By Joan Spínola -FOTORETOC-

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Villa de Guadalcanal.- Dió el Sr. Rey D. Fernando a Guadalcanal a la Orden de Santiago , e las demás tierras de la conquista, e de entonces tomó por arma una teja o canal, e dos espadas a los lados como así hoy las usa.



sábado, 18 de julio de 2015

Inicio, auge y decadencia de las minas de Guadalcanal 68

La vida en la mina 3

La oferta de mano de obra y 2

Junto a extranjeros, moriscos y gentes de los pueblos mineros de Extremadura, el último grupo definido es el de los vascongados; éstos últimos son muy apreciados, más que canteros que como mineros, por lo que se les destina fundamentalmente a la práctica de obras muertas en calidad de destajistas. 93

Y ya sin formar grupo, aparecen de forma aislada especialistas de muy variadas procedencias, buscados por todas partes del reino; dada la escasez que en un principio existe cano de obra especializada. Su origen es así muy variado; hay antiguos fundidores de hierro del País Vasco 94, de Santiago de Galicia, donde había una tradición anterior de fundidores de estaño 95, del Rosellón 96, de las zonas mineras de Almodóvar y Alcudia, algún aragonés e incluso el rarísimo caso de un indio casado con una morisca 97.
Junto a la prevención frente a los moriscos, algunas ordenanzas manifiestan también reticencias frente a los oriundos de la propia villa de Guadalcanal; en 1558 escribía la Princesa Gobernadora a Mendoza:
“en cuanto a lo que decía que convernía que los oficiales y personas que andan en las fábricas sean forasteros y no naturales, para lo que toca al buen rrecaudo y seguridad, aunque se les acrescentasen algo más los salarios, proveerlo heis como mejor os paresciere” 98.
En cualquier caso, entre los años 1556 y 1560 debió producirse un flujo poblacional importante hacia la mina, afectando fundamentalmente a una zona formada por la actual
provincia de Badajoz y la Sierra Morena cordobesa y sevillana. Sería inten de forma más pormenorizada cómo se producen tales migraciones, si bien un conocimiento más profundo no es fácil lograrlo en fuentes archivísticas, ya que no dejó rastro en los archivos locales de Guadalcanal; la mina tuvo su propia iglesia y, por tanto sus propios registros, cuyo paradero desconocemos. Un estudio así es más fácil de efectuar en las minas de Almadén, donde la imbricación mina-villa era mucho más estrecha.
En 1569 se. conducían 44 moriscos de Hornachos a las minas de Almodóvar y al paso por este pueblo son atacados por los vecinos de Almadén, exasperados por la rebelión de las Alpujarras. La mayor parte de ellos habían sido contratados para labores de desagüe y no debía ser el primer grupo de esta raza que acudía a trabajar en aquel distrito ya que la información indica que venían «como lo hizieron agora hazc un año». La mayoría de los moriscos, atemorizados por el incidente huyeron de vuelta a su pueblo y nc querían regresar y ante ello se despacha provisión real en la que se indica que
“tienen prouisión real para andar libremente por estos reinos y señorios (...). Dióseles porque los de Hornachos son gente doméstica y servidores de la corona real y no es gente que se entiende con la de Granada”;


93 cfr. A.G.S. Escribanía Mayor de Rentas, Minas, Leg.°14, fol. 5.
94 Escribía Juan de Orbea a Mendoza desde Eibar:
“visto lo que V.M. enviaba a mandar perca del maestro que deseaba fuese ahí para lo de las minas, yo procuraré con Jorge de Urrupain (maestro de hacer acero en Guipúzcoa) para que hobiese uno y así lo hubo (...) a Martín de Yrigoen, que me dice que es buen oficial. El no es bien romanicado, que sera el mayor trabajo que con él se terná, pero en su vascuence me dicen que es tenido por honbre de buena rajón. Por ahí habrá vascongados que harán relación con él”.
Se le abonará un salario de 187,5 maravedíes al día más gastos de viaje de ida y vuelta y se le pagará el o de una cabalgadura; cfr. A.G.S. Escribanía Mayor de Rentas, Minas, Leg.° 22.
95 A.G.S. Contadurías Generales, Leg.° 3.072, s.f.
96 La instrucción de Mendoza a la Princesa en abril de 1556 decía:
“Otrosí se ha dicho que en el condado de Ruisellón hay muchas herrerías, y que de las personas que en ellas trabajan que están experimentados en usar de minas, se podrá traer aquí algún dinero dellos y que serian provechosos porque son grandes trabajadores (...). También os informaréis si de los que trabajan en las minas de yerro y avero en el condado de Vizcaya y Guipúzcoa será bien que se lleven algunos para las dichas minas de Guadalcanal y las otras, porque, si conviene, se procuren y vayan con más breuedad que los alemanes”;
C.G.S. Patronato Real, Leg.° 26, fol. 150.
97 A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 31, fol. 46:
«una morisca muger de un indio que ha muchos días que trabaja aquí...»;
noticias sobre mano de obra en A.G.S. Contadurías Generales, Leg.° 3.072, s.f. Carta de la Princesa yate de 26 de mayo de 1556; A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 66, fol. 23; Leg.° 31, fol. ,eg.° 160, fol. 7. A.G.S. Diversos de Castilla, Leg.° 8, fol. 29.

98 A.G.S. Contadurías Generales, Leg.° 3.072, s.f. Carta de la Princesa a D. Francisco de Mendoza 1 de enero de 1558.

De Minería, Metalúrgica y Comercio de Metales
Julio Sánchez Gómez
 

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