UN GADALCANALENSE EN EL CAMINO DE SANTIAGO
2ª Etapa Pereje-O Cebreiro 28 km.
Nos levantamos a las 6 de la mañana pues nos han comentado que nos esperaba la etapa más dura de todo el camino que nos resta por cubrir, tomamos un café y un desayuno ligero en la cocina del albergue que habían preparado unas peregrinas holandesas y que amablemente nos invitaron, media hora más tarde salimos ataviados para la lluvia, pues una intensa niebla nos esperaba y nos comentan que terminará en lluvia.
Los caminos que forman esta etapa son duros, así que salimos con la mente puesta en O Cebreiros. Esta jornada tiene dos partes muy diferenciadas, la primera transcurre por una vía amarilla adaptada casi en su totalidad sobre el camino primitivo y tramos s de carreteras locales, de forma paralela a la nacional VI, este carril amarillo nos acompaña a lo largo de ocho kilómetros, el tramo con ligeros desniveles y rampas de subida y bajada se considera como una preparación para los kilómetros más duros que vendrán después, llegamos a Trabadelo donde abandonamos la carretera y nos metemos por el camino primitivo, empezando el primera subida del día al Cerro de Aldares por un camino de espeso arbolado compuesto de castaños, pinos, nogales y espesa vegetación, empieza a llover lo que hace más dificultosa y penosa la subida, una ligera rampa de bajada y nuevamente ascendemos por el angosto Valle del Valcárcel con un desnivel de 620 metros hasta llegar a La Portela, cuando acaba de amanecer, ha desparecido la niebla y tímidamente quiere salir el sol.
2ª Etapa Pereje-O Cebreiro 28 km.
Nos levantamos a las 6 de la mañana pues nos han comentado que nos esperaba la etapa más dura de todo el camino que nos resta por cubrir, tomamos un café y un desayuno ligero en la cocina del albergue que habían preparado unas peregrinas holandesas y que amablemente nos invitaron, media hora más tarde salimos ataviados para la lluvia, pues una intensa niebla nos esperaba y nos comentan que terminará en lluvia.
Los caminos que forman esta etapa son duros, así que salimos con la mente puesta en O Cebreiros. Esta jornada tiene dos partes muy diferenciadas, la primera transcurre por una vía amarilla adaptada casi en su totalidad sobre el camino primitivo y tramos s de carreteras locales, de forma paralela a la nacional VI, este carril amarillo nos acompaña a lo largo de ocho kilómetros, el tramo con ligeros desniveles y rampas de subida y bajada se considera como una preparación para los kilómetros más duros que vendrán después, llegamos a Trabadelo donde abandonamos la carretera y nos metemos por el camino primitivo, empezando el primera subida del día al Cerro de Aldares por un camino de espeso arbolado compuesto de castaños, pinos, nogales y espesa vegetación, empieza a llover lo que hace más dificultosa y penosa la subida, una ligera rampa de bajada y nuevamente ascendemos por el angosto Valle del Valcárcel con un desnivel de 620 metros hasta llegar a La Portela, cuando acaba de amanecer, ha desparecido la niebla y tímidamente quiere salir el sol.
No nos ha decepcionado lo que nos habían comentado de la preciosa Ermita de San Froilán y su ermitaño, a unos trecientos metros percibimos que estamos llegando, ya que con una carencia de tres minutos suenan las campanas de llamada al peregrino, nos recibe mosén Agustín y nos ofrece café caliente y pastas caseras, allí nos volvimos a concentrar casi todo el grupo que iniciamos la etapa de hoy, cuando nos disponíamos a continuar el camino, el padre Agustín nos dice que el ha cumplido su parte del trato, acoger al peregrino y darle “refugio y viandas”, así que los peregrinos estamos obligados a oír misa, con más o menos ganas y pocos argumentos para negarnos oímos misa y continuamos el camino.
Continuamos a las 12,30 horas, nos proponemos hacer los próximo 5 Km. antes de hacer una parada larga para descansar y comer , según los folletos y guías que llevamos coinciden que son los más duros de la etapa y la última fase del camino, nos adentramos por un espeso bosque y la lluvia y los continuos repechos hacen mella en nuestra moral, llegamos a Las Herrerías, nos dice un aldeano que el ascenso no ha hecho más que comenzar y cuando lleguemos La Faba nos faltará el aire y decaerá verdaderamente la moral, allí es el legar donde esperan los taxis a los que abandonan, no nos ayuda demasiado este comentario a subir la moral.
Ruitelán es un pequeño poblado rodeado de bosques de castaños en plena subida a O Cebreiro, administrativamente pertenece a León, pero sus casas y habitantes nos induce a pensar que ya estamos en Galicia; La iglesia parroquial está consagrada a San Juan Bautista y una capilla a San Esteban. En la falda del monte hay un lugar donde se dice que vivió retirado el ermitaño lucense San Froilán (833-905), que tuvo como único compañero a un lobo que domesticó cuando éste le atacó.
