By Joan Spínola -FOTORETOC-

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Villa de Guadalcanal.- Dió el Sr. Rey D. Fernando a Guadalcanal a la Orden de Santiago , e las demás tierras de la conquista, e de entonces tomó por arma una teja o canal, e dos espadas a los lados como así hoy las usa.



sábado, 19 de julio de 2014

Inicio, auge y decadencia de las minas de Guadalcanal 21

La puesta en pie de una empresa minera real de Guadalcanal 1

Las primeras provisiones.-
Cuando la Corona se decide a explotar por su cuenta la mina de Guadalcanal tropieza con una primera dificultad: la falta de precedentes. Ciertamente, la intervención minera e la Administración Real no era una novedad absoluta; si bien Almadén no puede considerarse en puridad como un antecedente, ya que su explotación directa se plantea casi simultáneamente a la de Guadalcanal, la Real Hacienda ya había adquirido algunas minas de hierro y sus herrerías anejas a fin de poder asegurarse el abastecimiento de del mineral 1. Pero el volumen de la empresa que se ha de acometer en Guadalcanal carecía absolutamente de cualquier antecedente en el reino 2. Por ello, la puesta en pie de la explotación se ve erizada de dificultades. El organigrama de la administración se calca de la Casa de Contratación sevillana, la única organización de envergadura relacionada con la Hacienda Real; se implanta allí el esquema administrativo tripartito —veedor, tesorero y contador— con poderes iguales que se limitan y controlan entre si, caracterizó de aquella Casa, con la que la mina de Guadalcanal mantendrá estrechas relaciones 3.Las dificultades son aun mayores en lo que se refiere a la explotación en si, especialmente en todo lo que se refiere a tecnología. Para resolverlos, Mendoza reclama a Gualdacanal a un grupo de técnicos, de los que, dada la carencia de precedentes en Castilla, as parte importante son extranjeros, especialmente alemanes y flamencos; no obstante, también se convoca a todos los españoles notables por sus conocimientos mineros, muy especialmente a retornados de Indias, para que acudan a la nueva mina y reunidos en comisión expresen su parecer 4.Antes de que se reúnan las comisiones de expertos, Mendoza, que observa que la explotación de Guadalcanal sigue hasta entonces unas pautas de escasa racional decide no acometer su reforma sin antes escuchar el dictamen de las comisiones de expertos.
Recién llegado a la villa andaluza, escribía a la Corte:
Escribí a V.M. a 25 de mayo y hice relación de lo que hasta entonces había ordenado, y aunque en muchas cosas acerca del beneficiar los metales entendí que conuernia poner nueua orden y que como al presente se haba se desperdiciaba mucho así en metal como en plata, y tanpoco no guise mudar cosa hasta que hobiesen llegado las personas que hauia enuiado a llamar, de quien tenia toda satisfación para lo que hauia de tractar y hauer comunicado con ellos cerca de la orden que se ha de tener, y ansi lo e hecho y uinieron este efecto muchas personas” 5.
Las comisiones de expertos emiten toda una serie de dictámenes, no sólo estrictamente técnico: forma de energía que es mas conveniente utilizar, use de nada maquinaria, estudio sobre si es oportuna o no la concentración por lavado del mineral previa a la fundición, etc., sino también sobre la forma de conseguir de la empresa la máxima rentabilidad: estudio de las reservas minerales 6, de la organización del trabajo y de la forma de hacerla mas racional, unas previsiones que no tenían muchos precedentes en la organización económica española hasta el momento 7.
Guadalcanal marca también un hito por la rapidez con que una empresa de tales se pone en pie de producción. En junio de 1556 escribía Zárate a la Corte:
“Hase tenido por obra de grande admiración, atento que todo se ha tratado no de prestado y sin tener tantos edificios ni instrumentos e materiales como requieren en semejante labor, todo a costa de mi trabajo e diligencia, porque ninguna persona vee asiento que no juzgue que habrán sido necesarios tres o cuatro años para poder poner esta hacienda en la orden que está» 8 

