LEVANTAMIENTO DEL 2 DE MAYO 1808
Había llegado la noticia del levantamiento del 2 de mayo unos días después a Guadalcanal, y al igual que todos los pueblos, se aprestaron defenderse. En ese año de 1808 se estableció que cada pueblo había de proporcionar cuatro mozos solteros por cada cien almas, haciéndose en diciembre una requisa de caballos mayores de tres años que fueron entregados en la plaza pública, llevándose se alrededor de cien caballos a Llerena.
El 10-2-1809 se hizo un alistamiento en el que se incluían mozos solteros, clero de órdenes menores, casas y viudos sin hijos y solteros con casa abierta desde los 16 a los 45 años, haciendo un total de 207 hombres. En otros escritos se hace alusión a que todas las personas útiles para las armas, las tomen bajo pena traición y a los que huyan, se les quemen las casas. Que cada vecino tenga arma de fuego o blanca, con especialidad, chuzos. Que el Ayuntamiento fortifique el pueblo, proclamando la Junta Suprema de Extremadura, la Ley Marcial.
En marzo se hizo otra requisa de caballos. Era una guerra religiosa, una Cruzada, en la que los religiosos predicaban a los vecinos animándoles a la defensa y los paisanos se organizaban en guerrillas.
Ya en enero de 1810 encontramos el ejército español del Tajo saliendo de Extremadura por Guadalcanal, disponiéndose que los tiradores y escopeteros, auxiliasen a dicho ejército, y el 12-2-1810 el ejército francés del general Mortier estableció su cuartel general en Llerena, ocupando Guadalcanal. Se mandó dar provisiones para el ejército español, en Guadalcanal y otros pueblos, si bien fue imposible mandar él todo, debido a la ocupación francesa, actuando en el primer semestre muchos guerrilleros, algunos por cuenta propia.
Se había de crear un ejército español en Extremadura compuesto de siete divisiones de paisanos; la quinta división estaría situada en Guadalcanal, donde se pondría el cuartel general, compuesta de los paisanos de los pueblos del partido de Llerena, pero parece ser que no se llevó a cabo. Se decía que todos estarían armados con escopetas del país. Estas divisiones eran para hacer guerrillas y para apoyar a los militares.
En un escrito que se conserva en Extremadura, cuenta un comandante español de aquel tiempo: "La mañana del 10 de abril de 1810 pasamos desde Cazalla a Guadalcanal donde se hallaba el Marqués de Peñaflor con su división. Allí permanecimos hasta las tres de la tarde del día 11 sin novedad, en que se me reunió un teniente que presentó preso al alcalde de Hornachuelos que entregué al general. También llegó a este pueblo, Henestrosa, que enterado que los franceses estaban en Constantina, se retiró por entre sierras. Como a las tres y cuarto, se presentó un fraile que venía corriendo de Alanís diciendo que los enemigos estaban en aquel lugar, y a pocos minutos cuatro dragones franceses se presentaron por las calles de Guadalcanal y de un tiro mataron un cabo de caballería, dieron de palos a Henestrosa y se retiraron con, precipitación. Se tocó a generala, formé mi batallón a la salida del lugar y por más cuchilladas que dí, fue imposible evitar la dispersión de los soldados do la división, que abandonando fusiles y mochilas, corrían como galgos por aquellos montes. Juan Senen de Contreras poniéndose delante, gritó --¡Gallegos, en vosotros tengo la, confianza!—. Formadas las tropas que pudieron reunirse en las alturas inmediatas a la calle que ocupó mi batallón (¿el puerto de Llerena?) se pasó la tarde en temores infundados; las avanzadas que salieron a colocarse en las avenidas del pueblo, creían muchos ser enemigos. El Marqués de Peñaflor se empeñó en persuadirnos que una cordillera de piedra de una sierra de enfrente, eran franceses por lo que convenía marcharse. Visto tal desorden tomé la voz y dije : ¡Sin duda esos enemigos formadas en la sierra tienen pocas ganas c'.e pelear pues desde ayer que aquí llegamos nada nos han dicho!. Se retiraron los generales al pueblo. Al amanecer tocaron diana y salió la división".
