La producción de cereales.-El trigo y la cebada son con mucha diferencia
los cereales más extendidos en el partido de Llerena, constituyendo el pilar
fundamental sobre el que se asienta su economía. De acuerdo con los cálculos,
realzados con los datos del producto decimal, el valor medio de la producción
de trigo y cebada significaría aproximadamente un 70% del total de la producción agraria, estimación
que concuerda básicamente con la hecha por N. Salomón para Castilla la Nueva,
según la cual la agricultura representaba el 70 al 80 % de la producción rural y
los cereales un 75% del total agrícola, en Guadalcanal
en valor porcentual es bajo en producción con las localidades de influencia,
alcanzando el 34% del total, este bajo porcentaje de Guadalcanal es excepcionalmente comprensible, por la singular
importancia del viñedo en esta villa.
La cebada era el segundo cereal en importancia. El volumen de su producción es, en
conjunto sensiblemente inferior al del
trigo, no llegando a alcanzar el 60% de este en poblaciones como Azuaga, Bienvenida
y Ribera. Sólo en zonas de suelos pobres como Guadalcanal y Palomas, la producción de cebada superaba
generalmente la del trigo. Las principales aéreas productoras eran también
Azuaga, Bienvenida, Ribera y Los Santos.
En tercer
lugar, pero a mucha distancia del trigo y la cebada, se situaba el centeno, al
que se reserva las tierras de suelo endeble, donde el trigo no podía cultivarse
por sus bajos rendimientos. El volumen de producción es muy reducido y únicamente
tiene alguna consideración en Bienvenida, Palomas, Ribera, Reina y, sobre todo,
Fuente del Arco. Es muy probable que el cultivo del centeno estuviera en regresión,
pues sabemos que en la segunda mitad del siglo XVI se extendía también por
otros lugares (Los Santos, por ejemplo), en los que no lo mencionan los
documentos del siglo XVII, lo que es indicativo de su ausencia o de su escasa
significación, de Guadalcanal no hay
datos concretos, pero se supone que el porcentaje era muy bajo, teniendo en
cuenta la producción del resto de cereales y viñedo en sus campos de labor.
Hay que
destacar la fuerte caída de la producción en las décadas centrales del siglo,
coincidiendo con la guerra de Portugal, que fue sin duda el principal factor de
la depresión económica y demográfica que sufrió esta zona por aquellos años,
según hemos explicado en el capítulo de la población. Es muy significativo
que, limitándose la información a unos
pocos años aislados, la mayoría de los mínimos se concentren en esta época. Así
en la villa de Los Santos, de las que hay once informaciones referidas a este
periodo sobre un total de treinta y siete para todo el siglo, se hallan cuatro
de los seis mínimos, entre ellos el mínimo absoluto que corresponde al año
1659. En Bienvenida, el diezmo de trigo percibido por la encomienda en el
quinquenio 1665-1669 só1o representa un 53% del recaudado en el quinquenio
1605-1609. El hecho se constata también en las encomiendas de Puebla de Sancho
Pérez, Reina, Guadalcanal y Ribera.
Esta
crisis aguda se acentúa entre 1683 y 1685, sobre todo, observada en Guadalcanal, Hinojosa, Ribera y Los
Santos, que fue provocada por varios años consecutivos de sequias.
Las fuentes del
siglo XVII no permiten hacer un cálculo siquiera aproximado de los rendimientos
de los cereales, pero, teniendo en cuenta que no hay ningún hecho que autorice
a pensar en un cambio de los rendimientos durante la centuria siguiente,
podemos utilizar nuevamente los datos del Catastro de Ensenada. Según esta
fuente los rendimientos de los cereales en el partido de Llerena se situaban
entre las 3 y 10 fanegas de trigo por fanega sembrada, correspondientes a las
tierras de tercera calidad de las zonas de suelo pobre (Guadalcanal, Fuente del Arco, Usagre, etc.) y de primera de las
zonas de suelo profundo (Llerena, Maguilla, Ribera, Los Santos)
respectivamente.
Un dato
complementario es el de la producción de trigo por vecino. Aunque no es muy
expresivo de los rendimientos, si es orientativa la estimación de la producción
en las poblaciones de Azuaga 38 fanegas por vecino, Bienvenida 34, Granja 38, Guadalcanal el menor porcentaje sólo
11, La Puebla de Sancho Pérez 41 y Los Santos de Maimona 34, estos valores, que
corresponden a los años de mayor producción, se reducen aproximadamente a la
mitad en los años de una producción media.
El viñedo.- Su cultivo
estaba muy difundido por todo el partido de Llerena. Es bien sabido que el vino
era un elemento importante en la alimentación de la época.
La importancia
del vino como alimento básico explicaría la preocupación que desde la Edad Media
manifiesta la Orden por los viñedos, promulgando numerosas leyes capitulares
para protegerlos, al igual que el trigo y otros cereales para la alimentación
humana, principalmente la fabricación de panes, de las invasiones de ganados, incendios,
etc. Asimismo, los concejos mostraron un gran interés por el tema. Rodríguez
Blanco ha explicado detalladamente la atención que a lo largo del siglo XVI
prestan algunos municipios a la protección del viñedo mediante ordenanzas y
normas particulares que, a pesar de su reiteración y del aumento de las penas pecuniarias
para los infractores, no eran fielmente respetadas. Por esta razón, en las principales
zonas productoras, los viñedos se concentran en lugares concretos conocido con el nombre de pagos que se cercan para impedir
la entrada del ganado.
