By Joan Spínola -FOTORETOC-

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Villa de Guadalcanal.- Dió el Sr. Rey D. Fernando a Guadalcanal a la Orden de Santiago , e las demás tierras de la conquista, e de entonces tomó por arma una teja o canal, e dos espadas a los lados como así hoy las usa.



sábado, 7 de noviembre de 2015

Inicio, auge y decadencia de las minas de Guadalcanal 76

El abastecimiento a la mina 4

En los años normales, la compra se efectuaba en los pueblos del sur de la provincia de Badajoz por enviados de la mina que se encargabais de llegar a ellos y comprarlo en cantidades elevadas. En años de escasez, como el mencionado año agrícola de 1556-57, las dificultades eran grandes para efectuarla provisión. Cuando la escasez era menos tampoco las regiones alejadas podían proveer de grano a las necesidades de la fábrica se recurría entonces a solicitar cédula real que ordenaba a los concejos que proveía a los enviados de la mina de trigo al precio. de tasa. Vana ilusión, pues ello provocaba inmediata desaparición de cualquier existencia, e incluso en algunas ocasiones agresiones y auténticos motines, como en Azuaga, donde apalean y encarcelan a los enviados reales que intentan recoger cereal para la mina 131
Pero la provisión de grano a la población minera sufre estrangulamiento no sólo por externas, sino también por causas imputables a su administración. La mina carecía, ya lo dijimos, de autonomía para efectuar gastos; sus fondos procedían de la Casa de Contratación de Sevilla, a la que se le expedían periódicas provisiones reales. El retraso en esta o la prioridad, muy frecuente, de muchos otros gastos, implicaba iguales demoras  posibilidades de adquirir grano. En años buenos, ello se traducía en la invasión del poblado por vendedores de pan a precios más elevados, pero en los de escasez, la consecuencia era el desabastecimiento, la subida de precios y la huida de los trabajadores. En un iforme recogido en 1570, un trabajador se expresaba así:
“el prinçipal proveymiento que se debe hazer es que aquí haya abundançia de pan, porque por no lo haber, algunas vezes no se halla un honbre de los que son menester, e que si aquí hubiese abundançia de pan acudiría mucha gente (...) e ganando un plomero 18 reales a la semana, casi los come de pan él y su muger,
porque vale un pan medio real que tiene dos libras y aún ésto tiene poca y que a este testigo a acontesçido esta semana entrar a trabajar en los poco comer por no hallarlo, y si va adelante esta nesçesidad no quedará hombre aquí lo qual se remediará si los oficiales lo hobieran proveydo y remediado con tienpo, como se hizo quando era administrador el señor contador, que enviaba por  ello a la Mancha e con esto toda la gente de la tierra acudiría a las minas entones no lo había en esta tierra y ahora hailo; pero los que lo tic asconden, porque lo venden a 20 reales la hanega y aún a más”
Otro trabajador se expresaba en términos similares:
“lo que conviene proveerse con mucha diligencia es la falta de pan que gente ay y se espera habrá si Dios no lo rremedia, porque a este testigo acontesçido pocos días ha ir a su casa y lleuar un pedaço de pan para el c y deçirle un tornero que le diese un poco porque había dos días que no 1 pan y dárselo; y que este testigo se va agora camino de Azuaga, donde e ral, a hazer pan que comer para él y para sus conpañeros, porque aquí c barato no se halla y que se va con haber trabajado esta noche en los poço; la gran nesçesidad y que si esta no se provee con gran brevedad, entiende se despoblará la mina y se irá la jente a buscar de comer, porque la 1 nadie la puede sofrir132.
El trigo que llegaba a las minas por vía de administración no se facilitaba a los trabajadores en grano, sino como pan, mediante el contrato en subasta con un panadero obligado”:
“el pan de las hanegas que V.M. mandó conprar hize apergonar que las personas que diesen pan abasto a esta fábrica; dándoles el trigo que fuese menester daría al que más libras de pan me diese de cada hanega, con que se obligase a vendello y acudir con el dinero al encargado del almacén”  133
La elevada demanda de grano —que además no se limitaba sólo a trigo, se producían también unas adquisiciones importantes de cebada con destino a las numerosas caballerías propiedad de la fábrica— pudo teóricamente suponer un elemento dinamizador producción agraria en la zona en torno. Sin embargo, la escasa o nula capacidad de respuesta de la producción agraria, producida por sus propias condiciones estructurales en las que no es el caso entrar aquí, unida a las ciertamente pobres posibilidades zona, trajeron como consecuencia el que en lugar de dinamizador, la demanda de la se convierta en elemento perturbador y generador de unas tensiones que, por otra son bastante comunes en muchas otras partes del reino en época de malas cosechas.

