CASAS TERCIAS O DE BASTIMENTO DE
Segunda parte
En 1725 la tercia tenía sus cámaras altas “muy buenas para enzerrar los granos y por abajo abitación para el terzero”. Entonces la orden disponía además de una casa tercia “del vino” que estaba “entre las murallas así de la villa como de la Encomienda y está al pié del castillo” (11). El Cubo, las murallas a él adosadas y la que lo separa de la tercia, así como los localizados restos de un aljibe, se podrían datar a finales del siglo XIV. En el XV se fechan la tercia y los muros restantes del edificio anexo al Cubo (12). La tercia que hoy se conserva en buen estado es la del grano. Se trata de un edificio de dos plantas, bastante sencillo, que recuerda la arquitectura popular de la zona, con planta rectangular y pocos vanos, muros de mampostería, reforzados con sillares en las esquinas, y tejado a dos aguas. Actualmente está distribuida y se utiliza como vivienda (13).
La tercia de Génave (láms. 3 y 4), ubicada también en el centro de la población, era originalmente una torre defensiva, rodeada de un recinto menor (aunque con andén, pretil y almenas) o “cortijo” (como se denomina en la documentación), sin llegar a ser, creemos, un auténtico castillo (14). Era un tipo de complejo defensivo común en poblaciones menores de la zona de la Sierra de Segura y que existió, por ejemplo, también en Torres de Albanchez, Villarrodrigo, Orcera o Benatae (desaparecidos en estas dos últimas poblaciones), todas localidades de la zona santiaguista giennense (15). La de Génave, en concreto, es una torre cuadrada, de 10,50 m de lado, maciza hasta la altura de la puerta y cuenta con dos bóvedas apuntadas superpuestas perpendicularmente, más la azotea. Las diversas plantas se comunican por escaleras embutidas en el muro.
Lámina 3 (fot. M.Gracia Gómez) |
En la actualidad sigue estando totalmente rodeada de
construcciones adosadas.
Ha sido fechada por J. Eslava Galán a finales del siglo XIII (16). Como ha sido
referido, al perder su función primitiva, se utilizó como tercia, denominación
que ha conservado hasta la actualidad. Dicha utilización se señala en 1725, en
una descripción de la encomienda de Segura de la Sierra en la que se lee que
era “una Torre con casa adjunta a ella que todo por alto sirbe para enzerrar
los granos del diezmo (…) Y por abajo tiene bodegas para el vino” (17). Hoy en día se sigue
accediendo a ella por una escalera existente en el interior de un edificio
adosado a la misma pues, como era común en las fortificaciones, la puerta
estaba en alto. Allí, donde posiblemente estuvo una casa de la encomienda, tuvo
su sede, hasta aproximadamente 1991, el Ayuntamiento, cuyo edificio se derribó
para construir una nueva edificación, que hoy alberga un centro de educación de
adultos (18).
Lámina 4 (fot. M.Gracia Gómez) |
Algunas otras torres de la misma zona pudieron cumplir la misma misión, al menos durante un tiempo, caso de la ya mencionada de Torres de Albanchez (láms. 5 y 6). Peinado Santaella apunta que en los textos de la visita efectuada por la orden en 1507 se afirma que “en ella se pone el pan del bastimento del dicho logar”, dado que no había ningún otro edificio para ello.
Al parecer, el comendador almacenaba “el pan” en las bóvedas bajas, que no estaban en dicho año en muy buen estado, por lo que se mandaron reparar (19).
En 1554 aún una de sus bóvedas servía “de granero” (20).
La torre sigue teniendo hoy tres plantas, con dos bóvedas en cada una, y su escalera en el interior del muro este. Para Eslava es una obra cristiana de la primera mitad del siglo XIV, aunque en su lado oeste tiene un muro adosado (hasta algo menos de media altura), rematado con volúmenes cónicos en las esquinas, que podría ser de la siguiente centuria (21). Otros autores han apuntado que, por la lectura de sus paramentos, parece que la construcción se hizo en una única fase, que se podría fechar en algún momento del siglo XIV (22).
Está ubicada en la plaza central del pueblo, junto a la parroquia y al Ayuntamiento. No está exenta del todo: sigue teniendo edificaciones adosadas en sus lados norte y oeste.
Tampoco sabemos cuánto tiempo se usó como tercia, aunque seguramente no fue mucho. De hecho, en la misma localidad, en la calle Cervantes, hay una casa de nueva construcción que se llama, precisamente, “La Tercia”, junto a la que quedan restos de una edificación más antigua (23). Y, en efecto, en las Relaciones de 1575 consta que entonces la orden tenía en Torres del Albanchez una casa de la encomienda pequeña, donde se recogía el pan y el vino (24). En 1725 seguía existiendo una casa tercia, en la que se guardaban arriba los granos y abajo el vino, y que tenía un pequeño lagar.