Las zonas
productoras más importantes estaban al sur del partido: Guadalcanal, Fuente del Arco y Azuaga.
En Guadalcanal el viñedo tenía una importancia
singular hasta el punto de que, en algunos años, el valor del diezmo del vino
superaba ampliamente al de los cereales. Así, el valor total del diezmo del
vino del quinquenio 1661-1665 excedió, según nuestros cálculos, en un 34% al
del conjunto del trigo y la cebada. En Fuente del Arco, aunque no alcanzó esta importancia,
su participación en el valor final de la producción agrícola se situaba también
en calidad por encima de la media general. En el periodo 1631-1634, el valor del
diezmo del vino represento cerca del 70% del de los cereales. Otras zonas
productoras, con un carácter ya muy secundario, eran Llerena, Puebla de Sancho Pérez
y Los Santos.
Valores
del diezmo de uva y vino en varias localidades a principios del siglo XVII
Localidad
Maravedís
AzuagayGranja................................................
183.447
Bienvenida.........................................................
34.000
Casas de Reina..................................................
53.168
Fuente del
Arco................................................. 205.113
Fuente del
Maestre............................................ 75.613
Guadalcanal......................................................
372.640
Puebla de
Sancho Pérez..................................... 50.000
Reina.................................................................
9.000
Ribera................................................................
8.302
Los
Santos......................................................... 17.500
Usagre...............................................................
38.536
Para el resto
del siglo só1o hay unos cuantos datos aislados de un número menor de poblaciones,
que presentan el inconveniente de la falta de sincronía, como muestra, los
correspondientes a Guadalcanal.
Valores del diezmo del vino de Guadalcanal en diferentes años
Años Arrobas
1603.....................................................................
5.480
1628.....................................................................
7.980
1634.....................................................................
4.770
1645.....................................................................
2.200
1661.....................................................................
2.800
1662.....................................................................
2.100
1663.....................................................................
3.000
1664.....................................................................
2.400
1665.....................................................................
4.200
El olivo y otros cultivos de secano.- Tienen un carácter complementario, orientados
a satisfacer parte de las necesidades\alimenticias de los productores y sus familillas
siendo su repercusión en el mercado pequeña y limitada al ámbito local.
El cultivo del
olivo carece de tradición y, por tanto, está muy poco extendido en el partido
de Llerena. Aunque en las descripciones de las encomiendas se mandaba siempre el
diezmo de aceite, en ninguna ocasión se dan cifras de sus valores, lo que indica
claramente la escasa importancia de la producción.
Según parece
por los pocos datos reunidos, el olivar só1o consiguió un pequeño arreglo en
Fuente del Maestre y Llerena, adosado en muchos casos al viñedo.
Esta tendencia
sobre el olivo no cambió hasta la segunda mitad del siglo XIX en el que la
filoxera y otras enfermedades de la vid hizo menguar el cultivo y sustituirlo progresivamente
por el olivo, siendo mayoritario en Guadalcanal,
Fuente del Arco y menor medida en
Azuaga.
El cultivo de las leguminosas, garbanzos y
habas principalmente, es
también poco significativo; la producción es muy reducida, de ahí que los
diezmos aparezcan generalmente englobados en el bloque de las menucias, por lo
que apenas se ofrecen datos de producción.
Los cultivos de las plantas
industriales,
estaban igualmente poco extendidos, el diezmo de lino aparece citado en las
descripdones de casi todas las encomiendas, pero sus valores nunca se expresan,
a excepción en algunas ocaslones, de los pertenedentes a las encomlendas de Guadalcanal y Reina, únicas zonas donde
tuvo una relativa importancia alcanzando en 1603 un valor por arrendamiento de
880 y más de 1.500 reales de vellón respectivamente.
Otro producto industrial fue
el zumaque se
cultivó en varias localidades, especialmente en Guadalcanal y, en menor medida, en Los Santos y Llerena. En Guadalcanal su producción era
considerable a comienzos del siglo, pero fue decreciendo a lo largo del mismo, según
indican los escasos datos disponibles: 2.200 arrobas en 1603.1250 en 1628 y tan
solo 360 en 1645.
Los cultivos de la huerta son los únicos cultivos de
regadlo. En todas las poblaciones del partido existían en sus alrededores un cierto
número de pequeñas huertas cercadas, que utilizan generalmente las aguas de los
modestos cursos fluviales (Bembezar, Retín y Matachel), riveras y arroyos que
drenan esta zona. Habitualmente, eran explotadas en régimen de arrendamiento o
de censo y en ellas se cultivaban las hortalizas tradicionales (lechugas, ajos,
cebollas, judías, melones, etc.) y algunos frutales (naranjo, albaricoquero,
moral, higuera, etc.).
Las huertas en Guadalcanal que
estaban igualmente en arriendo, se extendía por las riveras del Benalija y San
Pedro y la proliferación de pozos y albercas, en tierras aptas para este
cultivo y los árboles de regadío.
Tesis presentada en 2014 por Juan R. González Uceda sobre Guadalcanal en el siglo XVII
Fuentes.- Historia rural de la baja Extremadura (Crisis, decadencia y presión fiscal el siglo XVII), La hacienda del antiguo régimen, Desarrollo y crisis en el antiguo régimen, Demográfica histórica de España y Hemerotecas
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