By Joan Spínola -FOTORETOC-

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Villa de Guadalcanal.- Dió el Sr. Rey D. Fernando a Guadalcanal a la Orden de Santiago , e las demás tierras de la conquista, e de entonces tomó por arma una teja o canal, e dos espadas a los lados como así hoy las usa.



miércoles, 14 de abril de 2010

GUADALCANAL 1970







NUESTRAS CALLES

Hace ya muchos años que se puso muy de moda el rápido reflejo en el callejero de los poblados, de cualquier acontecimiento, más o menos extraordinario, de la vida religiosa, científica, política, etc. del país e incluso, meramente, local.
En estas flamantes denominaciones de las calles no toma parte la población, sino que en la mayoría de los casos le son impuestas por el dedo arbitrario de uno de sus moradores o, cuando mejor parece, por muy pocos más de ese uno que se limitan a no contradecir el señalamiento.
Acaso radique en este origen no popular -impopular- la aceptación a regañadientes de los nombres nuevos que estrenan, de la noche a la mañana, las vías públicas de las poblaciones, sobre todo cuando éstas no lo son de muchas almas.
Esta contrariedad no alcanza, sin embargo, ni con mucho, a esa otra que nace de una defectuosa pronunciación, por los habitantes, del nombre de se trate. ¿Qué guadalcanalense no ha oído a algún paisano llamar "Berro-Calchico" al Berrocal Chico?`
De destacar será que aquella arbitrariedad en el señalar siente predilección en estos últimos tiempos por los apellidos de gente importante. Están para atestiguarlo los de muchos soldados insignes del año 36.
Más en el pasado remoto también se acudió a los del prójimo para rotular calles. Concretamente, en Guadalcanal, que sepamos, JUAN PEREZ “todavía conservado”, CAMACHO Y PEDRO MARTIN DE RUY PEREZ “actualmente López de Ayala y Tres Cruces” fueron, entre otros, nombres usados antaño para este fin.
(El respeto debido por mandato legal a las denominaciones de calles plazas, paseos, parques y conjuntos urbanos y, por esto mismo, al uso “no recomendable”, ya hecho, de apellidos a tal objeto, justificaría (por razones sabidas) la obtención del necesario permiso ministerial para modificar la del trozo de calle comprendido entre la de Calvo Sotelo y el punto de encuentro de las de Ramón y Cajal y Tres Cruces, cuyo resto conservaría la de General Mola, para recibir el tramo de referencia la de "LUIS CHAMIZO".)
Sabido es, de otra parte, cómo cuando se enseñorearon los gremios en el vivir de nuestros antepasados, fue usual distinguir la calle con el nombre del oficio que en ella se practicaba. Guadalcanal tuvo su calle de los OLLEROS “hoy Concepción” y la de los ODREROS “hoy, al parecer, la de Cervantes”.
Los de Santos “San Francisco, Santiago, San Sebastián, Santa Clara y Santa Ana” aún los conservamos, salvo dos, los de San Bartolomé (General Mola) y San Pedro (¿Oviedo?).
Sirve a las mil maravillas el callejero antiguo de este Guadalcanal de nuestros amores, para dar prueba de las variadísimas motivaciones de un nomenclátor de calles. Ahí va una sarta de ellas:
OLIVARES (después Granillo y luego General Varela), en cercanías con plantaciones de olivos.
LUENGA (General Sanjurjo) o larga, por serlo.
NOBLE (¿Santiago?), en cuanto albergaba a gente de pro.
DE LOS GALLEGOS (¿Pemán?) porque los cobijó en su inmigración temporal.
DEL VIZCAINO (¿Espíritu Santo?), distinguida a causa de habitar un vasco.
SITIO DEL BERROCALEXO (¿El Cristo?), o lleno de berruecos y algo alejado.
COSTANILLA (Pérez Galdós) o con pendiente, pero corta.
DEL LAGAR DEL DIEZMO (Queipo de Llano), o sea, al que iba la uva procedente del diezmo o parte (la décima por lo común) que los fieles daban a la Iglesia.
AIRE (Ntra. Sra. de Guaditoca), porque sin tregua la domina el viento.
DE LA ENCOMIENDA (Ramón y Cajal) o renta a pagar a quien de la Orden (de Santiago, a la que pertenecía la villa) la tenía o su favor, el cobro de la cual se realizaba en casa de esta calle.
TENTUDIA (Calvo Sotelo), en recuerdo de tan célebre batalla.
MESONES (José Antonio) o de las posadas.
DEL MESON DEL TORO (¿General Moscardó?) pues que en ella se encontraba tal hospedería.
DE LA DEHESA (Sevilla), en razón a lamer uno de sus bordes tierra acotada.
MILAGROS (Comandante Rodrigo) o del Hospital de la Virgen de los Milagros, cuya edificación está hoy destinada a escuelas públicas.
VENDEDERAS (Muñoz Torrado), porque en las mañanas se prestaba a que le colocaran puestos las mujeres con oficio de vender.
CALLEJA DE LA CARIDAD (de Santa María), en las proximidades del hospital así llamado, el cual exhibe sus ruinas detrás de 1a Parroquia.
¿Aunque no esté agotada esta interesante relación, sería mucho pretender que en nuestras calles figurase al lado del actual el antiguo nombre de cada una?

Pedro PORRAS IBANEZ
Revista de feria 1970

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