APORTACIONES DE CABALLOS
De la Junta Suprema de Extremadura se recibió el siguiente escrito:
Las Justicias de los pueblos de Las Casas, Reyna, Fuente del Arco y Guadalcanal dispondrán inmediatamente que se entreguen a disposición del Sr. D. Francisco Santacruz, Capitán de los Reales Ejércitos, dador de esta, todos los caballos, sillas, bridas que se hallen en poder de los vecinos sin distinción de persona alguna, ni destinos en que se ocupen, como no sea en el de padres por montar las yeguas, y esto en el caso de estar aprobado con un mes de anterioridad, haciendo que en el mismo acto de la entrega, se justiprecie por dos peritos que elegirán dicho escribano y la Justicia, entendida esta que en caso de omisión o falta de obediencia, se le exigirá un mil ducados de multa y se tendrán por traidores a la Patria, por lo urgentísimo que es, y útil a toda la nación, el evacuar este importantísimo servicio. Dios guarde a VM muchos años. Llerena y Diciembre 5 de 1808. Joaquín Casquete de Prado, Antonio Muñoz, Fernando Medina.
Otro escrito dice lo que sigue: En la noche de este día, acaba de presentarse D. Francisco Santacruz, Capitán de los Reales Ejércitos, con el oficio anterior, y visto por el Sr. Corregidor dijo: Se guarde y cumpla y execute en todas sus partes y para que llegue a noticia del vecindario, se publique inmediatamente bando previniendo a todos los que tengan caballos desde edad de tres años en adelante, a excepción de los padres para la monta de yeguas, los presenten en el día de mañana y hora de las siete en la plaza pública, como también todas las sillas de montar y bridas, cabezadas y demás fornituras de montura y todo bajo la multa de mil ducados a disposición de los Señores de la Junta, que se le exigirán al inobediente, y verificado el recogimiento de uno y otro, se remitan con sus dueños, los que quisieren ir, a la ciudad de Llerena, por cuya junta se mandarán tasar según se previene.
Por esta así lo mando y firmo en Guadalcanal a de Diciembre de mil ochocientos y ocho.
Firma el Corregidor
Y luego incontinente por voz del peón público en las esquinas y sitios públicos de esta villa, se hizo notorio el contenido del antecedente acuerdo para su exacto cumplimiento y asimismo se despachó por el Sr. Corregidor de ella al tenente de la aldea de Malcocinado de esta jurisdicción para que a las siete de la mañana del día siguiente se hallen todos los caballos que tengan sus moradores desde la edad de tres años arriba, en la plaza pública de esta villa y para que todo así conste, lo estampo por fe y diligencia que firmo, Juan Antonio Guerrero, escribano.
Diligencia de presentación de caballos y monturas. En la villa de Guadalcanal a 6 días del mes de Diciembre de mil ochocientos y ocho años, Martín Castelló Rexidor Decano en la mañana de este día se constituyó en la plaza pública con asistencia de D. Francisco Santa Cruz comisionado al efecto decretado, y estando en ella, se fueron presentando por los vecinos, los montura que con distinción de nombres y caballos, sillas, bridas y demás efectos de apellidos de sus dueños son los siguientes:
Con tres caballos: Agustín Váquez
Con dos caballos: Francisco Carrasco, Juan Gallego, Sebastián Gordón, Antonio Veloso, Sebastián Álvarez, Manuel Palacios, Joaquín Rodríguez, Joaquín Palacios.
