By Joan Spínola -FOTORETOC-

By Joan Spínola -FOTORETOC-

Villa de Guadalcanal.- Dió el Sr. Rey D. Fernando a Guadalcanal a la Orden de Santiago , e las demás tierras de la conquista, e de entonces tomó por arma una teja o canal, e dos espadas a los lados como así hoy las usa.



miércoles, 9 de febrero de 2011

INDIANOS DE GUADALCANAL 1/9


RASGOS SOCIOECONOMICOS DE LOS EMIGRANTES A INDIAS. INDIANOS DE GUADALCANAL.
SUS ACTIVIDADES EN AMERICA Y SUS LEGADOS A LA METROPOLI, SIGLO XVII


LA EMIGRACIÓN A INDIAS.-

Hace dos años, con esta misma ocasión, daba a conocer el valor que los fondos documentales concernientes a capellanías tienen para diversos temas de las relaciones hispano época colonial. No viene al caso repetir por-americanas en la tanto dichos asertos y nos remitimos a ellos a manera de introducción para comprender mejor lo que a continuación se expone (1). Además, desde entonces y en parte recogiendo más o menos aquel aporte, varios autores han seguido dicha línea temática en otros casos concretos, regionales o locales.
Fundamentalmente insistía en el valor que la documentación de capellanías, junto y como complemento de la relativa a bienes de difuntos (conservada ésta en el Archivo General de Indias), tiene para varios temas: emigración, aspectos económicos, sociales, culturales y artísticos a un lado y otro del Atlántico. Fijémonos ahora en el primer tema: emigración.
Uno de los fenómenos más llamativos, importantes y tras desde el descubrimiento de América es el de la emigración, que se produce desde 1492 y que no tendrá ya final, cobrando actualidad en nuestros días, proponiéndose a veces como panacea para distintos problemas actuales. Pese a su trascendencia y actualidad sigue siendo uno de los temas más desconocidos del pasado colonial.
Se han barajado cifras y afortunadamente se siguen publicando los catálogos de pasajeros, que ojalá estén completos en unos cuantos años más. Se han rebatido estas cifras y especulado sobre su validez como índice para cuantificar la emigración. Se insiste hasta la saciedad en destacar porcentajes de participación regionales, contrastando regiones y provincias con otras. En fin, aunque es importante medir y calcular cuántos, cuándo, de dónde y adónde fueron, ya es hora de fijarse en quiénes fueron, por qué se fueron y qué hicieron. Sin llegar al estudio biográfico individual, se propone ahora la biografía de grupos, destacando similitudes y rasgos diferenciadores, que además ya ha sido realizada para distintos casos y temas en la historia colonial hispanoamericana.
Con ello se conseguirá un conocimiento más profundo de las causas de la emigración, de sus repercusiones a uno y otro lado del Atlántico y en definitiva la conformación social, cultural y económica hispanoamericana.
Cuando se habla o escribe de la colonización española en América, con frecuencia se suele caer, o se aproxima a la caída, en alguno de los muchos tópicos, de un sentido u otro, que dicho tema conlleva. De estos españoles salidos para Indias en la Edad Moderna se pinta con frecuencia la imagen de los típicos aventureros, cuasi de Far West, buscadores del Dorado y Amazonas; nuevos «santiagos mataindios» enzarzados en cruelísimas y urgentísimas batallas con los aborígenes; insaciables explotadores de indios; violadores incontinentes de las indias e incansables expoliadores de las Indias.
Otros hablan de héroes y semidioses, beatíficos patriarcas y evangelizadores ejemplares, destacados en grandes descubrimientos, conquistas, hechos y batallas.
De los «grandes capitanes» se ha escrito, en uno u otro sentido, hasta la saciedad, aunque queda aún una legión de ellos por conocer más a fondo y no sólo en las grandes batallas. De sus huestes también, aunque con menor insistencia. Y la imagen que estos proporcionan se ha ofrecido, por desconocimiento, para el resto de emigrantes en los diversos siglos.
Incluso si se quitan las celadas, armas y caballos a estos primeros guerreros tal vez se encuentre tranquilos colonos, más preocupados en acrecentar sus haciendas, rentas y encomiendas, a las que dedicaron mucha mayor parte de su vida que no los pocos años o meses que ocuparon en batallas, conquistas y descubrimientos. Pero además la inmensa mayoría de los miles de peninsulares marchados al Nuevo Mundo, lo hicieron en calidad de colonos para ejercer un sin fin de profesiones y ocupaciones en cuyo ejercicio pasaron toda su existencia, sin destacar en hazaña de armas o méritos relevantes por el estilo. Poblaron las nuevas ciudades fundadas por los primeros; se agruparon en nuevas villas, asientos o poblados; levantaron sus casas, molinos, ollerías, herrerías, tejares, obrajes, galpones y tiendas; sembraron sus huertas con frutas, hortalizas y árboles «de Castilla»; sus heredades de viñas y pan sembrar; sus estancias de ganado porcuno, cabrío, caballar, vacuno y lanar; fundaron nuevas familias indianas, roturaron los campos, extendieron los límites de los asientos hispanos y en definitiva colonizaron a su manera y estilo aquella tierra.
De estos colonos casi nada se sabe y es de ellos de los que quiero ocuparme a continuación. Para profundizar el tema y por ventajas que ofrece en cuanto a número de emigrantes y documentación variada disponible, elegí el caso de Guadalcanal que puede ser extendido a otros pueblos y villas de la geografía peninsular. De todos los indianos de dicho pueblo, por limitaciones propias de esta comunicación, se ofrece a continuación una muestra.
Para ella me he valido de la información que proporcionan la documentación referente a capellanías, que se encuentra en el Archivo Arzobispal de Sevilla, y cuyas características di a conocer en otra ocasión, la relativa a bienes de difuntos del Archivo General de Indias y otra complementaria, al igual que escasa bibliografía. (2)
Hay que advertir que si alguno de los indianos reseñados no conocieron los años del siglo XVII, sus mandas y legados a Guadalcanal surtieron efecto en dicha centuria por distintas causas y es por lo que se consignan, pese a la delimitación cronológica de estas Jornadas.

(1) Ortiz de la Tabla Ducasse, Javier; Emigración a Indias y fundación de capellanías en Guadalcanal. Siglos XVI-XVII, en «Actas de las I Jornadas de Andalucía y América». Huelva, 1981, tomo I.
(2) Los expedientes y documentos de capellanías se encuentran en la sección Capellanías (C) del Archivo Arzobispal de Sevilla (A.A.S.) en los siguientes legajos: 856-3; 858-5; 859-6; 860-7; 862-9; 866-13; 871-18; 837-20. Los relativos a bienes difunto se hayan en la sección Contratación del Archivo General de Indias de Sevilla (A.G.I.) en los siguientes legajos: 202-10; 203-12; 256- A-1; 264-9; 276-1; 312-9; 316-A; 326-A; 351-B; 362-7; 351-B; 362-7; 378-3: 381-A-3. 

JAVIER ORTIZ DE LA TABLA DUCASSE
Actas de las I Jornadas de Andalucía y América.- Huelva, 1981

No hay comentarios:

Publicar un comentario