By Joan Spínola -FOTORETOC-

By Joan Spínola -FOTORETOC-

Villa de Guadalcanal.- Dió el Sr. Rey D. Fernando a Guadalcanal a la Orden de Santiago , e las demás tierras de la conquista, e de entonces tomó por arma una teja o canal, e dos espadas a los lados como así hoy las usa.



miércoles, 28 de junio de 2017

El mundillo de la jaula 1

El Chepa
Un Reclamo de Perdiz de Capricho y Caprichoso 


Prologo.-
Miren ustedes por donde, el otro día, me dio por ponerme a ordenar una serie de papelotes de todo tipo y de la más diversa procedencia, que tenía en una muy abultada carpeta, y que, desde bastante tiempo atrás, había ido guardando en ella de forma provisional y como de emergencia. Lógico pues que, que en tan promiscuo y descuidado "arrebujo", uno se fuera a topar con cosas tan dispares y diferentes, como podrían ser - por poner algún ejemplo - un soneto de felicitación navideña de mi buen amigo, el muy lírico como místico poeta, Rafael Borondo Espejo, o, sencilla y simplemente, una esquela mortuoria de algún viejo conocido, recortada de vayan a saber ahora qué periódico. Había allí pues mucho de todo y de las más diversa catadura: cartas, citas literarias, señas de Editoriales, convocatorias de premios literarios, números de teléfono, Artículos recortados de las más distintas Revistas y Diarios... ¡yo qué sé! ¡La Biblia en pasta!
Y es que siendo yo un mucho acaparador en este sentido, siempre fui, a mi vez, algo descuidado, si es que no bastante olvidadizo y desordenado. Algo así a lo que, por ejemplo, suelen ser sorprendentemente adictas las urracas que viven domesticadas y junto a sus dueños en el hogar familiar, por lo menos, en eso de lo de acaparar y guardar todo cuanto se encuentran que, de alguna manera, les llame la atención, aunque no sé si también y a su vez en eso otro de lo de olvidar.
Seguramente que también, aunque sólo sea por estar sus escondrijos, por lo general, en los lugares más insospechados.
Sin embargo, lo que yo venía a decir en definitiva, era que lo que realmente me impactó y, de momento, acaparó toda mi atención fue una fotografía, allí traspapelada, - ¿cómo no? - de uno de los mejores reclamos de perdiz de cuantos han sido, son y serán en la historia de la “cuchillería”, con el que yo conviviera y al que cazara durante los doce años que Dios le diera de vida. Por cierto que, ya iba para otros tantos que se me muriera de viejo, que no de "zurretilla" ni de ninguna otra enfermedad de las muchas que están al acecho de estas tan admiradas y codiciadas aves por mí.
¡Cuántos y qué entrañables recuerdos todos los que fueron acudiendo a mis ojos, en tanto miraba, en el tembloroso pedestal de mi mano, aquella traspapelada foto! Tanto fue así, que no pude retraerme a echarle mano al primer bolígrafo que se me puso a tiro, y ponerme a desahogar, con él en ristre sobre unas cuartillas, tan emotivos y evocadores recuerdos.
Eso y sólo eso es el presente libro. Porque ¿qué duda cabe que detrás de cada perdigón enjaulado, hay un "quijote" enamorado? Y es que un buen reclamo es una fantasía, un orgullo, un anhelo, en definitiva, un capricho, y, como bien sabemos todos, los caprichos sólo pueden pertenecer al mundo de los sueños, que aquí, todas las razones sobran, ya que, en este mundo, la única razón posible sólo puede ser aquella “de la razón de la sin-razón” que decía Don Alonso de Quijada o Quesada, más conocido por Don Quijote de La Mancha.
Lógico pues, por otra parte, que nunca fue fácil comprender a un soñador.
  
