"Señor, allá va tras nuestra abuela"
El estudio de las genealogías trae consigo, a la vez que
inmensas complicaciones, innumerables sorpresas. Cuando estas investigaciones de ramas familiares se
remontan a los años de la Edad Media, esta labor se complica aún más, puesto que, debemos de tener en cuenta a los matrimonios
de conveniencia, a los lazos de consanguinidad y a los «apaños» de la nobleza de aquellos tiempos, los cuales
dificultan en sumo el hallazgo de un linagaje
puro o seguir en condiciones normales, el devenir de un apellido ilustre o resonante.
Y apellido ilustre fue por entonces el de los Enríquez. A
los guadalcanalenses y .o nos dirá nada en absoluto; sin embargo se puede
demostrar que aquí los hubo. De Guadalcanal nació el que fuera tronco de una
familia que dio reyes a España.
Si bien es cierto que no existen en nuestro pueblo grandes
casonas del medievo, con fachadas arquitectónicas singulares, con escudos
heráldicos (salvo el de don Adelardo) en sus paredes, bien pudiera decirse que los tuvo o pudo tener.
Sabemos, no obstante, que el caserón de la Almona y el
actual Paseo del Palacio, alguna relación debieron tener con el reinado de don
Pedro I el Cruel. El primero se piensa fue pabellón real de caza y el segundo
un antiguo alcázar, del cual le viene el nombre. Pero son solamente conjeturas
que cobran, eso también es cierto, verosimilitud en los anales de la historia
que han llegado a nuestros días.
Fue el Maestre don Fadrique, hermano del rey don Pedro, el
padre de don Alonso Enríquez, ese tronco del que hablaba antes.
Y nació don Alonso del citado Maestre y de doña Paloma, una
judía de Guadalcanal. Andando el tiempo y la historia, tal doña Paloma se
convertiría en ascendiente directo de, según los escritos, casi todos los señores
de Castilla.
De Castilla y de Aragón; porque en el conjunto de esos «casi
todos» debemos contar al mismísimo rey don Fernando el Católico, V de Aragón y
esposo de la reina Isabel I de Castilla.
Remitiéndonos ahora a la bibliografía. En el. «Memorial de
Cosas Antiguas» que, posiblemente escribiera el deán de Toledo Diego de
Castilla, perteneciente a la Biblioteca del Conde del Águila y hoy c intente en
la Colombina, se cuenta el caso curioso que paso a transcribir a continuación:
«Para lo que adelante
se quiera contar es necesario que sepáis que D. Alonso Enríquez, primer
Almirante de su casa, fue hijo del Maestre Don Fadrique hijo del Rey D. Alfonso
el XI que lo ovo en Dª. Leonor de Guzmán, y este D. Fadrique ovo al dicho D.
Alonso en una Judía de Guadalcanal que llamaban Doña Paloma, .y este D. Alonso
primer Almirante ovo en doña Juana de Mendoza con quien casó más. por fuerza
que por voluntad, tres hijos y nueve hijas, y todas nueve .casó con Grandes
Señores de Castilla, y su hijo mayor D. Fadrique , casó cinco y la una fue
madre del rey don Fernando 5º de forma que casi no hay Señor en Castilla que no descienda de esta
doña Paloma: assí es que andando el dicho Rey D. Fernando á caza fué un Alcón
con una Garza, y tanto se alejó, que el Rey le dejó de seguir, Martín de Rojas,
Señor de Calpa, fue siempre con el Alcón hasta que le vió desampar la Garza y
tirar tras una Paloma, y volióse á dó el Rey quedó. El como le vió pregúntole por su alcón, y dijo el
Martín de Rojas: SEÑOR ALLA VA TRAS NUESTRA ABUELA. Que este Martín de Rojas
era descendiente de la misma Señora Doña Paloma». (sic)
Juan Bautista Rodríguez Rodríguez.
Revista de Feria 1981
No hay comentarios:
Publicar un comentario