By Joan Spínola -FOTORETOC-

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Villa de Guadalcanal.- Dió el Sr. Rey D. Fernando a Guadalcanal a la Orden de Santiago , e las demás tierras de la conquista, e de entonces tomó por arma una teja o canal, e dos espadas a los lados como así hoy las usa.



sábado, 7 de febrero de 2015

Inicio, auge y decadencia de las minas de Guadalcanal 49

Los procedimientos de obtención del metal 3 

El control final de las planchas lo ejercían el escribano de fundiciones, los depositarios y uno de los oficiales, mientras que las operaciones de fusión son continuamente sometidas a la supervisión de los guardas de fundiciones.
El “cobrizo”, es la parte del mineral en cuya composición entra una parte de cobre  y que es recogida tras la fusión del mineral ”rico” en la superficie de este, aprovechando las diferentes temperaturas de fusión y densidad de uno y otro 81. Estos “cobrizos”; ser retirados de la pileta exterior del horno, se parten, someten a calcinación y se llevan a fundición. En este caso, la operación de fundición se realiza con una cantidad mayor fundentes; se mezclan para ello 30 arrobas de cobrizo y 45 de cendrada
 “e no greta ninguna, poque con ella correria mucho e tiene más necesidad de detenerle que quien le ayude a correr y la cendrada hace efecto de detener”
Este tipo de mineral se somete a varias fundiciones sucesivas a temperatura más elevada y suele introducirse en los hornos al comienzo de las operaciones de fusión:
“deste cobrizo dicho, quando se funde torna a salir otra pasta, ni más ni menos como la dicha (se refiere a la extraída del metal rico) eceto que como es este cobrizo no tiene tanta ley como tuvo la primera del metal rico y así todas veces va disminuyendo en ley, hasta casi no tener ninguna, porque sienpre fundiendo dello y dase a los primeros días de las fundiciones de cada semana porque engrase e vidrie los ornos, porque no estando muy caliente el orno no fundiría bien, y si se le diese del metal rrico, seria con daño e por eso se comienza  con el cobrizo, para que quando fundan el metal rrico, el orno este caldeado. Este cobrizo, después de echo plomo-plata, se da a los afinadores po la horden que el plomo rrico”.
 De este mineral se aprovecha solo el contenido en plata, ya que los técnicos desconocen el sistema para aprovechar el cobre contenido en el mineral.
El “mineral menudo”, es decir, el que pasa por el cedazo en la operación de escogido previa al lavado 82 se funde con el “rico” en proporción de 6 arrobas del menudo y 24 de rico.
La “granza”, o sea, los pedazos algo más gruesos de mineral de no muy alta ley quedan en el tamiz se tuesta y funde junto con el cobrizo.
La “escobilla”, es el resto que queda después de separar la plata en las operaciones de afinación, en las que siempre permanece adherida a las paredes algo de metal. Se funde junto con el metal rico en proporción de un tercio de escobilla y dos tercios mineral rico 83.
“Relaves”, son los lodos procedentes del lavado de los minerales. Se funden junto los cobrizos.
“Rieles” y “escarzones”, son los restos que quedan en los hornos tras una fundición. Se recogen el ultimo día, tras el apagado de aquellos y se funden conjuntamente con mineral rico.
A partir de la introducción del beneficio del azogue, serán precisamente los minerales de menor ley los que se reserven para este novedoso procedimiento.
Los hornos de fundición se alimentan con carbón vegetal y leña, 25 arrobas en cada operación de fusión, sin que conozcamos las proporciones de uno y otro.
Los ocho hornos no funcionan nunca simultáneamente. Están encendidos en una semana cuatro de ellos, dos de los dotados de “ingenio” de caballería y dos de los accionados manualmente, mientras que los otros cuatro van siendo preparados para las fundiciones posterior Las ordenanzas de 1557 regulaban minuciosamente como se establecían las jornadas:
“El veedor y las dichas guardas ternan cuidado de hacer proueer de abundancia de barro y de tener molida carbonilla para que desde que cesen los hornos de fundición y aun antes si ser pudiese, los fundidores asienten la carbonilla en otros hornos donde han de trabajar la semana siguiente y que los caldeen suerte que los domingos a la media noche o a lo más largo los lunes de mañana comiencen a fundir con ellos, de manera que no se pierda el tienpo en la labor pues por esta razón se les da a los fundidores salario particular. Pero si el dicho veedor entendiese que los hornos andan buenos y sanos y los ojos dellos enteros, debe proueer que los fundidores pasen adelante con las fundiciones todo cuanto lo pudiesen sufrir los dichos hornos” 84.
Las fundiciones producen como fruto en todos los casos una aleación de plomo rico en plata que, en forma de planchas, se conduce a otra instalación en la que se practica la separación de ambos metales con el resultado de, mediante un proceso de oxidación del plomo —1o que ellos llaman “gredar”— dejar la plata libre. Esta operación se practico en Guadalcanal en los primeros momentos en unos hornos denominados “fuslinas”, cuya descripción nos ha sido hurtada por la documentación y que eran los tradicionalmente utilizados en España 85. Pero ya en 1556 se introducen allí los denominados hornos de reverbero cuya aura característica 86 consiste en que la carga se introduce en un hogar o crisol por encima del cual pasan las llamas, no produciéndose por tanto contacto directamente entre el mineral y el fuego. Son circulares y culminan en una cúpula semiesférica. La altura de estos  es menor que la de los de fundición —1 metro 35 cm. +-—; el exterior es de piedra y en su interior se construyen las paredes de ladrillo refractario. Están dotados de una abertura para introducir la carga y de un orificio por el que se inserta el cañón del fuelle. El mineral se coloca en un vaso hecho de una mezcla de escoriales, barro y huesos que absorben el oxido de plomo y dejan libre en la superficie la plata prácticamente limpia.
El horno de reverbero, conocido en Alemania, es sin embargo introducido aquí por técnicos que habían trabajado en Nueva España, donde había sido perfeccionado, en un curioso recorrido  de una técnica desde Centroeuropa a España a través de Ultramar, del no es este el único ejemplo. Frente al procedimiento de fuslinas anteriormente utilizado una  capacidad de carga mayor, un sustancial y muy estimado ahorro de energía con forma de leña, así como de mano de obra y un resultado mejor y más afinado en las cantidades  de plata y oxido de plomo. La comisión de expertos reunida para dictaminar en relación con la novedad informaba en junio de 1556:
“Que vistas las fuslinas donde aora afinan, les paresce y tienen por cierto que de la manera que se afina en la Nueva España por hornos de reuerberación, afinaran  mucha más cantidad y en mucho menos tienpo y saldrá más plata y mucha  más almártaga y a menos costa y se excusará el hacer del plomo almártaga —litargirio— en Sevilla, porque en tres quintales de plomo rico que en las fuslina  se afinan, afinándolos en la reuerberación, podrían afinar con ellos otros 10 ó 12 quintales de plomo pobre, y que tanbien los podrían afinar de rico, si no fuese  por el inconuiniente de ser las planchas de plata que se sacarían tan grandes que sería menester cada vez deshacer el vaso para sacar la dicha plancha de plata”
El ahorro producido por el nuevo horno lo cifraba A. de Zarate en un 25 %, a lo que habría que añadir la sustitución del carbón de brezo que se empleaba en las fuslinas por la leña de encina que utiliza el nuevo horno, más barata por cuanto no precisa la transformación del anterior. El único problema que se planteaba en un principio era la falta de             peritos en esta nueva técnica, lo que encarecía sus salarios, pero la formación y profesionalización de especialistas debió ser bastante rápida,           ya que noviembre de 1556 Zárate  informaba:
“padesciamos antes grandísima falta de maestros, aunque teníamos buytrones (hornos de reverbero), y agora ay aqui cinco maestros y creo que a porfía han de abaxar un cuartillo a lo menos el salario87. 