Primera parte.-
 Nuestro biografiado “Reclamo” llevó por nombre "El Chepa"- por descontado que explicaré el por qué - y por el tal apodo fue conocido y reconocido e, incluso, hasta venerado por propios y extraños, allí por donde pasó en ese nuestro peculiar mundillo "de la jaula", aunque de forma muy particular en el corazón de La Sierra Norte de Sevilla, por haber sido el principal y más asiduo escenario de nuestras cacerías: Guadalcanal, Alanís, San Nicolás del Puerto, Cazalla de la Sierra, Constantina, El Pedroso...
Ya digo, fue un auténtico y admirado campeón de campeones, durante los doce años que estuvo en activo, que lo fueron los del ocaso del siglo que termina de dejarnos, resultando esto aún más relevante y sorprendente, al tener un físico que, lejos de ser el de todo un aguerrido guerrillero o el de un apuesto “Adonis”, era el de un “chiquitajo liliputiense”, y que además, una vez “recortado” con las tijeras, siendo, a su vez, tan poca cosa por su propia natura, daba la sensación de ser un juguetín cubierto de plumón.
Enanoide y figurín, ya por su propio ser, había tenido además la fatalidad de dislocarse los huesos de la rabadilla, al chocar contra la cúpula de la jaula en un desaforado salto que diera, siendo aún un pollo de tierna contextura, originándole el tal accidente una fea dislocación ósea, la que, por otra parte, al curarse y unírsele de nuevo los huesos un tanto dislocados, no lo hicieran debidamente y se le formara una joroba, haciendo que su cuerpo pareciese aún más “pequeñazo” y más figurín de lo que ya fuera por su propia naturaleza.
Siempre fui sumamente caprichoso como maniático en las cosas de mis Reclamos, siendo una más de estas mis caprichosas manías, el bautizarlos con el nombre más adecuado posible a las características fisiológicas que de forma más manifiesta destacaran en ellos. Y así a éste, por su joroba, lo bauticé, obviamente, con el nombre de "El Chepa".
Si yo hubiera sospechado, aunque sólo hubiera sido remotamente, que iba a ser la eminente figura que llegó a ser en el mundo del “Reclamo”, seguro que me hubiese preocupado en buscarle, cuanto menos, el nombre de un famoso corcovado, para que hubiera pasado a la historia con un nombre de cierta fama, y que muy bien pudiera haber sido el del famoso jorobado de la Novela de Víctor Hugo, "Notre Dame" de Paris, "Quasimodo", o, incluso - ¿por qué no? – el del destartalado “Molinero”, aunque sin giba alguna, de la preciosa novela de Pedro Antonio de Alarcón “El Sombrero de Tres Picos”, si es que no el del eminente dramaturgo hispano mejicano en persona, Ruiz de Alarcón, - que éste sí que era “azurrunado” y contrahecho - por mencionar algún que otro de los adefesios fisiológicos de la Literatura Universal.
Pero, claro, a pesar de los buenos auspicios que de él me diera el que me lo regalara, e, incluso, los detalles tan prometedores, que yo mismo le viera, en el instante mismo de colgarlo en su casillero entre mis reclamos, ni por asomos podía ni sospechar de que tan raquítico personaje pudiera llegar a ser la tan eminente figura que, en esto de “la Cuquillería”, llegara a ser.
De todas maneras no me pesó, porque El Chepa, aunque “pequeñazo” y raquítico, en su conjunto, ofrecía una figura algo recortada e, incluso, un tanto armoniosa, aunque, claro,
dentro siempre de la raza pigmea, por lo que su estampa quedaba muy lejos de la desgarbada, estrafalaria y hasta monstruosa de la del Campanero de la Catedral de Paris, o la del muy desaliñado “Molinero” del “Sombrero de Tres Picos” o de la que debía presentar el insigne dramaturgo del Siglo de Oro, si es que nos dejamos llevar por las diatribas y sátiras que, sobre el particular, no dejara de lanzarle el especialista en el tema que también le escribiera aquello otro a Góngora de “érase un hombre a una nariz pegado”. Me refiero a Don Francisco de Quevedo y Villegas.
Todo esto que, en cuanto a su físico, venimos diciendo, si bien es cierto que pudiera dejar algo que desear en el que llegara a ser tan extraordinario campeón, no puede pasar, sin embargo, de ser casi una nimiedad, pues no hay que olvidar que lo que, en realidad, da la verdadera medida de la valía de un personaje, no es el hábito, sino sus actitudes, sus virtudes y sus obras, y hablar del Chepa, bajo este concreto aspecto, ya sería otro cantar muy distinto. No olvidemos, por otra parte, el muy sabio dicho popular al respecto, que dice que “el hábito no hace al monje”.
No obstante y de momento, bástenos decir como para abrir boca, que El Chepa siempre fue todo un aguerrido guerrero con el peleón; que, ante el cobarde, fue sereno y suave siempre; y que, ante la coquetona y delicada dama, siempre mimoso y galante.

©José Fernando Titos Alfaro
Nº Expediente: SE-1091 -12 

miércoles, 21 de junio de 2017

Maquis o “Guerrilleros de La República” en Guadalcanal y 5

Los principales acontecimientos 1937/1950
Última  parte

A continuación están la lista de represaliados y las diferentes condenas de vecinos de Guadalcanal, otros no relacionaron de un pensamiento y otro sufrieron robos, intentos de secuestro, torturas, extorsiones,  registros, etc.

