Un legado del esplendor de las minas de plata del siglo XVI
Recuerdo cuando aun era niño aquel viejecito con su gorra y su bastón que
todos llamábamos Bastián, sentado en un banco de la plaza contando historias y
chascarrillos de nuestro pueblo, en una de sus citas mas o menos comentaba: “nuestros antepasados echaron hace muchos años a los moros de
Guadalcanal, salieron corriendo y no les dio tiempo ni a terminar la torre de
la Iglesia, después de tantos años así se quedó, como la veis”.
Esta frase que no se si será totalmente exacta
a la que él dijo, era una sentencia y no tenia razón nuestro recordado Bastián,
la torre es quizás el único legado que nos quedó de la floreciente Guadalcanal
en el esplendor y posterior decadencia de sus minas en el siglo XVI, ya que en el año 1556 Agustín de
Zárate, el recién nombrado administrador General de las minas de plata de
Guadalcanal por la Princesa Regente Gobernadora, "recibe un nuevo destino de la administración fiscal y se establece en Guadalcanal para asegurar el orden en el beneficio del mineral y la recaudación de los derechos estatales de las importantes minas de plata que se han descubierto en esta villa".
El Sr. Zárate se reune a principio de dicho año con el Concejo de la Villa y sus alcaldes, estos le proclaman los pocos beneficios que la localidad obtiene de la explotación de la dicha rica mina, denunciando el progresivo estado de pobreza de la vecindad, por las grandes mermas de ganado (que se utiliza sin control y a bajo precio en la mina para alimentar a propios y esclavos), la esquilma de los montes que quedan "limpios" de leña y pastos, material para hacer carbón y maderos para la mina, todo esto hace que los montes queden mermados y con falta de manutención para el ganado, unido al poco trabajo que se les ofrece a los guadalcanalenses en la mina, que por su escasa profesionalidad, se limita al acarreo y penosos trabajos de pocos maravediés de salario.
En este mismo sentido, el Concejo envía una libranza a la corte:
“conbiene al seruiçio de V.M. que en esta
fábrica no se lleue alcabala del carbón, leña, plomo y almártaga, pues estas
son cosas que nunca se bendieron arrendaron en el dicho término de Guadalcanal,
sino después que en la fábrica se funde y así ni al concejo ni arrendadores no
se les haze agrabio. Reçobelo (agravio) la fábrica que de las demás cosas que
en ella se benden lleuen más alcabala de lo que se lleua en la misma villa de
Guadalcanal y así suplico a V. M. lo mande y con los mesmos días de franqueza
que ay en la dicha villa”.
La respuesta real es favorable a la pretensión
de la administración:
Así pues, de hecho, la mina resulta ser
un vecino incómodo para la villa; goza de los derechos de los demás vecinos —cortar leña y
aprovecharse de los pastos propios y comunes— pero no se sujeta por la mayoría de los
deberes. ¿Cómo afecta ésto a la
mayoría de los vecinos?, menos
en los derechos, éstos sí que se ven claramente perjudicados: la rica dehesa de la villa, antes a disposición de los avecindados, queda reservada
para el exclusivo de las minas durante 10 meses del año y sólo los dos meses de verano para el
libre acceso de los vecinos
El mismo Zárate es consciente de que la
villa merece una cierta compensación a los perjuicios que recibe en función de la
presencia de la explotación real:
“Conbendría que la alcauala de lo que se
vende en las minas no se diese encabeçamiento a la villa de Guadalcanal, porque
valen las cosas a esta causa eçesivamente caras, porque molestan a los que
bienen a vender y les lleuan demasiada alcauala y a causa dello el carbón,
almártaga y otras cosas nesçesarias se encaresçen y no se traen á vender a las
dichas minas lo nesçesario. Por eso conbendría que se repartiese y diese por
vía de encabeçamiento de las dichas minas a la fábrica dellas por un predio
moderado y a los de Guadalcanal, Su Magestad los gratifique los daños que a causa
de las minas resçiuen así en los mantenimientos como en el pasto del ganado y
bestiamen de las minas en su dehesa y en sacar çepas y no es equivalençia el
prouecho que tienen de los que trauaxan en las minas de la villa, la qual
meresçe qualquier gratificación por el amor y voluntad con que siruen a Su
Magesta.