81 “Es de errumbre que sale del dicho metal (rico) (...) es una pasta que se hace en saliendo plomo de la pileta de dentro a la que está fuera del grosor de un dedo, ques lo primero yela, antes quel plomo y plata que queda debajo, y ansi luego los fundidores, quitando esta dicha pasta, queda el plomo-plata hecho brasa que no se yela”.
82 “En la casa del metal dicho, ay un onbre que pasa el metal por un arnero de yerro para apartar lo grueso de lo menudo para que lo más grueso partan los partidores y lo que queda menudo que salió por el arnero se beneficia en una tina de agua que está en la pieza de los metales le echan el agua en la dicha tina del poco que está en el corral por una canal de madera que va desde el dicho pozo hasta la dicha pieza y un lauador que hay para ello echa lo mas menudo en otro arnero mas cerrado que el de arriba y, lavándolo, apartanle la guija que en ello hay la más gruesa (...) se echa en el metal partido que está en otra cámara para fundillo. Lo que pasó por este arnero, ques muy menudito, queda en el suelo de la tierra y esto se saca de esta se lleva al lauadero, y allí se lava y lo que queda muy apurado dello ques metal se funde”.
83 “Dejase de fundir por si (aislada del mineral rico) porqué se tiene entendido que se beneficia mejor el metal para aceder dar la ley que tiene, y así se conoce que de las dichas diez arrobas salen cinco arrobas mas de plomo plata por fundición de lo que sin la dicha escouilla solía salir y así la escouilla da la ley que tiene y también ayuda en las afinaciones para que se afine mejor y se haga más greta, porque cuanto más rico es el metal, tanto mejor se greta (se oxida) e sale más greta porque no lo gasta el fuego, y con menos costa de leña, por manera que es prouechos trae juntándola como es dicho con el metal, e por eso se funde de por sí. La ley que escuilla está escouilla tiene es de la que llevo en la fundición del plomo-plata, por razón de que linpiárlo no se puede hacer  tanbien que no lleve algo del plomo plata tras sí y con esto queda la satisfación de la afinación rebatiendola por rata y no es hordinaria sienpre la falta causala que unas veces se acierta a linpiar mejor que otras”.
84 A.G.S. Escribanía Mayor de Renta, Minas, Legº 1 fol. 10.
85 A.G'S.- Contadurías Generales, Leg.° 3.072, s.f., carta de A. de Zárate a la Princesa Gobernadora 20 de Noviembre de 1555.
86 AG.S Estado, Leg.° 113, fols. 2-3-4-5-6. A.G.S. Contadurías Generales, Leg.° 3.072, s.f., carta de la Princesa Gobernadora a Agustín de Zarate, de 12 de Julio de 1556.
87 Cfr. A.G.S. Estado, Leg.° 113, fols. 20 al 24. A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, LE 33. Afirmaba Zarate que los buitrones
“afinarán mucho más de lo que saldrá de fuslinas, en tal manera que deste metal muy rrico de Martin Delgado afina cada uno más que tres fuslinas y de los relaves, más que cuatro y demás del tienpo, se aventaja en el prescio medio real por arroba, porqué las fuslinas costaban a dos reales y en los buitrones a real y medio”.

De Minería, Metalúrgica y Comercio de Metales
Julio Sánchez Gómez
 

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