Hombres.-
Arcos Bernabé, José. Detenido y procesado en 1944. Condenado a 6 meses de prisión.
Arcos Gómez, Serafín. Detenido en 1943. Condenado a 2 años de prisión.
Arenal Moreno, Rafael. Detenido en 1944 y procesado en 1945. Condenado a 2 años de prisión.
Cabeza Gómez, Francisco. Detenido y procesado en 1944. Condenado a 6 meses de prisión.
Cabeza Gómez, Manuel. Detenido y procesado en 1944. Condenado a 6 meses de prisión.
Cabeza Sánchez, Manuel. Padre de los anteriores. Detenido y procesado en 1944. Condenado a 6 meses de prisión
Carranco Blanco, José “Jeringa”. Detenido en 1943. Condenado a 30 años de prisión.
Cordero Muñoz, Manuel. Detenido y procesado en 1944. Condenado a 6 meses de prisión.
Chaves Piñero, Eduardo. Detenido y procesado en 1944. Condenado a 1 año de prisión.
Chaves Troncoso, Eduardo. Detenido y procesado en 1944.Condenado a 1 año de prisión.
Chaves Troncoso, Manuel. Detenido en 1944. No sería procesado.
Del Corral Expósito, Eulalio. Detenido y procesado en 1948.
Díaz Cortés, Félix. Detenido en 1948 y 1951. Procesado y condenado a 2 años de prisión.
Díaz Madueño, Manuel. Detenido y procesado en 1951. Absuelto.
Espino Cabeza, José. Detenido y ejecutado por la Guardia Civil en 1943.
Flores Arcos, Serafín. Detenido en 1943. Condenado a 30 años de prisión.
Florido López, José, “Porta”. Detenido en 1948 y 1952. Procesado y absuelto.
Fornelio Barrada, Pedro. Detenido y procesado en 1944. Condenado a 2 años de prisión.
Fuentes Canto, Enrique “el Gallo”. Detenido y procesado en 1948. Condenado a 2 años de prisión.
Gallego Bernabé, Antonio. Detenido y procesado en 1948. Condenado a 18 meses de prisión.
Gallego Fernández, Antonio. Detenido en 1942. Condenado a 2 años de prisión.
Gallego Romero, Juan, “Patito”. Detenido en 1948 y 1952, procesado y condenado a 6 meses de prisión.
Gallego Rubio, José. Detenido y procesado en 1949 resultaría condenado a 2 años de prisión.
Gálvez García, Gonzalo. Fusilado en 1943.
Gálvez Jiménez, Carmelo. Detenido en 1943. No fue procesado.
Gálvez Martínez, Juan. Detenido en 1944. No fue procesado.
Gálvez Ortega, Antonio. Detenido en 1944. No sería procesado.
García Gálvez, José. Detenido, trasladado al Canal de los Presos y posteriormente ejecutado por la Guardia Civil en 1948.
Gómez Bonilla, Juan. Detenido y procesado en 1948 y 1952. Absuelto.
López Flores, José. Detenido a primeros de octubre de 1944 estuvo varios meses en la prisión de Badajoz sin llegar a ser procesado.
López Rincón, Francisco. Detenido y ejecutado por la Guardia Civil en 1948.
Muñoz Arenal, Rafael. Detenido el 17 de mayo de 1944, estuvo varios meses interno en la prisión de Badajoz sin llegar a ser procesado y posteriormente llevado a hacer trabajos forzados al Canal de los Presos.
Nieto Díaz, Andrés. Detenido en 1943. Condenado a 30 años de prisión.
Nogales Gordillo, Juan José. Detenido y procesado en 1948. Absuelto.
Ortega Gómez, José. Detenido en 1943. Condenado a 2 años de prisión.
Rodríguez Gusano, José “el Moyo”. Detenido en 1943. Condenado a 30 años.
Salvador Ortega, Rafael “Topete”. Detenido en 1943. Condenado a 30 años.
Mujeres.-
Cabeza Gómez, Purificación. Detenida y procesada en 1944. Condenada a 6 meses de prisión.
Gallego Fernández, Carmen. Detenida en 1948 y 1952. Procesada y condenada a 2 años de prisión
Granado Martin, Carmen. Detenida el 17 de Abril de 1943, novia del “Machero”, procesada en Sevilla en Consejo de Guerra el 10 de Mayo de 1943, fue absuelta.
Recio Muñoz, Ana. Detenida el 23 de Marzo del 1944 junto a su esposo el maqui  José Grande Valenzuela y su hijo mayor, eran de Malcocinado y vecinos de Guadalcanal, procesada en Sevilla en Consejo de Guerra fue absuelta en Octubre y fue absuelta, pasó seis meses en la cárcel provincial de Sevilla.
Recio Muñoz, Eugenia, hermana de la anterior, fue detenida el 25 de Marzo del q944, no fue procesada, pasó varios meses en la cárcel.

