucián Centurión, Ambrosio de  Negro y de Esteban Spínola                                                                                        6.342.292
D. Juan de Austria, para el servicio de su casa                                             1.280.000 Pago del primer tercio de los del Consejo                                                          4.443.000  Almadén, para continuar su reedificación                                                         6.000.000
Sueldo de las galeras de Tomás Lupián, Berenguer y Serafín                      112.500

CUADRO N.° V. GUADALCANAL DESPUES DE 1576
Años 1577-1578
Producción de Guadalcanal                                                                          1.192 marcos
Corresponden al Rey (1/3)                                                                            795 »
Procedió de deshacer los hornos de fundición                                            205 »
Llevados de las minas comarcanas a quintar a Guadalcanal                        129 »
Corresponden al Rey (1/8)                                                                            16 »
TOTAL de plata para la Real Hacienda                                                       1.016 »

CUADRO N.° VI. GUADALCANAL DESPUES DE 1576
Años 1583-1588
           
Producción de plata en Guadalcanal                                                3.943 marcos
Valor producido por la venta de la plata                                          8.855.385 maravedíes
Derechos de las minas de alrededor, incluido el valor del alcohol vendido de la mina de Los Ahillones                                                                                     813.535 maravedíes
Ingresos TOTAL a la Real Hacienda                                                           9.668.920 maravedíes
Gastos y jornales                                                                               4.828.537 maravedíes
Salarios a personal administrativo                                                     1.982.521
Leña y carbón                                                                                   1.910.807
Otros pagos                                                                                       847.118
TOTAL gastos                                                                                  9.568.983
Diferencia positiva a favor de la Real Hacienda                               99.937
De Minería, Metalúrgica y Comercio de Metales
Julio Sánchez Gómez
 

miércoles, 15 de junio de 2016

Soñaba...

¡Dios mío que solo se queda mi pueblo!

Sí, me ocurrió una tarde, iba solo por el campo, cansado y sudoroso por el largo caminar, me acerqué a un arroyo para calmar mi sed, bebí de su agua clara y cristalina, me senté y me quedé dormido, no sé cuánto tiempo estaría, pero  me acuerdo que soñé...
Soñaba con un pueblo Andaluz, blanco, limpio y hermoso, corno son los pueblos de Andalucía, pero.., estaba triste, casi solo, ¡qué pena!, de pronto comenzó a llegar gente que recordaba, ¡claro! si son paisanos, amigos que vuelven a su pueblo, algunos ya con el pelo casi blanco como yo; hacía tanto tiempo que se fueron... traían colgados de la mano hermosos querubines, retoños suyos que yo no conocía, hijos de aquellos árboles trasplantados un día a otra tierra más fértil pero menos acogedora, más rica, pero extraña, no era la suya.
Soñaba que, venían a trabajar a su pueblo, pues habían montado Industrias, habían hecho Cooperativas, se trabajaba en el campo, se cultivaban las tierras, prestaba ayuda a quien la necesitaba...
Soñaba que, todos eran  felices, cada uno tenía un puesto de trabajo y ganaban lo suficiente para vivir dignamente, y en compensación aquellos hombres rendían bastante en sus puestos, ¡qué alegría poder verles útiles a los demás, para que los demás lo sean con ellos.
Nadie se preocupaba en aquel pueblo Andaluz de criticar mal a nadie, no se discutía de política siquiera, no existía la envidia, no había distinción de clases, todos eran responsables, obreros, patronos, era aquel pueblo una gran familia, los eran más justos. ¡Dios mío, estaré soñando!
Qué alegría, mis amigos y paisanos de nuevo en su pueblo...
El frío vespertino me despertó, sentí el croar de las ranas en las orillas arroyo y el canto de la perdiz en la cresta de los cerros, miré a un lado y a otro, estaba solo, daba angustia ver morir el sol y mirar aquellos montes yermos... solitarios... vacíos.
Cuando llegué al pueblo no vi a mis amigos y paisanos de mi sueño, había poca gente, hombres sin trabajo, se criticaba esto y aquello, y es que había tiempo para todo, la cara de los hombres era triste aunque su comportamiento era correcto, por eso, porque son hombres Andaluces, acostumbrados a todo,  con una capacidad increíble.
La gran familia de aquel pueblo Andaluz de mis sueños estaba en la realidad menos unida y también se divertían menos.
Sólo en verano es cuando se parece mi pueblo al que soñé, porque llegan mis amigos y paisanos a pasar unos días al lado de los suyos de los que dejaron un día cualquiera pero cuando pasa la estación del estío todos murmuramos con gran pesar ¡Dios mío que solo se queda mi pueblo! parece como el sol de aquella tarde, que poco a poco moría... ¡¡No te mueras tú, pueblo mío!! porque todos morimos contigo un poco.
Cualquier tarde de éstas volveré al campo y de nuevo me sentaré junto al arroyo para calmar mi sed aunque sea así, soñando... Aunque tengo fe en Dios y en los hombres y espero que algún día pueda soñar despierto.