Al parecer, el comendador almacenaba “el pan” en las bóvedas bajas, que no estaban en dicho año en muy buen estado, por lo que se mandaron reparar (19).
En 1554 aún una de sus bóvedas servía “de granero” (20).
La torre sigue teniendo hoy tres plantas, con dos bóvedas en cada una, y su escalera en el interior del muro este. Para Eslava es una obra cristiana de la primera mitad del siglo XIV, aunque en su lado oeste tiene un muro adosado (hasta algo menos de media altura), rematado con volúmenes cónicos en las esquinas, que podría ser de la siguiente centuria (21). Otros autores han apuntado que, por la lectura de sus paramentos, parece que la construcción se hizo en una única fase, que se podría fechar en algún momento del siglo XIV (22).
Lámina 5 (fot. M. Valle Gómez) |
Tampoco sabemos cuánto tiempo se usó como tercia, aunque seguramente no fue mucho. De hecho, en la misma localidad, en la calle Cervantes, hay una casa de nueva construcción que se llama, precisamente, “La Tercia”, junto a la que quedan restos de una edificación más antigua (23). Y, en efecto, en las Relaciones de 1575 consta que entonces la orden tenía en Torres del Albanchez una casa de la encomienda pequeña, donde se recogía el pan y el vino (24). En 1725 seguía existiendo una casa tercia, en la que se guardaban arriba los granos y abajo el vino, y que tenía un pequeño lagar.
Lámina 6 (fot. N.Valle) |
Lindaba con la calle Real y con el campo (25). Es decir, que quizás el uso de la torre como granero tuvo que ser provisional.
Es evidente que estas torres no son edificios que respondan a un tipo constructivo destinado primordialmente a almacenaje, como sí sería el caso de La Almona.
La Almona de Guadalcanal.-
Lapoblación de Guadalcanal, perteneciente desde el siglo XIX a la provincia de Sevilla y antes vinculada a Extremadura, fue entregada a la orden de Santiago en la década de 1240 y permaneció bajo su jurisdicción hasta el siglo XIX (26). Son interesantes las parroquias, iglesias, ermitas y restos de hospitales con que cuenta la localidad. Pero dicha orden militar también tuvo en esta población importantes casas y bastimentos, entre los que destacaba el que en el mencionado estudio de Aurora Ruiz Mateos aparece denominado como “palacio”, “cortijo” o “castillo” (aunque se desconoce su entidad real en cuanto a su condición de fortaleza), del que ha heredado el nombre el paseo (del Palacio) que, con el Ayuntamiento, ocupa hoy el lugar en el que se encontraba dicho edificio. Se arruinó, posiblemente en el siglo XVII, y la orden compró otra casa en la calle Granillos, que es la que creemos que actualmente se conserva. El citado “palacio” (o casa de encomienda desaparecida) estaba situado en la que es hoy plaza principal de la localidad, exactamente entre el edificio que creemos bastimento del pan y del vino de la mesa maestral (La Almona) y la iglesia parroquial de Santa María de la Asunción (27). El poder civil, el religioso y, por supuesto, el militar, quedaban unificados bajo el mando de los santiaguistas en los territorios que obtuvieron en época medieval, lo que ha condicionado, sin duda, el urbanismo y la herencia artística de las poblaciones que poseyeron.
Es evidente que estas torres no son edificios que respondan a un tipo constructivo destinado primordialmente a almacenaje, como sí sería el caso de La Almona.
La Almona de Guadalcanal.-
Lapoblación de Guadalcanal, perteneciente desde el siglo XIX a la provincia de Sevilla y antes vinculada a Extremadura, fue entregada a la orden de Santiago en la década de 1240 y permaneció bajo su jurisdicción hasta el siglo XIX (26). Son interesantes las parroquias, iglesias, ermitas y restos de hospitales con que cuenta la localidad. Pero dicha orden militar también tuvo en esta población importantes casas y bastimentos, entre los que destacaba el que en el mencionado estudio de Aurora Ruiz Mateos aparece denominado como “palacio”, “cortijo” o “castillo” (aunque se desconoce su entidad real en cuanto a su condición de fortaleza), del que ha heredado el nombre el paseo (del Palacio) que, con el Ayuntamiento, ocupa hoy el lugar en el que se encontraba dicho edificio. Se arruinó, posiblemente en el siglo XVII, y la orden compró otra casa en la calle Granillos, que es la que creemos que actualmente se conserva. El citado “palacio” (o casa de encomienda desaparecida) estaba situado en la que es hoy plaza principal de la localidad, exactamente entre el edificio que creemos bastimento del pan y del vino de la mesa maestral (La Almona) y la iglesia parroquial de Santa María de la Asunción (27). El poder civil, el religioso y, por supuesto, el militar, quedaban unificados bajo el mando de los santiaguistas en los territorios que obtuvieron en época medieval, lo que ha condicionado, sin duda, el urbanismo y la herencia artística de las poblaciones que poseyeron.