Nota.- Una vez terminada la fratricida contienda, mal  llamada guerra civil por muchos en la que murieron o fueron detenidos y cumplieron diferentes condenas numerosos Guadalcanalenses, unos por sus ideas, otros, la mayoría desgraciadamente por ser movilizados en uno y otro bando por sus quintas, en el año 39 y durante más de una década hubo “otra guerra”, esa debido a la orografía de su contorno situada entre las Sierra del Agua y Sierra del Viento, en plena Sierra Norte, Guadalcanal padeció las constantes incursiones de los llamados Guerrilleros o Maquis, produciendo robos, extorsiones, secuestros y muertes, otra vez en nombre de uno u otro  bando, no queremos hablar en este articulo de vencedores y vencidos, culpables o inocentes,  personalmente los tuvimos en los dos y respetamos los motivos que cada Guadalcanalense tuvo para declinarse por una u otra parte.

Fuentes.- Archivo Histórico Provincial de Sevilla (AHPS): Expedientes de Reclusos de la Prisión Provincial de Sevilla, Expedientes de libertad vigilada (4827), La Resistencia Armada contra Franco. Tragedia del Maquis y la Guerrilla, Guerrillas Antifranquistas en la Sierra Norte de Sevilla 1937/1951, Una guerra que no dice su nombre. Los usos de la violencia en el contexto de la guerrilla antifranquista (1.939-1.953), La represión franquista en la provincia de Sevilla, La guerrilla Antifranquista en Extremadura. Mujer y Guerrilla Antifranquista y Republicanos en la Sierra Morena.
Causas.- 379/39, 1046,1047, 1268, 1427 y 1435/41, 1231/42, 575,958 y 983/43, 591,620 y 1241/44, 113 y 941/45368 y 507/48, 32 y 709/49 y 260/51.