Rafael Rodríguez Márquez

Revista de feria 1978

sábado, 11 de junio de 2016

Adelardo López de Ayala o el figurón político-literario 27


Tumba de López de Ayala en Madrid
Capítulo XXVII 

Apoteosis final

En el mismo día del fallecimiento de Ayala decretó el Rey que se tributasen al cadáver los más grandes honores, y así, tras de embalsamársele, aquella noche fué trasladado al Palacio del Congreso, cuyo salón de conferencias habíase convertido en capilla ardiente.
Fuerzas de la Guardia civil y del Ejército permanecieron custodiando el túmulo. Y desde el amanecer hasta las doce del día siguiente dijéronse misas por el sufragio del alma en altares levantados en cada uno de los cuatro ángulos del salón. A estas misas asistieron los personajes más ilustres de la política, la literatura y el arte, haciéndolo a una de ellas Sus Majestades.
Luego se permitió la entrada al público por el vestíbulo, dándose salida por la calle de Floridablanca, después que desfilaba ante el féretro donde Ayala yacía vestido de frac y con la medalla de la Academia de la Lengua sobre el pecho.
El entierro verificóse el día 2 de enero de 1880 como el de un capitán general muerto en campaña. En todo el trayecto, desde el Congreso hasta la Cuesta de la Vega, formaron las tropas de la guarnición.
Formase el cortejo fúnebre del modo siguiente:
Una batería de artillería. Doce compañías de distintos Cuerpos del Ejército. Clero parroquial.
Carroza tirada por seis caballos enlutados. Del féretro que en ella iba llevaban las cintas los ex presidentes de las Cámaras señores Posada Herrera, Castelar, Martos, Marqués de Cabra, Sagasta y D. Fernando Álvarez, a más de los académicos Núñez de Arce y Tamayo. Ocho soldados con fusiles a la funerala y los porteros del Congreso y del Senado franqueaban el carruaje.
Guardia de honor y materos del Congreso.
Presidencia del duelo, que formaban, en representación del Rey, el Duque de Sexto, la familia del difunto, la Mesa del Congreso y el Gobierno en pleno.
Un regimiento de caballería, como escolta. Coche de la real casa.
Coche de gala de la Presidencia del Congreso.
Coche particular del finado.
Seis coches de gala del Congreso.
Coches de los invitados.
El fúnebre cortejo se dirigió por la calle del Prado al Teatro Español. Frente al coliseo, bajo los balcones enlutados, desde donde las actrices de la compañía echaron flores sobre el carro fúnebre, esperaban para unirse a la comitiva poetas, escritores y cómicos célebres en apiñado .grupo. Allí estaban Valera, García Gutiérrez, Grilo, Herranz, Bustillo, Coello, Velarde, Frontaura, Marcos Zapata, Calvo, Vito, .Mariano Fernández...
Y en, la acera opuesta aguardaba el féretro que conducía los restos del adaptador del alcalde de Zalamea otra comitiva oficial. Era el Ayuntamiento de Madrid en corporación, con su presidente el Marqués de Torneros a la cabeza, rodeando un monumento cubierto todavía por una cortina. ¡La estatua de Calderón de la Barca que iba a descubrirse haciendo coincidir esta ceremonia con el entierro de Ayala! Ya se había dicho, como supimos con la natural sorpresa, que Calderón resucitó al estrenar Avala, y ahora se inauguraba el monumento a Calderón, ¡cuando a Ayala se daba sepultura! Con esto se pretendió dejar unidos en la inmortalidad al autor de La vida es sueño y al de Un hombre de Estado.
Pero prosigamos, que el entierro prosiguió. Continuó su camino por la calle del Príncipe, Carrera de San Jerónimo, Puerta del Sol y calle Mayor, hasta llegar delante de la redacción de La Correspondencia de España. Allí se detuvo nuevamente la funeraria carroza para que el director del entonces más importante diario, Luis María de Santa Ana, depositase sobre la caja una corona más. La Prensa dedicaba un homenaje al difunto, como antes lo\hicieron los artistas y los poetas, los políticos y los literatos, el Ayuntamiento y el Gobierno.
Otro alto hizo aún el coche que conducía los restos de Ayala. Fué, éste en la Cuesta de la Vega, para el desfile de las tropas. Pasaban los regimientos, se inclinaban las banderas, sonaron las descargas de ordenanza...
