By Joan Spínola -FOTORETOC-

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Villa de Guadalcanal.- Dió el Sr. Rey D. Fernando a Guadalcanal a la Orden de Santiago , e las demás tierras de la conquista, e de entonces tomó por arma una teja o canal, e dos espadas a los lados como así hoy las usa.



miércoles, 26 de octubre de 2016

Guadalcanal, un pueblo en la memória 1

Villa de Guadalcanal, Cima de la belleza
Introducción

Gracias a la familia Rodríguez Gallego por autorizarme a publicar el libro “Guadalcanal un pueblo en la memoria”, iré publicando a partir de este miércoles los diferentes capítulos del libro legado sobre nuestro pueblo que nos dejó nuestro amigo Rafael Rodríguez  Márquez. - 02/07/1938 + 02/01/2007

En un frondoso valle rodeado por la señera Sierra del Agua y la altiva Sierra del Viento, en el confín septentrional de la provincia y en pleno corazón de Sierra Morena, se encuentra Guadalcanal. Es la localidad más alta de Sevilla, con cerca de 1.000 metros de elevación en la sierra Capitana y 910 en el monte Hamapega.
Distante 106 km de la capital, se comunica por carretera y por línea de ferrocarril. Su término comprende una superficie de 278 kilómetros cuadrados y limita con la provincia de Badajoz (Extremadura), a la que perteneció hasta el año 1833.
Regada por el curso del río Sotillo, afluente del Bembézar, la rivera de Benalija y los arroyos del Moro, de Esteban Yánez y Guaditoca. Terreno abrupto y quebrado, con serpenteantes caminos que suben hasta las cimas de los montes, donde se cría el astuto conejo y la cauta perdiz roja; veredas blancas que se pierden en el verde olivar y hermosos valles con sus arroyos de aguas cristalinas flanqueados por la jara, el tomillo y la adelfa, formando un paisaje espectacular para la meditación y el descanso.
En las laderas de los montes, en los valles o junto a los arroyos se encuentran los antiguos caseríos que en tiempos pasados fueron el hogar de aquellos extremeño-andaluces de corazón noble y carácter alegre que, con grandes esperanzas, cultivaron estas tierras, regando los surcos con su sudor y dejando en ellas lo mejor de sus vidas.
Guadalcanal, villa serena en su presencia y animada en el ajetreo de su vida cotidiana, con los blancos destellos de cal azulada que despiden sus muros, ofrece bellas imágenes de naturaleza urbana, con sus importantes monumentos históricos: Santa Ana, Santa María, San Sebastián, La Almona y otras antiguas edificaciones que, en su conjunto, dan fe de su importancia histórica.
Son las fiestas populares el momento del encuentro de tantos paisanos nuestros que un día tuvieron que dejar su pueblo y de nuestros vecinos comarcanos que acuden a ellas, especialmente durante nuestra inigualable feria a finales de agosto y, últimamente, con el Encuentro Regional Andalucía-Extremadura, donde recordamos que .durante siglos fuimos extremeños, y que se celebra a primeros del mes de abril. No olvidemos tampoco nuestro carnaval o la cabalgata de Reyes, cada año con mayor lucimiento, ni tampoco nuestras interesantes veladas. A todas estas fiestas acuden numerosos visitantes, a los que Guadalcanal sabe recibir con alegría y respeto.
Nuestro pueblo cuenta  con un surtido y variado comercio, así como con una floreciente industria, en la que destacan sus tres fábricas de ladrillos y productos refractarios, que suministran a toda España y parte del extranjero; dos fábricas de aceite de gran importancia, especialmente la cooperativa a la que pertenece prácticamente todo el vecindario; carpinterías y cooperativa de fábrica de muebles, carpinterías metálicas, forja, aluminios y varias  empresas de construcción. 
La economía principal del pueblo es la recolección de aceituna y la explotación ganadera (lanar, porcina y caprina). También se practica la caza de conejo, perdiz roja, liebre, zorzal, etc., y la pesca.
Cada año vienen a nuestro pueblo más visitantes para hacer turismo rural y contemplar los bellos y variados lugares que existen, como son el mirador de la Sierra del Viento, las minas de La Jayona, las minas de La Herrería, la piedra Corcovada, el santuario de Nuestra Señora de Guaditoca, el camino de San Benito, el monte Hamapega, Pozo Rico, la sierra Capitana, etc. Y ya en el pueblo, el paseo del Palacio, el Coso, el campo de fútbol, el polideportivo, la casa de la cultura, la biblioteca, la plaza Mayor y, sobre todo, sus templos y edificios antiguos. Existen casas rurales, fondas y un hotel de próxima apertura para el descanso de nuestros visitantes.
A lo largo de la historia, Guadalcanal ha sido cuna de personajes ilustres, valerosos navegantes, escritores, poetas, religiosos, pintores, médicos, políticos y hábiles artesanos en múltiples oficios. Interesante y rica, aunque poco conocida, es la historia de este bello rincón sevillano llamado Guadalcanal, al que un día alguien llamó “cima de la belleza”.

Copyright.- Rafael Rodríguez Márquez

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