Se nos ocurrió que Guadalcanal
era un pueblo de veraneo de sierra en plan tranquilo, tan tranquilo, que yo diría
que a veces resulta monótono y hasta aburrido. Así pensamos hacer algo nuevo
que se saliera del quehacer cotidiano y una mañana dominguera, sentados en El
Palacio, concretamente en la terraza del bar “del Chico”, degustando unas
cervezas con patatas fritas, surgió la idea: Erigiríamos Miss Guadalcanal el día
18 de Julio.
Y comenzó la larga —larguísima—
tarea de vencer obstáculos; unos tras otros fueron cayendo; permiso del
Ayuntamiento; mas permisos; mas papeles; burocracia en grande —¡!horrible!!—
pero, por fin, el 17 por La tarde ya estaba todo arreglado cuando ya más de uno
se mostraba escéptico con respecto a La celebración de La fiesta.
¡Y llegó el 18 de Julio! A las
nueve de La noche tocábamos la primera canción ante un público que comenzaba a
entrar algo extrañado por lo que allí veía. Conviene aclarar que el acto se
celebraba en La terraza del antiguo Circulo Recreativo Deportivo, gentilmente
cedido por la propiedad y fantásticamente iluminado por don Rafael Bernabé Chávez,
resultando un conjunto muy bonito y acogedor; las barras del Bar estaban
servidas por jóvenes, todos muy conocidos en Guadalcanal y el conjunto musical
lo formamos nosotros, los ya casi olvidados “QUINQUIS” que, tras tres años de
inactividad, volvimos a empuñar las guitarras y demás trastes.
A La una de la madrugada, con
un ambiente casi ferial, se comenzó a hacer La votación por el sistema,
totalmente democrático, de ir dando un papel a los asistentes al baile, para
que pusieran los tres nombres de las tres chicas que juzgasen más idóneas. El
escrutinio lo realizaron a La vista del público los señores Manuel Bernabé Calderón
y Antonio Luque Espino y como “schowmen”, y mantenedor don Romualdo Rodríguez
de Cepeda; por fin, a la una y treinta, se dio a conocer el resultado: Damas de
Honor, las señoritas Esperanza Jiménez Franco y Loli Corvillo Cote, y Miss
Guadalcanal, Luisa María Hernández Diánez, haciendo La entrega de Bandas y
premios un buen amigo nuestro, Pedro Porras Ibáñez, a quien estamos
profundamente agradecidos. Luego el baile y la alegría siguió hasta altas horas
de La madrugada.
No quisiera terminar estas Líneas
sin expresar mi publico agradecimiento al grupo de amigos que, juntos con los
ya citados, hicieron posible, gracias a su trabajo y esfuerzo, la realización
de estas fiestas. Así: Antonio Barrera, Leopoldo Tena, Joaquín Hidalgo, Paco Hernández,
Gonzalo Gullón, José María Lorenzo, Juan María y Antonio Núñez, Casa Chaves,
Club de Jóvenes de Guadalcanal, Cervezas Cruz Campo y todos los que ayudaron y
colaboraron en ella, desde esta Revista de Guadalcanal y para la gente de Guadalcanal,
os digo: Gracias.
José Ángel Hernández Diánez
Revista de feria 1973
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