En el mes de mayo ya estaban los franceses otra vez en el pueblo y consta que el Marqués de la Romana hizo frente a los mismos dándose la batalla en Cantalgallo (Llerena) el 10 de agosto de 1810 siendo derrotado y saqueada la población.
Ya en abril de 1811 el general Castaño atacó hacia Llerena y los franceses retrocedieron, el día 18 trasponiendo por Guadalcanal. Posteriormente, tras ser derrotados los franceses en La Albuera, el mariscal Soult llegó a Llerena huyendo y se reorganizó allí. Después, en marzo de 1812, el ejército español domina la zona, pero consta la presencia del francés en mayo hasta el 31 de agosto de 1812 en que evacuaron Extremadura definitivamente.
Hubo algunos muertos de la localidad como los soldados José y Juan Spínola, y por parte francesa, según me contaba mi abuela Encarnación Atalaya Sanz, también hubo bajas, ya que los del pueblo mataban a los franceses v los tiraban a los pozos, pues habían cometido muchos desmanes y saqueos, llevándose el ajuar de una antepasada suya.
Lo suministrado a los franceses desde el 12-5-1810 hasta el 31-8-1812 y a las tropas nacionales que venían en los intermedios, es incalculable y sólo de algunos recibos de las tropas enemigas ascienden en dinero a 320,263 reales de vellón; fanegas de trigo, 2686, de cebada, 5030, carne 63816 raciones, vinagre, 7788 raciones, pan 35762 raciones, carnero, 669 raciones, sal, 13816 raciones, y 1000 cabezas de ganado lanar y cabrío que se llevaron la primera vez. La primera entrada francesa compuso más de cien mil reales. Otras 1000 cabezas para Sevilla, además de ganaderías enteras que se llevaron, exigieron los franceses y sacaron en su retirada: 90.000 reales... y 400 herraduras para Sevilla, a que se agrega ser este pueblo punto céntrico y de forzoso tránsito de Extremadura para Andalucía y viceversa, sin que ningún otro le haya ayudado y se deben a vecinos crecidas sumas de dinero y ganado por lo que se hará un reparto entre los vecinos y su aldea de Malcocinado, para recaudar 30.000 reales.
Por otra parte, La Junta Suprema le Extremadura hizo una incautación de la plata de iglesias y conventos como sigue: Guaditoca. Cúpula le las andas de plata de la Virgen. Santa María. Cuatro cálices con peanas, una cruz, una urna del Señor del Jueves Santo. Convento de San Francisco. Un cáliz con patena, dos diademas y un manojo de azucenas de San Antonio. Convento de Santa Clara. Una naveta y dos vinajeras. Hermandad Sacramental. Una cruz y una campana de sagrario. San Benito. Una espada de la Virgen del Mayor Dolor y una diadema de San Isidro. Cofradía de la Soledad. Una taza de pedir. Cofradía de la Cruz. Una taza de pedir, la cruz y el estandarte. Santa Ana. Dos cálices y patenas, unas vinajeras con su plato, y la diadema de Santa Ana. Cofradía del Carmen. Una imagen de la Virgen. Convento del Espíritu Santo. Una naveta de plata. San Sebastián. Un cáliz, una vinajera y su platillo. Cofradía de Jesús. Una lámpara. Convento de la Concepción. Una naveta. Se recogió en total, 198 libras y 18 onzas de plata. (sic)
He hecho una investigación documentada de la Guerra de la Independencia en Guadalcanal y, ciertamente, me hubiese gustado publicar los muchos datos que poseo, cosa imposible, porque absorbería las hojas de esta revista.
Dr. Antonio Gordón Bernabé
Revista de Feria 1988
Hola, soy Leopoldo de la Asociación Literaria de Alanís y Sierra Norte. Me guataría saber su Ud. estaría interesado en colocar este artículo en la revista digital que editamos en octubre.
ResponderEliminarMi correo es alasdealanis@gmail.com
Gracias