By Joan Spínola -FOTORETOC-

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Villa de Guadalcanal.- Dió el Sr. Rey D. Fernando a Guadalcanal a la Orden de Santiago , e las demás tierras de la conquista, e de entonces tomó por arma una teja o canal, e dos espadas a los lados como así hoy las usa.



miércoles, 3 de mayo de 2017

Incidente ocurrido en la Sierra Norte de Sevilla invierno año 2000 1



Seres humanoides en las Minas del Cerro del Hierro 
Primera parte

A finales del año 2000 y primeros meses del 2001, reportamos unos incidentes a modo de flash informativo de última hora (pendientes de profundizar por falta de tiempo y fechas tan señaladas) que esporádicamente habían ocurrido en la zona norte de Sevilla, concretamente por el círculo formado entre Cazalla de la Sierra, Constantina, San Nicolás del Puerto y algunas pequeñas aldeas correspondientes a estos términos de los municipios serranos.
Esta antigua zona minera, sigue a la espera de ser declarada monumento natural y se encuentra en los términos municipales de Cazalla y Constantina en la LOG. 5º38’W, LAT. 37º59’N, con una altitud media de 700 a 800 metros sobre el nivel del mar, constituye una de las zonas altas del borde meridional de la meseta que limita con la depresión del Guadalquivir. Una de las curiosidades de este terreno es que su relieve kárstico en forma de torrecillas, está formada por calizas cámbricas que han sufrido una evolución “antrópica” realizada por la mano del hombre. Antigua explotación minera del tiempo de los romanos y posteriormente reutilizada por una compañía inglesa de minas de hierros, se extraía la ganga residual de elementos como la BARITA y OLIGISTOS de un bello brillo de ricos colores amarillentos, rojizos y siderita férrica; esta mina, hoy está totalmente desmantelada, pero sigue siendo acoso de todos los saqueadores que intentan sacar el mínimo partido a las chatarras que aún quedan desparramadas y semienterradas como raíles, guías, tubos, vigas y encofrados.
Su antiguo barrio de viviendas, almacenes y talleres del poblado donde moraban los dueños y mineros, está destruido o en un lamentable estado ruinoso con el consiguiente peligro para el visitante ávido de fisgonear entre los escombros y laberinto de habitaciones de las viviendas, hace pocos años estas sirvieron durante algún tiempo como escuela taller y campamento.
Al ser un terreno de características tan especiales, habitualmente es objeto de visitas y acampadas de grupos de familias, ecologistas, montañeros, estudiantes y universitarios. Verdaderamente merece la pena perderse por el intrincado terreno durante algunas horas, ya que este invita a disfrutar de muchas de las curiosidades únicas que solo se repiten en terrenos similares en Indonesia.
Una vez introducido al lector en el lugar, pasamos a contar como se encauzo esta investigación, irónicamente por esas casualidades que difícilmente se repiten dos veces en la vida, y como habitualmente ocurre nos llegó la voz de alarma de terceras personas un incidente ocurrido en la sierra norte de Sevilla, el caso no nos mereció mucha fiabilidad, José Manuel y yo, después de escuchar a nuestro confidente, creímos estar ante otro caso de ensoñación y ficción con remanentes de película de celuloide a lo Spielberg, con otra familia de contactados con el ánimo de protagonismo para salir como por aquí decimos en Andalucía, “SALIR EN LOS PAPELES DE GUAPOS” pidiendo pesetas a cambio de soltar la lengua, como las muchas que hemos tenido la desgracia de desvelar como meros fraudes. No obstante antes este caso, (tampoco tenemos la vara de medir la veracidad del encuentro “cercano” de esta familia), la coherencia prima sobre los posibles e insólitos sucesos ocurrido a este grupo de personas con distintas edades y niveles sociales e intelectuales universitarios, magníficos y coherentes diálogos satisfactorios, sin necesidades económicas, ni móviles aparentes de protagonismo o nada que se le parezca.