Pero aun cuando ya sólo siguieron el cadáver hasta el cementerio de San Justo, donde recibió sepultura a la obscura hora del  crepúsculo, la familia y los amigos particulares, todavía no cesaron los oficiales honores.
El 10 de enero, primer  día de sesión en el Congreso después de las vacaciones de Navidad, fué dedicada toda ella, a honrar a Ayala, y aun con una prolongación de setenta y dos horas, ya que se acordó finalmente estuviesen tres días suspendidas las sesiones en señal de duelo.
Se leyó una comunicación del hermano del difunto dando cuenta de la desgracia, é inmediatamente habló Moreno Nieto, que como vicepresidente primero ocupaba la presidencia. Tras de éste hizo uso de la palabra, por el estado  llano, de la Cámara, el diputado señor Cisneros,  terminó, hablando por el Gobierno, Cánovas del Castillo.
Y los discursos de estos tres oradores constituyeron un match, disputándose el campeonato del homenajeamiento, tan reñido que no sabemos a cuál otorgar la palma de la victoria.
Según Moreno Nieto, Ayala había sido "una de esos genios que ilustran y ennoblecen las naciones". Y al elogiarle, llegó hasta hacerlo por su físico, diciendo: "Su grande alma, dotada de valerosos alientos, reflejábase en aquel bustos soberbio, lleno de varonil expresión y de sin igual majestad." No olvidaba la actuación literaria del difunto presidente, pues que consignaba:"Su potente espíritu hizo revivir en escena las grandes creaciones de Rojas y Alarcón, de Lope de Vega y de Calderón de la Barca." Pero, daba aún mayor realce al Ayala político, del que, como no podía humanamente decir que fue nada grande en el presente, decía que lo hubiese sido en el pasado: "Nacido en otros tiempos, su carácter, tan propio para nobilísimos empeños; su valor, que rayaba en el heroísmo; su grande y magnánimo corazón, habrían hecho de Ayala una de esas figuras que descansan en elevado pedestal." Terminando con más piropos, de esos que hacen ruborizarse: "Pronto le elevasteis a la presidencia. ¡Y qué bien ocupaba este puesto! Aquella figura escultural..." En fin, que asusta seguir copiando.
Al señor Cisneros le dio llorona. Empezó, elegíacamente: "Increíble parece que, bajo estas mismas bóvedas, donde todavía vibra, y palpita la gran palabra de nuestro último presidente, se haya podido, decir: Avala ha muerto: ¡Qué pérdida, señores diputados, para la patria!. Luto llevan las letras españolas, luto los hombres políticos, luto sus numerosos amigos, luto esa tribuna.,.." Reaccionó luego un poco para cintas las glorias escénicas y oratorias del finado, diciendo que "no parecía sino qué se había apoderado del cincel de Fidias y que con él tallaba en mármol sus dramas y sus discursos". Y hasta encontrando qué la comparación con el escultor de la Grecia antigua resultaba escasa, quiso parangonar a Ayala con un héroe nacional y le llamó "Cid de la inteligencia". Pero pronto le ganó el dolor de nuevo, sin que le consolase de la pérdida de Ayala pensar que "sus obras le aseguran la inmortalidad". "Hoy es día de llorar sobre su tumba", terminó desolado.
Cánovas del Castillo no habló largamente, pero suplió la extensión con la intensidad. Y en su breve peroración encontró la frase justa, exacta, precisa. Esa frase de concisa elocuencia que reseña una situación, que pinta a un hombre. Tras de hacer constar que el Gobierno se asociaba a aquel duelo, y que él, su jefe, sentía la muerte del amigo, señaló el vacío que tal de función dejara: "López de Ayala hará falta en el porvenir al país, la hará a las letras españolas como la hará a la política española; pero aun mas  que por todo eso, desde este instante mismo esa falta la estamos sintiendo: para una muerte como la suya, no había más voz que la suya capaz de dirigirnos la palabra." ¡Magnífico hallazgo! Pues en verdad que nadie había sacado tanto partido de aquella muerte como el mismo que tanto partido sacó de su propia vida.
Aun cuando poco o nada se podría añadir a tan magníficas honras fúnebres. Constituyeran una verdadera, apoteosis, como con las que sé deificaba a los héroes antiguos o como con las que se terminan las revistas teatrales modernas. Ayala, pese a su insaciable afán de figurar, debió de sentirse satisfecho de ese fin esplendoroso.

