¿OTRO DÍA COMERCIAL?
Para cualquier mujer, todos los días son el día de la mujer trabajadora, las responsabilidades no entienden de fechas ni de días de la semana y mucho menos, las responsabilidades familiares, aquellas a las que la mujer siempre ha hecho frente. Pero no está de más que aunque sea por un día, el 8 de marzo, nos acordemos de La Mujer Trabajadora, aquellas que trabajan también fuera de casa, a todas, pero particularmente a las que formamos una familia de "un solo salario", de un "solo cabeza de família", para llegar hasta aquí, han sido muchas las luchas de grandes mujeres que han creído en la igualdad y en los derechos femeninos.
Todavía queda camino por realizar y tenemos que ser firmes cuando nos encontremos con casos de discriminación, de abuso o de humillación, Pero estoy segura de que las nuevas generaciones llegan pisando muy fuerte y con las ideas muy claras por eso tengo la esperanza de que, en pocos años, la igualdad sea una auténtica realidad.
La nueva realidad española cree en las mujeres y no se deberían necesitar leyes de paridad ni otras obligaciones para pensar en la igualdad de oportunidades sin tener en cuenta su condición sexual, sino sus aptitudes para dar lo mejor a los ciudadanos. Son muchos los ejemplos de grandes mujeres que han estado a la cabeza de grandes empresas pero, además de todas ellas, mi verdadera admiración es para aquellas personas solas que sacan adelante su familia y su trabajo con esfuerzo y dedicación, para mí son heroínas silenciosas que han hecho posible que hoy se reconozca el papel de la mujer con admiración a todo su sacrificio.
Desde mi perspectiva de funcionaría pública de la Sanidad, creo que mucho hemos avanzado desde la segunda década de los años 70 que me incorporé como médico a un sector que si bien se llamaba así mismo progresista, la verdad es que las oportunidades para la mujer eran escasas, la paridad y la igualdad de oportunidades no existía, ahora que en mí departamento hay más féminas que hombres, habría que analizar si hemos acabado con esa dichosa "paridad".
Pero, como ya he dicho, no hay que bajar la guardia y hay que seguir trabajando por la igualdad, la conciliación y sobre todo, porque desaparezca definitivamente una de las mayores lacras de nuestro tiempo, la violencia machista. Son estos hombres que utilizan el maltrato para intentar demostrar una superioridad inexistente los que nos tienen que hacer recordar, cada día, que somos mujeres y tenemos que estar orgullosas de serlo y nada ni nadie nos tiene que humillar jamás. Por eso, en este 8 de marzo, quiero felicitar a todas las mujeres; las que trabajan fuera de casa o las que entregan toda su dedicación a su familia, a las funcionarias, empleadas de hogar, dependientas, empresarias, administrativas, agricultoras..., a todas, absolutamente a todas ¡felicidades!
Concha Oliver
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