El 25 de Abril, después de repetidas reuniones de D. Agustín de Zárate con el Concejo de
la Villa, envía varios escritos a Valladolid para la princesa gobernadora,
y, en uno de ellos comenta:
“Con la mucha hanbre que en
esta tierra hay, acude a estas minas mucha jente que no nos podemos valer
porque el principal intento que traen es el de hurtar (...)”.
Igualmente reconoce el
administrador que:
“labrándose aquí minas, forçoso se han de
encaresçer los jornales y resçibir grande daño toda la tierra, porque les será
grande costa labrar sus heredades”
En otro escrito comenta que los roces entre vecinos de la villa y la población
minera son frecuentes y se inscriben los tradicionales choques entre
comunidades configuradas y asentadas de antiguo y poblaciones halógenas.
En este informe daba noticia de que:
En este informe daba noticia de que:
“los vezinos de la dicha villa de
Guadalcanal hazen muchas molestias y malos tratamientos a los maestros,
ofiçiales y operarios y otras personas que entienden en (...) las minas que an
paresçido en término de la dicha villa y que no les quieren dar posadas ni
rropa en que duermen ni mantenimientos por sus dineros”.
El 22 de Octubre de 1556 la princesa gobernadora dirige un escrito a D.
Diego López administrador tesorero de la mina de Guadalcanal y otorga la
obligación de liberar de los beneficios de dicha mina la cantidad de 590 ducados (221.250 maravedíes), equivalente al 0,017% del
beneficio total de la extracción de plata hasta la fecha, así mismo otorga las
siguientes libranzas, para un paño de la Iglesia de Guadalcanal 75.000
maravedies, al monasterio de los descalzos de Guadalcanal, 4 cálices de plata de las minas, con
un valor de hechura de 37.500 maravedies, para limosnas a diversas
instituciones religiosa de la villa 17.500 maravedíes y una cantidad no determinada para la
adquisición de una campana para la torre de Santa Ana.
Al año siguiente, según cédula de 12 de Mayo, se otorga otra asignación
de 200 ducados (75.000 maravedíes) para seguir con la construcción de la torre
de Santa María de la Asunción y finalmente, en el año 1559, se otorga una última
obligación de liberar la cantidad de 65.000 maravedíes para terminar la dicha
torre, así dispone la princesa regente gobernadora y envía copia de otorgamiento
a Juan Pérez de Mérida mayordomo de la iglesia parroquial
De estos otorgamientos es sabedor
ejecutor D. Hernán López del Campo, instructor del Consejo de Hacienda y
Contador Mayor de la Casa de Contratación de Sevilla.
No hay constancia documentada de
más asignaciones para la construcción de la torre y tampoco si en el año 1559 tenía su estado actual o si los sucesivos
Concejos decidieron invertir más en su construcción.
La
Torre de la iglesia de Santa María de la Asunción de Guadalcanal se levantó
sobre la parte de la antigua muralla defensiva almohade de la población, se sitúa a los pies de la nave izquierda, después de varios siglos, la situación actual de esta torre es de deterioro y semi abandono, sea por
parte de la iglesia o por las distintas administraciones que pudieran
implicarse.
En
estos últimos tiempos se han efectuados varios intentos fallidos para remediar la situación:
En
el 2008, el arquitecto de la Archidiócesis de Sevilla, acompañado por el
Delegado de Patrimonio del Excmo. Ayuntamiento -D. Eduardo Cordobés- y el
Párroco de Guadalcanal -D. Gabriel Sánchez-, estuvo visitando el lunes 29 de
septiembre la torre de la iglesia parroquial de Santa María de la Asunción, que
presenta diversos desperfectos provocados por el paso del tiempo.
