By Joan Spínola -FOTORETOC-

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Villa de Guadalcanal.- Dió el Sr. Rey D. Fernando a Guadalcanal a la Orden de Santiago , e las demás tierras de la conquista, e de entonces tomó por arma una teja o canal, e dos espadas a los lados como así hoy las usa.



sábado, 25 de marzo de 2017

Los Condes de Belálcazar y el convento de San Francisco de Guadalcanal

Fray Alonso de la Cruz (El Conde-fraile) y Fray Antonio de la Cruz 

Convento de Nuestra Señora de la Piedad (San Francisco).

La crónica de Fray Andrés de Guadalupe nos habla del establecimiento de los franciscanos el 1 de mayo de 1495 en la ermita de Nuestra Señora de la Piedad, fundación promovida por Don Enrique Enríquez, Comendador Mayor de la Provincia de León de la Orden de Santiago, y su mujer Doña María de Luna.
Los franciscanos promovieron el establecimiento de la Orden Tercera de San Francisco en la localidad en 1621. En años posteriores se fundó en localidades vecinas como Azuaga, Berlanga, Valverde y Ahillones. Sus miembros eran “la gente más principal, eclesiástica y seglar “, habiendo hermanos “de ejemplares vidas, en penitencia muy austera“ y comunión diaria. Los cultos de esta Orden Tercera se practicaban en la iglesia del convento de la Piedad, rezándose todos los domingos “la corona de Nuestra Señora“, consistente en siete de los Misterios del Rosario y realizándose algunos ejercicios de penitencia y actos de caridad con los pobres. El número de hermanos ascendía a unos setecientos, contándose entre ellos treinta y ocho clérigos.
En este convento de La Piedad de Guadalcanal tomó el hábito franciscano D. Alonso de Sotomayor, cuarto conde de Belalcázar cuando enviudó en 1517 con el nombre de Fray Alonso de la Cruz, llamado aquella época por la plebe “El conde-fraile”, comentándose las muchas y rigurosas penitencias que observaba, algunas de ellas quedaron escritas, “usaba un silicio de esparto, cuerdas y alambres desde la garganta hasta las rodillas, y el religioso de su confianza que le curaba dijo que le salían en las puntas de los alambres muchos pedazos de carne, quedando el cuerpo llagado y lleno de sangre” (fray Andrés de Guadalupe Op.cit.).
Hallándose en San Francisco del Monte, fue a visitarlo su hijo Alonso de Sotomayor y Portugal, entre otros títulos duque de Béjar y lo encontró llevando a hombros un gran haz de leña.
Nació sobre 1480 en la Belálcazar (Córdoba) y sobre su muerte hay varias fechas y ciudades dependiendo de los historiadores, se cita su muerte en Belálcazar en el año 1518, hay otras versiones como la que cita en el libro Historia de Guadalcanal (pág. 134 y siguiente)  de nuestro paisano Andrés Mirón,  “Murió en Guadalcanal y sus restos se mezclaron con los de Fray de la Puebla, su tío, otro hijo suyo, Fray Antonio de la Cruz, profesó también en este convento,  después de haber servido en las campañas de Carlos I”.
D. Alonso de Sotomayor y Enríquez, hijo de Gutierre de Sotomayor  y Zúñiga y Teresa Enríquez y Fernández de Velasco,  casado en primeras nupcias con  Isabel Felipa de Portugal y al enviudar de esta tomó los hábitos franciscanos siguiendo el ejemplo de su tío, fue el IV Conde de Belálcazar.
A su retirada le sucedió su primogénito, Alonso Francisco de Sotomayor y Portugal, que tras su matrimonio pasó a llamarse Alonso Francisco de Zúñiga y Sotomayor
Casado con Teresa de Zúñiga y Manrique  de Castro en 1518, heredera de la gran fortuna títulos y estados de su tío Álvaro II de Zúñiga y Guzmán , tercera duquesa de Béjar y Plasencía, II marquesa de Gibraleón, IV condesa de Bañares, Grande de España, hija de Francisco de Zúñiga y Guzmán I marqués de Almonte y  de Leonor Manrique de Lara y Castro.
Pidiendo consentimiento  para las capitulaciones matrimoniales a Juana I, reina de Castilla al pertenecer los dos consortes a las misma rama familiar.
Alonso Francisco, III  duque consorte de Béjar, Grande Consorte de España, III duque consorte de Plasencia, V Duque de Belálcazar, V Vizconde de la Puebla de Alcocer y miembro del Consejo de hacienda del emperador Carlos V.,  partió a Viene en Julio del 1532 para prestar ayuda aal Emperador Carlos V y le cedió gran parte de su fortuna una suma apróximada de 160.000 ducados, esto hace pensar la gran fortuna de casa de los Belálcazar, como ejemplo, las casas de Medina Sidonia y el gran ducado de los Alba solo aportaron 50.000 ducados cada uno, igualmente aportó el V duque de Belálcazar su gente de guerra para librar la sitiada Viena por los ejércitos turcos, mandados por el sultán Solimán II conocido como  “El Magnífico” .
Dejó todos sus honores y títulos sobre 1542, dos años antes de su muerte con el nombre de fray Antonio de la Cruz tomó los hábitos  e ingresó  en el Convento de Nuestra Señora de la Piedad (San Francisco) de Guadalcanal al igual que su padre y anteriormanete su tío Fray de la Puebla.
Falleció en el convento y sus restos fueron trasladados en 1544 a Belácazar.

Hemerotecas
Rafael Spínola

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