By Joan Spínola -FOTORETOC-

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Villa de Guadalcanal.- Dió el Sr. Rey D. Fernando a Guadalcanal a la Orden de Santiago , e las demás tierras de la conquista, e de entonces tomó por arma una teja o canal, e dos espadas a los lados como así hoy las usa.



miércoles, 18 de marzo de 2015

Entre extremeños y leoneses

Les tocó hacer el trabajo más duro

Hugh Thomas glosa el papel de los andaluces, "más de la mitad sevillanos", que participaron en la conquista de América

John H. Elliott se hizo hispanista en una visita al Museo del Prado. Raymond Carr, en su luna de miel a un pueblo de pescadores llamado Torremolinos. Hugh Thomas (Windsor, 1931), llegó con veintipocos años de vacaciones con un ejemplar de El laberinto español de Gerald Brenan. Entonces trabajaba para el Foreign Office.
A punto de cumplir los 84 años, acompañado de Vanessa, la pintora con la que lleva 52 años casado, Hugh Thomas paseó por Sevilla y saboreó una copa de manzanilla en el patio de los Pinelo después de pronunciar la conferencia de clausura del coloquio internacional sobre intercambios entre Andalucía y América.
Hugh Thomas dio la conferencia en el idioma de su auditorio, disculpándose por su castellano, "que es una vergüenza". Se centró la presencia de andaluces en la Conquista de América. Entre 1492 y 1519 viajan a Indias 2.072 andaluces, más de la mitad sevillanos. Campañas remotas. Su primer libro, antes de cumplir 30 años, se tituló La guerra civil española. Un clásico de la historiografía patria que apareció antes en francés por la censura.
Al término de la conferencia, el reportero saludó en la Avenida a Joaquín Sierra, Quino en sus años de futbolista. El hijo del poeta Juan Sierra viajó en 1970 con la expedición del Valencia a París para jugar un cuadrangular. Además de ganar el torneo, "aunque el Corinthians nos dio un baño", compró en una librería de París un ejemplar de La guerra civil española de Thomas editado por Ruedo Ibérico.
El historiador británico ha investigado en los archivos a más de mil conquistadores. De su exposición se puede establecer una división geográfica de atribuciones. Los extremeños fueron los auténticos líderes de la conquista. Con exponentes como Hernán Cortés, cuya monumental biografía ha publicado Thomas, un héroe silenciado por la izquierda española y reivindicado por Octavio Paz o Carlos Fuentes, o Pizarro, que volvió a su Trujillo natal en busca de voluntarios. Los curas y frailes procedían "la mayoría de León". "Los trabajos más duros, los que peleaban en las batallas, eran los andaluces", dijo Hugh Thomas. Con participaciones estelares. "Es imposible entender el éxito de Cortés sin el trabajo de construcción de bergantines de los carpinteros de ribera dirigidos por el sevillano Martín López".
 En el Archivo de Indias y en otros fondos documentales encontró expedicionarios de Lebrija, de Guadalcanal, de Cazalla de la Sierra, de Triana... Sevillanos como Juan Díaz, un mercedario que bautizó a Malinche y cuyos restos están en la catedral de Puebla; o Fray Pedro de Melgarejo, franciscano que descubrió perlas en Colombia y atisbó la bahía de Urabá, "donde tantos españoles murieron. Fue consejero de Cortés, volvió a España y lo hacen obispo".
Se reencontró con Enriqueta Vila, habló en inglés con Rafael Atienza y lo recibió Manuel González Jiménez, carmonense, irlandés consorte y presidente de la Academia, biógrafo de Fernando III que está leyendo la biografía de Hernán Cortés de Thomas. "Era un intelectual", dice el medievalista sevillano, "bachiller de Salamanca, no de Osuna como el pobre Sansón Carrasco que se bate a duelo con don Quijote". Thomas ha escrito dos novelas históricas y dice que sólo La Celestina supera en el idioma que tanto ama y tanto le cuesta a la correspondencia de Hernán Cortés. A él le dedica una biografía y a Moctezuma su segunda novela
Hugh Thomas nació en Windsor en 1931, estudió en la Universidad de Cambridge y en la Sorbona, y ha sido profesor de la Academia Real Militar de Sandhurst y de la Universidad de Reading. En 1981 fue nombrado lord Thomas de Swynnerton

Historiador británico. Mientras era funcionario de la ONU visitó España (1955), interesándose por su historia reciente. Realizó durante años una labor de recopilación de datos y testimonios sobre la guerra civil. En 1961 publicó la primera edición de La guerra civil española. Autor también de trabajos sobre la historia de Cuba (Cuba: la lucha por la libertad, 3 vols., 1971) y de Venezuela, y de las novelas Habana (1984) y Klara (1988). En los años noventa publicó La formación de Hernán Cortés (1992), Yo, Moctezuma, emperador de los aztecas(1995), La trata de esclavos (1998) y La revolución cubana (1999).
A Hugh Thomas le ha gustado involucrarse en el pasado en la política de su país (primero con el Partido Laborista, después asesorando a Margaret Thatcher.
El historiador Hugh Thomas no sólo es un gran hispanista al que se le debe la monumental obra (900 páginas) La conquista de México. También se ha contagiado de la pasión por la fiesta.
Siete años después de publicar La conquista de México (Planeta, 1994), el historiador británico continúa escarbando en uno de los acontecimientos más asombrosos de la historia: el derrumbamiento, a principios del XVI, del gran imperio mexicano de Moctezuma a manos de Hernán Cortés.
El hispanista publica Quién es quién de los conquistadores (Salvat), en realidad una ampliación del índice onomástico de La conquista... El interés de Quién es quién... no es tanto el de descubrir como el de compilar a partir de fuentes primarias, y ordenada por orden alfabético, la relación completa de todos los hombres y mujeres relacionados con la conquista de México. Pero Thomas incluye datos nuevos sobre sus protagonistas. Los encontró en el Archivo de Indias, y advierte que, aunque no hay ninguna 'teoría nueva' sobre el acontecimiento, la sorpresa le llegó cuando se dio de bruces con 'mucho material inédito: no son datos muy importantes, pero sí bastante interesantes. Por ejemplo, unas declaraciones de Hernán Cortés que testimonian en favor de algunos de sus amigos.
También hubo por otra parte conquistadores, en concreto muchos franciscanos, que quisieron aprender la lengua de los indígenas.
Thomas ya destrozó el tópico de indio / bueno, conquistador / malo en ese libro de referencia que es La conquista.... 'Entre otras cosas, porque hubo muchos indígenas que trabajaron para los españoles. La conquista fue una batalla entre los aztecas y sus amigos y los españoles y sus aliados.
Opina este hispanista que la dominación mexicana no fue más cruel que otras conquistas. 'Cortés utilizó el arma del terror en algunas de sus campañas, pero pienso que al final esa conquista no tuvo la intención de destruir a la población. Al contrario, Cortés quiso utilizar a los aztecas para reconstuir la ciudad de México y su proyecto urbanístico era uno de los más importantes del siglo XVI.
Después de tantos años dedicado a la conquista mexicana, todavía guarda un misterio. Me interesa mucho descubrir qué relación tuvo Cortés con los grandes comerciantes y banqueros sevillanos, como el converso Juan de Córdoba o Luis Fernández de Alfaro, y en qué modo financiaron la aventura.
La Fragua del Pensamiento

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