Juan Marco Jiménez y Rafael Spínola

La Fragua del Pensamiento

miércoles, 14 de junio de 2017

La Iglesia de San Sebastián

D. Alonso de Cárdenas, Gran Maestre de la Orden de Santiago erigió la Iglesia de San Sebastián en 1481

Durante la Edad Media, la población de Guadalcanal permaneció dentro de las murallas, no quedando fuera, más que una parte del barrio de Santa Ana y la Morería donde vivían los musulmanes que se quedaron en la villa después de conquistada. Los judíos tenían una sinagoga, quizás en el solar donde está la Concepción, esto es solo una hipótesis mía: Cuando la villa empezó a desbordar el recinto amurallado, la ,calle que se hallaba a la salida de la Puerta de Sevilla, que comunicaba con la calle Diezmo al frente y al frente con  Pozo Berrueco y Tres Cruces a los lados, se llamó Sevilla fuera, indicando claramente su situación extramuros. Ya a fines del siglo XV se encuentra la población fuera de los muros en dirección al Coso, erigiéndose la parroquia para subvenir las necesidades espirituales de los fieles.
D. Alonso de Cárdenas, Gran Maestre de la Orden de Santiago erigió la Iglesia de San Sebastián en 1481, comenzándose a labrar el templo, y a propósito de esto, he estado investigando en el Archivo Histórico Nacional y en los libros de visita de la Orden he encontrado lo que sigue en la de 1494. El cura Pedro López Clérigo de la Orden de San Pedro hace doce años que posee beneficio y acompañó a los visitadores “que hallaron una custodia de madera pintada e dorada que estaba sobre el altar. Había un pendón de bovarán colorado guarnecido de tajas blancas e verdes alrededor, que se saca el día de San Sebastián. Un  epistolero viejo en pergamino, dos misales, uno viejo en pergamino, un dominical e santoral. También consta que tenía 250 fieles, que poseía dos viñas y que colectaba de primicias 200 fanegas de pan e 200 arrobas de vino. Dice que no hay campanas, pero en otra visita de 1515 se mencionan dos campanas en el campanario”.
En 1481 celebró la Orden, Capítulo General en Llerena y no es de extrañar que de allí saliera la idea de la fundación ya que el Maestre mandó levantar entonces la Iglesia de Santiago de Llerena que acabóse en 1482, donde está sepultado, pudiéndose ver las estatuas yacentes en alabastro del Maestre y de su esposa D. Leonor de Luna en el lado del Evangelio de dicha Iglesia.
Algo extraño está sucediendo en esta época, pues se crea la Inquisición en Sevilla en 1480, en Llerena en 1483, se fundan iglesias y se expulsa a los judíos en 1494.
El barrio o collación parroquial se formó con calles que pertenecían a Santa Ana y Santa María desde antiguo y que eran: San Sebastián, Santiago, Costanilla, Pozo Berrueco, Concepción, Moro, Paseo de la Cruz, Guaditoca, Coso alto, Coso bajo, Calleja del Cano y Águilas.
Arquitectura: Notabilísima iglesia mudejárica del tipo peculiar de edificaciones de la Sierra. Es por ello edificio de una nave principal con arcadas transversales apuntadas, de gran luz, y cubierta de madera distribuida en tres paños, siendo de notar que el primer tramo está desviado del eje principal del edificio. Después del saqueo que padeció, quedó al descubierto en la capilla del Sagrario en su frente norte, una arcada ojival de ladrillo perteneciente al núcleo primitivo. En dicha capilla hállanse bóvedas de crucería con terceletes en forma de estrella. En resumen, dos capillas laterales cubiertas con bóvedas estrelladas, el arco gótico del presbiterio, la esbeltez del edificio, de gran elevación y elegancia, y la sencillez de los capiteles, permiten situar la parte más antigua en pleno siglo XV, lo que coincide con los datos históricos. En el primer cuarto del siglo XVI se hicieron construcciones de notorio interés que pasan del gótico al renacentista como se ve en la bóveda del presbiterio y que acusan la presencia de un maestro contemporáneo de Diego de Riaño. Del mismo siglo XVI se hallaba en la Iglesia la interesantísima reja plateresca de la capilla de Melchor Suárez de Ortega en el muro de la Epístola y otra reja del mismo estilo que cerraba la del Sagrario en el lado contrario.
Interesantísima era, también, la torre-fachada, sin rematar, mudejárica de la Sierra, recuerdo que tenía cuatro cuerpos, en el último tenía grandes campanas que fueron bajadas estando yo en Guadalcanal, y era muy alta con alguna ventana cegada. La portada de la Iglesia debió ejecutarse en el siglo XVIII. El retablo mayor era de principios del XVII muy clásico, semejante a la traza que el maestro Diego López Bueno ejecutaba en Sevilla por los mismos años. Fue destrozado y conservaba aún en 1938 los lienzos de pintura siguientes: La huida a Egipto y el Arcángel S. Rafael en el segundo cuerpo, lado derecho; la imposición de la casulla a San Ildefonso en el ático central, y dos figuras de ángeles en los laterales. Fue destrozada la parte del retablo del lado de la Epístola y el primer cuerpo del Evangelio. El retablo de la capilla del Sagrario quedó mutilado. Mención especial merecen las pilas del agua bendita era un bellísimo capitel compuesto de columna romana del siglo II o II, después de Cristo, que pasó a Santa María donde sigue siendo pila de agua bendita. Contenía el agua bautismal una pila de piedra de 1530, con grandes medallones con cabezas cubiertas con cascos y el friso superior con cabezas angélicas aladas y de frutas, dicen que la pila se resumía. Al lado de la puerta principal del templo existía una portadita de estilo Isabel que daba ingreso o pendencias del edificio.
