EL CONVENTO DE SAN FRANCISCO
En varias revistas de Feria he escrito estos años atrás sobre el Cementerio de San Francisco, de cuándo se empezó a construir el mismo, del año de su primer enterramiento, del nombre de la persona que fue enterrada la primera, etc., etc., pero nunca se ha escrito nada, que yo sepa, sobre el antiguo Convento de San Francisco.
Hemos oído hablar a nuestros mayores de que existió un convento de franciscanos en el lugar o cerca de donde está ubicado el camposanto de hoy, pero nadie ha dado pelos y señales de tal convento.
Y no cabe ninguna duda de que estuvo allí, ¿Dónde? ¿En qué sitio? ¿De cuándo databa? ¿Cuándo se deshizo la Comunidad? Todas estas interrogantes me las he hecho yo, y por mucho que he indagado no he podido dar con una respuesta a mis preguntas. Varias veces he estado allí por los alrededores del cementerio, buscando un indicio de un antiguo muro, de unos cimientos, o de algo que me indicara donde estuvo el convento. Nada de nada. Sólo he podido ver las conducciones del agua en las huertas cercanas o colindantes, y allí, sí. Allí se ve la mano de los monjes, en la forma de canalizar las aguas se ve que fue obra de ellos.
Pero nada más.
No obstante, allí hubo, existió, un convento de frailes franciscanos, porque ha venido a mis manos un documento que no da lugar a dudas de ningún género; de su existencia, en una fecha aún no muy lejana, 1820. ciento sesenta años no es tanto tiempo para haber desparecido todo indicio de la existencia de la fábrica o edificio de la Comunidad. Sólo se me ocurre que el cementerio de hoy está construido en el mismo lugar donde estuvo la edificación conventual, y esa, quizá, será la razón de que no se encuentre ningún vestigio del mismo.
Pero el convento existió y aquí está la prueba exacta.
Copia del documento a que antes hago mención:
Hemos oído hablar a nuestros mayores de que existió un convento de franciscanos en el lugar o cerca de donde está ubicado el camposanto de hoy, pero nadie ha dado pelos y señales de tal convento.
Y no cabe ninguna duda de que estuvo allí, ¿Dónde? ¿En qué sitio? ¿De cuándo databa? ¿Cuándo se deshizo la Comunidad? Todas estas interrogantes me las he hecho yo, y por mucho que he indagado no he podido dar con una respuesta a mis preguntas. Varias veces he estado allí por los alrededores del cementerio, buscando un indicio de un antiguo muro, de unos cimientos, o de algo que me indicara donde estuvo el convento. Nada de nada. Sólo he podido ver las conducciones del agua en las huertas cercanas o colindantes, y allí, sí. Allí se ve la mano de los monjes, en la forma de canalizar las aguas se ve que fue obra de ellos.
Pero nada más.
No obstante, allí hubo, existió, un convento de frailes franciscanos, porque ha venido a mis manos un documento que no da lugar a dudas de ningún género; de su existencia, en una fecha aún no muy lejana, 1820. ciento sesenta años no es tanto tiempo para haber desparecido todo indicio de la existencia de la fábrica o edificio de la Comunidad. Sólo se me ocurre que el cementerio de hoy está construido en el mismo lugar donde estuvo la edificación conventual, y esa, quizá, será la razón de que no se encuentre ningún vestigio del mismo.
Pero el convento existió y aquí está la prueba exacta.
