La vida en la mina 3
La oferta de mano de obra y 2
Junto a extranjeros, moriscos y gentes
de los pueblos mineros de Extremadura, el último grupo definido es el de los
vascongados; éstos últimos son muy apreciados, más que canteros que como
mineros, por lo que se les destina fundamentalmente a la práctica de obras
muertas en calidad de destajistas. 93
Y ya sin formar grupo, aparecen
de forma aislada especialistas de muy variadas procedencias, buscados por todas
partes del reino; dada la escasez que en un principio existe cano de obra
especializada. Su origen es así muy variado; hay antiguos fundidores de hierro
del País Vasco 94,
de Santiago de Galicia, donde había una tradición anterior de fundidores de
estaño 95, del
Rosellón 96, de las
zonas mineras de Almodóvar y Alcudia, algún aragonés e incluso el rarísimo caso
de un indio casado con una morisca 97.
Junto a la prevención frente a
los moriscos, algunas ordenanzas manifiestan también reticencias frente a los
oriundos de la propia villa de Guadalcanal; en 1558 escribía la Princesa
Gobernadora a Mendoza:
“en cuanto a lo que decía que
convernía que los oficiales y personas que andan en las fábricas sean
forasteros y no naturales, para lo que toca al buen rrecaudo y seguridad,
aunque se les acrescentasen algo más los salarios, proveerlo heis como mejor os
paresciere” 98.
En cualquier caso, entre los años
1556 y 1560 debió producirse un flujo poblacional importante hacia la mina,
afectando fundamentalmente a una zona formada por la actual
provincia de Badajoz y la Sierra
Morena cordobesa y sevillana. Sería inten de forma más pormenorizada cómo se
producen tales migraciones, si bien un conocimiento más profundo no es fácil
lograrlo en fuentes archivísticas, ya que no dejó rastro en los archivos
locales de Guadalcanal; la mina tuvo su propia iglesia y, por tanto sus propios
registros, cuyo paradero desconocemos. Un estudio así es más fácil de efectuar en
las minas de Almadén, donde la imbricación mina-villa era mucho más estrecha.
En 1569 se. conducían 44 moriscos
de Hornachos a las minas de Almodóvar y al paso por este pueblo son atacados
por los vecinos de Almadén, exasperados por la rebelión de las Alpujarras. La
mayor parte de ellos habían sido contratados para labores de desagüe y no debía
ser el primer grupo de esta raza que acudía a trabajar en aquel distrito ya que
la información indica que venían «como lo hizieron agora hazc un año». La
mayoría de los moriscos, atemorizados por el incidente huyeron de vuelta a su
pueblo y nc querían regresar y ante ello se despacha provisión real en la que
se indica que
“tienen prouisión real para andar
libremente por estos reinos y señorios (...). Dióseles porque los de Hornachos
son gente doméstica y servidores de la corona real y no es gente que se
entiende con la de Granada”;
93 cfr. A.G.S. Escribanía Mayor de Rentas, Minas,
Leg.°14, fol. 5.
94 Escribía Juan de Orbea a Mendoza desde Eibar:
“visto lo que V.M. enviaba a
mandar perca del maestro que deseaba fuese ahí para lo de las minas, yo
procuraré con Jorge de Urrupain (maestro de hacer acero en Guipúzcoa) para que
hobiese uno y así lo hubo (...) a Martín de Yrigoen, que me dice que es buen
oficial. El no es bien romanicado, que sera el mayor trabajo que con él se
terná, pero en su vascuence me dicen que es tenido por honbre de buena rajón.
Por ahí habrá vascongados que harán relación con él”.
Se le abonará un salario de 187,5
maravedíes al día más gastos de viaje de ida y vuelta y se le pagará el o de
una cabalgadura; cfr. A.G.S. Escribanía Mayor de Rentas, Minas, Leg.° 22.
95 A.G.S. Contadurías Generales, Leg.° 3.072, s.f.
96 La instrucción de Mendoza a la Princesa en
abril de 1556 decía:
“Otrosí se ha dicho que en el
condado de Ruisellón hay muchas herrerías, y que de las personas que en ellas
trabajan que están experimentados en usar de minas, se podrá traer aquí algún
dinero dellos y que serian provechosos porque son grandes trabajadores (...).
También os informaréis si de los que trabajan en las minas de yerro y avero en
el condado de Vizcaya y Guipúzcoa será bien que se lleven algunos para las
dichas minas de Guadalcanal y las otras, porque, si conviene, se procuren y
vayan con más breuedad que los alemanes”;
C.G.S. Patronato Real, Leg.° 26, fol. 150.
97 A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 31,
fol. 46:
«una morisca muger de un indio
que ha muchos días que trabaja aquí...»;
noticias sobre mano de obra en
A.G.S. Contadurías Generales, Leg.° 3.072, s.f. Carta de la Princesa yate de 26
de mayo de 1556; A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 66, fol. 23; Leg.°
31, fol. ,eg.° 160, fol. 7. A.G.S. Diversos de Castilla, Leg.° 8, fol. 29.
98 A.G.S. Contadurías Generales, Leg.° 3.072, s.f.
Carta de la Princesa a D. Francisco de Mendoza 1 de enero de 1558.
De Minería,
Metalúrgica y Comercio de Metales
Julio Sánchez Gómez
Julio Sánchez Gómez
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