Entre los objetos de orfebrería que conservaba la Iglesia después de la guerra, merecen ser destacados por su importancia, la interesante caja copón de fines del XV de plata repujada de 17 centímetros que fue llevada a la Exposición Ibero-Americana de 1929 y catalogada con el nº 141; un copón de plata dorada y repujada del XVIII y la custodia procesional de plata repujada del mismo siglo. Estaba dividida en tres cuerpos sostenidos por columnas decoradas, en el primero llevaba un viril y en el segundo, una Inmaculada de plata. Fue destroza en múltiples pedazos, pero no así las dos piezas anteriores.
En 1840 tenía San Sebastián seis sacerdotes con un párroco y un teniente, pero en siglos anteriores llegó a  tener un cura beneficiado y once clérigos más, y en la guerra de  la Independencia, en 1814, participó con un cáliz y unas vinajeras con su platillo, en la incautación de la plata para la Junta Suprema de Extremadura.
Lo mismo qué sucedió Ana, dejó de ser parroquial, incorporándose cómo filial de Santa María en 1913 y  hasta 1936 estuvo al frente un sacerdote con el título de coadjutor y con residencia en esta filial.
La distribución de los altares era la siguiente: Altar Mayor formado de columnas salomónicas y cuadros pintados, y en la hornacina principal la imagen del titular, San Sebastián y a los lados, S. Joaquín y S. Roque y encima, la Dolorosa. Altar de San  Juan de Dios, era pequeño, tenía un cuadro de mérito y una peña imagen de la Dolorosa; este estaba dentro del arco que formaba la entrada de la sacristía. Altar  de Animas situado sobre el arco que  un hermoso cuadro de ánimas  de la Virgen del Carmen, de gran  devoción, y encima, otro cuadro de ánimas con la Virgen de Montserrat.
Seguía después la capilla del Sagrado, que era preciosa, cerrada por una hermosa verja de hierro forjada: el altar era todo dorado con una imagen  de San José en la hornacina  principal al que daba culto la asociación Josefina, y a los lados, las imágenes de San Rafael y Santa Catalina. Debajo de la imagen principal estaba el Sagrario que era precioso con cornucopias por dentro y doble puerta, siendo la exterior, un cuadro de cristal de la Dolorosa que tenía en sendos lados dos pequeños Niños-Jesús y terminaba con un crucifijo con dos ángeles a los pies  y los lados las imágenes de San Francisco de Asís y Santa Teresa de Jesús. Al lado derecho de éste, había otro de las mismas proporciones pero más antiguo y deteriorado con las imágenes de Ntro. Padre Jesús Nazareno y en dos hornacinas laterales Juan Evangelista y Santa María Magdalena, y debajo un Niño Jesús, llamado el Niño Perdido, a la derecha una puerta que daba a la sacristía. En esta capilla se encontraban muchos miembros y devotos de la hermandad de Jesús Nazareno
Sigue la capilla de la Inmaculada que tenía un cuadro de la misma en su retablo y encima, una pequeña imagen de San Roque. A continuación estaba la capilla de Santiago con un altar con tres cuadros del santo y a sus lados, la Virgen y San Lorenzo. A la derecha había una puerta que daba a un almacén y una escalera que comunicaba al coro donde estaba el órgano. A continuación, la puerta de la escalera de la torre y la del templo, con cancel que daba a la calle San Sebastián. Luego seguía la capilla bautismal que era pequeña con una alacena para la concha y crismera. Seguía la puerta principal del templo que da a la calle Santiago con un hermoso cancel. Continuaba la capilla del Resucitado que era pequeñísima y cerrada con rica verja y el altar lo formaban tres cuadros pintados con la Resurrección del Señor, Santa Ana y San Pedro. En los laterales y en dos hornacinas en la pared, las imágenes de San Diego de Alcalá, también llamado de San Nicolás del Puerto, y San Juan Nepomuceno. Continúa el altar del Reposo, sobre el arco toral y haciendo juego con el de Ánimas, tiene la imagen de la Virgen del Reposo. Luego seguía el altar de San Antonio, frente a la sacristía, en una pequeña capilla de bóveda con un cuadro del santo de gran valor artístico. La sacristía tenía tres puertas que daban a la capilla Mayor, a la del Sagrario junto a Jesús Nazareno, y a un corral empedrado, con una parra y dos naranjos. Contenía una hermosa cajonería, un aparador y un arcón, para ropas, libros y objetos y un crucifijo con dosel. Había, además, en la iglesia un órgano descompuesto y un melodium deteriorado, catorce bancos antiguos y veinte de catecismo, dos confesionarios, un sillón de tres asientos del coro, dos lámparas grandes en el arco toral y una en el Sagrario. Y entre otras muchas cosas que harían interminable esta relación había una Carroza o Custodia de madera negra de dos cuerpos formados de columnas de plata y adornos de lo mismo que servía para la procesión del día de la infraoctava del Corpus, llamada del Verbo, como recordarán las personas muy mayores y que ya fue descrita.
He querido ser explícito para que las nuevas generaciones comprendan como fue la iglesia.
¿Qué pasó después de la Guerra Civil? Con los restos del retablo del Altar -Mayor de San Sebastián se hizo el de la capilla del Sagrario de Santa María, y con los restos del retablo del altar de San José se hizo el actual del Altar Mayor. de Santa María con columnas salomónicas y donde se puede ver en la parte superior la imagen de San Sebastián.
La antigua iglesia, gloria del arte y de la historia, fue destinada para mercado de abastos y en su suelo, cuando se  hicieron las obras, aparecieron tal cantidad de restos humanos que fue preciso comentárselo al párroco y enterrarlos Francisco, cosa que yo he comunicarlo al párroco y enterrarlos en San Francisco cosa que ya he comprobado en la obra que se ha hez 1980 al hacerse las acometidas de alcantarillado, y es que antes se enterraban en las iglesias, y rara será la familia de Guadalcanal que no tuviera allí algún familiar.
Esta es la historia de la Iglesia del Señor San Sebastián. Lástima que  tan interesante edificio se destine a  los actuales servicios. Al cumplirse  el quinto centenario de su fundación, yo que fui bautizado ella, le dedico este homenaje.

