By Joan Spínola -FOTORETOC-

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Villa de Guadalcanal.- Dió el Sr. Rey D. Fernando a Guadalcanal a la Orden de Santiago , e las demás tierras de la conquista, e de entonces tomó por arma una teja o canal, e dos espadas a los lados como así hoy las usa.



miércoles, 24 de febrero de 2016

Cartas un amigo


Villa de Guadalcanal

Amigo y recordado Pablo, en mi caminar por los polvorientos caminos de nuestra piel de toro, he detenido mis cansados paso en la sevillana Villa de Guadalcanal; Villa porque lo quiso la realeza y Guadalcanal nombre gallardo de altanera historia, me recibe su magnífica plaza de los naranjos, paraje de reunión de los lugareños.
En las estribaciones de los montes marianos, entre las sierras del Agua y del Viento y entre sus abruptas escabrosidades, que riegan el río Bembezar, al que desagua el Sotillo, la rivera del Benalija, con su puente romano de igual nombre y los arroyos Guaditoca, Esteban Yañez y el Moro, todas cuyas aguas van á engrosar con las del padre Betis, se halla emplazado este pueblo de remotísimo abolengo como demuéstralo su nombre primero griego, á 83'325 kilómetros, 16,8 leguas según caminos de la Metrópoli andaluza, en los límites de cuya jurisdicción se halla confinado, como faro visor de dos regiones y tres provincias. Extremeña primero y andaluza desde 1833 con la nueva división provincial de Javier de Burgos.
Alcornoques, encinas, olivos, frutales, jaras…, dan un coloridos esencial todo el año en contraste con sus simétricas calles de casa blancas.
Su importante cabaña ganadera, rebaños de vacas, ovino y caprino  pastan en sus  tierras de erial, manadas de cerdos campean en sus dehesas.
Su fundación es de los primeros pobladores de raza ibera, seiscientas centurias antes de la Era Cristiana, conociéndose por los historiógrafos primeros con el apelativo de Teresii ó Tereses y algunos Tereja, habiéndose también querido reducirlo á Canani, prevaleciendo por último el arábigo, Guadalcanal  río de creación que tan propio y ufano ostenta, para los que niegan las influencias del arabismo en nuestra patria.
Pueblo riquísimo en minas que fué por su cuenca argentífera y plúmbea, fué muy apreciado por las diversas razas que dominaron al país, para su explotación que datan del siglo XVI  a nuestros días, siendo la más importante y garante para las arcas reales.
Después de la reconquista que la ganó Don Rodrigo Iñiguez, fué Encomienda de la Orden de Santiago, de la Vicaría de Santa María Tentudia. Posee tres templos parroquiales principales, Santa María de la Asunción, Santa Ana y San Sebastián, otras iglesias y ermitas en la población y aledaños siendo el primero muy notable por su época. Venerase en el primero la antiquísima imagen de la Virgen con el título de Guadítoca del lugar donde está erigida ermita, a dos leguas y poco de la villa, la primera que debió ser morabito arábigo. La imagen á causa de los toques y repintes que ha sufrido en distintas restauraciones ha perdido todo su carácter de época, aun conservando su belleza.
Importante edificio conocido como La Almona, siendo la construcción la civil más antigua de la zona datando de 1307, construida como casa del bastimento del Maestre de la Orden de Santiago, constituyendo su almacén de provisiones y morada de Comendadores.
Igualmente existieron y existen conventos de varias órdenes religiosas.
Crisol de culturas que fue en la edad media, conviviendo dentro de su recinto amurallado, cristianos, árabes y judíos, templos, mezquitas y sinagogas convivieron en el tiempo.
Encontrándome parado frente a la solemne  fachada de la Iglesia de San Sebastián se me acercó el canónigo D. Antonio Muñoz Torrado hijo e ilustre historiador de esta villa,  tras departir una animada charla me regala unas magnificas fotos de la localidad para ilustrar mi carta.
 Cuenta entre sus hijos ilustres al descubridor Pedro Ortega valencia, destacado hombre en el asentamiento español del nuevo mundo y miembro de varias expediciones, lugarteniente en una de ella  de  Álvaro de Mendoza que en 1568 descubrió en el océano Pacífico las Islas Salomón, dando nombre a la mayor de ellas como Guadalcanal, en honor a su localidad natal, el Almirante de Castilla D. Alfonso Enríquez, hijo bastardo del gran Maestre de la Orden de la Orden de Santiago y una judía de la servidumbre conocida como “La Paloma”, Señor Medina de Rioseco, de real linaje, abuelo y nieto de Reyes de Castilla y Aragón.
El insigne político y literato D. Adelardo López de Ayala, académico de la lengua, famoso dramaturgo, y político, fue ministro en varias ocasiones y  parte activa en tramas y gobiernos provisionales, redactó el manifiesto de la Revolución del 68 y miembro del gobierno provisional del 69, entre sus obras se encuentran El tanto por ciento, Rioja, Consuelo, Un hombre de estado, El nuevo Don Juan y otras.

Finalizo mi jornada andariega impregnado de jazmín y azahar, prosigo mi rumbo hacia la Extremadura medieval y monumental, el tren entra en el túnel del puerto de Llerena y mi cerebro lleno de imágenes y repletos nostalgia ordena notas y perfiles para confeccionar la carta sobre Guadalcanal, villa y museo estático.


Cartas de un andariego, libro III Andalucía
Sixto Gómez de Ainoza
Madrid, 1923 

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