Llegamos a contactar con una familia de lo más normal, residentes en uno de los pueblos de la zona (ellos no permiten su localización), nos pidió la máxima discreción hacía los miembros de la familia sólo permitiéndonos comunicar los nombres de pila del matrimonio, Ramón 43 años y Salud 38 años, sus hijos son la niña de 19 años y el chico de 13 años. Estos siempre se encontraron reacios a explicar lo que ocurrió ese sábado tarde hacía las 17 horas aproximadamente.
Aunque esto es una presentación somera, hay que decir que hasta llegar a la localización de esta familia, nos sucedieron unos hechos insólitos, que a continuación exponemos. José Manuel García Bautista y yo tenemos familias no vinculadas entre nosotros en la zona de Cazalla y Constantina. José Manuel durante las fiestas de Navidad como normalmente ocurre fue a visitarles y en una charla le comentaron el incidente, este lo anotó e hizo un boceto de introducción a la historia que había recibido por parte de uno de sus familiares, por otro cauce yo me encuentro en Sevilla con una prima mía que venía a una revisión médica al Universitario de la Macarena, esta se alojó durante dos o tres días en casa de mi tía y al visitarla me hace saber del mismo caso conocido por José Manuel. Esta vez mi información había ocurrido a un pariente de mi prima, este incidente lo cuenta sin ánimo de transcendencia por lo que me pide el favor de no darlo a “conocer”, pero cuando yo le comento que ese caso está siendo estudiado por mi compañero y amigo, me comunica que cuando llegue al pueblo se pondrá en contacto con esta familia para pedirle si podemos analizar concienzudamente el fenómeno. Curiosamente a los pocos días recibo la aceptación de boca de mi prima y se lo comunico a José Manuel, él simultáneamente tenía noticias frescas de que no había problemas si aceptábamos sus términos y reglas, así como la fecha de la reunión, una vez terminada la Feria de Abril de Sevilla.
La personalidad de esta familia es muy cordial dando una agradable impresión de unidad y buenas relaciones entre ellos, el recibimiento no fue tan frío como en un principio nos esperábamos, pasamos al interior de la vivienda y nos alojamos directamente todos los miembros de la familia, mi prima, José y yo en un salón cocina comedor, decorado a lo antiguo, tipo rústico donde impera la simpática sutileza de las manos de la dueña de la casa, detalles muy lugareños de utensilios en hierro y bronce, herramientas y cacharros de cocina dispuestos sobre las paredes sin uso cotidiano sólo con fines decorativos.
Normalmente, cuando comenzamos una investigación después de romper la distanciada y fría tensión de la desconfianza, intentamos cordialmente el acercamiento haciendo preguntas banales o interesándonos por detalles curiosos y ocasionales de la vivienda como.., fotos antiguas, cuadros, o algún mueble u objeto desconocido. José y yo, comenzamos cada uno por nuestro lado y dividiendo a los miembros de la familia que tenemos que interrogar sobre el caso que pretendemos, no es una división física sino una división mental acosada por las preguntas que tenemos desarrolladas mentalmente, (a modo de ejemplo mientras yo estoy haciendo una consulta a la madre y la chica referente a una comida típica de la zona, José está preguntando al padre y al chico simultáneamente por el color del aparato que vieron esa tarde). Esta táctica nos da una pequeña ventaja y hace mantenerles pensando a cada uno de los miembros en distintos temas para evitar así una respuesta sincronizada ya prevista y predeterminada. Posteriormente todas las preguntas que hemos realizado por separado se reúnen en el formulario previsto al tema, aparte las observaciones incrementaran paulatinamente cada uno de los temas tratados. Muchas veces tenemos que hacer investigaciones paralelas de varios testigos presenciales y ni yo sé exactamente cuál es la respuesta obtenida por José, ni él las mías, no nos interesa conocerlas para que de esta forma no fijemos un canon establecido, por lo que la frescura de los resultados nos da un mayor margen de confianza y fiabilidad en los resultados obtenidos.


José Manuel García Bautista
Rafael Cabello Herrero

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