Dr. Antonio Gordón Bernabé

Revista de feria 1985

miércoles, 7 de junio de 2017

Maquis o “Guerrilleros de La República” en Guadalcanal 4


Los principales acontecimientos 1937/1950
Cuarta  parte

Un nuevo y dramático golpe tuvo lugar el 22 de Mayo del 48, en la finca de Tierrafirme cuando un grupo de guerrilleros encabezados por “Godoy del Pueblo”  secuestraron y dieron muerte al encargado de la finca Ricardo Cabezas Romero.
Este hecho fue aclarado tres años después cuando fue detenido “Godoy del Pueblo” y declaró a la Guardia Civil :“…que cuando sobre las nueve de la mañana se encontraban escondidos en un sembrado de cebada de dicha finca, se les echó encima el encargado, conocido por Ricardo, del que tenían noticia e información contra él como enemigo por un enlace de la zona que lo acusaba de haber participado en la muerte de más de sesenta izquierdistas de Guadalcanal cuando entraron los franquistas en el pueblo, por lo que lo detuvieron y retuvieron con ellos hasta por la tarde. A poco de detener al encargado fueron al cortijo el Ferreras y el Eugenio, mataron unos pollos y arreglaron de comer auxiliados por el personal que había en el cortijo. Por la tarde bajaron al mentado cortijo con el detenido y reunieron a todos los que trabajaban y vivían y después de preguntar por la conducta del Ricardo y contestarle todos los allí congregados de que lo mataran, se aprobó lo manifestado por unanimidad y se decretó su muerte”
Antes de abandonar el cortijo hicieron varias pintadas, con “Vivas a la República y muerte para Franco” y sembraron los alrededores de octavillas, cerca del cortijo en el camino que lo unía con el de El Burgalés dejaron el cadáver con una nota manuscrita con dificultosa letra y algunas faltas de ortografía:
En el día de la fecha (h)a sido juzgado/ por el tribuna del Ejercito Nacional Guerrillero (h)abiendo sacado/Pena de muerte por ser falangista Criminal y Somatenista/que durante el Movimiento se dedicaba fusilar/trabajadores y en el año 1943 intervino en la muerte/de un trabajador en la plaza pública de Guadalcanal/y por acompañar a la Guardia Civil a buscar la pista/ de los guerrilleros siendo ajusticiado por los hechos arriba e(s)presados.
En Campaña a 22 de Mayo de 1948
Al amanecer del día siguiente el casero de Tierrafirme  Juan Gallego Romero  alertado por el trabajador de El Burgalés que encontró el cadáver en el camino, se personó en el lugar y ambos se dirigieron a Cazalla a dar parte de lo sucedido, entre tanto, El aperador de la finca Juan Gómez Bonilla acompañado del mulero Rafael Merchán Barragán, se dirigieron a Guadalcanal para alertar a la familia y dar igualmente parte a la Guardia Civil.
Llega al lugar el Capitán Jiménez, acompañado del Juez Comarcal de Cazalla y el médico forense Jacinto Vera, el Capitán ordenó la inmediata detención para ser interrogados todos los trabajadores que encontraban en Tierrafirme el día anterior: Juan Gallego Romero, José Florido López, Juan Gómez Bonilla, Felipe Díaz Cortés, Juan José Nogales Gordillo y Rafael Merchán Barragán.
Trasladados al acuartelamiento de Constantina donde fueron sometidos a duros interrogatorios durante varios días, a primero de junio fueron trasladados los seis detenidos a la cárcel Comarcal de Cazalla, allí el juez militar Fructuoso Delgado Hernández los somete a un nuevo interrogatorio y los procesa por “colaboración con malhechores”, siendo trasladados a la Prisión Provincial de Sevilla.
A primeros de Agosto fueron puestos todos en libertad condicional pendientes del fallo de del Consejo de Guerra a los que fueron sometidos, el último día de octubre los condenados a  todos a seis meses y un día de reclusión menor, excepto Rafael Merchán Barragán que había sido ejecutado anteriormente al Consejo de Guerra en aplicación de la “Ley de Fugas”, este fue imputado como el principal sospechoso de los acontecimientos de Tierrafirme, el capitán Jiménez lo sometió a continua vigilancia y palizas, hasta que una semana antes del Consejo de Guerra, la Guardia Civil decidió que no compareciera y tomándolo como cabeza de turco, lo asesinaron en un camino en las inmediaciones de la finca La Florida al lado del camino que va a Guadalcanal, le aplicaron la “Ley de Fugas” y dejaron el cadáver abandonado como aviso y escarnio para el resto de la población.
A mediados de Noviembre se produce un nuevo asesinato por parte de una patrulla de la Guardia Civil de Alanís, con la muerte del jornalero vecino de Guadalcanal Francisco López Rincón.
A mediados de Julio los guerrilleros tienen un enfrentamiento con la Guardia Civil en el Coto de la Burbana, donde resulta herido “Luquillas” y son identificados varios más de la partida, sin embargo no hay detenciones.
