By Joan Spínola -FOTORETOC-

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Villa de Guadalcanal.- Dió el Sr. Rey D. Fernando a Guadalcanal a la Orden de Santiago , e las demás tierras de la conquista, e de entonces tomó por arma una teja o canal, e dos espadas a los lados como así hoy las usa.



viernes, 17 de diciembre de 2010

GUADALCANAL 1852/56



Cambios Estructurales

 Después de varios hechos delictivos en la localidad y caminos lindantes que desencadenaron robos y saqueos en los cortijos y la muerte por asesinato del vecino de la localidad Antonio Vázquez Mena, se acordó en pleno municipal celebrado el 11 de Enero de 1852, siendo alcalde y presidente de la corporación D. Leandro López de Ayala y Montero de Espinosa, dirigir escrito al Gobierno Civil de la Provincia de Sevilla, para solicitar la instalación de una casa cuartel y dotarla de una partida de la Guardia Civil, cuerpo de seguridad creado mediante Real Decreto de 28 de marzo de 1844.

En el año 1854, siendo alcalde presidente de la villa D. Miguel Ramos i Lobo, en sesión de 30 de Junio, se propone dotar de una cantidad de dinero para la construcción de un cementerio municipal, como es sabido, hasta aquella fecha se disponían los enterramientos en las parroquias más cercanas al domicilio del finado.
Para esta construcción se acordó la zona del Prado de San Francisco, sobre las ruinas del antiguo convento franciscano de la Piedad y San Francisco, solicitando la debida autorización, mediante exposición documentada a la autoridad eclesiástica con sede en Llerena.
En esa misma exposición y ante el gobernador eclesiástico de Llerena D. Pedro Nogales y Granda, el Ayuntamiento solicita la cesión de las capillas de Los Milagros y San Vicente para construir en las mismas la Casa Consistorial y dependencias municipales de las que en la época se carecía, ya que no eran útiles, debido a considerarse innecesarias para el culto y la proximidad de las iglesias de San Sebastián y Santa María.
Estas solicitudes fueron concedidas por la cúpula eclesiástica, pero finalmente, tras la gestión en Madrid de D. Ignacio Sánchez Martínez, la casa Consistorial se construyó sobre las ruinas del palacio de los comendadores de la Orden de Santiago, que durante siglos habitaron o visitaron la villa.
Se acuerda efectuar el pago de los instrumentos para la banda de música de la "MILICIA NACIONAL" de ésta villa según factura firmada de D. Pedro Taberner, la que asciende a la cantidad .de "Cuatro mil reales vellón".
En sesión ordinaria se reúne éste Ayuntamiento y acuerda: Que habiéndose hecho pedazos el pellejo del tambor de guerra de la banda de la "Milicia Nacional" de ésta villa se acuerda ponerle un parche, para lo que se comprará un pellejo de cabra que asciende a "siete reales vellón".
"Sale" a subasta las obras para la colocación de nombres a las calles y números a las casas".
Haciéndose sospechoso el estado sanitario en los pueblos comarcanos a causa del "cólera morbo" SE SUSPENDE LA CELEBRACION DE LA FERIA.Llega el "cólera morbo" a Guadalcanal, por lo que, se le pide toda la ayuda que a bien tenga al Gobernador de la provincia.
Según los partes diarios que los profesores de "la ciencia de curar" remiten a ésta alcaldía se declara libre de epidemia del cólera morbo asiático, encontrándose la población en estado de sanidad completo, por lo que, se cantará en la Iglesia Parroquial un solemne Tedéum en acción de gracias por el Sr. Cura Párroco de la de San Sebastián, asistiendo todo el pleno de éste Ayuntamiento que preside D. Miguel Ramos i Lobo.
Se da comienzo al empedrado de las calles, el 23 de Agosto de 1.855, al poco tiempo la Exma. Diputación lo suspende para dedicar ese dinero a calamidades públicas".
En el año siguiente se termina la construcción del cementerio municipal, acordándose llamarlo de San Francisco, en recuerdo del convento que allí existía con anterioridad, procediendo a su inauguración junto con el Paseo de la Cruz.
Se acuerda “asistencia del Pleno del Ayuntamiento a la Bendición del Nuevo Cementerio el que se halla en el "Prado de San Francisco".
Por éstas fechas se hacían casi a diario peticiones del vecindario de trozos de terrenos comunales para distintos fines, plantío, huertas etc. y un vecino hizo la siguiente petición: "Por necesidades para vivir quiero hacer una casa de habitación, por lo que, a bien pido un trozo de terreno en el huerto del Palacio junto donde está el corral de conejos, tirando la tapia que tanto afea a nuestra plaza Municipal" (Naturalmente no existía el edificio del Ayuntamiento).Nos detenemos en el año 1856 y finales de la década, es cuando nuestra villa recibe un impuso económico, por una parte, el Ayuntamiento recibe en la persona de D. Luís López de Ayala de la Real Hacienda de España, gran parte de la dote concedida por los gastos ocasionados durante la pasada Guerra de la Independencia a este municipio, por otra, la corporación municipal decidió vender algunas dehesas y cortijadas a particulares, para ello se nombró una junta pericial designado presidente de la misma a D. Antonio Llamazares.
Fue precisamente en este último cuatrienio, cuando se llevó a cabo una gran transformación urbanística en Guadalcanal, adecentamiento y empedrado de calles, rotulación de las mismas, numeración de las viviendas y adecuando lo que hoy conocemos como Plaza de España, pasando a ser el centro neurálgico y económico de la población y que perdura siglo y medio después.

Fuentes.- Leopoldo Tena (Datos curiosos sacados del archivo de nuestro Ayuntamiento de algunos acuerdos que se tomaban en las sesiones celebradas por la corporación de aquellos años...)
Nota autor.- Leopoldo Tena, fue una persona que debido a su trabajo como funcionario del Ayuntamiento durante muchos años y su inquietud por desvelarnos datos de Guadalcanal rescatados del olvido, escribió varios artículos muy interesantes sobre la historia de Guadalcanal en las Revistas de Feria de los años 70 del pasado siglo, se le quedaron muchos otros en apuntes escritos a mano y en aquella vieja Olivetti, apuntes que imagino que conservaran sus hijos.
Yo tuve ocasión de conocerlo en los últimos años de su vida, recuerdos que me llevan a aquella pequeña sala de la calle Milagros, donde me recibía sentado en la mesita junto a la ventana y pasábamos horas él hablando del pasado y yo tomando apuntes.
Fruto de estos apuntes rescatados de un viejo archivo que conservo y algunas amarillentas fotocopias de cuartillas que el me dio, he confeccionado este articulo y los próximos que escribiré de parte de la historia de nuestro pueblo.

A Leopoldo Tena, agradeciendo que me despertara el interés por nuestra rica historia y a su esposa Lola Gómez, que me enseñó a leer, escribir y a amar los libros.


Rafael Candelario Repisa

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