By Joan Spínola -FOTORETOC-

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Villa de Guadalcanal.- Dió el Sr. Rey D. Fernando a Guadalcanal a la Orden de Santiago , e las demás tierras de la conquista, e de entonces tomó por arma una teja o canal, e dos espadas a los lados como así hoy las usa.



sábado, 18 de octubre de 2014

Inicio, auge y decadencia de las minas de Guadalcanal 33



La puesta en pie de una empresa minera real de Guadalcanal 14

El personal administrativo: hiperdesarrollo y poca eficiencia ( y 9ª parte)
 
A fines de 1564, llega por fin la restructuración; el numero de administrativos entonces es de ocho, cuyos salarios anuales totalizan una cantidad de 826.462 maravedíes, aquel año que supone un sustancial ahorro en gastos administrativos —los gastos totales aquel año en salarios, jornales de la mano de obra y gastos corrientes suponían siete millones y medio de maravedíes, lo que eleva el ahorro a un porcentaje superior al 10%—_ Pero el ahorro respecto al total de los gastos de personal administrativo 90 —que poco a poco se había visto disminuido por medio del procedimiento de no cubrir vacante de diecinueve personas— se eleva el 46 %; de un gasto de 1.816.322 maravedíes al año antes del despido, se pasa a una cantidad de 989.960 maravedíes. Se despiden en ese reajuste al veedor, con lo que los tres oficiales anteriores quedan reducidos a dos —tesorero y contador—, que asumirán las funciones del cesado, auxiliados por el técnico principal, Rodrigo Lucas, al juez, al depositario de los metales, al encargado de los esclavos y a cuatro guardas de vigilancia. Desde la reforma, el numero de empleados no implicados en la producción queda fijado en once personas, de las que se afirma que son absolutamente imprescindibles: el tesorero, que pasa a ser también depositario de herramientas y encargado de esclavos, juez, depositario de los metales y vigilante de fundiciones y afinaciones; el contador; el mayordomo, que queda también como encargado de la botica y la enfermería; el escribano, que asume a su vez la obligación de la carnicería; el medico, el capellán y cinco guardas de vigilancia.
La reestructuración acarrea protestas y resistencia pasiva por parte de aquellos que ven aumentado sensiblemente su trabajo, ya que no se produce un paralelo incremento de su salario; la huelga de brazos caídos a que da lugar la medida entre los oficiales obliga a la Contaduría a enviar requerimientos para que los oficiales asuman sus obligaciones.
Junto a ello, se produce el drama humano de los despedidos, que en algunos casos, con el del veedor Pablo de Melgosa, es especialmente agudo, ya que se aprovecha para despido su ausencia para reponerse de una enfermedad contraída precisamente en trabajo de las minas.

El progreso de la decadencia de la mina exige una nueva reforma, urgida en los informes que elevan tras sus visitas el contador A. de Zarate, antiguo administrador Sancho de Paz 91, para volver a adecuar las circunstancias administrativas a las productivas, reforma que se produce de forma paulatina entre los años 1571 y 1576. Ya antes, los encargados de la vigilancia se habían ido reduciendo al mínimo, lo que provoca continuas quejas de los directivos dada la frecuencia de robos y asaltos; en 1570 solo había d guardas, y además uno era también ensayador, con lo que apenas atendía a las labor de vigilancia. Este tipo de personal, además, ya se contrataba de forma temporal y medida que se producían las necesidades 92. Al fin del ultimo ajuste, solo permanecen empleados un administrador y mayordomo —Andrés de Tolosa—, quien desempeña todas las tareas administrativas, cuatro guardas, el capellán y el medico y boticario 93
Los intentos para solucionar los vicios de la administración a través de visitas, cédulas reales, requerimientos, envío de jueces con poderes e incluso represión, no obtuvieron éxito alguno y la mala administración sigue siendo una constante a lo largo de todo periodo de explotación.

90 Sobre la reforma administrativa, cfr. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 58, fol. 135. G.S Estado. Leg.° 144, fol. 120, A.G.S. Diversos de Castilla, Leg.° 8, fol. 29.
91 Cfr. GONZALEZ, T.: Noticia histórica... minas de Guadalcanal, vol. II, p. 172, cédula real a Sancho de Paz para ir a visitar las minas de Guadalcanal, Cazalla, Aracena, Galaroza y averiguar si las labores ellas se hacían con debida orden respecto a que, habiendo dado tanta riqueza, dejaban de fructificar, con facultad para residenciar a todos los oficiales y empleados.
92 Cfr. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 103, fol. 12; Leg.° 104, fol. 9: si esta falta guardas era soportable cuando no había metal,
“agora que le hay y en tanta abundancia y riqueza es cosa de grande ynconveniencia que hay las guardas necesarias”.
Para que no cese la fundición se han nombrado cuatro guardas que asistan a ella y sirvan en traba auxiliares que se les encomendara con un salario de 204 maravedíes día, porque tienen mucho trabajo; también A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 115, fol. 5. Los guardas son despedidos en 1571.
93 A.G.S. Contadurías Generales, Leg.° 851, s.f., gastos hechos en las minas de Guadalcanal desde el 1 de febrero de 1577 a fin de junio de 1578.
 
De Minería, Metalúrgica y Comercio de Metales
Julio Sánchez Gómez

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