Ruitelán es un pequeño poblado rodeado de bosques de castaños en plena subida a O Cebreiro, administrativamente pertenece a León, pero sus casas y habitantes nos induce a pensar que ya estamos en Galicia; La iglesia parroquial está consagrada a San Juan Bautista y una capilla a San Esteban. En la falda del monte hay un lugar donde se dice que vivió retirado el ermitaño lucense San Froilán (833-905), que tuvo como único compañero a un lobo que domesticó cuando éste le atacó.
Por fin llegamos a La Faba en el cruce del camino primitivo por el que nosotros venimos y el de asfalto, está el mojón de Galicia y el de la despedida de Castilla-León, efectivamente el desanimo y cansancio se apodera de nosotros, nos dirigimos al albergue municipal para comer, descansar un poco y cambiarnos de ropa, vamos empapados, la lluvia fina y la neblina nos acompañan desde hace horas. La segunda parte de esta etapa comienza en el Cruce de la Faba. En este punto se recomienda la subida por carretera pero la mayoría continuamos el camino primitivo, nos esperan 6 Km. de senderos, caminos y duros repechos, pero siempre abrigados por un precioso bosque. Entre La Faba y O Cebreiro se encuentra la Laguna de Castilla, allí nos encontramos una fuente en la que se puede leer “agua no fiable”. Nos acercarnos a llenar las cantimploras y un aldeano nos comenta que en esa fuente bebió San Froilan y expulsó por la boca sus pecados, aquel que se atreva a beber de su agua, será pecador para siempre. (curiosa leyenda).
A las cuatro y media de la tarde con el estomago lleno y la ropa seca decidimos continuar la etapa, a la salida de la aldea en el puesto de información del Ayuntamiento nos invitan a café y nos entregan una pequeña bolsa con nueces pelada y manzanas, cosa que agradecemos, nos encontramos una hermosa pradera, pero solo nos acompaña algo menos de un Km., enseguida un nuevo repecho y continuamos subiendo, a unos 3 Km. de la Faba a la entrada Lagunilla de Castilla nos encontramos un monolito que nos indica que estamos a 1300 metros de altitud en el “Monte de Febrauri” y abandonamos la Provincia de León para entrar en Galicia por la provincia de Lugo quedan 7 kilómetros por caminos embarrados, lo más recomendable es disfrutar del estupendo paisaje y, sobre todo, dosificar las energías. De todas maneras todo el esfuerzo se ve recompensado con la proximidad de la localidad de O Cebreiro, disfrutando del estupendo paisaje que vemos a nuestro alrededor y las fuerzas justas para llegar.
Parece que el final de la etapa se acerca y a la vez se nota que estamos en la ruta de los caminantes, O Cebreiro es un poblado de piedra, dicen que probablemente de origen prerromano, y portal de Galicia por la provincia de Lugo. Es otro de los lugares míticos del Camino. O Cebreiro corona una plataforma a cerca de 1.300 metros de altura del macizo galaico-leonés. Todo en este paraje es mágico: un paisaje misterioso, pallozas, hórreos cuidados, lluvia, niebla... Es uno de los lugares que primero acogió peregrinos en su ruta a Santiago. Destaca el simple y primitivo templo prerrománico de Santa María la Real. En su interior se venera la hermosa imagen bizantina de Santa María la Real (s. XII), patrona de la comarca. En una de las pallozas se ha instalado un Museo Etnográfico.
Cruzamos el pueblo por la “Rua de Galiza” para llegar al albergue y poder entrar nuevamente en calor, el tiempo curiosamente ha cambiado y a pesar de la altura y lo que llagamos pasado de agua y frío, nos recibe un calido sol del final de la tarde y una temperatura no muy fría, al llegar al camino que nos conduce al albergue un cartel me llama la atención, lo copio:
Peregrino, tú llegaste a O Cebreiro por lo tanto, siente el placer de los últimos cien pasos de esta etapa, no te reocupes de las cotas que aun te quedan por superar, crees que no tenemos delante de nosotros nada, ¿o sí?, apenas un camino para ser disfrutado en cada instante.
Pueblos y aldeas que hemos cruzado en la 2ª etapa: Pradela, Trabadelo, La Portela, Ambasmesetas, Vega de Valcarcel, Ruitelán, Las Herrerías, La Faba, Laguna de Castilla y O Cebreiro.
RAFAEL CANDELARIO REPISA
Cruzamos el pueblo por la “Rua de Galiza” para llegar al albergue y poder entrar nuevamente en calor, el tiempo curiosamente ha cambiado y a pesar de la altura y lo que llagamos pasado de agua y frío, nos recibe un calido sol del final de la tarde y una temperatura no muy fría, al llegar al camino que nos conduce al albergue un cartel me llama la atención, lo copio:
Peregrino, tú llegaste a O Cebreiro por lo tanto, siente el placer de los últimos cien pasos de esta etapa, no te reocupes de las cotas que aun te quedan por superar, crees que no tenemos delante de nosotros nada, ¿o sí?, apenas un camino para ser disfrutado en cada instante.
Pueblos y aldeas que hemos cruzado en la 2ª etapa: Pradela, Trabadelo, La Portela, Ambasmesetas, Vega de Valcarcel, Ruitelán, Las Herrerías, La Faba, Laguna de Castilla y O Cebreiro.
RAFAEL CANDELARIO REPISA
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