Comienza el año 49 con un nuevo sobresalto, apenas comenzado este, el día de Reyes, los guerrilleros boicotean  la carretera que une Fuente del Arco y Guadalcanal donde colocaron dos cartuchos de dinamita y varios troncos junto a una bandera republicana, igualmente, aquel día ponen otro cartucho en la línea férrea de Sevilla Mérida en el km. 134, aquella noche se esconden en Alanís en la finca Los Concejales y a la mañana siguiente partieron hacia el cortijo de La Torrecilla de Guadalcanal donde según un informador pernoctaba el General Martínez Campos que se encontraba pasando unos días de caza y descanso, con la intención de secuestrarlo aquella misma noche del día 6, apostados y emboscados en las inmediaciones del cortijo localizaron a tres cazadores que se encontraban a la espera de la perdiz la mañana del día 7, no resultó ninguno de ellos ser el General que había abandonado la tarde anterior el cortijo, no detectando ese movimiento los guerrilleros.
Hubo una refriega en la que resultaron heridos: Antonio Ramos guarda mayor de la finca, así como Antonio Rodríguez guardia civil del acuartelamiento de Guadalcanal y resultó ileso el “tercer cazador” Juan Santos vecino de la misma y dueño de un comercio, los guerrilleros se marcharon en retirada hasta su base de la zona de Los Baldíos.
El día 11 de Enero la partida comandada por “Ventura Durruti”, acompañado de los guerrilleros “Rafalito”, “Pastor” y “El Bala”, asaltaron el cortijo del término de Guadalcanal El Sauco en el que solo se encontraba Carlos Fernández Gallego, les robaron algunos víveres y le entregaron un anónimo manuscrito dirigido al dueño de la finca reclamándole 5.000 duros (25.000 pesetas), bajo amenaza de tomar represalias contra él y su familia si no se hacía efectivo.
Esta vez no consiguieron el dinero pero esperaron mejor momento para un nuevo intento.
El primer fin de semana de Febrero, informados por un confidente un grupo de guerrilleros se internaron en la finca La Torrecilla cerca del rio Sotillo de Guadalcanal hiriendo al cabo de la Guardia Civil de este pueblo que abandonando el servicio estaba cazando perdices, afortunadamente para el cabo, ante la huida precipitada, los maquis no se ensañaron y lo dejaron con vida.
A finales de Octubre una patrulla de la Guardia Civil  localizó y consiguió detener a uno de los maquis más buscado José Murillo “Comandante Ríos”, quien hacía más de dos años había abandonado la partida y se encontraba huido y refugiado como hemos citado anteriormente en el Chozo Banasto de la finca Cabeza García de Guadalcanal, bajo otra entidad y protegido por la familia de José Gallego Rubio, que fue detenido junto al guerrillero ese mismo día.
El último día del mes  de Noviembre, “Ventura Durruti” acompañado de “Ramillos”, “Rafalito” y “El Balsa”, vuelven al cortijo de El Sauco a recoger las 25.000 pesetas de manos del casero, esta cantidad había sido reclamada nuevamente, esta vez mediante un anónimo que enviaron al domicilio del dueño con amenaza de secuestro y muerte si no se cumplían sus peticiones.
Comenzó el 50 con la firme convención por parte de las autoridades de terminar con maquis de la Sierra Norte, el segundo domingo de febrero, en esta sierra vuelve a derramarse la sangre, el teniente Feliciano González acompañado por los números de la Guardia Civil del Cuartel de Guadalcanal y reforzados por números de otros acuartelamientos se presentan por sorpresa en Los Baldíos y detienen a los cinco miembros que allí se encontraban de la familia conocida como “Los Perdigones”, el cabeza de familia, Antonio Reyes Murillo que era el guarda de la finca y el ranchero, le fue aplicada la “Ley de Fugas” en su traslado a Guadalcanal y abandonado el cadáver en el camino cerca de la finca La Catalana.
El resto de los detenidos Juan  hermano  del fallecido y los hijos de este Félix, Francisco y María Rosa Reyes Chaves, los trasladaron al cuartel de Guadalcanal para posteriormente trasladarlos al centro penitenciario de Cabeza del Buey.
Tal vez este fue el último hecho de resaltar en Guadalcanal de las partidas de guerrilleros o maquis e intervenciones de los civiles, debido principalmente a la presión de las autoridades, detenciones y muertes, las menguadas fuerzas decidieron dispersarse y actuar en otras zonas menos vigiladas aun cuando siguieron su actividad hasta más de un año después. 

Fuentes.- Archivo Histórico Provincial de Sevilla (AHPS): Expedientes de Reclusos de la Prisión Provincial de Sevilla, Expedientes de libertad vigilada (4827), La Resistencia Armada contra Franco. Tragedia del Maquis y la Guerrilla, Guerrillas Antifranquistas en la Sierra Norte de Sevilla 1937/1951, Una guerra que no dice su nombre. Los usos de la violencia en el contexto de la guerrilla antifranquista (1.939-1.953), La represión franquista en la provincia de Sevilla, La guerrilla Antifranquista en Extremadura. Mujer y Guerrilla Antifranquista y Republicanos en la Sierra Morena.
Causas.- 379/39, 1046,1047, 1268, 1427 y 1435/41, 1231/42, 575,958 y 983/43, 591,620 y 1241/44, 113 y 941/45368 y 507/48, 32 y 709/49 y 260/51.

Juan Marco Jiménez y Rafael Spínola

La Fragua del Pensamiento