By Joan Spínola -FOTORETOC-

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Villa de Guadalcanal.- Dió el Sr. Rey D. Fernando a Guadalcanal a la Orden de Santiago , e las demás tierras de la conquista, e de entonces tomó por arma una teja o canal, e dos espadas a los lados como así hoy las usa.



miércoles, 12 de noviembre de 2014

El hermano sevillano del ministro Ayala

Baltasar López de Ayala
Baltasar López de Ayala y Herrera (1836 – 18??)

Fue el eterno hermano de D. Adelardo y el “hermano sevillano del ministro” como le describió Emilio Arrieta, tras su niñez en Guadalcanal estudió en Sevilla donde siguió estudios de la carrera de ingeniero industrial y se licenció en Derecho. A la sombra de su hermano Adelardo, desde 1869 desempeñó algunos cargos políticos secundarios. Hay constancia que en 1877 ocupaba en Badajoz la secretaría del gobierno Civil, empleo que al parecer le dejaba tiempo libre para publicar en la prensa pacense inspiradas poesías. Debió alcanzar cierto éxito como trovador, ya que le solicitaron su colaboración poética varios periódicos de Madrid. Su especialidad eran los sonetos, de los que hay diecisiete recopilados por el erudito extremeño Nicolás Díaz Pérez y según Méndez Bejarano, calificó sus poesías de inspiradas.
Ocupó un escaño como Diputado por la circunscripción de Badajoz en 1876 y 1879 por el distrito de Almendralejo en las dos primeras legislaturas de la Restauración y 1884 y1891 por el distrito de Castuera.
Su acta de Almendralejo fue muy discutida, González Fiori en su impugnación, decía “hacer patentes los mil y mil abusos, ilegalidades y verdaderos delitos que en esa elección se han cometido”.
Así mismo, González denunciaba que siendo Baltasar hermano del ministro de Ultramar, “erigido en señor feudal de la provincia de Badajoz”, el “candidato gozaba de la omnipotencia del Poder, que tenía a su disposición todos los elementos que el Gobierno y su hermano, el Sr. Ministro de Ultramar, podían poner en juego, y que no hay coacciones, abusos, delitos y arbitrariedades que no se hayan cometido para arrancar de los bancos de la oposición al candidato vencido, que cuenta en aquel país con numerosas simpatías”. Denunciaba también que Adelardo, valiéndose de la omnipotencia de su elevado cargo, llevó a Extremadura a un capitán general, que empezó por instruir expedientes contra los que eran carlistas y contra los que no lo eran “
con tal de que fuesen personas que en su día pudiesen disponer de influencia electoral”.  Por si no fuera suficiente, continuaba González Fiori, “se apeló a quitar y poner ayuntamientos, a remover estanqueros, alcaides de cárceles y empleados de todas clases, exigiendo a los recientemente nombrados el compromiso previo, formal y solemne de que habían de votar al Sr. Ayala y a los demás protegidos del Sr. Ayala”. Llegó el abuso, el escándalo, al extremo de que siendo el candidato vencido (Sr. Gutiérrez de Salamanca) diputado provincial y miembro de la Comisión permanente, fue separado de dichos cargos. "Concretaba algunos hechos como la constitución de las mesas en Corte de Peleas, donde además las papeletas se depositaban en una urna, “que estaba abierta en un baúl que se abría por el lado del presidente, y que claro está era bien fácil cambiar unas papeletas por otras, como se cambiaron […]”. Dos guardias civiles que estaban en la puerta, “a fin de que el presidente pudiera hacer más a su placer el juego de manos, hacían como que se ponían bien las capas, y de esta manera impedían ver lo que en la mesa se hacía y preparaban el escrutinio y el acto escandaloso que luego resultó”. Varios electores amigos del candidato vencido denunciaron los hechos ante el juez municipal quien se personó en el local de la elección siendo violentamente arrojado del local por los guardias civiles. Las protestas se remitieron al juzgado de primera instancia donde se instruyó una causa criminal.
Baltasar era un gran propietario rústico, posición que le hacia mantener amistad y favores de las comarcas del sur de Extremadura.
En defensa de su acta contestó Baltasar López de Ayala. Rechazó que el ministro de Ultramar hubiese enviado a Extremadura a ningún capitán general para preparar las elecciones. Reconocía, sin embargo, que antes de nombrarse a las autoridades de la provincia, Adelardo López de Ayala, ministro de Ultramar, había citado a todos los extremeños a la sazón en Madrid, los reunió en su casa y les habló de las necesidades de la provincia, les pidió consejo y les dijo cuáles eran las autoridades que más fe le inspiraban. “Todos unánimemente dijeron que debía ir a Badajoz de capitán general D. Juan Carnicero. Con esto queda dicho que no fue a hacer elecciones: esa es una suposición de todo punto gratuita”. Respecto a Abdón G. de Salamanca decía haber sido nombrado diputado provincial con satisfacción suya y de sus electores.
Otra prueba del la influencia de su hermaneo es que cinco días antes de la elección se repartieron papeletas citando a los electores a que concurrieran a la Casa Consistorial para tratar un asunto de interés de la localidad. En la reunión se les dijo a los electores que una de las ofertas del candidato ministerial Baltasar López de Ayala eran los 26.000 duros que el pueblo deseaba. Se leyeron cartas del agente que el pueblo tenía en Madrid en las que se comunicaba al alcalde que el expediente continuaba en el ministerio de la Gobernación, “si bien marchaba a pasos rápidos, merced a ciertas recomendaciones del ministro de Ultramar”. El candidato de oposición, no queriendo ser un obstáculo a los intereses de la localidad, dirigió una carta a Boletín de la Real Academia de Extremadura 702 de las Letras y las Artes la junta manifestando que si la oferta era real, y positiva, sería el primero en retirar su candidatura. Terminó la reunión. Se acordó votar al Sr. Ayala después de este medio de coacción empleado con los 2.700 electores de aquel pueblo, y el día 19 por la noche empezaron a repicar las campanas, diciéndosele al vecindario que el Sr. Ayala había escrito participando la fausta noticia de que los ministros de la Gobernación y de Ultramar habían resuelto el expediente. Decía González Fiori alegrarse de que, pese a la guerra y al agotamiento de los recursos del Tesoro hubiera 32.000 duros para el pueblo de Almendralejo y hacer diputado al hermano del ministro de Ultramar.
Antes de iniciar su carrera política como diputado a Cortes en Madrid, había sido gobernador civil de Badajoz tras la Revolución de Septiembre de 1868, con el mecenazgo y patrocinio de su hermano el literato y también político, Adelardo que era ministro de Ultramar.
A poco de comenzar la Revolución, en Noviembre de 1868, el retraso en la implantación de las escuelas de adultos y de las reuniones populares prometidas por el Gobierno Provisional suscita quejas, ya que ni tan siquiera se han establecido en las localidades más importantes de la Baja Extremadura, el 11 de Diciembre, Baltasar López de Ayala, a la sazón Gobernador Civil, enviará a tal efecto una circular a los alcaldes en la que entre otras cosas dice:
“Al constituirse en esta capital la Junta Provincial de Primera Enseñanza, el Gobierno Provisional fija el triunfo ulterior y definitivo de la libertad, a las escuelas de Primera Enseñanza, seguro de que no se consolidarán en España los derechos políticos, sino mediante la conciencia del deber que tenga cada hombre de ejercitarlo generosamente... que se investigue el estado de la Enseñanza Primaria en todos los pueblos y que de acuerdo con la junta local y los maestros se investigue sus servicios ... y con mayor interés fijarse en lo que se refiere a los haberes del personal, material, casas y de emolumentos, y de satisfacer todo hasta ese día..”
Arrieta, Adelardo y Baltasar

