El Torico de Teruel |
FRAY JUAN DE GUADALCANAL Y EL MARQUÉS DEL PUERTO VISITAN TERUEL
Con motivo de la XV Edición de la Bodas de Isabel de Segura y la muerte de D. Diego de Marcilla (*), fueron recibidos en Teruel el padre D. Juan de Cote conocido como Fray Juan de Guadalcanal, D. Jesús Escote “Marqués del Puerto” y Sra., Doña María del Rosario Pérez “Marquesa de Santa Clara”, acompañados del correspondiente séquito.
La visita se oficializó con una recepción por parte de Repisa “Cónsul Acreditado de Guadalcanal en Teruel” y Señora, el pasado día 18/02/11 a las 12:00 horas en la entrada de la ciudad. Tras la recepción, Fray Juan de Guadalcanal debido a su edad y su espíritu de recogimiento, se retiró a sus habitaciones de la Casa Conciliar a descansar, el resto de la comitiva encabezada por los Sres. Marqueses y séquito tomaron un ligero almuerzo en el centro histórico y continuaron su visita a la ciudad asistiendo a todos los actos conmemorativos de la boda, retirándose a descansar un pequeño grupo el resto terminaron la velada a altas horas de la madrugada en la cuadra de la conocida Fonda del Tozal.
Iglesia del Salvador |
Por su parte, esa misma tarde, Fray Juan de Guadalcanal ofreció un acto de recogimiento en la Iglesia del Salvador, donde se encuentra el venerado Cristo de las Tres Manos, a continuación acompañado de su comitiva visitó El Seminario Conciliar, La Catedral , el Mausoleo de Los Amantes y otros edificios religiosos.
Cabe destacar la sencillez de Fray Juan de Guadalcanal que al día siguiente fue a comer con toda la representación venida de Guadalcanal y el Sr. Cónsul a un conocido restaurante de Teruel, ya en el local y después de un breve rezo por todos los presentes y ausentes, la bendición de la mesa y los alimentos, cogió un bebé en sus brazos de una cristiana familia que se encontraba en una mesa adyacente y le dio igualmente su bendición, en los postres y a modo de anécdota comentó D. Juan que no había visto “El Torico” ni el “Viaducto Peatonal”.
Por la tarde estaba previsto asistir al espectáculo taurino llamado “Toro Ensogado” en la Plaza del Torico, en el que iba a debutar el afamado torero de Guadalcanal llamado “El Chulo”, apoderado por Juan Carlos Fiti, lamentablemente el espectáculo fue suspendido por la lluvia, mostrando el Fiti una gran decepción por la fe que tenía en su pupilo para que saliese airoso en su debut en Teruel.
Ya caída la tarde la delegación de Guadalcanal continuó con los actos oficiales de la boda y la entrada en Teruel de Diego de Marcilla y fueron testigos directo de su muerte de este al negarle un beso Isabel, su amada y mujer recientemente desposa con el Sr. de Azagra por imposición de su padre.
Llegada la madrugada los miembros de la delegación de la fiesta de la noche anterior y otros miembros del grupo se unieron a la fiesta nuevamente en la cuadra de la Fonda del Tozal, excepto Fray Juan que llevaba horas descansando.
La visita terminó el domingo día 20 sobre las 16,30 de la tarde en la ciudad de Albarracín, donde Fray Juan no pudo asistir a misa de 12,00 en la Catedral de Santa María ya que se encuentra ésta en obra, en cambio los Sres. Fiti, Parra, Enrique, Masa y Repisa subieron hasta la Torre del Andador, en la parte más alta de las murallas, el primero de ellos se adosó a las paredes al final de la escalera de piedra y parecía un ornamento mas del conjunto histórico.
Para que esta crónica pueda ser completa hay que analizar la otra parte más lúdica de la delegación de personajes de Guadalcanal, es decir, las andanzas de los Sres. Aristócratas y séquito personal, cuya vida nocturna desenfrenada no fue del todo decorosa y algunos hechos provocados por el citado grupo, entre otros la detención “momentánea” del automóvil deportivo en el que viajaban cinco de sus miembros, uno de ellos (el conductor) en estado visible de embriaguez y que utilizó su cargo y engañó a la autoridad con una enfermedad fingida por Víctor para no ser multado, amen del secuestro de un autobús llamado “búho” urbano pasada la 1 de la madrugada del sábado, fiestas repetidas en una cuadra, con bailes y acciones poco aconsejable a su edad, el encierro involuntario de Enrique en un urinario público, la toma de la "haima" de Los Caballeros Amogávares como si de una caseta de feria de su pueblo se tratase, con cantes y bailes poco apropiados para una zona acotada como medieval y otros hechos de mayor o menor envergadura, por los que tendrá que responder el cónsul.