Administración y personal administrativo.-
El estricto control central
Dado el inusitado interés que desde los órganos de poder se va a manifestar hacia las posibilidades productivas que Guadalcanal y los hábitos intervencionistas y centralizado a caracterizar la administración de la época del segundo Felipe, la máxima administrativa de la empresa minera real va a ser el propio monarca, auxiliado y aconsejado por los organismos superiores de la Real Hacienda, Consejo y Contadores Mayores, que realizan funciones subsidiarias del Rey, a quien corresponde la toma de disposiciones.
De forma especial durante los primeros años, el interés de la Corona por la mina “así se denomina en la a documentación a la de Guadalcanal” lleva a que desde la Corte se exija una comunicación constante con ella, informándose puntualmente aquella del que se halla. A fin de que las noticias lleguen de una forma mas rápida, se expiden órdenes para que los correos reales que circulan entre Sevilla y Valladolid se desvíen a fin de pasar por Guadalcanal, con lo que se consigue una comunicación ente rápida y fluida: los oficiales de la mina contestaban el día 26 de diciembre de los contadores reales que llevaba fecha del 16 del mismo mes y una carta real de 9 de junio llegaba a Guadalcanal el día trece del mismo a las nueve de la mañana 9. Pero las informaciones no se limitan a llegar a la corte entonces delegada de Valladolid; Felipe II a la sazón residente en Flandes, reclama la misma constante comunicación y hasta Bruselas, Gante e incluso Londres le llegan puntuales relatos de la marcha de los trabajos de Guadalcanal, de Aracena o de Galaroza, que en ocasiones van acompañados de muestras del mineral para ser ensayados allí. Junto con las informaciones que llegan a través de los correos, el Rey ordena que se acerquen a su corte septentrional funcionarios a fin de recibir noticias más directas. Cuando D. Francisco de Mendoza sustituye en la administración al contador Zarate, este recibe orden de dirigirse inmediatamente a Flandes, donde relatará a Felipe II su experiencia de casi un año en la administración minera; acuden también llamados a los Países Bajos especialistas alemanes que se la mina española y otros funcionarios 10.

