By Joan Spínola -FOTORETOC-

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Villa de Guadalcanal.- Dió el Sr. Rey D. Fernando a Guadalcanal a la Orden de Santiago , e las demás tierras de la conquista, e de entonces tomó por arma una teja o canal, e dos espadas a los lados como así hoy las usa.



sábado, 9 de agosto de 2014

Inicio, auge y decadencia de las minas de Guadalcanal 24


La puesta en pie de una empresa minera real de Guadalcanal 4

El administrador.-
El cargo de administrador se configura como el de mayor importancia de entre los residentes en la propia mina. Sus funciones quedan fijadas por la instrucción de 1556 25 y consisten primordialmente en la vigilancia y supervisión de todo el trabajo de la explotación. Tendrá para ello un libro de registro y dispondrá de la colaboración de un ayudante que se encargará de su tenencia. En su poder estará una de las tres llaves del depósito de la plata extraída. A su cargo estaba el expedir las órdenes para el transporte de la plata reducida a la Casa de la Contratación de Sevilla y el ejercicio de una cierta vigilancia sobre ella hasta el momento en que es allí consignada por la Real Hacienda. Era el encargado de tomar juramento y vigilar la honestidad de todos los demás empleados de Guadalcanal y de cuidar de que ningún cargo de las minas, ni el mismo, tuvieran negocios privados relacionados con ellas, directamente ni indirectamente. Es el garante de que los alemanes sirvan, no solo en su propio trabajo, .sino que enseñen a los españoles las nuevas temidas. Custodia al rendimiento de los capataces y de la productividad de la mano de obra y es el responsable último de la seguridad de la mina:
“que por sacar mucha cantidad de metal no se dexen de ademar y asegurar los pocos ni aya descuido en la obra dellos, que siempre se vayan ahondando y afixando y fortificando el poco...”.
Ha de cuidar igualmente del abastecimiento a la mina de materias primas, maquinaria y alimentos para los trabajadores y de tomar la cuenta tanto a los proveedores como a los fundidores y afinadores que trabajan por contrata.
Para el cargo se nombra siempre a una persona estrechamente relacionada con la Contaduría, carente de formación técnica pero con experiencia anterior en la administran de rentas reales; la primera persona que se envía para desempeñarlo es precisamente un contador real, Agustín de Zarate 26, que es sustituido cuando pide la baja por enfermedad por Diego López, Caballero Veinticuatro de Sevilla, un funcionario de la Casa de Contratación sevillana, a quien sustituye Juan de Añasco, otro hombre de la misma Casa hispalense. Hernando Delgadillo, el último de los administradores de la primera etapa, había trabajado en el Consejo de Guerra. Se valora también en ellos la anterior estancia en Indias, donde es seguro que habían permanecido al menos tres de ellos, Diego López, Andrés de Tolosa y el ya citado contador Zarate.
En los primeros años de esplendor de la mina, el administrador de Guadalcanal se concibe como un cargo relevante dentro de la Administración Real, como demuestra la relación de personas que el Consejo de Hacienda propone al rey para sustituir a Zarate, tras la dimisión de este 27. Pero, aun después de 1565, el desempeño de este cargo, si bien no lleva aparejado el brillo que en un principio se le había adjudicado, sigue estando vinculado a personas de cierta relevancia a quienes se desea de alguna forma recompensar 28. El salario del administrador en los primeros años ascendía a dos ducados (750 maravedíes) diarios. Pero a su estipendio unía una residencia en Guadalcanal y ventajas que eran comunes a todos los oficiales. Al final de su mandato era recompensado con algunas prebendas 29.
Salario alto y búsqueda de personas dotadas de una fortuna personal tiene un fin concreto que se expresa en una orden expedida a D. Francisco de Mendoza:
 “porque no se acodicien a ella (a la riqueza que se extrae de la mina), darles heis salarios competentes según la calidad de las personas y el trabajo de los oficios que administraren y la carestía de los tiempos” 30.
De la carta, junto al interés por el conocimiento de los bienes del interfecto, puede advertirse la existencia le relaciones familiares con otros miembros de la Administración Real, algo muy común entre los burócratas de la época. La carta, en A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 32, fol. 101.
Entre fines de 1555 y 1558 se suceden en Guadalcanal tres administradores: Agustín de Zárate, quien cesa en noviembre de 1556, y es sustituido por Diego López de forma interina, interinidad que se prolonga hasta 1558, en que le releva por unos meses Juan de Añasco 31. A partir de ese momento, el cargo de Administrador de la mina queda asumido en la persona del Administrador General de Minas, quien delega en sus ausencias en uno de los tres oficiales mayores, habitualmente el veedor. Cuando, tras el cese de Mendoza se deja vacante su cargo, tampoco se provee el de Administrador de la mina, continuándose la situación de administración de hecho por los oficiales. El cargo volverá a resucitarse en 1572, en el marco de una reorganización que suprime una parte importante de un aparato administrativo, y aparece entonces nombrado Andrés de Tolosa, que desempeñará su comisión entre los años 1572 y 1580, en que es destituido, acusado de fraude y apropiación indebida, condenado y encarcelado 32, nombrándose para sustituirle a Hernando Delgadillo, el ultimo administrador de la mina 33.
