Cómo rebatir el heroismo de Hitler
El historiador británico Thomas Weber rebate la propaganda
nazi que encumbró a Adolf Hitler como un héroe de la
Primera Guerra Mundial en su libro La primera guerra de Hitler, para
cuya elaboración ha consultado documentación
inédita.
En una entrevista con Efe, Weber señala que la principal aportación de su obra, editada por Taurus, es que la gran guerra "no convirtió a Hitler en un radical político como lo sería después".
En una entrevista con Efe, Weber señala que la principal aportación de su obra, editada por Taurus, es que la gran guerra "no convirtió a Hitler en un radical político como lo sería después".
Constata el historiador británico que las mentiras que el
propio Hitler se inventó sobre esa época "sirvieron
para aumentar el apoyo del que gozó en Alemania, pero en
realidad fue un soldado bastante atípico, que además
tampoco era el antisemita en el que se convertiría más
tarde".
La propaganda nazi difundió además el mito de que Hitler era el típico soldado alemán, pero en realidad él "trabajaba en la guerra como correo, entregaba despachos y el único peligro que podía sufrir era que le alcanzara la artillería, pero no estaba en primera línea de fuego".
Sin embargo, Hitler fue herido dos veces, la primera en 1916 en la batalla del Somme, cuando fue alcanzado por metralla en la salida de un refugio, y la segunda en el verano de 1918, recuerda el autor.
En opinión de Weber, Hitler exageró su papel en el ejército porque sabía que los combatientes de las trincheras menospreciaban el trabajo de soldados como él y, de hecho, sus compañeros de compañía le llamaban "etappenschwein" (el cerdo de la retaguardia). Weber ha investigado además en el Regimiento List, al que pertenecía Hitler, para comprobar si esa compañía fue el germen de la radicalización del futuro Führer. "Volvió de la guerra siendo un personaje solitario, no tenía dotes de liderazgo, no superó el rango de soldado raso y sus opciones políticas no estaban radicalizadas", resume Weber, quien considera que "el cambio radical se produjo entre 1918 y finales de 1919, cuando entró a formar parte del Partido Nazi".
La propaganda nazi difundió además el mito de que Hitler era el típico soldado alemán, pero en realidad él "trabajaba en la guerra como correo, entregaba despachos y el único peligro que podía sufrir era que le alcanzara la artillería, pero no estaba en primera línea de fuego".
Sin embargo, Hitler fue herido dos veces, la primera en 1916 en la batalla del Somme, cuando fue alcanzado por metralla en la salida de un refugio, y la segunda en el verano de 1918, recuerda el autor.
En opinión de Weber, Hitler exageró su papel en el ejército porque sabía que los combatientes de las trincheras menospreciaban el trabajo de soldados como él y, de hecho, sus compañeros de compañía le llamaban "etappenschwein" (el cerdo de la retaguardia). Weber ha investigado además en el Regimiento List, al que pertenecía Hitler, para comprobar si esa compañía fue el germen de la radicalización del futuro Führer. "Volvió de la guerra siendo un personaje solitario, no tenía dotes de liderazgo, no superó el rango de soldado raso y sus opciones políticas no estaban radicalizadas", resume Weber, quien considera que "el cambio radical se produjo entre 1918 y finales de 1919, cuando entró a formar parte del Partido Nazi".
El historiador baraja varias posibilidades
sobre el origen de ese cambio y una de ellas es el miedo a la
revolución comunista: "Durante la república
soviética de Múnich, que duró unas pocas semanas
en 1919, Hitler hacía de enlace entre los soviéticos y
Alemania, pero después de este episodio se decantó
hacia el fascismo".
Uno de los hallazgos importantes de Weber es que, a diferencia de la mayoría de los soldados, "Hitler no tenía un núcleo de amigos y de familiares al que volver después de la guerra y el Partido Nazi se convirtió en una especie de familia". Para la investigación, Weber ha podido consultar la correspondencia de numerosos soldados del Regimiento List, así como las "pocas" cartas de Hitler, que apenas mantuvo contacto con su familia, pero sí son "de los pocos documentos que son realmente auténticos, que no falsean su imagen".
El investigador de la Universidad de Aberdeen desmonta también el mito de que las filas del Partido Nazi habían salido del Regimiento List: "Hice un estudio de 750 de los 1.000 soldados del Regimiento y vi que en 1933 menos del 3% de los afiliados al Partido Nazi habían sido veteranos en la I Guerra Mundial".
Uno de los hallazgos importantes de Weber es que, a diferencia de la mayoría de los soldados, "Hitler no tenía un núcleo de amigos y de familiares al que volver después de la guerra y el Partido Nazi se convirtió en una especie de familia". Para la investigación, Weber ha podido consultar la correspondencia de numerosos soldados del Regimiento List, así como las "pocas" cartas de Hitler, que apenas mantuvo contacto con su familia, pero sí son "de los pocos documentos que son realmente auténticos, que no falsean su imagen".
El investigador de la Universidad de Aberdeen desmonta también el mito de que las filas del Partido Nazi habían salido del Regimiento List: "Hice un estudio de 750 de los 1.000 soldados del Regimiento y vi que en 1933 menos del 3% de los afiliados al Partido Nazi habían sido veteranos en la I Guerra Mundial".
El historiador británico Thomas Weber durante la entrevista concedida a Efe para hablar de su libro.
TONI GARRIGA
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