La antigua parroquia de Santa Anafre cobijando entre sus muros un
completo patrimonio artístico integrado por retablos, esculturas, pinturas,
piezas de orfebrería y ornamentos sagrados de diferente época y estilo, en su
mayoría destruidos en los lamentables sucesos de 1936.
Ya desde los mismos días de la
construcción del templo, la
Orden de Santiago se fue preocupando de dotarlo del
correspondiente ajuar litúrgico. Así, la Visita Canónica de
1494 nos proporciona un minucioso listado de vasos sagrados y ornamentos, al
tiempo que se señala la existencia de varios altares: el mayor, presidido por
la escultura de Santa Ana tríplex, es decir, la representación de la Abuela de Cristo siguiendo
aquella vieja fórmula iconográfica de raigambre medieval que muestra a la Santa llevando en brazos a
su Hija y ésta a su vez al Niño Jesús; el de la Virgen con el Niño; el de
Santa Brígida, con imagen de esta advocación; el de San Bartolomé, con efigie y
pintura de este santo, más una tabla pintada con el tema de la Santa Cena ; y otro de la Virgen con el Niño,
acompañada por la figura de Santa Lucía. Debajo de uno de los arcos del coro se
situaba una viga sobre la que descansaba un grupo escultórico del Calvario (5)
Ya en el siglo XVI se anotan
algunos encargos de obras para esta iglesia. En agosto de 1571 el entallador
Antonio Florentín concierta la hechura de un retablo, cuya realización se
retrasó varios años, motivando un pleito con otro artista, Hans de Bruselas,
que no se zanjó hasta cuatro años después, cuando Florentín se compromete a
ejecutar una imagen de la titular de la iglesia ( 6)
Por desgracia las obras
mencionadas en estas noticias documentales han desaparecido, como todas las que
se repartían por los muros del templo que nos ocupa; destruidas en su mayoría
en 1936. Aunque en la posguerra se repusieron algunas piezas aprovechando
elementos de retablos desaparecidos, en la última restauración se han
redistribuido entre otros templos de la localidad. Gracias a un inventario de
1924 (7)
a los trabajos de los profesores Hernández Díaz y Sancho Corbacho s podemos
hacernos una idea de este patrimonio perdido y su situación en el templo.
Presidía el presbiterio el
retablo mayor, con la imagen de la
Titular , flanqueada por San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús,
situándose en el ático un Crucifijo y las imágenes de San Cayetano y Santa
Rosalía. Ya por la nave seguían, por el muro izquierdo o del Evangelio, el
altar de San José y la capilla de San Ignacio de Loyola, en cuyo retablo se
veneraban, junto al fundador de la
Compañía de Jesús, la Virgen de los Dolores, San Antonio y un valioso
Crucifijo de marfil, al que después nos referiremos. A continuación, las
capillas del Cristo del Socorro, con pintura de Cristo Crucificado y una imagen
de talla de la Virgen ;
y la de la Virgen
de Gracia, en la que además recibía culto el Cristo de los Desamparados. En el
pilar que separaba ambas capillas se situaba el retablo de las Animas.'Al final
de la nave se ubicaba el coro, con sillería compuesta por veintiún asientos,
facistol y dos banquetas. Pasando al muro contrario o de la Epístola , se encontraban
en primer lugar dos altares: el de San Marcos, con las imágenes de dicho
Evangelista yolas de San Joaquín y San Bartolomé; y el de la Virgen de Belén, con "valiosísimo cuadro representando a la Santísima Virgen
dando de mamar al Niño Jesús", atribuido a Alonso Cano en el
inventario de 1924. Seguía la capilla del Sagrario, cuyo retablo presidía la Virgen del Carmen,
acompañada por San Juan Bautista y San Miguel, situándose sobre una mesa el
Cristo de las Misericordias. Y próximo al presbiterio; el altar de la Purísima , con la Titular y San Andrés y San
Juan Nepomuceno, situándose no lejos una urna con la imagen de San Joaquín.
En la sacristía se conservaban
algunas piezas de orfebrería de los siglos XVII y XVIII, como una custodia
procesional, un viril, un cáliz y una cruz parroquial, y algunos ornamentos de
igual cronología, como varias casullas y dalmáticas.
Como antes señalamos, en la
posguerra se recompusieron varios retablos con elementos de otros
desaparecidos, especialmente con los restos del mayor de la parroquia de San
Sebastián y el de San José de la de Santa María.
Desmontados a causa de las obras
de restauración, sólo restan en el templo, como elementos destacables, la
lápida situada junto al presbiterio, con
inscripción alusiva al enterramiento de Juan de Castilla y sus herederos; la
pila de agua bendita, realizada en barro, con interesantísima decoración
mudéjar de motivos vegetales; la pila bautismal, igualmente mudéjar, realizada
en piedra con forma hemiesférica, y el púlpito, en hierro forjado, del siglo
XVIII.
Los fondos documentales del
archivo parroquial de Santa Ana se conservan integrados - junto con
documentación procedente de San Sebastián - en el de la parroquia de Santa
María, arrancando su cronología desde el siglo XVI (9). En la misma
parroquia se conserva un interesante Cristo de marfil, obra ejecutada en
Flandes en la segunda mitad del siglo XVII, que estuvo expuesta en la Exposición Iberoamericana
de 1929 (10), como elocuente testimonio de las riquezas que albergó esta histórica
iglesia de Santa Ana, cuyo recuerdo hemos querido traer a estas páginas.
Salvador Hérnandez González
Revista de Feria
(5) MUÑOZ TORRADO, Antonio: Op. cit., Págs. 94-95; MENDEZ VENEGAS,
Eladio: " Una Visita de la
Orden de Santiago al Provisorato de Llerena de la Diócesis de Mérida —
Badajoz: aspectos artísticos en ella señalados ", en Memoria Ecclesiae,
vol. XVII (Arte y archivos de la
Iglesia , II). Oviedo, 2000. Págs. 452 —453.
(6) SOLIS RODRIGUEZ, Carmelo: " Escultura y pintura del siglo
XVI ", en Historia de la Baja Extremadura , vol. I1. Badajoz,1986. Págs.
596-597; FLORES GUERRERO, Pilar: Op. cit., Pág. 483.
(7) ARCHIVO GENERAL DELARZOBISPADO DE SEVILLA, sección
IV.(Administración General), serie Inventarlos, legajo 693.
8 HERNANDEZ DIAZ, José — SANCHO
CORBACHO, Antonio: Edificios religiosos y objetos de culto saqueados y
destruidos por los marxistas en los pueblos de la provincia de Sevilla.
Sevilla, 1937. Pág. 129.
9 V.V. A.A.: Catálogo de los
archivos parroquiales de la provincia de Sevilla. Banesto, Sevilla, 1992. Vol.
I, págs. 561 — 574.
(8) ESTELLA MARCOS, Margarita: La escultura barroca de marfil en
España. Las escuelas europeas y las coloniales. C.S.I.C., Madrid, 1984. Vol. I,
págs. 89 — 90.
(9) V.A.A.: Catálogo de los archivos parroquiales de la provincia
de Sevilla. Banesto, Sevilla,1992. Vol. 1, págs. 561— 574.
(10) ESTELLA MARCOS, Margarita: La
escultura barroca de marfil en España. Las escuelas europeas y las coloniales.
C.S.I.C., Madrid, 1984. Vol. I, págs. 89-90.
Salvador Hérnandez González
Revista de Feria
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