Cuarta Parte
Para ello eran menester piedra, cal, tierra, arena, “troncos”, cuatro mil 32 Ibíd., apéndice documental, t. III, ladrillos y mano de obra. Todo saldría por 12.280 maravedís más. Los mismos albañiles informantes estaban dispuestos a hacer las referidas obras.
En definitiva, los documentos aludidos nos hablan de una casa de dos plantas, independiente del llamado palacio de la encomienda, que estaba en la plaza y a cuya planta alta se subía por una rampa. El edificio, además, necesitaba constantes reparos, lo que viene a indicar que debía de estar hecho desde un tiempo atrás.
Pasemos a plantear cuándo se pudo construir, dado que hay cierta confusión al respecto. De hecho, algunas fuentes datan La Almona en 1307, al parecer por una inscripción que se conserva en el edificio 34. Otras publicaciones la relacionan directamente con Lorenzo Suárez de Figueroa 35, personaje incompatible con dicha cronología, pues su maestrazgo tuvo lugar entre 1387 y 1409 36.
A la derecha del arco apuntado que da acceso a la planta alta, bajo el porche, se encuentra, en efecto, una pequeña lápida con una inscripción de difícil lectura (láms. 12 y 13), que hemos transcrito gracias a la inestimable ayuda de nuestra compañera de Universidad la Dra. Elena E. Rodríguez Díaz.
Lámina 12 (fot. M. Valle Gómez) |
[...]RA : D[...] : MIL [...]
CC : LXX : E : Q[...]
TRO : ANNOS : FUE [...]
CABADA : ESTA : C[...]
SA : E : MANDOLA : F[...]
ZER : EL : ME : DON : UO : RZ
[...]FONSO : MN : MO37 : ME : FEZ[...]
Hemos completado los vacíos de la siguiente manera:
[E]RA : D[E] : MIL [: C]
CC : LXX : E : Q[UA]
TRO : ANNOS : FUE [A]
CABADA : ESTA : C[A]
SA : E : MANDOLA : F[A]
ZER : EL : M(aestr)E : DON : U(asc)O : R(odrígue)Z
[AL]FONSO : M(ele)N(dez) : M(aestr)O : ME FEZ(it)
Cabe añadir que la última línea igualmente podría completarse como sigue:
[AL]FONSO : M(ele)N(dez) : M(and)O : ME FEZ(it)38.
Lámina 13 (fot. M.Valle Gómez) |
En definitiva, la inscripción, si es correcta nuestra transcripción, nos informa de que “esta casa” fue acabada en 1336 (restados los correspondientes 38 años a la fecha escrita, pues responde a la era hispánica) y mandada hacer por don Vasco Rodríguez Coronado, maestre de la orden entre 1327 y 1338.
Un tal Alfonso, cuyo apellido desconocemos (podría ser, por ejemplo, Meléndez), pudo quizás ser el autor de la interesante inscripción o, más bien, quien la mandó hacer, dado que entre 1338 y 1342 consta como maestre de los santiaguistas don Alfonso Meléndez de Guzmán. Creemos que es poco probable que en una inscripción de este tipo aparezca el maestro que efectuó el edificio 39.
Un tal Alfonso, cuyo apellido desconocemos (podría ser, por ejemplo, Meléndez), pudo quizás ser el autor de la interesante inscripción o, más bien, quien la mandó hacer, dado que entre 1338 y 1342 consta como maestre de los santiaguistas don Alfonso Meléndez de Guzmán. Creemos que es poco probable que en una inscripción de este tipo aparezca el maestro que efectuó el edificio 39.
Así que, si la inscripción está en su lugar original y no procede de otro sitio (no lo parece porque está ligeramente rehundida y cogida con cal), este bastimento no lo mandó construir Lorenzo Suárez de Figueroa, como apuntan algunos textos, sino un maestre anterior, Vasco Rodríguez. Esta cronología encajaría perfectamente con la dada por Hernández Díaz, Collantes de Terán y Sancho Corbacho.