Beso de Isabel a Diego |
(*) LA MÁS BELLA HISTORIA DE AMOR. Estamos en los tumultuosos primeros compases del siglo XIII. En Teruel suenan campanas a boda; es el sonido que recibe a un caballero que, exhausto, llega a la villa por la cuesta de la Andaquilla; Se trata del popularmente conocido como Diego de Marcilla (Juan Diego Martínez de Marcilla según los textos históricos), que regresa rico y famoso tras tomar parte en múltiples batallas.
Diego (o Juan) está enamorado desde niño de Isabel de Segura con un sentimiento correspondido. Pero mientras que ella es de una familia importante, él es hijo segundo de otra más modesta. Sin embargo, el padre de Isabel accede a darle cinco años de tiempo para enriqueciese, tras los cuales y con este requisito podrá desposar a Isabel.
Corre el año 1.217, el mismo día que cumple el plazo, Diego regresa a Teruel. Al poco de llegar, es informado de que el ambiente festivo y engalanamiento de la villa se debe a que Isabel de Segura acaba de desposarse. La presión de la familia y un pretendiente muy principal, han acelerado el enlace.
Al poco de llegar, es informado de que el ambiente festivo y engalanamiento de la villa se debe a que Isabel de Segura acaba de desposarse. La presión de la familia y un pretendiente muy principal, han acelerado el enlace, Los sentimientos de Diego son contradictorios: cólera, pesar, desazón, rabia... Decide ir al encuentro de su amada, para escuchar de su boca que se ha casado con Pedro Fernández de Azagra, hermano del Señor de Albarracín, le pide un beso a Isabel, pero ella se niega porque ahora pertenece a otro hombre. Diego no resiste la negativa, es como si algo se le rompiera por dentro. Cae fulminado al suelo. Ha muerto.
Al día siguiente, las campanas de boda han trocado sus tañidos por los de funeral. Una comitiva triste y silenciosa transporta el cadáver del infortunado amante depositándolo en el templo. Cuando van a comenzar los funerales, sale de entre el gentío una mujer con la cara velada que se acerca al fallecido: es Isabel de Segura, destocándose, se acerca a su amado para darle el beso negado en vida, lo deposita en sus fríos labios y se desploma muriendo sobre él. La tradición asegura que murieron de amor, por eso fueron enterrados juntos, y juntos han permanecido hasta hoy.
Bueno, que gracias por venir a visitarme a mi “exilio temporal” os quiero a todos: a Fray Juan, Sres. Marqueses (Jesús Manuel y Mª Rosario), Mari y Luisa (las Madrileñas), Juan Parra y Maribel Serna, Fiti y Caroli., Mariquita, Rafi, Víctor y Lola Chincoa, Manolo Masa, Loli Cordero, Ángel, Gloría, Antonio Torralba y Mari Carmen, Mari Escote, María del Monte, Enrique Torrado y Lucia, Julia y Ricardo.
Repito, Os quiero a todos
RAFAEL CANDELARIO REPISA
Verdaderamente la pluma afilada del cronista no hace más que engrandecer la visita del famoso séquito de Guadalcanal,lo que no cuenta es que una parte muy importante de todas estas historias la protagonizaron el y su afamada esposa. TRES HURRAS POR EL CONSUL... Y OTROS TRES POR SU ESPOSA.
ResponderEliminarMUCHAS GRACIAS POR TODO A LOS DOS
POR CIERTO QUE OS ESPERAMOS EN SEMANA SANTA, CON AQUELLAS JUDÍAS QUE DECÍA SU SEÑORA, NO APTAS PARA LOS QUE PADECEN DE GASES SUPERFLUOS Y OLOROSOS.
Gracias al Consul y a su querida esposa por haberme hecho participe del sequito de la mejor boda de mi vida y el mejor fin de semana. Muchos besos,
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