VII.- Isla de Guadalcanal
(descubridor Pedro Ortega Valencia)
Este intrépido guadalcanalense
nace hacia el año 1520 en el número 7 de la calle que lleva su nombre en
nuestra villa. Casado y con dos hijos, dedicó su vida a la navegación, conquistando
territorios por los mares del sur para la Corona de España.
Fue alguacil mayor de Panamá y
maestre de campo de la Armada. Era persona áspera en su condición, valiente y
esforzado, lo que le ayudó en los cometidos y aventuras que desarrolló en su
vida.
El 19 de noviembre del año 1566 embarca en el puerto del Callao en Perú
y al día siguiente se hizo a la vela como capitán en la Nao Almiranta, llevando
consigo a dos hombres de su confianza: Francisco Muñoz y Juan de Ortega; y 302
hombres negros, siendo de su costa todos los gastos de malotaje, víveres, armas
y demás, que ascendieron a más de tres mil pesos. (Ruiz Pelayo, 1946.)
Fue siguiendo su viaje por el rumbo y término que la nao capitana
guiaba, porque en ella iba el general Álvaro de Mendaña, el piloto mayor de la
Armada Fernán Gallego y el cosmógrafo Pedro Sarmiento de Gamboa.
Después de varios meses de
navegación, llegan al archipiélago de las Islas Salomón, habiendo navegado más
de mil seiscientas leguas de distancia de los reinos, la gente saltó por
primera vez a tierra en ja isla de Saba, a la que pusieron el nombre de Santa
Isabel, con unas doscientas leguas de circuito.
Esta isla sería el cuartel
general para Pedro Ortega Valencia, quien mandó hacer un bergantín a toda
prisa para proseguir el descubrimiento de otras islas. Terminado el buque, se
embarca en él con sus correspondientes marineros, algunos esclavos y 28
soldados bien armados. Durante un mes estuvieron navegando con mal tiempo,
aguaceros y muchas “guacavaras”, descubriendo
otra isla, de nombre Malaita, a la
que llamó Ramos, con cerca de cuatrocientas leguas de circuito y muy poblada de
indígenas muy belicosos que estaban en pie de guerra constante con las islas
vecinas.
Continuaron los descubrimientos
de nuevas islas a las que Ortega Valencia puso el nombre de
Buena Vista, La Galera, San Dimas, Flores, Sarga, entre otras, tomando posesión
de todas ellas en nombre de la Corona. Más adelante se produjeron nuevos
descubrimientos, como “Gaumbata, de
cuatrocientas leguas de circuito que es la mejor y más fértil y de más gente de
todas, porque en esta sola isla hay más de un millón de personas y más de
trescientos mil hombres de guerra, y tomó en ella posesión y la llamó Guadalcanal por ser de allí natural,
donde tuvo muchas “guacavaras y riesgo”
(Ruiz Pelayo, 1946). Esto ocurrió el
día 11 de mayo del año de 1567. De aquí pasó a otra isla, a la que puso San
Jorge, y, llegando a Santa Isabel y rodeándola, se unió a la Armada que allí
estaba, dando cuenta de todo lo acontecido al general Álvaro de Mendaña. La
Armada al completo se fue con todos sus navíos a otra isla, a la que llamaron
San Cristóbal, donde nuevamente tomaron tierra con su general al frente.
Las Islas Salomón están
situadas al norte de Australia y poseen una superficie de 28.450 kilómetros
cuadrados, con una población de 448.442 habitantes (enero de 2001). El idioma
oficial es el inglés, aunque abarca tan solo el 1 %-2% de la población. En la
actualidad existen más de 120 lenguas aborígenes, siendo las más usadas las
lenguas melanesias. Conviven diferentes religiones, entre las que destacamos
las profesadas por los anglicanos (34%), los católicos (19%), los bautistas
(17%), la unión de metodistas/presbiterianos (11%), los adventistas del séptimo
día (10%), otros protestantes (5%) y creencias tradicionales autóctonas (4%).
La bandera nacional es de color azul y verde, dividida por una franja amarilla
en diagonal y, en la esquina superior izquierda, cinco estrellas blancas.
Guadalcanal es la mayor de las
Islas
Salomón, con una extensión de 5.336 kilómetros cuadrados y una
población de sesenta mil habitantes. Su capital es Honiara, y en ella reside
la mitad de la población de la isla.
