Soy perro viejo
De los documentales de La 2 dice la gente que se aprende mucho, pero como nadie los ve, aunque digan que sí, no nos llegan sus enseñanzas, si se fijaran en un documental sobre adiestramiento de perros, se darían cuenta de que a nosotros nos doman como a los chuchos, al can se le puede enseñar a no hacer caca y pis en la cocina y a no morder a las visitas aun siendo incomodas, pero también se puede conseguir que se lance a la yugular de cualquiera que se pasee delante de sus fauces y no venga con buenas intenciones, claro todo depende de las intenciones del dueño.
Una vez terminadas las enseñanzas, el chucho y el trabajador reciben premios si se comportan como se espera y castigos cuando se apartan de la conducta que les han inculcado, a nosotros también nos amaestran desde pequeños, nos han metido en la cabeza que trabajar para otro es bueno y que es justo que el otro reciba el doble de retribución por darnos trabajo; Si generamos diez unidades de riqueza y el otro se queda con ocho, es lo menos que puede recibir por arriesgarse a contratarnos, no es el caso, mi jefe gana diez y si puede se queda con ocho, es comprensible, además nos da la posibilidad, si nos portamos bien y sabemos mendigar, de empezar como becarios (sin cobrar), después ser aprendices, auxiliares, oficiales de tercera, de segunda, de primera, después de cuarenta y tantos años de ¿vida? laboral y unos meses antes de jubilarnos, si no hemos sido delegados sindicales o hemos cogido muchas bajas laborales, tal vez podamos incluso ser encargados (sin mando en plaza).
Nuestro adiestramiento hace que eso sea compatible, claro que la hija de un amigo del jefe con pase de becaria puede llegar a poduct manager o como se diga en seis meses, da igual, igual da (que diría la ministra del susodicho Ministerio) y digo yo, ¿eso es igualdad?.
Nos enfurecemos si dos personas que hacen el mismo trabajo reciben un salario diferente, por razones de sexo, discriminación de género lo llamaría la misma ministra, pero nuestra doma acepta como normal que una persona con escasa formación, más tonta que mear cara al aíre y con muy poca experiencia sea jefa de departamento o directora general cobrando siete veces más que la hija de mi compañero que tiene dos licenciaturas y habla tres idiomas.
Nos forman para que creamos y transmitirles a nuestros hijos eso de que tanto ganas, tanto vales y a aceptar humildemente que, de ser ciertas las cifras que publica la prensa, Ana Patricia Botín, presidenta de Banesto, vale mil veces más que cada uno de los miembros del “club de los mileuristas”, claro que si se tiene en cuenta que es hija de D. Emilio…, ante tal panorama, no es de extrañar que de vez en cuando en la historia de la humanidad, aparezcan entrenadores que quieran conseguir que en vez de perros dóciles y sumisos seamos unos canes dispuestos a clavarles los dientes en el trasero al primer explotador que se ponga al alcance de nuestras mandíbulas.
Eso sí, si lo dejamos con vida, al día siguiente, nos vemos en la calle y ahora si que funciona el acoso en el trabajo ¿pero a quien? a la hija de mi compañero, a mi jefe, o a mi compañero por creer en el delegado sindical que le dijo “hay que defender nuestros derechos y los de los compañeros”, así que yo ante este panorama, no quiero que mi hija trabaje en mi empresa, que llevo muchos años cotizando y soy perro viejo.
Rafael Candelario Repisa
No hay comentarios:
Publicar un comentario