11 Joaquín MERCADO EGEA, “La encomienda de Segura de la Sierra en 1725”, Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, núm. 146 (1992), pp. 281-282.
Lámina 2. Casa tercia de Siles, Jaén (fot. M. Valle Gómez de Terreros).
12 Vid. José Luis CASTILLO ARMENTEROS y María del Carmen PÉREZ MARTÍNEZ, “Informe de excavación arqueológica en la tercia y torreón del Cubo de Siles (Jaén), Anuario Arqueológico de Andalucía / 1992, vol. III, actividades de urgencia, pp. 421-429. Véase también, José Luis CASTILLO ARMENTEROS, “Las fortificaciones de las sierras orientales del Alto Guadalquivir según las Relaciones Histórico-Geográficas de Felipe II (1575-1578)”, en Vicente SALVATIERRA CUENCA y Pedro GALERA ANDREU, De la Edad Media al siglo XVI. Jornadas Históricas del Alto Guadalquivir, Universidad de Jaén, 2000, pp. 218-220 y 226-227.
13 F. J. MONTERO FERNÁNDEZ y otros, Pósitos… ob. cit., pp. 359-360.
14 Vid. Pedro Andrés PORRAS ARBOLEDAS, La Orden de Santiago en el siglo XV. La provincia de Castilla, Dykinson, Caja de Ahorros de Jaén y Comité Español de Ciencias Históricas, Madrid, 1997, p. 259.
15 Sobre las torres con cortijos trata: Miguel RODRÍGUEZ LLOPIS, Señoríos y feudalismo en el reino de Murcia. Los dominios de la Orden de Santiago entre 1440 y 1515, Universidad de Murcia, 1986, pp. 41-42.
16 Juan ESLAVA GALÁN, Los castillos de Jaén, ediciones Osuna, Armilla (Granada), 1999, pp. 359-361. Lámina 3. Torre tercia de Génave, Jaén. Vista general con edificaciones adosadas (fot. M. Gracia Gómez de Terreros).
Lámina 4. Torre tercia de Génave, Jaén. Interior de la planta alta (fot. M. Gracia Gómez de Terreros).
17 J. MERCADO EGEA, “La encomienda de Segura…”, ob. cit., p. 288.
18 Véase F. J. MONTERO FERNÁNDEZ y otros, Pósitos… ob. cit., p. 333. Lámina 5. Torre urbana, Torres de Albanchez, Jaén (fot. M. Valle Gómez de Terreros).
19 Rafael Gerardo PEINADO SANTAELLA, La Orden de Santiago en Andalucía (1478-1516), tesis doctoral inédita, dirigida por el Dr. Cristóbal Torres Delgado, Universidad de Granada, 1979, t. I, p. 316; y apéndice documental, t. II, pp. 527-529. Le agradecemos al citado profesor que nos permitiera su consulta.
20 Vicente SALVATIERRA CUENCA y Eva Mª ALCÁZAR HERNÁNDEZ, “La organización del poblamiento castellano en la Sierra de Segura. El caso de la aldea de Torres de Albanchez”, Kalathos, 24- 21 J. ESLAVA GALÁN, Los castillos… ob. cit., pp. 358-359.
22 Vicente SALVATIERRA CUENCA y Eva Mª ALCÁZAR HERNÁNDEZ, “La organización…”, ob. cit, p. 386. Lámina 6. Torre urbana, Torres de Albanchez, Jaén. Interior de la planta principal (fot. M. Valle Gómez de Terreros).
23 Valeriano ROMERO ALARCÓN, Torres de Albanchez. Miscelánea histórica y arqueológica, Editorial El Olivo, Úbeda (Jaén), 2007, pp. 113-114.
24 L. R. VILLEGAS DÍAZ y R. GARCÍA SERRANO, “Relación…”, ob. cit., p. 258.
25 J. MERCADO EGEA, “La encomienda de Segura…”, ob. cit., p. 284; y J. de A. GIJÓN GRANADOS, La Casa de Borbón y las órdenes militares… ob. cit., p. 821.
26 Véase Manuel MALDONADO FERNÁNDEZ, “La encomienda santiaguista de Guadalcanal”, Archivo Hispalense, núm. 258 (2002), pp. 39-62.
27 Vid. Aurora RUIZ MATEOS, Arquitectura civil de la Orden de Santiago… ob. cit., pp. 91-99. Lámina 7. La Almona, Guadalcanal, Sevilla (fot. M. Valle Gómez de Terreros).
Gómez de Terreros Guardiola, María del Valle, Gómez de Terreros Guardiola, Mª Gracia: Publicado en Temas de Estética y Arte XXIV.- REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SANTA ISABEL DE HUNGRÍA
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