Lámina 13 (fot. M. Valle Gómez) |
A pesar de ello, tampoco descartamos que el relevante maestre Lorenzo Suárez de Figueroa, que gestó el señorío de Feria, dejase su huella en este bastimento de Guadalcanal. De hecho, cuando visitamos el edificio pudimos ver en las impostas del arco de la misma puerta superior unas formas esculpidas en la piedra, muy desgastadas y parcialmente ocultas por antiguos encalados, que quizás podrían ser hojas de higuera (lám. 14), seña heráldica que el referido maestre fue colocando por otras de las edificaciones que impulsó, caso de la magnífica torre del castillo de Estepa o de la iglesia del monasterio de Santiago de la Espada de Sevilla, concebida como su propia capilla funeraria.
34 Véase Antonio GORDÓN BERNABÉ, “La Almona …”, ob. cit.
35 Véase, por ejemplo, Rafael RODRÍGUEZ MÁRQUEZ, Guadalcanal, un pueblo en la memoria, Diputación de Sevilla, 2006, p. 135.
36 Sobre Lorenzo Suárez de Figueroa tratan: Esteban RODRÍGUEZ AMAYA, “Don Lorenzo Suárez de Figueroa. Maestre de Santiago”, Revista de Estudios Extremeños, núms. 1-2 (1950), pp. 241-302; y Fernando MAZO ROMERO, El Condado de Feria (1394-1505). Contribución al estudio del proceso señorializador en Extremadura durante la Baja Edad Media, Institución Cultural Pedro de Valencia, Badajoz, 1980, p. 62 y ss.
37 El estado de conservación de la inscripción impide ver con claridad si la letra volada que se utiliza como abreviatura encima de la M es una “e” o una “o”. Cualquiera de estas dos lecturas sería posible, aunque comparándola con la “e” volada del sexto renglón, más parece una “o”. Lám. 12. La Almona. Puerta de acceso a la planta superior (fot. M. Valle Gómez de Terreros).
Lámina 13. La Almona. Lápida sita a la derecha de la puerta de acceso a la planta alta (fot. M. Valle Gómez de Terreros).
38 La Dra. Rodríguez Díaz ha realizado la siguiente descripción paleográfica: la inscripción está efectuada en una escritura mayúscula gótica de formas redondeadas, esmerada, elegante y con rasgos ornamentales.
Así se aprecia en los remates de letras como la C y la E de la segunda línea, en la B , la A y la E del cuarto renglón y en el propio diseño de la z. Como es habitual en el alfabeto mayúsculo gótico, la escritura combina letras minúsculas (t, n) y mayúsculas bajo las tipificaciones características de la capital y la uncial romanas.
Se abrevian los nombres propios, mediante los sistemas de contracción y las letras sobrepuestas. El epígrafe fue realizado en un taller cualificado.
39 Las fechas de los maestres proceden de Carlos de AYALA MARTÍNEZ, Las órdenes militares hispánicas en la Edad Media (siglos XII-XV), Marcial Pons y Latorre Literaria, Madrid, 2003, p. 850. La profesora Rodríguez Díaz ha contrastado nuestra inscripción con otras similares que figuran en Francisco DIEGO SANTOS, Inscripciones medievales de Asturias, ed. Principado de Asturias, Oviedo, 1993. Aprecia que son pocas las que hacen mención a los autores materiales de las lápidas o las obras, siendo más comunes las que se refieren a sus promotores Lámina 14. La Almona. Detalle de la decoración de las impostas del arco de acceso a la planta alta (fot. M. Valle Gómez de Terreros).
Gómez de Terreros Guardiola, María del Valle, Gómez de Terreros Guardiola, Mª Gracia: Publicado en Temas de Estética y Arte XXIV.- REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SANTA ISABEL DE HUNGRÍA
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