Se ha acordado, en una primera fase que comenzaría en breve, fijar los elementos que se encuentran en peores condiciones y entrañan un mayor peligro, como las cornisas. Estas obras están financiadas por la Archidiócesis de Sevilla. La colaboración del Excmo. Ayuntamiento se centrará en la limpieza interior de la torre.
Se ha acordado, en una primera fase que comenzaría en breve, fijar los elementos que se encuentran en peores condiciones y entrañan un mayor peligro, como las cornisas. Estas obras están financiadas por la Archidiócesis de Sevilla. La colaboración del Excmo. Ayuntamiento se centrará en la limpieza interior de la torre.
El
5 de Noviembre de 2014, el entonces alcalde de Guadalcanal José Manuel
Martínez, concedió una entrevista en El Correo de Andalucía a José
Ángel Fontecha en la que entre otras cosas decía:
“se adelantó
ayer las principales líneas de actuación que podrían llevarse a cabo en la
consecución de la financiación necesaria para la restauración de la torre de la
Iglesia de Santa María de la Asunción. Tras sendas reuniones con responsables
de La Caixa y con el párroco, Juan Carlos de la Rosa, el regidor aseguró
que son tres campos en los que se pretende trabajar”
“El
Ayuntamiento y la iglesia firmarían un acuerdo para la apertura de una Cuenta
Solidaria conjunta donde todo el que quiera, a base de donaciones podría
ingresar lo que estime conveniente”.
“El
Ayuntamiento contribuirá económicamente en todo lo que vaya pudiendo con la
consecución de ayudas”.
"Los contribuyentes que participaran en la colecta, aseguran desde el Consistorio, independientemente de la suma aportada, recibirían un diploma para recordar su colaboración". Los otros dos campos de acción "vendrían en forma de subvención, ya que se prevé solicitar las ayudas económicas pertinentes tanto al Ministerio de Fomento como al Grupo de Desarrollo Rural Sierra Morena, a fin de conseguir parte de los casi 300.000 euros en los que está presupuestada esta restauración. Dichas subvenciones son excluyentes entre sí, por lo que si se logra una de ellas, quedaría descartada la otra".
"Los contribuyentes que participaran en la colecta, aseguran desde el Consistorio, independientemente de la suma aportada, recibirían un diploma para recordar su colaboración". Los otros dos campos de acción "vendrían en forma de subvención, ya que se prevé solicitar las ayudas económicas pertinentes tanto al Ministerio de Fomento como al Grupo de Desarrollo Rural Sierra Morena, a fin de conseguir parte de los casi 300.000 euros en los que está presupuestada esta restauración. Dichas subvenciones son excluyentes entre sí, por lo que si se logra una de ellas, quedaría descartada la otra".
Han
pasado los años, varias corporaciones municipales y párrocos, pero lo cierto es que nuestra
simbólica torre de la plaza de España, sigue deteriorándose, sin emprender las
obras necearías para su restauración y con las tres bufandas negras puestas
que tanto afean el edificio y contorno, nuestro paisano Juan Daniel Blanco Ceballos se
preocupa todos los años de retirar los escombros del interior y limpiar los
escalones de los excrementos de las palomas.
Parece
según información que el Arzobispado de Sevilla ha habilitado conforme al
proyecto, una partida similar a la que se concedió para arreglar la techumbre
del convento, esta partida está pendiente de ejecutar a través del Área de Cultura
del Exmo. Ayuntamiento de Guadalcanal.
Fuentes.-
Noticia
histórica documentada de las célebres minas de Guadalcanal , De Minería,
Metalúrgica y Comercio de Metales (Julio Sánchez Gómez-Salamanca 1989), Consejo
y Juntas de Hacienda, Contadurías Generales, Sobre emigración a America de los habitantes de
Guadalcanal y Hemerotecas.
Rafael Spínola R.
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