Luís de Oteyza
Vidas Españolas e Hispano-Americanas del Siglo XIX
Madrid, 1932

miércoles, 8 de junio de 2016

La vida en Guadalcanal años 30, siglo XX (13)

Noticias publicadas en los diarios de la época
 1935 primera parte


Nuevas perspectiva para la enseñanza y los escolares.
Dos nuevos centros de enseñanza creados por la S. A. D. E. L.

La Sociedad Amigos de la Enseñanza, esta benemérita Entidad, después de muchos esfuerzos y la colaboración de sus asociados con la compra de acciones, acaba de inaugurar dos nuevos colegios enclavados en Andalucía más concretamente en Sierra Morena, radicando en los pueblos de Constantina y Guadalcanal.
El censo escolar de estos colegios recientemente inaugurados es de 230 alumnos en Constantina, y unos 140 en Guadalcanal, entre los de Primera y Segunda Enseñanza; es decir, cerca de 400 alumnos en total que se han rescatado en una buena parte a la enseñanza laica.
Con ser ambos colegios dos edificios amplios, bien ventilados, de inmejorables condiciones higiénicas, son ya casi insuficientes para admitir mayor número de alumnos. La S. A. D. E. L., no ha escatimado sacrificios de ningún género, tanto en lo que se refiere al competente profesorado que regenta dichos colegios, como a la excelente calidad del material pedagógico necesario para la mayor eficacia y prácticas de la enseñanza.
Guadalcanal,  en masa esperaba en el colegio la llegada de los emisarios de la Sadel, que en el mismo día habían de inaugurar aquel colegio, bautizado como San Luís, hizo la presentación de los mismos el Párroco don Pedro Carballo.
En el acto de la Inauguración del nuevo colegio de Guadalcanal hicieron uso de la palabra don Manuel González Serna, los niños Emilio Ruiz, alumno de Primera Enseñanza, y Francisco Fernández de Córdoba, en nombre de sus compañeros, los alumnos de Segunda Enseñanza; don Manuel Pérez Buergo, actual director; don Romualdo de Toledo, diputado a Cortes, y director gerente de la S. A. D. E. L.; don Cirilo Tornos, vicepresidente primero de la S. A. D. E. L., y alumno de ella, y don Ramón Molina Nieto, diputado a Cortes y canónigo, que cantó, en un inspirado discurso, las excelencias de los centros de enseñanza donde se confiesa a Cristo y de la eficacia de ellos.
El director, don Federico Santander, en un discurso de altos vuelos, significó la verdadera importancia de la labor docente que va a desarrollar la Sadel en Guadalcanal, encareciendo a los padres de los alumnos el beneficio que de ello se desprende para el engrandecimiento de la Patria, hermoso discurso, elogiando la eficacia de la obra de la Sadel y el desvelo de sus directivos, que, como la andariega Santa Teresa de Jesús, van de pueblo en pueblo y de ciudad en ciudad fundando centras de enseñanza y abriendo nuevos horizontes al porvenir de los hijos de Guadalcanal.
El cardenal-arzobispo de Sevilla envió sentidas cartas a los párrocos de Constantina y Guadalcanal, junto con su bendición.
Jueves, 24 de Enero de 1935

