By Joan Spínola -FOTORETOC-

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Villa de Guadalcanal.- Dió el Sr. Rey D. Fernando a Guadalcanal a la Orden de Santiago , e las demás tierras de la conquista, e de entonces tomó por arma una teja o canal, e dos espadas a los lados como así hoy las usa.



miércoles, 19 de octubre de 2016

Expolio o desamortización de edificios históricos de Guadalcanal (última parte)

Una pila bautismal renacentista de la Iglesia de la Concepción, utilizada como macetero en el colegio de monjas del Convento del Espíritu Santo

Con este artículo queremos hacer una recopilación de datos y acontecimientos datados en los años setenta del pasado siglo sobre el expolio y la desamortización encubierta de una serie de edificios pertenecientes a la historia monumental  de nuestro pueblo y hoy en manos de particulares (Úlima parte).

4.- Capilla de San Vicente, es un edificio del siglo XVIII, con una planta de Cruz Latina, una sola cubierta de bóveda de cañón y lunetos y media naranja en el crucero,  su alero mudéjar aun conserva la madera original, de estilo difundido por Extremadura, fundada por la orden Dominicana, relaciona su historia con esta orden y la Hermandad del Rosario de la Aurora que fue autorizada en 1851 para su ubicación y finalmente cae en decadencia y se disuelve en 1.914, cerrada al culto definitivamente en  1917 y destrozado todo su patrimonio mueble en 1936 a consecuencia de la guerra civil.
Es tal vez el edificio que más intentos de cesiones y compra venta sufrió en los siglos  siglo XIX y  XX,  la primera referencia encontrada data de 1854, el alcalde de la villa Miguel Ramos Lobo propone ante el gobernador eclesiástico de Llerena la cesión de las capillas de San Vicente y los Milagros, “que son innecesarias para el culto y no son en razón de su proximidad a las parroquias de Santa María y San Sebastián, sino por los muchos templos que hay en la población”, para construir la nueva casa consistorial, finalmente este primer intento fracasó y las dependencias municipales se construyeron en las ruinas del antiguo palacio de los comendadores Santiaguistas .
Ya en el año 1923 el párroco de la localidad Pedro Carballo Corrales, con el beneplácito del Arzobispado de Sevilla Eustaquio Ilundáin y Esteban inicio un proceso de venta y que gracias a la intervención de Antonio Muñoz Torrado con el inicio de un informe histórico sobre el citado edificio, y con la colaboración de la Hermandad del Rosario de la Aurora, fue paralizada su venta.
Pasamos al año de 1935, según información contrastada en el libro  “Guadalcanal Siglo XX”, de Ignacio Gómez Galván, cita en su recopilación de los acontecimientos de la década 30/40 del pasado siglo, y dice textualmente:
“Intento de compra de San Vicente. Con fecha 29 de Julio de 1935, Rafael Cárdenas Ordoñez dirige un escrito al Arzobispado de Sevilla, en los siguientes términos: Rafael Cárdenas Ordoñez, natural y vecino de esta, casado  a V.E.R. con el debido respeto, EXPONE: Que es dueño de una casa en esta villa calle  San Sebastián, la cual habito y que linda en su parte derecha con la Ermita y dependencia de San Vicente. La referida Ermita al culto está cerrada al culto hace más de diez años y convertida en almacén de anda, pasos y trastos viejos, y si a eso se une que su techumbre está en mal estad, sobre todo las dependencias que lindan con la finca del dicente, al alto criterio de V.E.no se ocultará los graves prejuicios que a la propiedad particular se le ocasiona con este estado de cosas, aumentados conforme pasa el tiempo. Se hace precisa una urgente y costosa reparación en la referida Iglesia de San Vicente. Mas como el estado actual de la iglesia es bien patente, no es mi ánimo ponerla en grave trance por eso me permito proponerle a V.E. la enajenación de la repetida ermita, caso de que no pudieran hacerle las obras que necesita, en cuyo caso no tendría otro destino que demolerla y sobre su solar edificar dependencias con fines domésticos que se incorporarían a mi propiedad   que con ella linda. Dios guarde a V.E. muchos años. Guadalcanal, veintinueve de Julio de mil novecientos treinta y cinco”.
No se hizo esperar la contestación del Arzobispado, ya que en la parte inferior del mismo escrito del Sr. Cárdenas, aparece esta coletilla: “Sevilla 3 de Agosto de 1935. Vistos los antecedentes de este asunto y especialmente lo actuado en el año 1923, como motivo de una solicitud del Sr. Párroco de Guadalcanal, decretamos que no ha lugar a lo solicitado en la instancia que nos ha dirigido D. Rafael Cárdenas Ordóñez”.
A principios de los años 70, una entidad bancaría a través de un vecino del pueblo hizo un nuevo intento de compra o apropiación con la intención de poner una oficina bancaria o cualquier otra intención de actividad en un edificio con una situación privilegiada dentro del casco urbano.
Finalmente en el 1977 y coincidiendo con la romería de nuestra patrona, una representación oficial del Arzobispado de Sevilla, realiza un viaje a Guadalcanal y la zona de varios días, quedando ubicado su hospedaje en Cazalla de la Sierra, durante esos días  y con el pueblo ajeno a ciertas reuniones clandestinas, se fraguan los tratos de la venta de la Capilla de San Vicente, edificio emblemático situado en la plaza de España.
Esta capilla fue solicitada en cesión en repetidas ocasiones al Arzobispado de Sevilla por los responsables de la Cofradía de Penitencia de las Tres Horas, para instalar en ella sus imágenes titulares y abrirla al culto, consultado a hermanos de aquella época, la respuesta fue una y otra vez negativa.

