Gobierno Provisional 1869 en el que aparece Ayala, penúltimo por la derecha |
Adelardo López de Ayala, el
político
Proclama de los generales
sublevados en Cádiz en 1868
"Españoles: La ciudad de Cádiz puesta en armas con toda su
provincia, con la Armada
anclada en su puerto (...) niega su obediencia al gobierno que reside en Madrid,
segura de que es leal intérprete de los ciudadanos (...) y resuelta a no
deponer las armas hasta que la
Nación recobre su soberanía, manifieste su voluntad y se
cumpla. (...) Hollada la ley fundamental (...), corrompido el sufragio por la
amenaza y el soborno, (...) muerto el Municipio; pasto la
Administración y la Hacienda de la inmoralidad; tiranizada la enseñanza;
muda la prensa (...). Tal es la
España de hoy. Españoles, ¿quién la aborrece tanto que no se
atreva a exclamar: "Así ha de ser siempre"? (...) Queremos que una legalidad
común por todos creada tenga implícito y constante el respeto de todos. (...)
Queremos que un Gobierno provisional que represente todas las fuerzas
vivas del país asegure el orden, en tanto que el sufragio universal echa los cimientos
de nuestra regeneración social y política. Contamos para realizar nuestro
inquebrantable propósito con el concurso de todos los liberales, unánimes y
compactos ante el común peligro; con el apoyo de las clases acomodadas, que no
querrán que el fruto de sus sudores siga enriqueciendo la interminable serie de
agiotistas (especuladores) y favoritos; con los amantes del orden, si quieren
ver lo establecido sobre las firmísimas bases de la moralidad y del derecho;
con los ardientes partidarios de las libertades individuales, cuyas
aspiraciones pondremos bajo el amparo de la ley; con el apoyo de los ministros del
altar, interesados antes que nadie en cegar en su origen las fuentes del vicio
y del ejemplo; con el pueblo todo y con la aprobación, en fin, de la Europa entera, pues no es posible
que en el consejo de las naciones se haya decretado ni decrete que España ha de
vivir envilecida. (...) Españoles: acudid todos a las armas, único medio de
economizar la efusión de sangre (...),no con el impulso del encono, siempre
funesto, no con la furia de la ira, sino con la solemne y poderosa serenidad
con que la justicia empuña su espada.
¡Viva España con honra!
Cádiz, 19 de septiembre de 1868.-
Duque de la Torre ,
Juan Prim, Domingo Dulce, Francisco Serrano Bedoya, Ramón Nouvillas, Rafael
Primo de Rivera, Antonio Caballero de Rodas, Juan Topete".
El inspirador y el hombre más
destacado en esta especie de movimiento revolucionario fue un general
progresista Juan Prim, un militar de con brillante trayectoria castrense, la
autoría de la proclama llamada “La
Gloriosa ” es atribuida al colectivo de generales, pero quien
realmente el autor del manifiesto e instigador fue Adelardo López de Ayala,
Guadalcanalense, político, dramaturgo y conspirador.
Fue ministro de Ultramar con el
primer gobierno provisional de Francisco Serrano y Domínguez el 3 de Octubre de
1868, a
la caída de este, no tuvo problemas para pactar con Canovas del Castillo, en 1875, bajo el reinado de Alfonso XII,
periodo conocido como Restauración ocupó de nuevo el ministerio de Ultramar. En
1878 fue elegido presidente del Congreso, su muerte al año siguiente le impidió
aun mayores logros políticos.
Luis de Oteyza, el escritor y
poeta segedano le describe en una biografía
escrita en 1932 como “López de Ayala o el Figurón político-literario” y en la
justificación previa se hace una pregunta, “Entre las figuras del siglo XIX
¿puede incluirse un figurón?..., Juzgamos que puede y aun debe…, en el siglo
decimonono hay biografías dedicadas a personajes que, si figuras parecieron más
o menos sinceramente a sus panegiristas, figurones y solo figurones fueron en
realidad…"
En otro pasaje de su
justificación describe “alcanzó tres veces la ratera de ministro, siempre
gobernando las colinas que iban a perderse; subió dos veces a ese elevadísimo
sitial que es la Presidencia
de Congreso, y estuvo una vez a punto de
formar Gobierno cosa que, si no fallece pronto, habría logrado también. A don
Adelardo López de Ayala, en fin, el mayor de los figurones habido y hasta por
haber..."
Lo fue incluso físicamente.
Cuando contemplamos su retrato, creemos asistir a la procesión del Pilar, en el
que desfilan los gigantes y cabezudos. De gigante tuvo Ayala, si no la
estatura, pues era chaparrito que
dicen en México, la amplitud y el empaque. De complexión hercúlea, se estiraba creciéndose,
en forma que gigantesco parecía. Y de cabezudo tenía todo lo que hay que tener:
la cabeza grande. De tenerla tan crecida se vanagloriaba, como si los cerebros
se mediesen por fuera...
Termina el Sr. Oteyza, insigne
escritor de Zafra si disertación con la
siguiente frase:
“Vaya pues, el figurón con las
figuras del siglo pasado, ya que entre ellas estuvo colocado, ¡y colocado muy
bien! Y valla, asimismo, como precursor de las figuras del presente siglo que,
aun cuando tal parezcan son figurones.
Lástima que este periodista político
fallecido en 1961 no viva nuestros tiempo, tendría para hacer multitud de críticas
de políticos de nuestro días en España, figurones si, cabezones también,
escritores políticos-literarios pocos, de la talla de nuestro paisano López de
Ayala, ninguno.
Rafael Spinola
Creo que es por quien el Teatro de Badajoz se llama "López de Ayala". Si no me equivoco fue diputado por Mérida y Castuera.
ResponderEliminarGracias por la reseña.
Efectivamente, en aquella época Guadalcanal pertenecía a Extremadura, es uno de los personajes más ilustre de nuestra villa
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