By Joan Spínola -FOTORETOC-

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Villa de Guadalcanal.- Dió el Sr. Rey D. Fernando a Guadalcanal a la Orden de Santiago , e las demás tierras de la conquista, e de entonces tomó por arma una teja o canal, e dos espadas a los lados como así hoy las usa.



sábado, 10 de enero de 2015

Inicio, auge y decadencia de las minas de Guadalcanal 45

Las técnicas de explotación (continuación)

A la hora de sopesar ventajas e inconvenientes de uno u otro procedimiento, la galería suponía una inversión inicial mucho mayor que la maquinaria, pero el gasto en mantenimiento era nulo, lo que no sucedía con las maquinas, que precisan el constante empleo de fuerza, ya animal, ya humana, en cualquier caso; igualmente eran precisas constantes reparaciones en una maquinaria cuyo material constructivo era la madera y en la que las averías eran constantes, a lo que había que sumar un inconveniente añadido: la absoluta novedad de estas maquinas en España hacia que no existiera un solo técnico hispano capaz de construirlas y hacer frente a sus reparaciones. Construcción y mantenimiento debe encomendarse entonces a especialistas alemanes que, por su rareza, exigen salarios desmesurados e incluso en ocasiones son atraídos por otras empresas que les ofrecen estipendios mas elevados, con lo que las operaciones de desagüe, amen de resultar mas costosas, quedan a veces desatendidas durante largas temporadas. Las ventajas e inconvenientes de uno u otro sistema las resume una carta de los contadores reales a la administración de la mina de Guadalcanal:
“Con el yngenio que hico en ellas maestre Hanz, alemán, para desaguarlas se tiene mucha costa y trauaxo, porque además de ser nescesario para traerle y guouernarle 8 y algunas uezes 12 acémilas con escesiuo trauajo, la mayor parte del tienpo se ocupa un herrero en concertar y reparar el dicho yngenio, demás de la obra de la carpintería y los peones y la gente que anda ocupada en el sacar el agua, en que hay mucho gasto hordinario y que lo peor de todo es que, por subir el agua de muy ondo y con gran fuerza y uiolengia, se teme que ell dicho yngenio se ha de desbaratar y hundir, de que resultaría, no se desagua do las minas, como en este caso nescesariamente había de suceder, hundirse todo”.Por el contrario, la apertura de una galería de desagüe ofrecía ciertas ventajas, entre ellas la posibilidad de sustituir el gran ingenio de desagüe por tornos de menor complicación constructiva:
“y que esto se podría preuenir e remediar abriéndose una contramina aria un ualle con su paso y corriente por donde se podría desaguar con bonbas, tornos u otra manera mas fácil, segura y menos costosa y aún podría ser que por la parte donde se ha de abrir la dicha contramina se topase metal, por haberle habido encima della en aquella derechera y que la costa y gasto desto, dándose a destajo a personas que se obliguen a hacerlo y dar seguridad dello, podría llegar a los dos mil ducados poco mas o menos" 47.
La galería general de desagüe, cuya construcción se había acometido en 1557 y abandonado “por su dureza y dificultad” se reanuda en 1.569 y finaliza en 1572 con una longitud de 53 estados. Frente a los 2.000 ducados de gasto calculados, el gran ingenio de desagüe ocupaba ordinariamente a ocho acémilas y dos hombres, que en el tiempo de máximas lluvias —cuatro meses al año— debían reforzarse hasta doce acémilas y cuatro hombres, lo que suponía un gasto medio semanal de 17.000 maravedís —unos 2.360 ducados— anuales, mientras que, tras la apertura del socavón, el coste anual de los tornos ascendería a 9.000 maravedís; por tanto, la construcción de la galería quedaba en 1.570 amortizada en poco tiempo, lo que no sucedía donde años antes, cuando se paralizo su apertura. En 1558, los gastos de inversión del socavón se calculaban en 1.300 ducados, pero el gasto semanal del desagüe por medio de maquinas —la profundidad era entonces mucho menor y además, los costos de mantenimiento de las caballerías y los salarios se habían elevado en esos doce anos— se calculaba en solo trece ducados semanales 48. En cualquier caso, la escasa profundidad a la que se practico el socavón —poco más de veinte estados en una mina que había alcanzado ya una hondura de cerca de ciento veinte—, lo hacen obsoleto ya antes de su terminación. En 1580, ya se planeaba la apertura de otro a 100 estados que superara las insuficiencias del anterior 49.
