IV.- DESDE LA RETIRADA DE LOS FRANCESES HASTA EL FINAL DE LA GUERRA.
Esta es la última entrada de una serie de seis que completan el trabajo “LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA EN GUADALCANAL” de D. Manuel Maldonado Fernández, publicado en el blog manuelmaldonadofernandez.blogspot.com el 29 de Mayo de 2008
Sabemos que el 31 de Agosto de 1812 no quedaba un solo francés en la zona, retirados una vez que el 28 de Agosto tuvieron que entregar la plaza de Sevilla. Este momento fue aprovechado por la Junta Municipal nombrada a primeros de año por los invasores, ahora citado textualmente como “gobierno intruso”, para reunirse en sesión extraordinaria y presentar la dimisión de sus respectivos oficios. Dicha dimisión, siguiendo consignas generalizadas de las nuevas autoridades provinciales, se hacia en favor de los regidores y funcionarios que estaban al frente del gobierno municipal cuando el pueblo fue invadido a primeros de Mayo de 1811. No obstante, antes de dimitir prudentemente acordaron “que por la toma de la ciudad de Badajoz -hecho que había tenido lugar hacía unos meses-, haya iluminación en el pueblo con repiques de campanas y Tedeúm con misa solemne en acción de gracia”.
Siguiendo estas pautas, durante la tarde del día últimamente referido se reunió la nueva corporación para jurar sus cargos [30], determinando inmediatamente volver a reunirse al día siguiente, en cuya sesión acordaron pasar un oficio a los párrocos locales para que por tres días consecutivos se celebrasen misas solemnes, el Tedeum de rigor e iluminación de todas las casas del pueblo para celebrar los éxitos de los ejércitos nacionales. A partir de estas fechas, asistimos a momentos de euforia entre la vecindad, que ya no se quejaba de los continuos requerimientos de dinero y bagajes para el ejército, ahora nacional, sino que colaboraba con entusiasmo [31] , especialmente a partir de mediados de Octubre, cuando se impuso en la localidad el nuevo Ayuntamiento configurado y dirigido según disposiciones emanadas de la Constitución de Cádiz (aprobada el 19/3/1812) y la Diputación Provincial de Extremadura (constituida tras las elecciones del primero de Octubre de 1812), organismo, éste último, en cuya elección ya participo nuestra villa y del que formaba parte el guadalcanalense Alonso Ayala y Silveira.
De 1813 sólo queda en nuestro archivo retazos de las Actas Capitulares, que nada aportan sobre el estudio que se sigue, salvo ciertas peticiones de dinero y avituallamiento para la causa nacional. Durante todo este año los franceses, ahora a la defensiva, se replegaron ordenadamente hacia los Pirineos, en cuyas proximidades soportaron las derrotas definitivas (Vitoria y San Marcial), llegando los aliados a superar la frontera natural.
La Guerra concluyó a finales de 1813, tras el acuerdo de Valençay (4/12/1813), referencia de la que no tenemos noticias en nuestro archivo por las deficiencias del libro de actas de dicho año. En 1814 por fin se incorporó Fernando VII, el elogiado y deseado durante todo el tiempo de la Guerra, pero que defraudó estrepitosamente, anulando la Constitución de Cádiz y todas las leyes y decretos emanadas a su amparo, retornando nuevamente a prácticas políticas y sociales cavernarias y propias de las fases más retrógradas del Antiguo Régimen, obviando las innovaciones ilustradas, el ejemplo de la revolución francesa y el sacrificio del pueblo español para recuperarle la corona que indignamente llevó hasta su muerte.
De este mismo año, para finalizar ya con las repercusiones de la Guerra de la Independencia en nuestra villa, tenemos un documento oficial que relaciona el total de suministros de la villa a los ejércitos nacionales desde el 12 de octubre de 1812 hasta el final de la guerra, según un documento firmado por la tesorería de rentas de Llerena [32]:
53.263 reales en efectivo. 36. 133 reales en raciones de pan. 908 fanegas de cebada. 142 fanegas de trigo. 11.190 libras de carne.18 reses vacunas. 270 carneros. 298 @ de harina. 3127 cuartillos de vino. 508 cuartillos de aguardiente. 155 raciones de menestra. 173 herraduras. 1.350 clavos. Y otros 7.500 reales en efectivo.
BIBLIOGRAFÍA.- (30) Sólo faltaba el corregidor, recientemente fallecido. Como el mantenimiento de este oficio suponía cierta carga para la hacienda local, los regidores tuvieron a bien solicitar que en lo sucesivo no fuese preceptivo tal oficio en la villa. (31) Por ejemplo, los 100.000 reales con que se cargó inmediatamente al concejo en pagas semanales de 6.868 reales ("Repartimiento semanal que se hace a los vecinos de esta villa y aldea de Malcocinado por ahora y por una vez para atender a los fines que se mencionan, por acuerdo del Ayuntamiento de 9 de septiembre de 1812" para cuyo efecto siguieron el libro de amillaramiento y beneficios rústico, pecuario e industrial de 1811. AMG. Leg. 648). Siguiendo con esta política de repartimientos puntuales, mencionamos también otro de Septiembre de 1813, en este caso tras solicitud del jefe político de la provincia, Carlos Rusconi, reclamando 800.000 reales de la provincia para acudir en auxilio del ejército de los Pirineos que estaba a punto de expulsar a los franceses, pero con riesgo de retroceder si no le llegaba dicha ayuda. Al partido de Llerena, donde naturalmente seguía encuadrado Guadalcanal, le correspondieron 136.000 reales de los requeridos. (AMG, Leg. 1.382, carpeta de 1813.) (32) AMG. Leg.
FUENTES.-manuelmaldonadofernandez.blogspost.com
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