Actividad parlamentaria.-Salvo la defensa de su acta, la actividad parlamentaria del novel diputado fue escasa, a juzgar por el Diario de Sesiones. Votó siempre con la mayoría gubernamental. Formó parte de la comisión de etiqueta para felicitar al Rey.
No participó, sin embargo, en la discusión sobre el ferrocarril Mérida-Sevilla, que atravesaría el distrito.
Las elecciones de abril de 1879 Alfonso XII deseaba la formación de un gobierno de concentración “de notables” que se encargaría de las elecciones y en el que entrarían todos los grupos, de moderados a constitucionales. La idea no convenció a nadie.
Esta legislatura duró poco más de dos años, de finales de abril de 1879 a principios del verano de 1881. Tuvo Baltasar López de Ayala una actividad mayor (sin ser notable) que en su primera legislatura. Formó parte de la comisión para conceder un suplemento de crédito al presupuesto de Gobernación y la del mensaje de felicitación por el embarazo de S. M. la Reina. Pronunció también un discurso presentando al Congreso una “Exposición de los pueblos importantes de Badajoz pidiendo una prórroga al concesionario de las obras del ferrocarril de Mérida a Sevilla.
Baltasar López de Ayala sólo fue elegido diputado por este distrito en las dos legislaturas estudiadas. Abdón G. de Salamanca coetáneo suyo, aunque en las antípodas ideológicas, enjuició muy duramente su actividad parlamentaria. Pero su nombre no tuvo resonancia alguna, ni aún en el Parlamento, donde apareció varios años, y en diversas legislaturas, ocupando un puesto digno del nombre que le prestaba su hermano D. Adelardo. Por el contrario, una o dos veces que habló, demostró evidentemente que su puesto no estaba en los escaños del Congreso. En 1884-86 y 1891-92 sería elegido por el distrito de Castuera.

Otro hermano de Adelardo y Baltasar dedicado a la política fue: José Mª, hermano de Baltasar y Adelardo, fue diputado por Cazalla de la Sierra entre 1884-85, hasta que fue nombrado gobernador civil de Zaragoza.
Fuentes.-Archivo Histórico del Congreso, Diario de Sesiones, Boletín Oficial de la Provincia de Badajoz, Prensa de la época, Boletín de la Real Academia de Extremadura y La praxis política de la restauración: El distrito electoral de Almendralejo (1876-1903) Francisco López Casimiro.

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