Con un caballo: Sr. Corregidor, Jesús Ferro, Estanislao Núñez, Pedro Muñoz (Clérigo), Joaquín de Gálvez, Juan de Gálvez Rubio (Clérigo), Diego de Morales, Joaquín de Ortega, Antonio Castilla, Federico Abel, Ventura de Tena, José Carvajo, Viuda de Pedro Caballero, Juan Ruíz, Martín Calero, José García (Clérigo), Cura de San Sebastián, Vicente Zapata, Juan de Ortega, Juan González, Diego Díaz, Alonso Pérez, Juan Ximénez Parra, Paulino Caro Guerrero (Vicario), Adrián Murillo, Juan Moreno, (Clérigo), Ana Autón, Nicolás de Rozas, Joaquín de Monsalve, (Clérigo), Juan Barrera, Clérigo, Antonia Rica, Sebastián de Cote, Pedro Felipe Sánchez (Médico), José Cabezas, Antonio Delgado Perelló, Alonso López (Clérigo), Antonio Cabezas, Juan de Castilla, Juan Gordón, Cayetano de Ayala (Clérigo),Pedro León Alaja, José Ponce, Francisco Palacios, Eusebio Rodríguez, Cristóbal Cabezas, Baltazar Romero, Cristóbal Riaño (mayor), Cristóbal Riaño (menor), Juan Márquez, Diego Cordero, Cristóbal Cordero, Antonio Grueso, Manuel Grueso, Andrés Grueso, Antonio Grueso (menor), José Chavero, Manuel Grueso Fraile, Antonio Vázquez Ortega, Juan Hernández, Manuel Hernández, Antonio Márquez Guerrero, Francisco López Rico, Xavier de Cote, José Ayala, Pedro del Cerro y Antonio de Gálvez.
Y no habiendo presentado más caballos y efectos, se hubo por conclusa, sin perjuicio de continuarla con la mayor actividad en el de mañana, habiéndose mandado pase todo lo presentado a la ciudad de Llerena.
En 7 de Diciembre de 1808 se continuó la diligencia, aportando un caballo cada uno: Juana Rica, Fernando Pinelo, Cayetano Ayala, José Quintero, Ignacio Pérez y José David. La mayoría presentaron caballos y se quedaron con las monturas, excepto tres que presentaron monturas sin caballos.
En 20 de Marzo de 1809 se hizo otra requisa de caballos a los vecinos que siguen:
Con dos caballos: Antonio Mª López, Antonio Veloso y Manuel Palacios.
Con un caballo: Juan Ruiz, José García (Clérigo), Nicolás de Rozas, Pedro Alaja, Martín Calero, Antonio Vázquez, El Sr. Corregidor, Francisco Palacios, Francisco Núñez, Cristóbal Riaño, Cristóbal Riaño (menor), Cayetano Ayala, Ignacio Pérez, Andrés Albarrán, Juan Ximénez Parra, El Sr. Vicario, Antonio Ramos, Viuda de Cordero, Francisco Morente, Diego Mostales,, Joaquín Rodríguez, Mateo García, Antonio Cabezas, Juan Moreno, Francisco López Rico, Juan Barrera, Eusebio Rodríguez, Juan Cantero, Diego Díaz, Xavier de Cote, Fernando Pinelo, Pedro Torrico (Médico), Alonso Pérez, Sebastián Gordón, Baltazar Romero, Manuel Grueso, Andrés Grueso, Antonio Márquez, Juan Vázquez, Juan Gordón, José Ponce, Juan González, viuda de Pedro Caballero, José Cabezas, Juan Márquez, Joaquín Palacios,. Sebastián de Cote, Antonia Rico, Estanislao Núñez, Francisco Carrasco, Francisco Cortés, Diego Cordero, Manuel Romero, Sebastián Chavero, Juan de Ortega, Ana Autón y José de Ayala.
Estos serían los que tenían dos años en 1808, quedando muy reducida la caballería en Guadalcanal, sólo con los potros, que podían ser potrancos y tusones según fueran menores de tres o de dos años respectivamente, además de los caballos padres.
He observado que, en esto de los caballos, había familias que los tenían desde antiguo, otras los poseían unas generaciones sí y otras no y aún una persona podía tener caballo en cualquier época de su vida. Es curioso que los médicos y muchos clérigos los tenían. Un caballo valía por entonces novecientos reales más o menos.
En total fueron 155 caballos los que se llevaron a Llerena para el Ejército de Extremadura que era el V Ejército. No sé cuándo les pagaron a sus dueños, pero sí me imagino el gran disgusto que se llevarían, como si me hubiese ocurrido a mí, que me gustan y los monto con frecuencia. Concretamente, mis familiares tuvieron que entregar cinco caballos que habían recibido de una herencia de su padre poco antes, y este fue el primero de una serie de infortunios que cayeron sobre los vecinos de Guadalcanal en la Guerra de la independencia contra los franceses.
ANTONIO GORDÓN BERNABÉ
Revista de Feria 1994
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