De las numerosas maquinas de desaguar conocidas en Centroeuropa y de las que G. Agrícola proporciona prolijas descripciones y excelentes dibujos, en las minas reales españolas solamente se emplearon dos que, pese a todo, representaron una enorme novedad y un gran paso adelante en la renovación tecnológica. En un principio, cuando las labores eran superficiales, se emplearon simples tornos de tipo manual denominados «devanaderas», ya antes conocidos en España. Pero cuando aquellas profundizan más y mantener ese sistema exigiría un incremento insoportable de mano de obra, los especialistas alemanes recomiendan que se llame a un renombrado técnico de aquella nacionalidad, Maestre Hanz, a quien la Corona hace venir para trabajar en la mina real atraído por un salario excepcionalmente elevado. Este construye en 1560 el primer <> de elevación que se instala en España y que consistía en un mecanismo movido por hasta seis mulas, que podían ser reforzadas en caso de necesidad, fundamentalmente en época de máximas lluvias, según la mayor o menor precisión de desagüe, y que representa un notable ahorro de mano de obra humana, de mucho mayor coste, lo que preocupaba especialmente a la administración de la empresa. El movimiento de las acémilas se aplicaba a una rueda colocada de forma horizontal que, a través de una serie de ruedas dentadas, se transmitía a una vertical situada sobre un pozo, dotada de una gran cadena de eslabones de hierro que, mientras por un lado recogía y hacia ascender un recipiente de cuero cargado, por el otro hacia descender un nuevo receptáculo dispuesto para ser llenado. Como auxilia es de esta maquina se utilizaban también un conjunto de pequeños tornos —diecisiete en 1568— accionados manualmente por dos hombres y consistentes en un simple cilindro con una manivela a cada lado que hacia descender dos sogas, al cabo de las cuales se colocan recipientes de cuero. Por medio de este sistema de tornos se reunían las aguas en una galería de una profundidad de 40 estados, de donde eran extraídas a través de un pozo por medio del ingenio.
El conjunto de estos sistemas parece que result6 relativamente satisfactorio, salvo en momentos de lluvia excepcionales o avenidas, hasta finales de la década de los años 60, especialmente si consideramos que el clima de estas zonas mineras es seco. Se logra un ritmo de extracción de hasta 50 a 55 litros por minuto por cada ingenio instalado, que representa un gran adelanto sobre las posibilidades anteriores, si bien la comparación con las primeras maquinas de vapor —instaladas en España en el primer tercio del siglo XIX—, que alcanzan a desaguar hasta 3.250 litros por minuto, explica el que el verdadero salto adelante frente a la inundación en las minas se produzca solo cuando se aplique a ellas el nuevo maquinismo 50
A fines de la década de los 60, la mayor profundidad alcanzada en Guadalcanal aumenta la afluencia de agua y además produce continuas averías en el ingenio de Maestre Hanz, incapaz de trabajar satisfactoriamente cuando se intenta aplicarlo a grandes profundidades. En 1570, el administrador Zarate informaba:
“el ingenio se mueve por medio de machos y tienen dos cadenas en que están fixadas ciertas sacas y con ellas se saca del poco grande abundancia de agua, caso que tiene la hondura el pozo cuarenta estados, y por esta razón, siendo las cadenas, tan largas, ,se ronpen muy de hordinario y se desbarata todo el yngenio muy a inenudo, como lo esta de presente y por no hallarse carpintero que lo haga bien (...) nos vemos cada dia en grande aprieto para remediarlo” 51

47 A.G.S. Escribania Mayor de Rentas, Minas, Leg.° 24, s.f.
48 A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 121, fol. 9.
49 A.G.S. Contadurías Generales, Leg.° 850, s.f., cedula at licenciado Coronel para que haga averiguación en las acusaciones contra el administrador Hernando Delgadillo.
50 Los cálculos de extracción proceden de RANDALL, R.W.: Real de Monte..., p. 123, nota 24.
51 A.(1,S. Consejo y Juntas de Hacienda, Leg.° 115, fol. 5. Anadía a esta información G. de Anuncibay: «es también nescesario prouer en esta fabrica de cadenas en cantidad para los pozos del agua y tierra donde de ordinario se ponen, porque las que había están ya gastadas y es costa esorbitante seruielos con maromas. Estas cadenas se han de traer de Biscaya” ;
De Minería, Metalúrgica y Comercio de Metales
ulio Sánchez Gómez
 

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