30.G.S. Escribanía Mayor de Rentas, Minas, Leg.° 1, fol. 9, instrucción a D. Francisco de Mendoza.
 Puede tener interés transcribir aquí completa esta carta del Alcalde Salazar a Su Majestad, en     le da cuenta de la averiguación que se ha efectuado sobre los bienes de varias personas relacionadas con la mina:
 S.C.R.M. Por una cedula de Vª Mt. de veynte del pasado se me ynbió a mandar tomase cuenta a Pero Luis Torregrosa y a las demás personas que an tenido cargo de la plata que se ha ynbiado de las minas de Guadalcanal, rescibiendo su descargo y haziendoles alcance y otras diligencias que por la dicha cédula se mandan y ase detenido dos o tres días el correo que lleva este despacho porque los oficiales de la contratación dixeron que ynportaria al seruicio de Vª Magd. hazerse así a causa de otros despachos que ynbian y por otra cedula del dicho día se me ynbió a mandar que secreta y disimuladamente avisare de la hazienda que tiene Diego López y de su trato y crédito no puede saberse muy al justo esto por la vía que Vª Magd. lo manda porque aún haziéndose diligencias descubiertas suele recibirse engaño en cosas desta calidad, el tiene la veintiquatria desta ciudad como V. Magd. sabe y lo que buenamente e podido descubrir es que tiene cierta casa y heredamiento en el Axarafe que puede valer hasta 7 y 8.0000 ducados y tanbien tiene cierto repartimiento en Yndias y en la casa de la contratación tiene cinco mill y tantos pesos de lo que esta enbarcado por mandado de Vª Magd. Tiene unas casas razonables, unos dizen que son suyas y otros de la dote de su muger no esta en opinión de tener dinero, antes diz que deue algunas deudillas, aunque en poca cantidad, esta en reputarción de onbre llano y de pocos trafagos y en esta figura lo tengo después que a entendido en estos negocios y le e tratado.
Luego que rrecibi el despacho de Vª. Magd. me dixo Gonzalo López, su tío, que es el que juntamente con Fernando de Almansa recibe lo que aquí se trae de las minas, que quería dar ante mi ynformacion del hazienda que tenia diego López y de como hera muy abonado porque sabia que en esa Corte se avia hecho relación de lo contrario, yo le respondí que aquello hera fuera de mi comisión, que no tenia para que rescibir ynformacion. Sevilla, 21 de marco de 1557.
De la carta, junto al interés por el conocimiento de los bienes del interfecto, puede advertirse la existencia le relaciones familiares con otros miembros de la Administración Real, algo muy común entre los burócratas de la época. La carta, en A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 32, fol. 101.
31  Cfr. sobre el nombramiento y administración de López: A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 28, fol. 173; Leg.° 29, fol. 218; A.G.S. Estado, Leg.° 114, fol. 10. A.G.S. Consejo y Juntas de 3acienda, Leg.° 28, fol. 173. A.G.S. Contadurías Generales, Leg.° 3.072, s.f., cedula agradeciendo a Diego López, veinticuatro de Sevilla, lo que trabajaba en las minas; A.G.S. Estado, Leg.° 121, fol. 68; Leg.° 112, fol. 190. GONZALEZ, T.: Noticia hist6rica... minas de Guadalcanal, vol. I, p. 355. Ante los problemas surgidos entre los oficiales al termino de su comisión provisional por preeminencias entre ellos, la junta de aquellos decide solicitar que continúe en el cargo hasta que Su Magd. provea un administrador definitivo, efr. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 31, fols. 48-53-55.
Sobre el nombramiento como administrador de Juan de Añasco, cfr. GONZALEZ, T.: Op. Cit., vol. I, _ 536y A.G.S. Escribanía Mayor de Rentas, Minas, Leg.° 1, fol. 1.
32 Sobre su nombramiento, destitución y proceso por fraude, cfr. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda_ ie_° 184, fol. 5; Leg.° 185, fol. 6. Para acceder al cargo había presentado cuatro fiadores, pero en el momento del proceso contra el se indica que las fianzas fueron poco cuantiosas
“porque dos de los fiadores, que fueron el bachiller Juan de la Fuente y Alonso García Carrasco murieron y los bienes que dexaron son de muy poco valor y que los de los otros dos que biuen valen menos de 3.000 ducados, la hazienda del principal tiene nonbre de mas de 6.000 ducados”.
De él añade la información en 1580 que “es muy viejo y doliente y, tiene la muger moza y no tiene hijos”; fr_ sobre Tolosa también A.G.S. Diversos de Castilla, Leg.° 46, fol. 98.
33 Sobre el nombramiento de H. Delgadillo, efr.. A.G.S. Leg.° 303, s.f..
De Minería, Metalúrgica y Comercio de Metales
Julio Sánchez Gómez

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