Copia del documento a que antes hago mención:
"Villa de Guadalcanal, Provincia de Extremadura, Partido de Llerena. Convento titulado de Nuestra Sra. de la Piedad de Religiosos Franciscanos observantes de la provincia de los Angeles, extramuros de esta villa distante de ella o su población como cuatrocientos pasos. Nota de todos los religiosos que existen en este convento en este día seis de Diciembre del corriente año y ora de las diez de la mañana que con la individualidad que contiene la circular del señor Jefe político de diez y nueve de noviembre próximo pasado, señalado con el núm. 311, a saber: El R. P. Guardián Fray Juan Antonio Juárez, sacerdote natural de la Ciudad de Xejez de los Cavalleros, de edad, de treinta y cinco años. Profesó en el convento de Santa María de los Angeles. Fray José Rubio, sacerdote natural de la villa de Torremejía, de edad de sesenta años, profesó en el convento de San Antonio de la Ciudad de Sevilla, perteneciente a otra provincia. Fray Juan de la Cruz Arellano, sacerdote natural de la villa de Monterrubio, partido de la Serena, de edad de cincuenta y un años, profesó en el convento de Santa María de los Angeles de esta provincia Fray Juan Blanco natural de la villa de Berlanga, de edad de cincuenta y tres años, profesó en el convento referido de Santa María de los Angeles. Fray Juan Naranjo, sacerdote natural de la villa de Cazalla de la Sierra, de edad de cincuenta y dos años, profesó en el convento de la Puebla de Alcocer de repetida provincia. Fray José Arellano, natural de la villa de Monterrubio, cincuenta años de edad procedente del convento de la villa de Jarandilla de la misma de cincuenta años, profesó en el convento de otra provincia. Fray Tomás Velasco, sacerdote natural de la villa de Fuente Obejuna, de edad quarenta y quatro años. Profesó en el convento de Santa María de los Angeles. Fray José Galán, sacerdote natural de Torremilano, de edad de quarenta y seis años, profesó en citado convento de la Puebla de Alcocer de otra provincia, ausente por ahora con licencia de su prelado en el citado pueblo de su naturaleza. Fray Tadeo Marques, sacerdote natural de la villa de Azuaga, de edad de quarenta y dos años, profesó en convento de San Antonio de Sevilla, residente en dicha villa de Azuaga (una frase que no se entiende) de la Aldea de los Rubios, pedánea de la Granja de Torrehermosa y presente en este acto como individuo de la comunidad. Fray Juan Ramírez, sacerdote natural de la villa de Velalcázar, de edad de quarenta y cinco años, profesó en dicho convento de la Puebla de Alcocer de la misma provincia. Fray Ignacio Cavallero, sacerdote natural de la villa de Fuente Obejuna, de edad quarenta y un años, profesó en dicho convento de Santa María de los Angeles y ausente en e] pueblo de Pozo Blanco con el motivo de la caridad de la muerte de un hermano suyo. Fray José Cordo, sacerdote natural de la villa de Guadalcanal, de edad de treinta y quatro años, profesó en dicho convento de Santa María de los Angeles de referida provincia. Fray Ramón Navarro, sacerdote natural de Fuenlabrada de los Montes, de edad de treinta y dos años, profesó en el explicado convento de la Puebla de Alcocer. Fray Antonio Machado, religioso lego natural de la villa Hinojosa de Córdoba, de edad quarenta y cinco años, profesó en Jarandilla de la citada provincia. Fray José Delso, religioso lego de la villa de Peñaflor, de edad de sesenta y tres años, profesó en el convento de San Antonio de Sevilla de otra provincia. En cuya conformidad se concluyó este acto o nota que firmó el señor Alcalde de primer voto constitucional con el prelado de esta Comunidad, sin perjuicio de unir a ella la certificación que presa el artículo quarto de dicha circular con las cualidades y circunstancias que prescrive y a presencia de la misma comunidad en Guadalcanal en citado convento el día N de 1820 de que yo el Secretario doy fe. (Contiene el original las firmas dicho Sr. Alcalde, R. P. Guardián y la mí el Secretario Guerrero)”.
Como veis, no puede haber una prueba tan palpable de que el convento fue un hecho, y con este documento vengo a despejar las dudas sobre su existencia. Una lástima no poder encontrar datos sobre la fecha de su fundación y tampoco de su disolución, aunque esta última tuvo que ocurrir entre los años 1821 a 1850, que después de esta fecha no pudo ser porque ya se iniciaron las obras del cementerio. Si algún día la fortuna me premiara con el hallazgo de más datos sobre todo esto, estas cosas tan nuestras sin duda que lo darla a conocer a nuestros convecinos y naturales de esta villa y mientras tanto y hasta otra ocasión saluda,Leopoldo Tena
Como veis, no puede haber una prueba tan palpable de que el convento fue un hecho, y con este documento vengo a despejar las dudas sobre su existencia. Una lástima no poder encontrar datos sobre la fecha de su fundación y tampoco de su disolución, aunque esta última tuvo que ocurrir entre los años 1821 a 1850, que después de esta fecha no pudo ser porque ya se iniciaron las obras del cementerio. Si algún día la fortuna me premiara con el hallazgo de más datos sobre todo esto, estas cosas tan nuestras sin duda que lo darla a conocer a nuestros convecinos y naturales de esta villa y mientras tanto y hasta otra ocasión saluda,Leopoldo Tena
Revista de feria de 1981
No hay comentarios:
Publicar un comentario