1 Cfr. ULLOA, M.: La Hacienda Real de Castilla..., pp. 448 y ss.
2 Así lo reconoce D. Francisco de Mendoza en carta al Rey de 25 de mayo de 1556:
Esta hazienda es gruesa y como nueba y de tan poco tienpo ay cosas muchas que ordenar...”»; A G.S. Patronato Real, Leg.° 26, fol. 158.
3 Cfr. A.G.S. Estado, Leg.° 137, fols. 247 y 248, carta de D. Fco. Mendoza a su Magd. de 24-II-59: “En la comisión se manda que yo ponga en las minas de Guadalcanal las personas que cobiniere y fueren nescesarias para aquella administración y beneficio de los metales dellos y V.M. reseruó para su nombramiento los officios de thesorero y contador y al Consejo de Hacienda le pareció que conbenia que tambien se nombrase beedor, y aunqueste nombramiento yo replique que auia de ser a mi porque hera necesario que fuere el tal beedor persona que entendiese los oficios que allí se tratauan y que se pudiese quitar si no lo entendiese bien o no hiziese el officio como conbenia, el Consejo se resoluió en nombralle a ymitación de los tres oficiales de la Casa de la Contratación de Seuilla aunque los oficios y akin los exercicios dellos son muy diferentes yo pase por ello sin aduertyr a V.M. ni hazer mss réplica”.
4 En conjunto se llama a Alonso de Soto, vecino de Badajoz que había estado en India: Angelo Pallas, tesorero de la casa de moneda de Valencia y a Miguel de Salazar, fundidor y afinador de oro y plata vecino de Valencia. Igualmente a un Juan Martínez, que había construido un nuevo modelo de horno para afinar “al modo de la Nueua España”, así como a otros cinco expertos vecinos uno de ellos al menos también antiguo residente en Indias; cfr. A.G.S. Estado, Leg.° 113, fol En carta de D. Francisco de Mendoza, informaba este a la Princesa Gobernadora:
“Entre los que he hecho venir hay personas que sacan la plata en hornos de reverbero como en la Nueua España y afinan tanto en un uaso como en tres fuslinas y en menos tiempo y con menos trabajo y costa”;
cfr. A.G.S. Estado, Leg.° 113, fol. 23; cartas de D. Francisco de Mendoza de 26 de junio de 1556. Entre los convocados a Guadalcanal se encuentra también el licenciado Figueroa, relator de la Chacillería de Valladolid que, por razones que desconocemos, era experto en maquinaria de desague de mina y en dar temple a las herramientas para que labraran mejor, cfr. A.G.S. Contadurías Generales, Leg. Respecto a los técnicos extranjeros, cfr. más adelante.
5 A.G.S. Estado, Leg.° 113, fol. 23, carta de Mendoza a la Princesa de 8 de junio de 1556.
6 Cfr. A.G.S. Estado, Leg.° 113, fol. 23:
“Ansimismo he tratado —escribe Mendoza— con las personas que aqui han uenido, si tienen estas minas arte de durar mucho, y habiendo entrado en ellas les paresce que el poco de Martín Delgado de que se hace hacienda es fixo por ser metal mui fuerte e ir bien encajado y que los de gonzalo delgado les paresce que tienen muestras de durar, aunque en lo hondo han dado en alguna tierra suelta que les descontenta, pero muchas veces acaesce atravavesarse esta tierra de metal y por sanearme mas yo entre en los pocos y me parescio lo mismo y a falta que había en no ir ademando bien lo de la parte de gongalo se remedia con parecer de todos los que lo entienden”.  7 Johannes Wittenberg y Rodrigo Lucas, ambos técnicos alemanes, fueron los endcargados de realizar este estudio de racionalización; cfr. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg .° 28, fols. 10-11-51-52. La racionalización de gastos chocaba con factores externos difíciles de soslayar:
“los gastos de aquí son grandes, ansi por la careza de la tierra como por la mucha gente que ha uenido y uiene”.
8. Estado, Leg.° 113, fol. 33 y Leg .° 114, fol. 61.
9 Orden al marqués de Falces, gobernador de Llerena y de la provincia de León de la Orden de Santiago:
“porque a mi seruigio conuiene quel camino de las postas desde esta uilla de Valladolid a la ciudad de Seuilla se mude para que los correos que se despacharen vayan y vengan por las minas de plata que por mi mandado se fabrican en termino de la uilla de Guadalcanal (...)”; Contadurías Generales, Leg.° 3.072, s.f., comisión al marqués de Falces. Sobre la demora de los correos, cfr. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 51, fol. 17; A.G.S. Escribanía Mayor de Rentas, Minas, Leg.° 20, s.f., declaración de Francisco Blanco sobre el estado de las minas".
10 Sobre envíos de muestras de mineral a los Países Bajos o a la Corte española de la Princesa Gobernadora, cfr. A.G.S. Estado, Leg .° 112, fol. 170; Estado, Leg .° 114, fol. 61; Estado, Leg .° 121, fol. 251; Estado, Leg.° 511, fol. 194; Estado, Leg.° 513, fol. 186; Estado, Leg.° 512, fol. 83 y fol. i'_ Estado, Leg.° 114, fol. 63. Envío de pianos de la mina a Felipe II en A.G.S. Estado, Leg.° 112, fol. 1 y ss. Orden de Zarate para que viaje a Flandes a dar cuenta al Rey de su gesti6n en A.G.S. Estado, Le; 121, fol. 86. La misma orden a D. Francisco de Mendoza y a Johann Steinberg, t6cnico alem5n Guadalcanal en A.G.S. Estado, Leg.° 511, fol. 194; Estado, Leg.° 512, fol. 28; Estado, Leg.° 129, fo 119 a 124; Estado, Leg.° 512, fol. 83; Estado, Leg.° 511, fol. 194.
 
De Minería, Metalúrgica y Comercio de Metales
Julio Sánchez Gómez

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