Poco después se ejecutó el acto de enajenación y venta por una cantidad aproximada a 500.000 pesetas, unos 3000 € actuales, convirtiéndola su nuevo propietario en un salón de juegos juveniles, con maquinas recreativas y futbolines, posteriormente y hasta la actualidad en un bar, realizando en su interior varias obras de acondicionamiento, aunque su empleo para usos profanos se remonta mucho antes de su venta, sirviendo de carpintería, almacén de materiales, almacén de andas y tratos viejos,  cuadra de caballerías, salón de juego, salón de baile y guateques para la juventud, emisora local de radio, bar, etc.etc, en este trasiego de propietarios ocasionales, se ha cambiado básicamente su interior con obras y modificaciones no autorizadas,  el exterior no ha sido básicamente modificado, (aún cuando cabe destacar un ventanal que se abrió en la fachada principal con nocturnidad y alevosía), actualmente  se encuentra en buen estado.
5.- La Iglesia de la Concepción,
Muro de la Concepción
donde el higuerón bravío
halla desidia y baldío
para la profanación.
A mayor aberración
le han hurtado las campanas.
¡Qué niños tendrán ya ganas
de jugar en el Cantillo
si no queda un monaguillo
 que repique las mañanas?
Andrés Mirón
Data del primer cuarto del siglo XVII, es un edificio de ladrillo y una, cubierta con bóvedas de medio cañón. El exterior se encuentra bien conservado, ya que fue restaurado en el año 2010 por un taller de empleo, en cambio su interior que constaba de una cúpula de media naranja en el presbiterio, a los pies del de la tribuna se situaba el coro de estilo mudéjar, en la cabecera un retablo de yesería barroca y azulejos sevillanos del siglo XVII, sillerías y bancos tallados para el culto, todo este conjunto se encuentra expoliado, en ruinas y gran parte de la techumbre hundida, ahora su interior alberga higueras, follaje, escombro  y basura.
Esta iglesia perteneció y formaba parte del conjunto arquitectónico del desaparecido convento y hospital del mismo nombre fundado por el hijo de la villa don Álvaro de Castilla, que hizo fortuna en las Indias, y que en testamento otorgado en el año de 1613 en Guanajuato (México) lo dotaba e instituía para nuestra villa, comenzó su construcción en 1614 y una vez construido fue ocupado por las monjas clarisas franciscanas.
Hemos dejado para el final la venta de este edificio, ya que fue la que hizo saltar las mayores indignaciones de los vecinos del pueblo y se trató sin éxito de emprender acciones ante Patrimonio para evitar su venta, aun cuando si se impendió un eminente derribo.
Existe un contrato de compra-venta del edificio del 02  de Mayo del mencionado año, firmado por el cura párroco de la localidad titular de aquella época Antonio Espinosa Torres con el beneplácito de las autoridades eclesiásticas responsables del Arzobispado de Sevilla, como representante y con plenos poderes para efectuar dicha venta, ratificado según decreto de 23 de Abril de 1977 y registro de protocolo arzobispal con número 69/77 datado en la misma fecha y año.
En el acto de la firma de compra por parte de un industrial panadero de la localidad, consta que hizo entrega de 125.000 pesetas (750 €) como señal del total de la venta acordada en 350.000 pesetas (2.100 € actuales), en este acto se le entregó al nuevo propietario la llave para que disponga del edificio y le de el uso que estime oportuno, sin clausulas en el citado contrato en el que se hace constar por parte del arzobispado de Sevilla la  responsabilidad y expreso compromiso de que “La capilla de la Inmaculada Concepción no está grabada con carga o pensión alguna y se reserva retirar los objetos sagrados , imágenes, etc., así como la pila bautismal, las campanas y aquellos objetos que presenten especial valor”.
A principio de ese mismo año y antes de formalizarse su venta, el Ingeniero de Caminos D.  Javier Sánchez-Palencia y Dabán, en la redacción del nuevo proyecto de delimitación  del perímetro urbano de Guadalcanal, incluía varios edificios, entre ellos la propia iglesia de la Concepción en la categoría de “Edificios Singulares que tenían que protegerse y conservarse”.