131 En 1572, año también difícil, se había dado provisión al gobernador de la provincia de León para ir 1.000 fanegas, cosa que se hace, pero los oficiales se quejan de que, por permitírseles sólo ir 50 fanegas en cada pueblo, han tenido que llegar hasta lugares tan remotos como Bienvenida, la de los Barros, Valencia de la Torre, Usagre y Zafra; además se producen conflictos con los de Valencia de la Torre y Usagre; cfr. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 119, fol. 6; D. En 1559, el gobernador,
no obstante la prouisión que le está notificada, impide la dicha prouisión del dicho pan, diziendo que no tenemos comisión más que para comprarlo buenamente de quien nos lo quisiese vender y no para sacarlo de las personas que de su voluntad no lo quieran dar, haziendo informaçiones con los aldeanos, lastimados de verse sacar el trigo, que ellos entendían vender a 30 reales quebrantando la premática (de tasa), diziendo mucha más cantidad de pan que se ha traido este año a esta fábrica de lo que es realmente verdad, diziendo que no es menester más y que en la distribuçión dello nos hemos habido mal dándolo a personas de Guadalcanal, como es ansí verdad, porque el médico y ademador mayor y algunos fundidores y afinadores, lavadores y peones son naturales del dicho lugar y nes9esariamente se les hubo de repartir como a los demás”.
Suplican  los oficiales
se les envie provisión real para poder sacar donde quiera que lo hallásemos el dicho pan, pagando por ello el preçio de la tasa (...). El tienpo está muy apretado en esta tierra, de tal suerte que vale la fanega de trigo 28 reales y 11 la de çebada, de suerte que sin mucho calor no se podrá hallar ni sacar. Suplicamos a V.M. la provisión sea sin açepción alguna, porque de otra suerte se perderá la coyuntura en demandas y respuestas y en la ejecuçión se tendrá quenta con toda la moderación posible no sacando a naide más de aquello que nes9esariamente hobiese de vender”.
Reslución al margen:)
“Que se envie provisión al gobernador para que haga dar lo que fuere menester para esas minas y se tomará solamente lo nesçesario y no más teniendo órdenes por la falta que hay de110 en la comarca”;
crf. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 115, fol. 5.
132 Cfr. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 103, fol. 12. En 1571, Dña. Mariana Girón, de un administrativo de la mina, pedía a Escobedo que le diese una carta de recomendación de Fugger y que el factor de éstos le entregase 100 fanegas de trigo en los lugares más cercanos a las para alimento de los funcionarios de la mina “porque es mucho” trabajo que se pasa para aberlo Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 115, fol. 5.
133 A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 31, fol. 6. Sobre aprovisionamiento de trigo para las minas, -cfr. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 18, fols. 215-220; Leg.° 28, fols. 29 y 30, Leg.° 31, fol. 39; Leg.° 51, fol. 21. A.G.S. Escribanía Mayor de Rentas, Minas, Leg.° 1, fol. 6. Diversos de Castilla, Leg.° 8, fol. 54. A.G.S. Estado, Leg.° 120, fol. 256; Leg.° 121, fol. 112, 1 A.G.S. Contadurías Generales, Leg.° 3.072, s.f., carta de la Princesa Gobernadora a Agustín de de 24 de octubre de 1556. Resistencias de los concejos a dejar salir trigo en épocas de escasez penalización, en HAMILTON, E.J.: Op. cit., p. 259.
  
De Minería, Metalúrgica y Comercio de Metales
Julio Sánchez Gómez
 

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