Informaciones del Gobierno civil acerca de la plaga de langosta

Refiriéndose a las manchas de plaga de langostas observadas en la zona de Guadalcanal, Lora del Rio, La Campana y Fuentes de Andalucía, manifestó el gobernador civil de Sevilla que se habían adaptado  medidas encaminadas a su total extinción, habiéndose encargado de ponerlas en práctica varios ingenieros agrónomos  que se han desplazado a las citadas localidades.
Miércoles, 24 de Abril de 1935


Plaga de Langosta invade la provincia de Sevilla
¡A real el kilo de langosta!

Gran parte de la provincia de Sevilla ha sido invadida por el temible y devastador insecto de la langosta, dejando gran parte de los campos devastados.
Los focos más importantes son: Guadalcanal, Lora del Rio, Aznalcázar y Vollamanrique, se consideran muy peligrosos en las zonas de regadío y vega agrícola,  en esta fecha que los sembrados están muy tiernos.
La aparición que en el centro y sur de África, hubiera causado jubilo entre los moradores negros, aficionados a este exquisito manjar, ha producido la natural alarma entre los agricultores y autoridades locales y provinciales.
Según un representante de La Sección Agronómica, persona que está perfectamente estudiada en el asunto, nos ha manifestado lo siguiente:
Desde el año de 1914 nuestros campos no habían recibido la visita de tan enorme cantidad de hospedes indeseables como ahora, la puerta principal de entrada ha sido el límite de la provincia con Extremadura y no los vientos saharianos como había manifestado algunos especialistas en la prensa.
Así justifica el citado etnólogo que los primeros brotes se detectaran en Guadalcanal, Cazalla, Constantina y Lora.
Por otra parte, el sector del campo de estas zonas ha manifestado que no ha recibido ni una peseta para combatir la plaga, que tan pronto como tuvo conocimiento de la aparición de la plaga de langosta y su extraordinario volumen, comenzó la angustiosa movilización de las fuerzas agrícolas en demanda en remedios para combatir el devastador insecto.
Y se inició e intensificó una campaña por parte de las Cámaras Agrarias locales, por las Asociaciones Patronales y diputados provinciales, solicitando que se liberaran 200.000 pesetas para ayuda a la extinción,  de las 500.000 pesetas que están depositadas en el Banco de España , de Sevilla, producto generado del 2 por ciento de impuestos sobre el líquido imponible sobre la riqueza rústica, que se paga precisamente para  la  prevención de plagas.
Curiosamente, se consiguió que el Consejo de Ministros autorizó al ministro del sector para disponer de dicho libramiento, ¿y hasta la fecha qué?, ¡nada!.
Por otra parte, el Consejo de Ministros ha probado un montante de crédito de 750.000 pesetas para combatir las plagas en España, ¿y a Sevilla que ha llegado?, ¡nada!.
¿Cómo se está atacando el mal?, los agricultores indefensos y el ministro estudiando el caso!.
La sección agronómica de la provincia está realizando un esfuerzo titánico para atajar la plaga, esta sección a facilitado seis mil metros de trocha, cincuenta regaderas, diez lanzallamas y gran cantidad de liquido inflamable, apoyados por la Cámara Agrícola que ha facilitado también cuantos medios están a su alcance.
Mientras tanto, el alcalde de Lora del Rio, está incitando a la población a que le entreguen el máximo de langostas diarios, así, los parados del pueblo con sus   esposas e hijos, presentan hasta seis mil kilos de insectos diarios, pagando el kilo de langosta pequeña a real y las grandes a die céntimo.
Viernes 3 de Mayo de 1935

Informaciones del Gobierno Civil
El paro obrero en Guadalcanal

El Sr. Nogales comunicó al Sr. Asensio que, como delegado de la autoridad, marchó a Guadalcanal para la gestión de una fórmula que pidiera aliviar la situación creada en la clase trabajadora por el prolongado paro, había regresado de dicha población con impresiones satisfactorias, pues los propietarios van a proceder a las operaciones de cavar los pies olivos y a comenzar la siega de la cebada, en las mismas condiciones que el año anterior.


Sábado, 11 de Mayo de 1935

Hemerotecas