Este proyecto llevaba como es preceptivo, la tramitación y plazos que comprendían la aprobación provisional de este precepto, sacarlo a información pública y aprobación definitiva, este precepto como tantos otros no se cumplió, el propio Sr. Sánchez Palencia advertía el truco de aprovechar el periodo de tramitación de este y otros proyectos para derribar edificios monumentales o singulares y convertirlos en un solar, y después, si se conseguía la aprobación de los proyectos, ya no podían recuperarse  ni tocarse los solares con los que se había especulado.
Así fue como se procedió para la venta de la Concepción, primero con las maniobras de desmontes y traslados o desaparición de piezas, ornamentos, figuras y otros objetos de gran valor, luego malbaratando con una fraudulenta venta el edificio, sin respetar el informe de Bellas Artes o el procedimiento abierto de delimitación de un monumental casco urbano.
Como en el caso de D. Quijote, “claro que no ha sido esta vez, amigo Sancho, con la iglesia con la que toparon”,  unos y otros quedaron sin poder de reacción, ya que los responsables del Ministerio de Educación y Ciencia, cursaron un escrito con fecha 7 de julio siguiente a la fecha de su venta a la Dirección General de Patrimonio Artístico y Cultural y a la inmóvil hasta aquel momento Delegación de Sevilla para que por vía de urgencia se haga saber al Ayuntamiento de Guadalcanal que “se declara monumento histórico-artístico con carácter nacional iglesia de la Concepción de dicha villa”, por lo cual, no podría realizarse modificación, proyecto de cambio estructural, obra o cualquier otro movimiento que supusiese la alteración de lo declarado por el Estado, y menos aun sin el estudio y aprobación de la Dirección General correspondiente, así, se paralizó su inminente derribo, no así, sin embargo el progresivo deterioro que ha sufrido año tras año, por el abandono de su dueño y el olvido de todas las entidades estatales y provinciales citadas, en la actualidad su interior se encuentra en ruina total y el exterior fue limpiado y rehabilitado por la escuela taller de empleo “Corredor Eco-patrimonial Sierra Morena” en el año 2010.
Las actuales casa adosadas a la iglesia formaron parte del antiguo convento, cenobio y subsistentes patios, corredores, acornado y otros elementos arquitectónicos que formaban parte de un bellísimo conjunto,  ya que después de la exclaustración del siglo XIX y principio del XX fue vendiéndose por   parte el conjunto del convento y quedó reducido al edificio actual.
En ella existía y fueron arrancados en aquellos últimos meses antes de su venta, azulejos muy antiguos que constituían un esplendido retablo y una pila bautismal de valor incalculable (esta como hemos citado anteriormente, se convirtió en un macetero con un  ridículo cactus en un rincón del patio del Convento del Espíritu Santo).
No pasó mucho tiempo, apenas seis meses de la formalización de la venta cuando un nuevo sobresalto  alertó a los vecinos de nuestro pueblo, a través de fundados rumores indicaban el peor  destino posible para el emblemático edificio, una empresa de construcción pensaba transformarlo en un amplio  solar diáfano para construir  viviendas y se habían iniciado ya las gestiones, también se rumoreaba que el nuevo propietario instalaría en su interior un amplio supermercado, afortunadamente el tiempo corrió a favor y se evitó el derribo.

En este articulo no incluimos los nombres de los vecinos o empresas que compraron los edificios, ellos simplemente se beneficiaron en aquel momento de la venta de unas “gangas” que se pusieron a la venta, sin embargo la actuación del arzobispado, el poco celo del párroco de turno, alcaldes, resto de autoridades locales y la pasividad de los vecinos nos  han llevado a una situación actualmente irreversible.

Datos.- Guadalcanal Siglo XX, .- Apuntes sobre la historia de Guadalcanal, Arte y religiosidad popular: las ermitas en la baja Extremadura, Historia de Guadalcanal, Revistas de Feria,  y Hemerotecas y Autor. 
Rafael Spínola  Rodríguez

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