Las técnicas de
explotación (continuación)
A
esas alturas, el desagüe por medio del ingenio había dejado de ser rentable y
se imponía la búsqueda de nuevas soluciones: la posibilidad de abrir nuevos
socavones chocaba con el límite inferior
impuesto a estos, el fondo del valle contiguo, más abajo del cual esta solución
no era posible. Se intenta también la renovación de la maquinaria; se hacen
ensayos para sustituir la madera de álamo o de encina de que estaban
construidos por material menos fungible y entonces novedoso en la construcción
de este tipo máquinas; incluso se llama a Guadalcanal al mas famoso ingeniero
de su tiempo, Juanelo Turriano, para que aplique allí sus conocimientos a la
construcción de nuevos de desagüe o se recibe la oferta de Christopher Tassis
que, desde Viena, ofrece una maquina de su invención que es capaz de desaguar
satisfactoriamente a grandes profundadas con muy bajos costos. El problema con
que se tropieza no es técnico, sino de inversión. A partir de mediados de la
década de los 70, la rentabilidad de la mina ha descendido y la situación de la
Hacienda Real no la predispone a las inversiones a largo plazo por lo que el
problema de la inundación ira progresivamente agravándose.
La
insatisfactoria, o al menos parcial, solución al desagüe en Guadalcanal, obliga
a organizar la explotación de forma diferente en invierno —época de máxima
inundación y verano época de minima—. Durante esta última estación se trabaja
en las zonas mas profundas y se deja el mineral de las partes altas sin
extraer, de forma que no se obligue a la mano de obra a permanecer inactiva
durante una buena parte del año 52.
El
trabajo de derribo en el interior y extracción al exterior del mineral, estaba regulado
según una estricta división del trabajo, una innovación igualmente aportada por
los técnicos alemanes. En los pozos de los que se extraía mineral —nunca llegaban
a estar activos todos los pozos
abiertos; en época de máxima actividad se solía trabajar en tres o cuatro,
mientras que en el resto se efectuaban obras muertas— los trabajadores se
organizaban en cuadrillas de cinco hombres en turnos de ocho horas; dos de
ellos cavaban el interior del pozo, dos manejaban el torno que extraía el
material derribado y el quinto se cuidaba de vaciar en el punto superior a
donde ascendía la maroma del torno la saca de cuero cargada de mineral con una
capacidad para tres arrobas. Los tornos eran sencillos e idénticos a los que se
empleaban para el desagüe, de forma que su ambivalencia hacia que en ocasiones de
necesidad o en aquellos momentos en que en un pozo no se extraía mineral, se
emplearan para achicar el agua. En circunstancias en que el derribo de mineral
era laborioso por la dureza del material, la extracción se efectuaba solamente los sábados y el total de los
componentes de la cuadrilla se convertía durante el resto de la semana en
picadores, mientras que cuando se juzgaba preciso, se sacaba el mineral día y
noche, si bien la capacidad extractiva máxima, a diferencia del desagüe difícilmente
se agotaba.
Al
igual que en el caso de desagüe, la extracción vertical del material derribado planteaba
el problema del empleo de una gran cantidad de mano de obra, lo que lleva a la
administración a buscar de forma continua medios para reducirla en lo posible.
En 1560 se contrata a Francisco de Ocampo, vecino de Úbeda, para que instale un
instrumento de su invención que reduciria en proporcion de dos a uno el número
de personas que debían accionar cada torno; después de dos años, Ocampo da fin
a su invención, de la que infortunadamente no hemos hallado datos que indiquen
en que consistía.
Una
vez elevado el mineral hasta la galería más próxima con salida directa con
salida directa al exterior, aquel se cargaba en unos carretones de madera
arrastrados por caballerías o por trabajadores. Los carretones son una
innovación introducida en 1556 para sustituir a las bestias utilizadas hasta
entonces y que habían sido el método habitual de transporte interior de las
minas españolas. No aparecen sin embargo noticias de que se conociera en España
el uso de vagonetas guiadas sobre un carril,
ya utilizadas en Centroeuropa y descritas por Agrícola. Evidentemente, en las galerías
secundarias de dimensiones reducidas el transporte interior solo podía
efectuarse a hombros de los propios trabajadores 53.