Las Salomón son de origen
volcánico, tienen ríos muy caudalosos y zonas muy pantanosas. Uno de los ríos
lleva el nombre de Ortega. El clima es muy caluroso, y las precipitaciones anuales
varían entre dos mil y tres mil litros, convirtiendo el territorio en una
jungla con grandes bosques, algunos de ellos impenetrables.
Las principales riquezas son la
producción maderera, el cacao, el arroz, las frutas, la ganadería y la pesca.
También poseen oro, bauxita, fosfatos, plomo, cinc y níquel. Son hábiles
artesanos y realizan figuras muy apreciadas en el mercado, talladas en madera,
conchas, nácar y otras materias. También son grandes constructores de barcos y
piraguas.
Las industrias existentes
incluyen molinos de aceite de palma y de arroz, conservas de pescado,
aserradoras, transformación alimentaria, tabaco y bebidas no alcohólicas.
Estas islas fueron olvidadas durante
dos siglos hasta que, en el año 1768, un navegante francés puso rumbo hacia el
archipiélago. En el año 1898 se las repartieron Alemania y Gran Bretaña.
En 1942, durante la Segunda
Guerra Mundial, los japoneses se apoderaron de las islas y construyeron
en Guadalcanal el aeródromo Henderson. El 7 de agosto de ese mismo año
comenzaron las operaciones norteamericanas, apoderándose del aeródromo. Las
luchas continuaron hasta primeros de febrero de 1943, venciendo los americanos,
que provocaron más de seis mil muertos en las filas japonesas en la célebre
batalla de Guadalcanal, de la que se escribieron libros y se hicieron
películas de gran interés.
Terminada la contienda, se hace
cargo del archipiélago un protectorado británico, constituyéndose en 1970 un
consejo legislativo. En el año 1978 alcanza la independencia, ostentando la
soberanía británica la jefatura del Estado, representada por un gobernador
general nativo. De esta forma, podemos decir que la forma de gobierno en las Islas
Salomón está basada en una democracia parlamentaria.
El día 19 de julio de 1993 nos
visitaron tres representantes de la Iglesia católica de las Islas Salomón:
el señor arzobispo del archipiélago, su eminencia monseñor Adrián Smith; el obispo monseñor Gerard Loft, y el padre Francis
Maaka, párroco de Guadalcanal, a los que, junto con el
párroco de nuestra villa y otras personalidades, tuve el honor de acompañar en
su visita a nuestro pueblo, que recorrieron, visitando la casa donde nació el
insigne y valeroso descubridor de las islas, Pedro Ortega Valencia, y
el Ayuntamiento, donde fueron obsequiados con recuerdos del pueblo. También
recibieron regalos de la asociación de
mujeres Honiara, de nuestra villa. Oficiaron misa en la iglesia de Santa María de la Asunción, donde manifestaron su
deseo de hermanamiento entre ambos pueblos.
Nuestro párroco les hizo entrega
de un cuadro con nuestra patrona, la Virgen de Guaditoca, prometiendo
el señor arzobispo “que sería colocado
con todo el fervor y cariño en sitio preferente en la catedral de Honiara,
capital del “otro Guadalcanal”, que,
aunque muy lejos de nosotros, nos sentimos hermanos, recordando siempre a su
valiente descubridor, nuestro paisano Pedro Ortega Valencia”.
En mayo de 1984, el papa Juan
Pablo II visitó la isla de Guadalcanal.
El día 6 de septiembre de 1964, la
villa de Guadalcanal, con su Ayuntamiento en pleno, rindió homenaje a
su hijo predilecto Pedro Ortega Valencia, al que asistieron conjuntamente las
fuerzas de. las Marinas española y
norteamericana, acompañadas de bandas de música con escuadras de
gastadores, celebrándose misa de campaña en el Paseo del Palacio, acompañando y
dando escolta a Nuestra Señora de Guaditoca en la procesión al Real de la
Feria, quedando en la memoria de todos los guadalcanalenses estos actos
inolvidables. Como recuerdo de este homenaje, fue colocada una lápida en la
puerta del Ayuntamiento, conmemorando esta imperecedera gesta de este valeroso
navegante para honor y gloria de Guadalcanal, España y el Nuevo Mundo.
Copyright.- Rafael Rodríguez
Márquez