By Joan Spínola -FOTORETOC-

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Villa de Guadalcanal.- Dió el Sr. Rey D. Fernando a Guadalcanal a la Orden de Santiago , e las demás tierras de la conquista, e de entonces tomó por arma una teja o canal, e dos espadas a los lados como así hoy las usa.



domingo, 13 de diciembre de 2009

CAPITULO ÚNICO




CAPITULO ÚNICO.- En el que se cuenta la más conmovedora, lacrimosa e increíble anécdota de un perdigón reclamo, llamado D. Juan de Alba, alias “Pituto”.

Con faltas de ortografía y to… zi zeñores, pero no tanta pa no zaber estampar en el paper, las cozas que ziente mi corazón y mi arma, y que en este cazo por zer un zentimiento de nostalgia y de dolor, creo que podrá tener algo de ezo, que los hombres de zaber, llaman “literatura de la buena”, Zi, algo poezia, tal vez vestía con una ropa algo probetota y remendá, ¡nunca zuzia! pero no por ezo menos bella y restallante que un bombón de diezizeis abriles con la ropa del cortijo.
Verán Vdes. Yo zoy uno de esos muchos gaudalcanalenses, modesto y honrao (y eza es la pura verdad) pero más feliz que un gitano con unas apargatillas nuevas, simplemente porque tengo donde ganar el pan de mis hijos y alguna que otra diminuta diverzión. Diminutas diverziones, pero que se hacen inmensa en el regazo de esta soberbia matrona, que hoy por hoy la España de la paz de Franco.
Y ahí queda el preámbulo. Vayamos ahora al grano.
¿Cuáles podrían ser las diverziones de un modesto trabajador de Guadalcanal de la Sierra…? ¡Pues casi ná…? ¡No! Nada de eso de Nickts-Clud, suecas, Luki-striki… y otras telas marineras. Nada .Nada. Son sanas y puras, como el mismizimo ozigeno de nuestra Zierra y diáfanas y luminosas como el mismízimo Zol del cielo de Zevilla, y… que perdonen los de la Costa del Zol. Zon una copa con tapa los domingos en el Zebollino o un “coronel” sin tapa, siempre que se prezente, y si es jugando una partida de “burro barato”, mejor, en la encantadora “leonera” del amigo Gabino. Y .. Ahí queda ezo… Pero la más hermosa de toas, la mas grande del mundo entero ¡Maldita zea mi arma! Es le puesto de perdigón en el mes de Febrero ¡Ah Dulcísimo Febrero de mis entretelas!
Pero, ¡Ay! Este año por una de ezas paradojas de la vida, rara e incomprensible, lo que no prohíbe el Altizimo, lo hacen materialmente ceniza los hombres. Y aquí mi elegía, llena de dolor. Porque este año los de la “cresta de charol” me han traio más frito que ha un chicharrón,. Pero a pesar de to, que vivan las leyes y los “verderones” y ¡Olé! Que este español acepta este sacrificio con el corazón en la mano, zi no zaliendo a dar los “puestecillos” de cada año, contribuyo al agradecimiento de mi Patria Chica: La Guadalcanal Cinegética.
Ahora, que quede claro una cosa, que es la siguiente y con esto termino. Verán Vdes. Yo tenía el mejor Perdigón-Reclamo de España, y de la… Chimbamba, si es que esta tierra está en el mapa. Se llamaba, a lo mejor se lo siguen llamando, todavía, Don Juan de Alba alias Pituto, “Don Juan”, por lo conquistador, “de Alba” por lo temible que era en los Países Altos a esas horas en que el zol zale; y “Pituto” por lo que rima con astuto, virtud de buen cazador.
¡Ay mi pobre Don Juan!, con qué nostalgia lo recuerdo. Era un hijo más en mi hogar. Pero yo quiero zer un guadalcanalense de cuerpo entero, quise obedecer la ley y haciendo un sacrificio infinito, lo saqué de la jaula en el mes de Febrero y le dí suelta en uno de ezos sitios, inviolable e intocable, para que tuvieran uno más, entre los millones que ya tienen… ¡Ay!, esto me recuerda el pecado de David…! Pero, en fin, allí lo dejé, como si dejara un peazo de mi arma, porque con él en mi casa, era una continua tentación y veía peligrando en cada momento mi bolsillo y su cabeza.

Y aquí viene ahora el Epílogo y que es en resumidas cuentas lo que quiero que quede claro. ¿Haría yo bien con dejar en el campo a mi Don Juan de Alba, para que luego un inglés, un danés o un sueco, le pague el castañetazo en el mes de Octubre…?
¡Mardita sea mi arma...!

Articulo publicado por José Fernando Titos Alfaro en la Revista de Feria de 1970 y reproducido como homenaje a aquellos años de cacerías y aquel entrañable maestro de escuela.

1 comentario:

  1. Muy interesante la anécdota, como creo que tendrás todas las revistas de feria, si puedes inserta algún artículo más de este tipo, es muy bueno recordar viejos tiempos

    José Miguel

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