Ya
en la superficie, el material extraído se sometía a una primera clasificación
en dos partes:
La
ganga, entonces llamada “gaborro”,
“que
es la peña que va arrimada al metal, la qual, en sacándose, se echa en los
torronteros —escombreras— junto a los pozos".
“la
otra, es la tierra que sale entre el metal y el gaborro, que llaman lavadura”..
La
mena,
“la
beta del metal que se llama cochizo, que es lo mas rico”.
“La
qual dicha lauadura y cochizo, en sacándolo de los pozos se pone en dos
montones, cada cosa por sí aparte, y en cada pozo esta puesta una guarda para
que lo guarde, aunque esta dizen que se podrá escusar en los pozos que labran
los alemanes porque son muy fieles. (...) Desde los dichos montones se lleua la
dicha lauadura y cochzco por dos onbres, una espuerta de cada cosa,
acompañándolos una guarda a una casa que esta hecha para guardarlo, en la qual
ay un apartamiento donde se pone y sierra con llaue” 54.
El
ritmo de extracción de mineral era muy variable, ya que dependía, como antes hemos
apuntado, de varios factores, centrados fundamentalmente en dos tipos, unos
relacionados con el propio yacimiento:
dureza de la roca en la que se trabaja, mutabilidad de mineral, capacidad de
desagüe, etc., y otros vinculados a los ritmos productivos tonal laboral,
numero de días festivos, estacionalidad de los trabajos, interés o no de los destajistas
por sobrepasar los mínimos de subsistencia, etc., y a pesar de que lo escaso y
fragmentario de los datos permite pocas conclusiones, logró llegarse a una extracción
de hasta 400 arrobas de mineral rico
diario —4.410 Kg. —, es decir, después de haber apartado de él la ganga y la
denominada “lavadura” o a 2.400 arrobas por semana 5 Kg .—. Si bien estas
cantidades son máximos, ilustran muy bien sobre la capacidad de extracción y
evacuación desde el interior, cuyo máximo absoluto debieron ser los 500 quintales
—23.000 Kg.— extraídos en un solo día del año 1557, evidentemente derribados en
un plazo más largo, seguramente la semana —cinco dais— anterior 55. Igualmente,
son muy llamativas las 20.302 arrobas
—casi 224 toneladas- que se sacan de un solo en un plazo de seis meses.
A
la hora de referirnos a la capacidad de derribo y extracción al exterior, no
puede olvidarse que las cantidades se refieren a mineral ya escogido en la
superficie, al que habría que añadir la ganga, con lo que la capacidad de
extracción hay que multiplicarla al menos por tres.
52
Sobre el problema del desagüe, cfr. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.°
28. fol. 5; Leg.° 6; Leg.° 512, fol. 21; Leg.° 68, fols 123 y 129; Leg.° 94,
fol. 121; Leg.° 96, fols. 38 y 41; Leg.° lg.° 120; Leg.° 155, fol. 3.
A.G.S.
Diversos de Castilla, Leg.° 46, fol. 14. A .G.S. Contadurías Generales, Leg.° 851,
s.f., relación que están las minas de Guadalcanal del 31—XII-1568 y relación
que enviaron Rodrigo Díaz de la nueva mina de Aracena, de 4 de Junio de 1556.
Gónzalez
, T.: Noticia histórica..., Vol. II, pp. 12 y 404. Sobre la llamada de Juanelo
Turriano, cfr. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 121, fol. 9.
El
técnico alemán Maestre Hanz había emigrado a las minas de Almadén, cfr. A.G.S.
Consejo y Juntas de Hacienda, Leg:° 115, fol. 5.
Respecto
al problema de filtraciones planteado en los terrenos blandos:
“agua
que en aquel ualle era de temer es muy en la haz y en el valle y lo uno por la
hondura o otro por el viage de la mineta se euita y remedia y el pozo que se ha
de hazer en la ualle el que hizo D. Francisco lo estorbo el agua ni lo estorbara
a este otro, porque, aunque es en lo más hondo del valle, es en peña dura y
cuanto mayor dureza, menos agua y si esta al presente lleno, es de las lluvias
antes que de manantiales que el tenga”;
Crf
A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 121, fol. 9.
En
1569 s habían empleado 23 encinas para construir un ingenio de desagüe; A.G.S.
Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 96, fol. 38. Innovaciones en el sistema de
desagüe: Baltasar Jiménez, vecino de Toledo, se obliga en 1561 a construir un ingenio
de hierro para el desagüe por el que se le pagan 11.390 mrs. y en cuya
construcción invierte dos meses; cfr. GONZALEZ, T.: Noticia histórica..., Vol.
II, p. 82. En 1573, Juan Bautista Porrtejuane
envía memoriales al Consejo Real y al de Hacienda proponiéndoles la introducción
de un nuevo ingenio para desaguar que él ha inventado, pidiendo que por diez años
él solo y no otro pueda beneficiarse de su rentabilidad; cfr. A.G.S. Consejo y
Juntas de Hacienda, Leg.° 122, fol. 7
Antes
de construirse el ingenio de maestre
Hanz, se habia construido uno de mucha menor capacidad de desagüe, según
técnica antigua, por un tal Fray Gabriel ermitaño; cfr. A.G.S. Estado, Leg. °
113, Fol. 36 y 37.
Cfr.
también A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 103, fols. 12: en las
labores de construcción de una lumbrera para dar respiro a las nuevas labores
de extracción, se da noticia de que
“se
descubrió un caño de agua, que es de gordo de un dedo, y, al parecer, es la
mina que solía haber en el Pozo Rico que esta encima de esta
mineta, porque, como han ido cavando, ha acudido a lo bajo. Y ansi paresce que
en lo alto se ha sacado, pero que esto no estorba para la labor del metal,
porque la dicha agua se ha dado horden como caiga por su pie en su propio pozo que llaman del Catalán, de donde se va
subiendo arriba por sus tiros hasta echarla en la mineta del agua, y se saca con todo lo demás”.
Cfr.
otros problemas relacionados con la inundaci6n de los pozos en A.G.S. Consejo y
Juntas de Hacienda, Leg.° 31, fols. 43 y 56; Leg.° 50, fol. 34; Leg.° 103, fol.
12. A .G.S.
Contadurías Leg.° 851, s.f. relación del estado de la mina el 31-XII-1568;
Leg.° 3.072, s.f. carta de la Princesa Gobernadora a F. de Mendoza de 29 de
julio de 1556. La oferta de C. Tassis, en A.G.S. Estado, leg. 650 fol. 71.
53
Cfr. A.G.S. Escribanía Mayor de Rentas, Minas, Leg.° 1, fol. 10; Leg.° 14, fol.
5; “Asiento con Francisco de Ocampo”. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda,
Leg.° 103, i 104, fol. 9.
54
fr. A.G.S. Contadurías Generales, Leg.° 3.072, s.f., “La orden que se tiene en
beneficiar las Guadalcanal después que fue a poner a buen recaudo en ellas el
contador Agustín de Zárate”
El
tipo de laboreo en las minas del siglo XVI es muy diferente del que se produce
tras el descubrimiento de la dinamita. Entonces, se seleccionaba el mineral en
el propio interior de la mina, con lo que, lo que se extraía era mineral prácticamente puro, sin apenas
ganga. La dinamita será la que haga derribar grandes masas sin escoger. Por
ello, las leyes y porcentajes no son comparables entre minas de entonces y la
actualidad. De todas maneras, esa selectividad
interna será la que permita beneficiar yacimientos muchos más pequeños y
marginales, que solo volverán a ser rentables con la técnica de concentración
del siglo XX y cuando los precios sean
muy altos.
55
Sobre extracción, cfr. A.G.S. Estado, Leg.° 124, fols. 51 y 55; Leg.° 137,
fols. 247 y 248; Leg.° 138, 1 12.
A .G.S. Contadurías Generales, Leg.° 3.072, s.f., carta a
los oficiales de Guadalcanal de 31 de 1563. A .G.S. Consejo y Juntas de Hacienda,
Leg.° 46, fols. 189 y 195; Leg.° 52, fol. 88; Leg.° ~7; Leg.° 64, fols. 97 y
98; Leg.° 66, fols. 14 y ss., 22-27-46-49-86-187; Leg .° 67, fol. 53; Leg .°
68, Leg.° 75, fol. 11 Leg.° 101, fol. 10; Leg.° 103, fol. 12; Leg.° 46, fols. 86
y 187 ; Leg.° 45, fol. 268; fol. 90.
A .G.S. Hacienda, Minas, Leg.° 8, fol. 1.
De Minería,
Metalúrgica y Comercio de Metales
ulio Sánchez Gómez
ulio Sánchez Gómez
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